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Una semana en Tokyo y alrededores, día 1

Este es el reto, mayormente. Planificarles una semana por Tokyo y alrededores a mi familia y a los amigos que se han animado a venir a nuestra boda el año que viene…

Lo primero que he pensado es buscar por internet, seguro que hay alguien que tiene un viaje más que planeado y posteado por ahí… nah, no me ha convencido nada lo que he visto: visitas a un Tokyo lleno de tópicos que muy poco tiene que ver con mi vida aquí y yo lo que quiero es que los míos se vayan sabiendo cómo paso yo mis días en esta ciudad, a donde voy los fines de semana, por donde me gusta pasear.

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Así que empezamos por descartar Akihabara, donde no voy nunca porque no me interesan ni las que se visten de chachas, ni mucho menos las idols esas que tan atravesadas tengo, que las cogía a todas y las ponía a cavar zanjas. ¿Chismes electrónicos?, no creo que ninguno de mis amigos venga a Tokyo a buscar una gameboy edición limitada para llevarse de recuerdo. Descartado, como descartado está Ginza que no aporta nada más que ver cuatro escaparates de tiendas de lujo que son iguales en todo el mundo y donde la gente malgasta un día entero para no ver nada, o el palacio imperial donde no se puede ver ná.

Total, aquí va la ikuguía para pasar una semana en Tokyo y alrededores como me hubiese gustado que me lo contasen a mi. Hago el asunto por partes para que no tarde mil meses en publicarlo y de paso contar cada día con el detalle que se merece:

Dia 1
Tsukiji, Hamarikyu, Odaiba, Onsen

¿Qué mejor que empezar con buen pie yéndonos a comer sushi?. Porque por muy tikismikis que seas para comer, coño, venirse a Tokyo para zampar en el McDonalds es como irse a Tolosa a pedir paella. Así que nos pegamos un madrugón que seguro que será patrocinado por el jet lag y nos vamos a Tsukiji, a la lonja de pescado donde los turistas no hacen otra cosa que molestar, pero que es algo que hay que ver de todas formas y ahora la cosa la tienen mejor controlada porque se entra por turnos.

Después, por supuesto, un buen sushi para desayunar con su sopica miso para pillar fuerzas y marcharnos, todo peripuestos, a los cercanos jardines Hamarikyu. Está todo a mano, se puede y se debe ir andando porque por el camino nos encontraremos con el edificio Nakagin capsule y el rascacielos de la Dentsu, que te dejarán pericueter pero como vamos con la tripa llena, pues pericueters campanters (jodé, «pericueters campanters»… y que me hayan sacado a mi en un libro de la ESO…)

El parque lo recorremos con calma, incluso estaría bien tomarse un té en la casa que hay en medio del lago. Que esa es otra, hay que tomarse un té en condiciones con su dulce en condiciones y en posición seiza encima de un tatami. Por muy amargo que esté el té y por mucho que duelan las rodillas, hay que probar que para eso os habéis cascao las horas de avión que os habéis cascao y no sólo para tirar cuatro fotos y decir que habéis estao, digo yo, ¿no?.

Jodé, anda que no llevamos ya cosas hechas, ¿eh?. Pues no hemos hecho nada más que empezar. En el mismo parque nos cogemos un barco que nos va a llevar en menos de media hora, a Odaiba que está enfrente (el tío Tosca tiene todo pensado, amigos!). Pasamos por debajo del Rainbow Bridge, y a la que nos queramos dar cuenta, estaremos ya en la bahía de Tokyo sin haber movido ni un músculo así. De Odaiba leeréis que es la «isla artificial» de Tokyo, ba, de isla tiene poco y lo de artificial nos da igual, el caso es que hay un montón de tiendas, centros comerciales y restaurantes donde pasar un rato, pero ba, que tampoco tiene mucha historia venirse a ver tiendas. Lo que hay que hacer es irse donde el Gundam, el robot este grande que han vuelto a poner y que a las en punto se mueve y hace tonterías, y después tirar para el edificio de la Fuji TV y subirse a la bola que hay encima del todo que tiene un observatorio. Si coincide que os van dando cerca de las cuatro de la tarde, ya esperaros un rato a que se haga de noche y así veis cómo cambia el panorama de Tokyo con todas esas luces que hacen que se haga de día de nuevo a su manera. Y todo desde allí arriba, con vistas privilegiadas de la bahía de Tokyo, con el Rainbow Bridge, la Tokyo Tower… incluso el Fuji si tenéis suerte.

