Museo de Ramen de Yokohama

Últimamente no hago más que comer ramen… ¡me pongo tibier!. Tiene su explicación: como parece que es importantísimo comer carbohidratos la media hora después de correr y corro prácticamente todas las noches, cuando vuelvo llego congelado cual Gari Gari Kun. Y claro, no existe mejor carbohidrato conocido que una buena bañera de ramen con su sopa calentica y sus tropiezos fideeros.. ¡se recupera uno del copón!

El asunto es que uno de los días de las vacas de Navidad nos fuimos al museo de ramen de Shin-Yokohama a echar la tarde. Yo me esperaba un sitio donde te contaban un poco la historia del ramen: de donde vino este plato, tradicionales maneras de prepararlos, anécdotas…

¡ nanai !
:otiaya:

Aquí lo que hay es una pequeña reconstrucción de las calles del Tokyo de después de la guerra con restaurantes de ramen que te preparan especialidades de todo Japón. En teoría son restaurantes seleccionados por su calidad, aunque tengo que decir que el ramen que se zampa en un sitio que me sé yo en Odaiba no conoce rival ni será nunca superado.

Vamos, que no te cuentan nada, allí va uno a ponerse hasta arriba de ramen, que, todo hay que decirlo, no me parece mal plan en absoluto. Además como en teoría todos los restaurantes tienen su propia receta, puedes pedir un «mini ramen» para que te de el depósito para comerte más de uno.

Luego tienen una tienda con mil gaitas relacionadas, y poco más. Está bien para pasar un rato, zampas y das un pequeño paseico por las mini calles, echas unas fotos… y te vas por donde has venido para seguramente no volver más.

Eso si, mi ramen toscanil después de las carrericas nocturnas no me lo quita nadie, que voy ahí subiendo cuestas y lo voy oliendo ya!!!

-=≡ヘ(* – -)ノ


Web: ShinYokohama Ramen Museum
Entrada: 300 pepinos
Pa aprender sobre el ramen en condiciones: Tampopo

Otras vidas

No soy un fulano con la lágrima fácil, de esos que se quejan sólo por vicio; si la vida se deja, yo le meto mano y si no, aún me excita mi oficio. Pero como además sale gratis soñar y no creo en la reencarnación, con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida, a vivir otras vidas, a probarme otros nombres… a colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré.

Sabina fantaseó con desconfiar del mundo con ojos ajenos, se metió a tantos oficios como rimas cupieron en donde fuera que fuese que escribiese aquella añeja canción en la que concluía que de poder trocar su alma, sería de poeta a pirata; canalla de todas todas.

Yo me he inventando mis otras horas muchas veces y aún a riesgo de marear todavía más a la brújula que malguía mis zapatos, paso a inventariar aquellos trabajos que aquí y allá me resultaron veces y veces más tentadores que el desilusionante quehacer de juntar unos y ceros al que tuve a mal dedicarme hace ya una década y algunas lunas:

Profesor de Karate


Lo fui durante un año con dos clases fijas a la semana de chavales de menos de 10 años y después de mayores de 15 años. Ahora tengo infinitamente más conocimientos aunque me queda muchísimo por aprender y estoy en mucha mejor forma a pesar de la diferencia de edad. Me imagino contando lo que llevo aprendiendo aquí desde hace 5 años y se me emociona el corazón y me chispea la nuca.

Convertir una de las mayores pasiones de mi vida en mi trabajo es un sueño que nunca tacharé mientras haya noches por soñar dondequiera que esté la cama o el futón.

Profesor de escuela


Esta viene de mi madre que no veía claro que fuese yo a acabar la carrera de informática (yo tampoco las tenía todas conmigo). Me decía que se me daría bien ser profesor, que me metiese a maestro. La verdad es que lo pensé mucho más de lo que he confesado nunca, profesor de escuela, no de instituto que lidiar con adolescentes no creo que sea algo con lo que yo estaría a gusto (en las clases de Karate tenía excusa para pegarles!).

Enseñar a los chavales como me enseñó mi profe Begoña matemáticas, que era un gustazo ir a sus clases. O mejor todavía: profe de educación física… creo que echo de menos mucho el trato humano y de siempre se me han dado bien los niños.

