Todos tenemos las nuestras, pero yo voy y las cuento porque me hacen gracia y no es justo que esto no se comparta con el mundo.
Ahí va un recopilatorio de mis vergüenzas desde que llegué a los Tokyos:
– Tuve la gripe A esa y todo envalentonado por haberme recuperado salí el sábado de la misma semana a un izakaya con unos amigos. Esa noche no bebí demasiado, pero me dió un chungo muy chungo y a partir de las doce de la noche no me acuerdo de absolutamente nada. Por lo visto me metieron en un taxi, el taxista me cobró cogiéndome el dinero de la cartera y me subió a la puerta de casa, no tengo claro si me metió dentro o no. He visto fotos de esa noche y no me las creo. El viaje en taxi está totalmente borrado de mi mente.
– Otra vez quedé con un grupo de paisanos que no conocía y que venían a Tokyo de vacaciones. Resulta que me vinieron a Shibuya una manada de adolescentes creciditos con licras que no dejaban de decir que iban a quemar Roppongi y a entrar a todas las chicas que se cruzasen. Al de diez minutos Akira y una amiga, que se vinieron conmigo, y yo dijimos que nos teníamos que ir por trabajo y acabamos cenando los tres en un Yoshinoya.
– Una vez hice un experimento con lejía para tratar de quitar unas manchas muy chungas en un niki blanco. Después lavé todo junto con un pantalón vaquero sin darme cuenta, pero el pantalón no salió blanco. Sin embargo, estando en la oficina me fuí a levantar y se rompió de lado a lado por la entrepierna. Eran las diez de la mañana y tuve que hacer el ninja para que no se enterase nadie hasta la noche. Eso sí, volviendo en bici entraba un biruji que madre de Dios…
– Una noche ligué y todo. Era una chica jóven muy guapa que cuando nos fuimos cada uno a nuestra casa por la mañana me dijo que estaba casada, pero que odiaba a su marido y que si nos podíamos seguir viendo. Yo casi salgo corriendo.
– Últimamente no estoy quedando con gente que no conozco aunque me insisten para que les lleve a algún sitio. He conocido a personas muy majas de ésta manera que contactan a través del blog, pero no sé, como que ahora prefiero dedicar el escaso tiempo libre que tengo a mí mismo… supongo que se me pasará, espero que no os enfadurrieis conmigo.
– Una vez, al principio, me monté en un tren por la noche, pero me equivoqué de sentido con la mala suerte de que me quedé dormido y no me dí cuenta. Desperté al de bastante tiempo en un sitio del que no tenía ni idea, y no había más trenes, así que me puse a buscar un hotel, pero no encontré ninguno. Acabé durmiendo en un karaoke donde tenían una oferta para estar toda la noche por unos 5000 yenes, con bebidas incluidas. Las dos primeras horas canté yo sólo mientras bebía cervezas, el resto del tiempo lo pasé durmiendo la mona. Al día siguiente tenía una resaca que me moría y estaba ronco.
– Justo después de sacar las fotos para el trípode botellil , venció el peso de la cámara que se estrelló contra la mesa con todo el objetivo por morros. Durante un mes el enfoque automático no funcionaba bien, se atascaba el motorcillo hasta que, de perdidos al river, le metí otra hostia y volvió a funcionar.
– El mes pasado se me olvidó pagar la renta y la casera vino a casa al día siguiente a pasar revista. Esto ha pasado justo en el momento en que la empresa que me avala va a cerrar y estábamos a punto de pedirle, después de tres años siendo puntual, que me aceptase a mí mismo como aval. Le pedí perdón de mil maneras y puse de excusa lo de la gripaca, que tampoco era del todo mentira porque entre eso y el flashforward que me dió, no sabía ni donde estaba.
– Al principio de todo compré futones, cortinas y muchos utensilios para la cocina en un Muji. Llevé todo como pude a la caja y la chica estuvo poniendo todo en bolsas muy bien preparadas con unas asas de plástico para poder llevar todo bien. Cuando fui a pagar con la tarjeta de crédito, la máquina la rechazaba todo el rato y yo no tenía dinero en efectivo. Lo intentamos un par de veces más pero no había manera, así que le dije a la chica que me iba a un cajero y que volvía en un momento. Lo cierto es que no tenía cuenta en un banco japonés y la transferencia que estaba esperando para la tarjeta Visa no había llegado todavía, así que no volví nunca… hay un Muji en Tokyo que está vetado para mi.
– Una tarde le metí una patada en el estómago queriendo a un tío de Karate que me caía muy mal y que ya se llevaba pasando de la raya con comentarios despectivos bastantes días. Era un combate, así que tenía excusa, pero le dí con todas las de la ley, le dejé boqueando y para acabar de dejar las cosas claras, le marqué un puñetazo en la cara justo después, aunque no llegué a dárselo. A partir de ese día, no volví a escuchar ni media palabra.
– Un día iba con la bici cerca de casa y me puse a andar sin las manos en el manillar en plan todo chulo. Perdí el equilibrio y me metí una hostia como un pan, pero me levanté a toda leche y seguí mi camino haciendo como que no pasaba nada. Me vió medio barrio y la rueda de alante de la bici hace unas eses muy graciosas desde entonces.
– En casa siempre tengo el equivalente japonés al Almax, porque mi estómago es bastante delicadillo, sobretodo después de zamparme dos tabletas de chocolate del tirón. Una noche me desperté a las tantas con unos ardores que eran radioactivos, así que fuí al combini de la esquina, pero no tenían los que yo me sabía. Compré otros que salía un dibujo de un estómago sin saber que era un laxante. Me tomé uno y al de un rato otro porque no se me quitaban los ardores… y no se me quitaron, no…. Eso sí, casi me quedo tísico.
– Keri en japonés significa «patada», pero en Karate si lo combinamos con alguna palabra anterior que indica qué tipo de patada es, se lee «geri». Por ejemplo: «Mae Geri» o «Yoko Geri» que significan patada de frente y lateral respectivamente. Resulta que «Geri» por sí sola significa «diarrea» y yo me tiré toda una mañana de sábado diciéndole a mis compañeros que estaba preparando mis técnicas de diarrea para el examen de cinturón negro. Así se lo pasaron los cabrones que no me dijeron nada pero se partían…
Y hasta aquí puedo leer, que luego todo se sabe…