Y como a estas alturas tenéis que tener más hambre que el tío Keké que hizo la dieta de la alcachofa, os voy a proponer el colofón perfecto: nos vamos a un onsen. Que diréis: «yo lo que tengo es hambre, no ganas de mojarme los pelendengues», ¡no preocuparse!. En el Edo Tokyo Onsen Monogatari nos ponemos un yukata, y pasamos a una réplica en miniatura del Tokyo de los años catapún donde hay un montón de restaurantes de todo tipo: Yakitori, Ramen, Tempura, Udón… aunque yo recomiendo aguantarse un poco y darse el homenaje después de haber pasado por las bañeras de agua caliente de donde saldréis que os coméis a un equipo de fútbol entero si os lo ponen delante.

Después ya si, ya por ley tenéis que comer todo lo que os entre remojándolo con unas jarras de cerveza porque estaré yo por ahí controlando el asunto. Jodé, es que lo estoy contando ahora y me están dando ganas de ir ahora mismo, madre mía que gustico de día!!! y que lo cuente de gratis!!!


¡¡Y no se ha acabado!!. Toca la vuelta, en Yurikamome, el monorail que se conduce solo. Yo recomiendo ponerse en el extremo del anden delante del todo y dejar pasar dos o tres trenes hasta que encontreis uno que tenga sitio en el primer vagón, porque la vista de noche por el medio del Rainbow Bridge entre rascacielos es impresionante y como no hay conductor, iréis en primera línea como si lo llevaseis vosotros y es algo que tardareis en olvidar (aunque esto depende del número de cervezas degustadas momentos antes)

Al llegar otra vez a Shinbashi, seguramente sólo os quede meteros a dormir porque el día ha sido más largo que largo. Si por lo que sea, todavía tenéis hambre, en Shinbashi a nada que andéis un poco dirección Ginza, os encontrareis pequeños restaurantes de yakitori debajo de las vías del tren, zamparse un último pinchico de carne asada con una buena cerveza puede ser el fin perfecto a un día bien bonico antes de pillar la cama con ganas.

Continuará…

Ooedo onsen monogatari

Para mi el invierno es una putada. Hay gente que tiene herpes, otros acné, a otros le salen almorranas y a mi todos los años me sale un invierno que me dura tres meses. Ha tenido cantidades ingentes de webetes que la maratón de Tokyo sea a finales de Febrero, el mes que más frío hace con diferencia. Gracias Daibutsu, de corazón, te voy a ir a tirar huevos cualquier tarde.

Total, que uno está siempre enratonao hecho un bichobola en una esquina de la casa, y si hay que salir, se han de elegir bien los planes porque no me acaba de convencer eso de que el ciruelo florido se me convierta en una avellana. Así que si un día lo dedicamos a calentarnos por dentro a base de ramen Yokohamil, otro día nos fuimos a un pedazo de onsen que hay en Odaiba donde uno se puede tirar todo el santo día remojando los colganderos.

El caso es que este no es un onsen típico, es como un parque temático onsenero… A ver si soy capaz de explicarlo: tu entras y dejas los zapatos en una casilla al lado de la puerta, pagas la entrada y con ella te dan una pulsera con un código de barras y te hacen elegir uno de los yukatas.

Pasas al vestuario, te despelotas, metes toda la ropa en la taquilla y te pones el Yukata.

Cuando sales del vestuario, te encuentras algo parecido a la plaza de un pueblo japonés de hace 60 años con un montón de restaurantes con comida de todo tipo: takoyaki, sushi, yakitori… y cerveza, mucha cerveza. No olvidarse que llegados a este punto, todo el mundo está en yukata con lo que el ambiente es muy bonito, muy pintoresco.