Dueño de una cafetería o bar


En mi vida laboral me falta algo que creo fundamental para poder mirarme al espejo sin que haga frío: satisfacción. No tengo ni un ápice. Trabajo delante de un ordenador todo el día sentado; a veces me gusta más y a veces menos, pero me he dado cuenta que es dentro de los límites del contexto de la actividad. No se puede comparar la satisfacción que pueda aportar que una página web tenga muchas visitas o que cargue rápido a que un cliente que ha probado un nuevo menú vuelva a la semana siguiente con sus amigos. Creo además que es mucho más real algo que haces con tus manos y se puede tocar, comer, oler… que lo que sale en una fría pantalla de ordenador sabiendo que, encima, sale con fechas de caducidad y validez ridículas. Por no hablar de los mil y un estúpidos procedimientos, documentación y formularios que normalmente no valen para nada en los que se malgasta no sólo tiempo de oficina, sino tiempo de mi vida que es lo que me importa a mi. El «total, mientras me paguen» hace tiempo que me dejó de valer, dentro de una oficina es donde respiramos la mayor parte del aire que nos toca.

Decorar mi propio local, elegir hasta el más mínimo detalle: las compras en el mercado para cocinar, la ambientación, la música, probar nuevos menús, organizar eventos… por muy sacrificado que dicen que es, que seguro que lo es, estoy convencido que la satisfacción de ver a tus clientes satisfechos compensa cualquier dificultad y desdeluego que supera a cualquier email que uno pueda recibir en la artificial y farsante bandeja de entrada por muy de felicitación que sea.

Guía turístico


Cuando estuvimos en Barcelona preguntamos en una oficina de turismo sobre la mejor forma de movernos por la ciudad. Nos atendió un tío de Cadiz con tanta alegría, contándonos todo con tanta pasión que envidié poder tener un trabajo semejante… que te guste tanto algo, que disfrutes tanto haciéndolo que cualquiera pueda sentirlo desde fuera. Nos alegró la mañana, y todavía hoy nos reímos acordándonos de él.

Pues yo digo más, últimamente me veo llevando un rickshaw por Asakusa, cuidado aquí con la locura. Esta gente hace recorridos por la zona parando en los sitios de interés para contar su historia: la pagoda, la entrada del templo, la reciente Sky Tree… Yo me los imagino estudiando las leyendas, las anécdotas de cada rincón y supongo que entrenando para poder ser capaces de llevar ese ricksaw en el que caben dos adultos y un niño. Y les ves parados sacándose fotos con las familias, riéndose con ellos, escenificando peleas pasadas, corriendo tratando de adelantar al autobus antes de que cambie el semáforo…

Esta locura es mucha locura: implicaría hablar japonés a la perfección, estudiar mucho sobre la zona, tener don de gentes y… que a la empresa no le importase que un extranjero hiciese ese trabajo… prácticamente imposible, pero, oye, ¿te imaginas?

Una variante de esto sería la de organizador de viajes al más puro estilo Chiqui: buscar los mejores rincones de este país y poner sobre el papel quince días de visitas a lugares que han hecho que me falte el aliento, restaurantes encontrados con los años al margen de interesadas guías de viajes, excursiones de las de ir por entre senderos en la montaña y encontrarse templos de los que nada se ha escrito… lo dejé caer en su día cuando hablé del viaje de Chiqui y no hubo respuesta, quizás haya que volver a hacerlo mucho más en serio.

Fotógrafo


De un tiempo a esta parte, y a pesar de no entender demasiado sobre el tema, me he aficionado mucho a la fotografía. Tengo la cámara réflex más barata que vendían, un par de objetivos extra, un trípode de los báratos y sin embargo el disco duro del ordenador a rebosar de parpadeos robados entre Japón y Bilbao. Imagino levantarme por las mañanas con la misión de sacar tal o cual foto y que me paguen por ella; cargar la cámara al hombro y buscarle las cosquillas al horizonte para que se parezca un poco a la locura en que lo convierte mi imaginación.

Hoy un luchador de sumo, mañana una geisha, pasado el templo más pequeño que te puedas encontrar… pero Oskar, una vez más, ya sabes que la foto que más te pagaríamos sería la de esos ojos que te desvalijaron el corazón…

Actor / presentador


Siempre he pensado que tengo cierto don de palabra, vamos, que no me suelo estar callado ni sorbiendo la sopa y los últimos años me han enseñado a no ponerme nervioso delante de mucha gente. Por ejemplo, el nuevo trabajo que he conseguido ha sido haciendo la entrevista en japonés. Tantas otras entrevistas, algunas apariciones en la tele y la radio y muchas historias en las que siempre estoy metido supongo que tienen mucho que ver. Quiero decir que sé interpretar un papel y que creo que no se me daría mal actuar delante de una cámara o en un escenario aunque no tengo claro haciendo qué.