No se paga con dinero: si compras algo te enchufan al código de barras de la pulsera y ya ajustaremos cuentas al salir. Puedes comer y beber, ver espectáculos de magia o bailes que de vez en cuando montan allí en medio, tumbarte a dormir en cualquier sala de esas con tatami… o meterte al onsen, que es de lo que se trata el asunto. En este caso tenemos un montón de bañeras de distintas temperaturas, saunas y el clásico rotemburo al aire libre. De esto no hay fotos, claro (como no me meta la cámara en algún oscuro orificio…)

Para mi la gran pega de los inventos estos es que no puedes hacer plan de pareja, vamos, que siempre llega el momento en que uno se va para un lado y el otro para el otro y cuando nos hemos jartado de enseñar el ojal, nos juntamos a la salida. Pero aquí está todo pensado!!, en este caso hay una zona al aire libre donde tienen aguas termales para los pies y puede estar todo el mundo junto. No se ven pitos, pero tampoco te ven la flauta.

Nosotros duramos poco en eso al aire libre, después nos metimos cada uno a su onsen y quedamos al de media hora para comer porque otra cosa no, pero cocerse en una bañeraca de estas da un hambre que no veas. Luego pues estuvimos allí en la placica esa vegetando un rato y antes de marcharnos, nos volvimos a recocer.

Camino a casa parecíamos dos merengues… yo pensaba que no tenía ni huesos ya.

:gustico:

A mi me parece un muy buen plan, mil veces mejor que el «museo» ese de Yokohama sin duda y encima entendí que a una mala te puedes tirar ahí toda la noche sin problema!.

Ojo, que aquí pasa la de prácticamente todos los onsens: si tienes tatuaje, es probable que te echen. Así que toca hacer la de la pegata, método totalmente absurdo donde los haya, pero que funciona:


Web: Ooedo Onsen Monogatari
Estación: Telecom center de la Yurikamome
Horario: Lo último que entendí es que te puedes tirar ahí metido toda la noche, si te da la gana

Himiko

Aunque parezca mentira, yo de Japón en general y de Tokyo en particular no tenía nizorrer cuando me dieron la beca aquella del Gobierno Vasco para que me viniese seis meses a tratar de ayudar al amigo Takeshi a entenderse con los de Gasteiz. Pero es que nizorrer nizorrer.

No creo que les ayudase mucho, por cierto, porque me pasé el otro día de visita por la oficina y aquello estaba más desierto que el spotify de un sordo.

El caso es que eso creo que fue algo bueno, lo de no saber ni paparraca del lugar, porque las sorpresas venían una detrás de otra, ya os podéis imaginar: seis meses con casi todo pagado y más tiempo libre que el solarium de Iniesta… tu me dirás cuando me veré en otra como aquella.

En una de esas de pasear sin saber muy bien para donde, apareció un barco por allí por el medio que parecía una nave espacial, un cacharraco que molaba mucho ver y que seguro que molará mucho más montarse (no se ha dado, no se ha dado, que ando más agobiado que el dietista de mi jefe el chubi, pero todo se andará).

El bicho en cuestión se llama «Himiko» en honor a la reina de homónimo nombre (sudada aquí: homónimo!! jodé que palabracaaaa) que por lo visto fue la primera reina reconocida de la historia japonesa, y está diseñado, ojo, por un tal Leiji Matsumoto que es un dibujante de cómics japonés.

Vamos, que le dejaron a un creador de historias de ciencia-ficción como la de la peli de Battleship Yamato, que dibujase un barco siguiendo su propio criterio, y este buen señor se cascó semejante alarde de cachivache. Él dice que tratando de emular la imagen de una lágrima, habría que ver cómo llora aquí Matías porque tu me dirás luego cuando veas las fotos.

El barcobús va y viene de Asakusa a Odaiba y no es raro que

se deje ver en algún rincón del cuadro pintado entre olas de mentira sobre el horizonte de rascacielos imposibles en el que se entreteje la realidad Tokyota.

(Toma ya! tiembla Neruda!)

Si cualquier día le saliesen un par de alas y despegase, no te creas tu que me llevaría las manos a la cabeza tampoco.

A ver si lo veis en todas las fotos:



Rainbow Bridge, una cerveza y una cámara

Bueno, en realidad fueron dos cervezas. Y parejas que miraban al agua anochecer. Y sueños todavía sin abrir. Y las esperanzas que no me dejan estar solo y se empeñan en que no las empeñe. Y una hora, quizás dos, brindando con la luna que era un gajo de una mandarina blanca, que me conoce casi mejor que el sol y por eso me sonríe inclinada desde su caserío del cielo a mano derecha de las nubes. Y el mar que me cuchichea mentiras entre olas, pero yo no me las creo porque los peces ya le tienen calado y me han dicho que no me fíe.

Y yo que me dejo vivir, no vaya a ser que el día que se acabe me pille tirado en un sofá sin hacer nada.

Una hora resumida en algo menos de tres minutos. Incontables susurros con mentiras a cámara rápida entre el sol y la luna. ¿Las olas? no os creáis ninguna, que se las inventa todas.

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Pagando a una modelo

¿De esto que un grupo de señores mayores ponen bote pa pagar a una chiquita pa que ponga morricos y sacarle fotos?

Pues eso

 

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Hazme el Michael Jackson chata!… nótese al currela del fondo que es el que hace posible el término indicador de dirección allá por donde él ha pasado
:bythesegao:

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El caso es que estábamos el tío Fla, Guille y yo ahí aprovechando la coyuntura y entre pose y pose, se nos ponía a posar a nosotros. Gracias chata!

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El porlosegador de la derecha está pensándose cobrar comisión por salir en la mitá las fotos él también

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¡Anda, pues ahora me doy cuenta que no había tanto viejuno!
¡Si también había mozos casaderos!

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La chica no es que fuese especialmente guapa pero tenía desparpajo con o (que con a suena feo)

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Esto iba a tiempo, y la señora ésta gastó su turno en moverla ahí cual maniquí pa sacarle un par de foticas como mucho

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El rascayú de las gafas es el cuentatiempos, y a la que caducaba el turno mandaba cambiar y entonces se acercaba otro

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No sé si ponerme el sombrero o quitártelo a ti de una ostia

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Parecerá muy pueril pero yo ahora pongo la pose del morrito sombreril

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Estará pensando el de la gorra: estos pataliebres no han puesto bote y están sacando más fotos que yo… efectivamente, amigo, esto es así
:pliebre:

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No sé si ponerme el sombrero o torear un miura… ba, mejor me decoloro un poquico

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Total, que yo no pagaría por esto… aunque me han contado que por Barcelona también se hace… ¡allá cuidaos cada uno con sus dineros!

Tokyo Toy Show 2008

He puesto un título de los de chulear en estéreo:

– Oye, tu donde has estado?
– ¿Yo? en el cine
– Pero que vulgar y simplón eres!!!! Yo en el Tokyo Toy Show 2008!!!

Joe, como suena!! tanta palabra ahí pa decir «en la feria del juguete». Pues eso amigos, el sábado me fui a Odaiba, que de tantas veces que he ido me van a poner una calle (イク好き通り), porque me enteré que se iba a celebrar tan juguetil evento en el Tokyo Big Sight (jaja, vaya post me está saliendo, más chulo que un ocho!!)

Para empezar, el edificio ya parece de mentiras, es como una pirámide de lego puesta del revés ahí:

¿Qué somos aquí? ¿fabricantes de cylons?

Pero no os penséis que estuve sólo!, hice un montón de amigüitos!

¡¡El parking de las sillitas de niño!! qué gracia me hizo!! ¿habrá niños jugando a oteros? ¿pondrán multas de mentira?

Y bueno, a partir de aquí, pues ya os podéis imaginar: un montón de stands con juguetes de todo tipo, niños jugando más contentos que unas castañuelas moras, padres descansando como nunca y gente como yo sacando fotos. Aquí os pongo algunas, ¿tenéis el ALT+TAB preparao por si pasa el jefe por detrás?, ¿si?, venga!

Los muñecos para viejunos que son como super reales:

No siento las piernas, no siento las piernas, Dios mio. Coño, claro, no tienes!

Tuvieron el buen gusto de hacer a Scofield en vez de a Bellick… una pasta valían, una pasta!