La fantasía tocó techo cuando no dudé en ponerme a hacer volteretas mezclando Capoeira y Karate vestido de traje en la audición de la NHK.

Cantante lo descartamos porque poco tardarían en exportarme del planeta.

Escritor


En ello estamos, aunque al igual que la de fotógrafo, no creo que se pueda vivir de esto, pero vamos con lo mismo: tiene que ser grande la satisfacción de tener tu propio libro en tus manos y confieso que me siguen emocionando muchas de las historias que escribí hace tiempo cuando las leo y no es raro que acabe llorando a lágrima viva, aunque también es verdad que en la gran mayoría soy juez y parte

Policía


Ni en broma!!!

¡Feliz año 2012!
¡que os cuadren las cuentas!

Un año en imágenes

Uno nunca sabe que va a pasar. Yo podría decir que este año he aprendido más que ningún otro de mi vida, que la realidad supera cualquier ficción o imaginación. Ha sido un año de sustos, alegrías, emociones y finalmente cambios, un año en el que he aprendido tanto… pero tanto…

Al estilo de Héctor, voy a tratar de elegir las fotos que quizás resumen los momentos más relevantes de los últimos doce meses. Sé que no están todos, pero si que será una recopilación muy representativa de lo vivido. Esta vez si que me voy a centrar en la calidad de las imágenes, vamos a ello:

Diciembre empezó celebrando la noticia de que Guille había conseguido el cinturón negro de Kendo, que yo sepa a estas alturas ya va por el segundo dan.

En Enero nos fuimos a Nikko de excursión, de los primeros viajes que hacíamos juntos la señora de Toscano y yo. Alquilamos un coche y nos fuimos a un parque donde había maquetas de las maravillas del mundo, estaban muy muy conseguidas!

En Febrero recibí el diploma del segundo dan de Karate de manos de Suzuki Sensei, firmado por Kanazawa Kancho. El examen fue el día de Navidad y creo que es el mejor que había hecho nunca. Al llegar a casa y abrirlo sobre el tatami, me deshice en lágrimas.

Marzo, el mes del terremoto, del tsunami con miles de víctimas directas, la crisis nuclear de Fukushima, la incertidumbre de los que vivíamos relativamente cerca, los cortes de luz.

Abril fue el mes en que florecieron, seguro que con más fuerza y belleza que otros años, los cerezos. Los corazones se nos tornaron algunos tonos más blancos a la par, como si empezásemos a reconciliarnos de nuevo con el planeta.

En Mayo me volví a Zalla después de dos años seguidos en Tokyo, me olvidé de un tirón de terremotos, radiaciones, accidentes de moto y pasé semana y pico con los míos. Volví pero no lo hice solo, y los días fueron mágicos.

Del mes de las lluvias, Junio, no tengo ninguna foto que merezca la pena aunque si que hice alguna que otra excursión cuando el tiempo me dejó. Eso sí, ninguna como la de Nokogiriyama que hicimos en Julio. Si vas con amigos a sitios así, raro será no seguir acordándose durante muchos años de los momentos vividos.

También mi cuenta de Flickr empezó a tener más movimiento, vete a saber porqué, y eligieron algunas fotos para venderlas en Getty Images. Lo cierto es que aunque han elegido bastantes más después de aquello, no se ha vendido ninguna, así que no tengo claro que sirva para algo. De todas maneras, me gustó mucho que una de las seleccionadas fuese la de mi padre llevando a mi sobrina, a mi me encanta por motivos obvios, pero también por la diferencia de color de pelo de los dos… aiss…

En agosto pasó de todo: asistí a un funeral, nos fuimos a Hakone, me presenté al nacional de Karate en el estadio olímpico de Yoyogi, nos fuimos a Yamanashi y finalmente todos juntos acabamos en un pueblo abandonado llamado Nichitsu donde pasamos un día imposible de olvidar. Muchas veces digo que yo en verano vivo el doble, ahora que es invierno y estoy enratonado delante del ordenador, lo confirmo.








En septiembre hicimos la segunda clase de cocina española para japoneses, nos fuimos al béisbol y poco más bloguerilmente hablando. Lo cierto es que fue un mes muy especial donde celebramos mi cumpleaños, pero me guardo muchas cosas para mí. No os enfadeis conmigo hombre que aunque cuento muchas cosas, hay algunas que deben ser solo mías!