La cabina de teléfonos para llenar de gente:

Este me hizo gracia, resulta que tienes que meter tanta peña como puedas sin que se «rompa» la cabina

Y tienen un poster con una foto que es la risión!! jajaja, endevé!!

El practicapalillos

Aquí hay que hacer la pila esa de tronquitos, pero con palillos. El chavalito este la tenía casi finiquitada, qué artista!

Hasta que me puse yo a sacarle una foto y la lié parda….

Los starwarses

Había un rinconcillo de chorreces de Star Wars. Aquí R2D2 Dispensan2

Y un ukiyo-e con nuestros amigos de hanami. Jajaja


Un poco de aquí y una jartá de allá

Una mezcla entre lego y tente, pero con piezas más pequeñas… La Tokyo Tower legotenterizada!

Me quedé con unas ganas del copón de jugar yo con la yamanote y el shinkansen ahí a echar carreras

Puzle mezcla entre Goku y el pirata boomer ese

Comida de mentira pero que parece de verdad

Lo de hacer castillos de cartas, pero con borregos

Lo mismo pero con muñecos capicúa de ojo

Muñecos del Iron Man este tan famoso de ahora que ni se oxida ni ná

Robotcillos para jugar, había uno que seguía una línea negra, como el que hice yo en la Uni de fin de carrera!!

Y siempre siempre, en este tipo de eventos, aquí están los que más pena me dan:

Ahí dentro hay un maromo dando saltos y aguantando a los niños asándose de calor

Andar con ese pedazo de melón tiene que ser super chungo, a nada que te inclines para adelante, la inercia te puede!

Fuji TV arribotas del todo

Este fin de semana el tiempo ha estado un poco furero que diría mi madre, pero como mi semana de currelo ha sido más asquerosa que cuando dejaron de dar El Gran Héroe Americano, he decidido que las penas se ahogan más mejor en la calle que no encerrao.

Así que ayer me fui a Yokohama, y hoy he estado en el parque Yoyogi viendo a la flor y nata de la crem de la crem de los más distinguidos entre los frikiplanets del mundo. Pero esto os lo contaré mañana, porque hay hasta video y estas cosas hay que escribirlas con calma.

Lo que os voy a contar es la excursión del fin de semana pasao. Para no variar, me fui a Odaiba, pero ésta vez decidí encaramarme a la bola del edificio de Fuji TV ahí arribotas del todo.

Es como la TVE y su pirulín!! la Fuji TV y su bola!!

Vista desde lo que viene siendo debajo que como se caiga, me hace flan

El bolondrio es de titanio como el Guggenheim!!

La cosa es que hay que pagar, pero las vistas desde arriba son ahí va la ostiiticas!

El puente de los osos amorososos desde el punto de vista esférico bolítico arriba del todo

La vista desde la otra esquina. Eh! que es una bola, no tiene esquinas!. Vista desde el otro ¿radián? ¿curva? ¿radio? ¿pi tercios?

Y esto es lo que se ve desde el otro radián o curva o radio o pi tercios

La miniestatua de la ¿mini? libertad, que es mucho más mini desde aquí arribotas

Por dentro es un bolondrio, pero claro partido a la mitad. Quiero decir, que uno no entra y el suelo es esférico, sino que es plano. Aunque el techo es esférico… jodé, me estoy explicando peor que Arévalo haciendo de gangoso comiendo polvorones!!! Echadle un ojo a las fotos:

Se ve que en lo alto del chupachups este graban algún que otro programa…

Pedí que me sacasen una foto, que luego en mi pueblo no se lo creen!

Después volví andando por el Rainbow Bridge, como hice no hace mucho, pero por el otro lao. No hay mucho más que añadir a la anterior ikucrónica. Aunque destacan las islillas que se construyeron para plantar un par de cañones y ahuyentar a los visitantes a bombazo limpio. Hoy en día son una especie de parque donde uno puede sentarse a comer pipas, bueno, si hubiese pipas en este país sol nacientítico.

Ahora hay verde y tal, pero antes se recibía a los invasores a pepinazo limpio!!! Pum! pum! Fijaos en el edificio del Fuji TV con la pelota esa ahí al fondo!

Rainbow Bridge a patita

Objetivo fijado. Cloe abre un canal pero no se lo digas a Bukanan. Sr. Presidente tengo que hacerlo!

El Rainbow Bridge, que suena a los osos amorosos pastelosos con voz de pito, es un peazo de puente clavao al de Mapfre pero en blanco y sin jubilaciones de por medio.

Los maeses hacedores de puentes lo acabaron en 1993, tiene 570 metros de largo y lleva ahí tres diferentes agujeros para que pasen cosas: una autopista de dos carriles pa cada lao, una autovía conocida como la avenida del puerto y las vías del Yurikamome, que es un monoraíl super cuco.

No dejan ir en bici!!! jopeeeeeee dejadmeeeeee

Une la Bahía de Tokyo con Odaiba, una isla ahí toda artificial. Epa, si ya os conté los trucos aquí aquí y aquí!

Bueno, pues cuando no he planeado nada para hacer, siempre hay dos alternativas: una es ir a Shibuya a tiendas de ropa a gastar perras, que soy peor que Gabrielle Solis con un bonozara. Y la otra es a Odaiba, siempre que haga buen tiempo, claro. Además me pilla bien, porque puedo coger el monorail en Shimbashi, que está en mi misma línea de tren.

Pero yo, que soy un fijón, me he dado cuenta que cuando pasamos por el puente se ve gente andando!. La primera vez pensé que eran guardias o así, pero noooo, que el otro día había un tío en niki y con gorra!! y más que poli parecía un latin king japonés (japan king?).

Así que el domingo, después de lo del tuitos, o tuikol, o tuirol o como se diga, me fui a Odaiba decidido totalmente a volver andando si fuese menester.

Y fue fue! Tienes dos rutas, dependiendo de si vas por la derecha o por la izquierda, y se tarda sus buenos veinte minutillos. Por un lado ves Tokyo, con la torre Eiffel esa que aquí la tienen más larga, y los rascacielos y tal. Y por el otro ves Odaiba, con los edificios tan chulos como el del Fuji TV. Y hagas lo que hagas, pues ves mar que para eso es un puente, copón!

Bueno, pues vamos empezando a lo que viene siendo la ascensión ahí para arriba. Coño, se ve Bilbao!!!

El tema vértigo está empezando a cobrar su importancia… mira el barquito que chitiquín! es un barco bonsaiiiii

Eso sí, por dentro olía a humo como si fuese un túnel!! y eso que había aire, eh? pero daba patrás!

Aquí Matías que mientras se cuece el mapache ese que ha metido en la cazuela nos viene diciendo cuanto queda

Que chupichulo!!! ostias, ya me he convertido en oso amoroso yo también!!! noooooooooo

Y este es el círculo del otro lado, que hay que hacer para subir al puente. Al ir andando se baja en un ascensor y no hace falta

Y el puente desde abajo, después de pasar muuuuucho vértigo. Pero que chuladaaaaa

Si pasáis un día en Odaiba, sólo tenéis que ir a la base del puente y andar. De verdad que lo recomiendo casi más que ir a las tiendas, que al fin y al cabo son tiendas!

Y que no me entere yo que no hacéis caso a los carteles, eh???

No te encarames ahí arriba, hombre, que siempre tienes que dar la nota!!

Ustedes perdonen, pero estamos en obras así ahora mismo

Que no pases!!! que noooo!! que es peligrosooooo!!!

No dejéis de hacerlo!!! es mucho más bonito que, por ejemplo, subir a la Tokyo Tower…

Segundo fascículo: Odaiba y el Venus Fort

Desde que he llegado (hace ya medio año!), ha habido muchas veces que he soltado un «ahí va la ostia».
Pues aunque ya lo había visto, no pude evitar soltar uno este fin de semana al entrar al Venus Fort. Y es que yo no se si la ostia iba o venía, pero que ésto tiene webos, seguro!

Este alarde japonés se trata de un centro comercial metido en el edificio de al lado del de Toyota que os conté ayer, y tiene la peculiaridad de que simula un pueblo italiano.