En octubre vimos un matsuri en mi querido Honmonji y también nos fuimos a Kyoto; me estoy dando cuenta ahora que este año he hecho más viajes que nunca! eso es bueno, Tosca, eso es bueno. También me enteré que me habían cogido para correr la maratón, se anunció la tregua de ETA y se murió Steve Jobs




Fotográficamente hablando, noviembre empezó con el Halloween donde mis colegas se disfrazaron todos de Zombies y quedaron geniales. Por culpa de la maratón y los entrenamientos que me dejan cansadísimo, me estoy privando de muchas cosas este año… por eso digo que una y no más, Santo Tomás!! También me di cuenta que el entrenamiento de la maratón empezó a dar sus frutos, gané algún combate de Karate en una competición y pasó el incidente con mi ex-jefe que me ha llevado a cambiar de curro.



Diciembre todavía no ha acabado, así que no tiene demasiado sentido resumir lo que ha pasado porque está pasando todavía.

Lo que si que me he dado cuenta es que por alguna razón ya no publico tantas fotos en el blog como lo hacía antes aunque si que he ido sacando algunas que me gustan especialmente y que he ido subiendo a Flickr día si día también. Permitidme que ponga aquí las últimas, estén publicadas o no, y ya cerramos el año como debe ser:

Ah, si, todas las fotos, absolutamente todas han sido tratadas. Sigo sin creer que sea algo malo!!.

Nuevo curro

Mi misión sigue siendo dejar de rascar teclas, es mi proyecto de vida a medio plazo porque sigo sintiendo que vivo dentro de un teatro que poco tiene que ver conmigo. Tengo que reconocer, y he de ser cauto aquí, que si he llegado a Tokyo es gracias a haber estudiado informática y que si puedo permitirme cambiarme de trabajo con relativa facilidad es precisamente porque mi trabajo sigue teniendo demanda, al menos por estos recovecos. Tengo más de un amigo que se ha tenido que marchar después de meses tratando de encontrar algo de lo suyo sin éxito.

Repasando lo vivido los últimos años: trabajé año y pico en una empresa japonesa a media jornada mientras la otra estuve programando una red social, después pasé a tiempo completo en esta última desde casa aproximadamente un año, luego por temas de visado me cambié a la oficina actual en la que llevo otro tanto hasta que finalmente el presidente de la empresa lió ahí un disparate y mi orgullo me hizo dimitir casi a la semana siguiente.

Hablando de la dimisión, parece que se han sorprendido bastante, lo cierto es que yo no tenía pensado cambiarme de trabajo. Lo que hago ahora no está mal, de vez en cuando aprendo cosas nuevas y el ambiente es muy bueno porque al presidente la verdad es que no le vemos casi nunca o prácticamente nunca, aunque lo más importante es que no metemos casi nunca horas. El caso es que ayer lo anunciaron oficialmente, y me emocioné mucho cuando muchos compañeros vinieron a preguntar por qué y me deseaban suerte. Yo pensé que iba a seguir en esta empresa por bastantes años hasta poder dar el salto al bar de pintxos o la cafetería que tanto hemos hablado la futura señora de Díaz, madre de mis siete hijos, y yo, lo que son las cosas.

Durante este tiempo he hecho alguna entrevista, ayer mismo tuve la segunda que me ha tocado en japonés. Me sorprendí de ver que soy capaz de desenvolverme, entender y contestar casi todas las preguntas aunque seguramente meta mil gambas por frase, pero coño Tosca, quien te ha visto y quien te ve.

Pues esta semana, la misma que anuncié mi dimisión, me llegó una oferta de una de estas entrevistas que ayer mismo acepté. Todo perfecto, dimito sin tener nada y acto seguido me sale algo: me sigo mirando el culo a ver por donde va a salir la flor aunque como es invierno todavía parece que no brota.

¡Me cambio de trabajo!, paso a una empresa donde parece que haré un poco de todo, pero que empezaré con aplicaciones para el iPhone que es algo que ya he tocado y me apetece muchísimo hacer. También hay Ruby on Rails por el medio y supongo que mucho jQuery y jQueryMobile salpicándolo todo. Sigue siendo rascar teclas, pero de momento ya tengo algo que no tenía hace meses: ilusión, tengo mucha ilusión y muchas ganas de empezar en el nuevo sitio, de espabilar todavía más con el japonés, de convertirme en el jefe del Objective-C…

Empiezo en febrero y en la oficina del fanegas correoso me quedan como tres semanas, así que tendré como diez días por el medio para pasar página y recapacitar un poco más sobre lo sucedido.

Febrero, el que iba a ser el mes de la maratón, ahora se ha convertido en el mes de la maratón y el curro nuevo. El 2012 viene cañero, ¿que no?