Uno se mete ahí y de repente miras al techo y hay un cielo y toda la pesca, y las calles tienen todo lujo de detalles: balcones, estatuas… ¡¡¡ hasta una fuente !!!!

Esta es la típica cosa que hasta que no se ve, no se entiende, así que ahí van las fotos:

No olvidarse, familia, que estamos dentro de un edificio y que todo es de mentiras

El cielo con sus nubes y todo. ¿A que está bien hecho?

Es flipante.com!!!!! el dineral que se habrán gastado en esto para que venga yo y sólo saque fotos, jajaja

El chavalote de la derecha también se ha quedao chato, no me extraña!

Aquí una plaza con sus estatuas y todo. La gente haciéndose fotos como si fuese esto Nápoles

Nerón y Poncio Pilatos ahí mano a mano, parece esto la vida de Bryan!

Lo de la fuente ya si que es para decir que tiene webos, que ahí va la ostia y que hay que ioderse

Hombre! Representación gallega no podía faltar, carallo!!

Todo lujo de detalles, si señorina. Sólo faltaba el padrino por ahí perdonando vidas

El cielo está iluminado con focos halógenos que hasta hacen el efecto de anochecer. Pero yo tengo las fotos que demuestran que es un pufo de cielo!!!!

¿Qué es aquello de allí arriba que hace como sombra? ¿No es muy blanco para ser el sol?

Jajaja, un globo!!!! eeeehhhhh, esto es antinatural!! no sube más!!!

Por el otro lado había una exposición de coches antiguos del año en que el fabricante de cornetas empezaba a currarse la de Franco. Y cual fue mi sorpresa cuando me encuentro allí al coche de Regreso al Futuro!!!! el Delorean!!!

Hasta pintadas en las persianas!!! joroña que joroña!! ah no, que eso es de Grecia!

Condensador de fluzo fluzeando!!!!! ti tiruriru ruriiiiiiii

Y una historia que tenía a los niños encandilaos era un invento que proyectaba imágenes en el suelo, pero que interactuaba con la gente. En la foto esta que os pongo aquí podéis ver coches, ¿no?, pues si tu ponías el pie, el coche se chocaba y daba marcha atrás y buscaba otra ruta. No me preguntéis donde estaban los sensores o como funcionaba porque no me aclaro, pero es genial!!!

Esto cambiaba, había otra que era agua y si pisabas, hacías como ondas, o una de hierba que si pisabas se marchitaba!!

Y ya para acabar, la puerta de emergencia más absurda que he visto en mi vida!!!! jajaja

Yaa yaaa, tiene sentido cuando se cierra el centro comercial y se bajan las persianas. Pero a que de primeras de primeras tiene su aquel?

Odaiba y el edificio de Toyota

Desde que tengo la cámara nueva, no hago otra cosa que re-visitar sitios!!! Este fin de semana pasado revolví a Odaiba (ya estuve allí con los de la tele). Es una isla artificial lleeeeena de historias comerciales.

Pero esto lo vamos a contar en fascículos, que si no os meto una chapa del trece y no conviene!

El paseo empezó en el Tokyo Big Sight, que es un centro de convenciones y eventos variados. El más famoso de todos es el Comiket, que es la feria de anime y manga más goooooorda de Japón, se juntan allí unos figuras que pa qué!

El Comiket no se cuando será, pero el edificio es mu guapo! como una piramide al revés o algo así!

Pero el fascículo de hoy de Planeta Japonini es sobre el edificio de Toyota. Allí tienen un garito que es como un concesionario pero a lo bestia, con los últimos modelos de coches, juegos para los niños y prototipos de vehículos raros que se les han ocurrido a los figuras de Toyota:

Un parking de estos no podía faltar!!!! Que mejor forma de exhibirlos

Uno de los últimos modelos de Toyota. Aquí en Japón igual he visto como setenta distintos… que barbaridad!

Un prototipo inspirado en un zapato del príncipe azul

Yo creo que aquí se le fue la pinza un poco al ingeniero… yo no me compro este coche ni jarto regalices!

¡Y ahora es cuando vienen los artilugios propios de la guerra de las galaxias!

Ale, un cacharro pa andar por la calle sin jincarla

Los tenemos de distintos modelos y colores. Habría pagado por probar uno!

Mu delgao le veo yo aquí a Alfredo. Yo que soy un bonsai entraría, pero ya me se alguno que no…

Yo me imagino aparcando esto en la puerta de la panadería y me parto! Una barra pequeña!! jajaja

Actualización (buena idea Chema!, gracias!):

Aqua-bus desde Asakusa a Odaiba

Hoooola

Estoy mueto! Vengo de Karate, y estar hora y media pegando patadas descalzos en un suelo de madera… tengo los pies estilo socarrat! ayayayay

Pero tengo que acabar de contaros mi Golden Week!!! así que con o sin pies, paso a narraros lo que hice a partir de la subida al monte Petao, digo Takao.

Viernes, 4 de marzo, por la tarde


Estaba yo arriba del todo poniendo los ojos como un japonés sospechando para intentar ver el Fuji cuando me suena el teléfono. Es Lekesan, que hay cena en su casa, que tiene bakalao al pil pil, que vaya, mecagüentxotx, que vaya. Como uno es cualquier cosa menos un desaborío, por supuesto que acepté, y me dispuse a bajar del monte esquivando al personal.

Y me fuí a casa de Lekesan, y conocí a Celia de Japanizeme, y me lo pasé pipa con el hijo de Leke y sus juguetes, y comí jamón, y bebí Rioja y cené Bakalao al pil pil!

Familia, esto es un bakalao y no los de Urzaiz!

Y después de un par de patxaranes, quedamos al día siguiente con los de la tele. El plan: desde Asakusa coger un «Aqua-Bus», la txalupa de aquí, que te lleva por el río Sumida hasta Odaiba, la bahía de Tokyo.

Sábado, 5 de marzo

Quedamos con los televisivos, y como somos más majos que los yenes de 500, les fuimos a buscar al hotel otra vez. Y de ahí a Asakusa, y cosa extraña en Japón, tuvimos que hacer cola para comprar el billete!

Que raro que haya gente, no? ay ay ay ay

Allí mismo vendían churros, toma ya!

Nos chupamos la cola Leke, Kota y yo. Ellos se llevaron a la mujer de Lekesan y estuvieron haciendo entrevistas a la gente sobre el cambio climático y tal. Esa corresponsal en Tokyo!!!!. Y ya por fin, nos montamos en el barco, y pusimos rumbo a babor (eh! años queriendo decir esta frase!):


Foto típica… el país del sol naciente (como que a las cinco de la mañana ya es de día!)

Llegando al mar, pasamos por debajo del Rainbow Bridge, que es como el de Mapfre pero en blanco!

En la parte de arriba pasan los coches, y por debajo un tren que va por railes, y sin conductor!

Esta foto se la he robado a Leke. Aquí Aintzane que parece que haga publicidad de la Inocente!

Yo creo que éste estaba un poco hasta los mismísimos de cargar con la cámara…


Y ya llegando, apareció éste mostrenco. Parece ser que el diseño lo ha hecho un dibujante de manga, y la verdad es que la pinta toda la tiene de salir en Doraemon o alguna de esas. Es como una nave espacial!

Yo le veo una pega… en mi txalupilla íbamos al aire libre! Aunque molar, mola!

En Odaiba, hay una estatua de la Libertad en chiquitina… esto no hay quien lo entienda!

Esto no es que sea propio de aquí, pero a mi me llamó la atención! Spiderman en japonés!!

Una peluquería para perros…

Y si los japoneses van con la cámara a todos los sitios en el extranjero, nosotros vamos con el camarón, que pa eso somos de Bilbao!

El paisaje con el puente al fondo es bonito. Une Tokyo con Odaiba, que no es más que una isla artificial.

Al acabar el día… el paisaje es muuuucho más espectacular!!

Ya por la noche, nos despedimos de los de la tele pensando en que seguramente no nos iban a sacar (aunque al final lo hicieron), y de todo esto ha quedado una experiencia inolvidable y una larga amistad. Bueno, y un sobrino!

Joe, últimamente me saco mogollón!!! menudo narcisista! Mirad que guapo Kota! Y el león del Athletic???