Pasad buenas fiestas y manteneos calenticos!

Himiko

Aunque parezca mentira, yo de Japón en general y de Tokyo en particular no tenía nizorrer cuando me dieron la beca aquella del Gobierno Vasco para que me viniese seis meses a tratar de ayudar al amigo Takeshi a entenderse con los de Gasteiz. Pero es que nizorrer nizorrer.

No creo que les ayudase mucho, por cierto, porque me pasé el otro día de visita por la oficina y aquello estaba más desierto que el spotify de un sordo.

El caso es que eso creo que fue algo bueno, lo de no saber ni paparraca del lugar, porque las sorpresas venían una detrás de otra, ya os podéis imaginar: seis meses con casi todo pagado y más tiempo libre que el solarium de Iniesta… tu me dirás cuando me veré en otra como aquella.

En una de esas de pasear sin saber muy bien para donde, apareció un barco por allí por el medio que parecía una nave espacial, un cacharraco que molaba mucho ver y que seguro que molará mucho más montarse (no se ha dado, no se ha dado, que ando más agobiado que el dietista de mi jefe el chubi, pero todo se andará).

El bicho en cuestión se llama «Himiko» en honor a la reina de homónimo nombre (sudada aquí: homónimo!! jodé que palabracaaaa) que por lo visto fue la primera reina reconocida de la historia japonesa, y está diseñado, ojo, por un tal Leiji Matsumoto que es un dibujante de cómics japonés.

Vamos, que le dejaron a un creador de historias de ciencia-ficción como la de la peli de Battleship Yamato, que dibujase un barco siguiendo su propio criterio, y este buen señor se cascó semejante alarde de cachivache. Él dice que tratando de emular la imagen de una lágrima, habría que ver cómo llora aquí Matías porque tu me dirás luego cuando veas las fotos.

El barcobús va y viene de Asakusa a Odaiba y no es raro que

se deje ver en algún rincón del cuadro pintado entre olas de mentira sobre el horizonte de rascacielos imposibles en el que se entreteje la realidad Tokyota.

(Toma ya! tiembla Neruda!)

Si cualquier día le saliesen un par de alas y despegase, no te creas tu que me llevaría las manos a la cabeza tampoco.

A ver si lo veis en todas las fotos:



Pros

Cada cual es cada cual con sus circunstancias, su flequillo y sus orejas. Seguramente si esto mismo lo escribiese cualquiera de mis paisanos aquí, no coincidiríamos en muchos puntos. El caso es que me ha dado por hacer una lista con lo que me gusta de vivir como vivo, las ventajas, los pros que le veo a ser quien soy y estar como estoy: un tipo bajito de 35 años que lleva los últimos 5 viviendo sólo en una madriguera en Tokyo de poco más de 20 metros, una ducha y tres baldosas.

Vamos a ello:

– no veo la tele prácticamente nunca, quiero decir que no veo lo que echan normalmente, lo que hago es enchufarme algún capítulo de alguna serie desde la cama todas las noches antes de dormir. Me gusta no tener ni idea ni de famosillos, ni de programas del corazón, ni de política, ni de fútbol ni de nada de tintes borreguil borreguenses que nada tienen que ver con mi vida. Ese tiempo lo empleo en hacer ejercicio, estudiar, afotar, escribir, dibujar, pasear… esencialmente no parar quieto, por no tener, no tengo ni sofá donde aperrearme.

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– vivo sólo, con lo que puedo hacer muchos «experimentos» sin dar explicaciones: salir a correr a las tantas de la noche, hacerme cursos de edición de vídeo o fotografía de madrugón antes de ir a currelar, comer sólo ensalada con almendras y cenar pescado durante una semana y ver como va la cosa, pasar noches enteras por ahí y volver cuando yo quiera, pirarme de repente a afotar eclipses con la rasca… probablemente viviendo en familia / pareja no podría ser el loco de los deportes que soy ahora con todo lo de la maratón: que cuando no estoy corriendo, estoy estirando mientras ceno, subiendo paredes o en clases de Karate. Nunca he sido tan libre como lo soy ahora y sé que no va a durar, probablemente para bien, pero oye, que da gustico ser un vivalavirgen y hacer todas las chorradas que a uno le de la gana.

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– olvidé todo lo que tiene que ver con coches desde hace 5 años: seguros, revisiones, caravanas, estrés, pitidos, pirulas, sustos… mi vida mejoró increíblemente en cuestión de bienestar y nivel de cabronismo. Incluso ahora que tengo una moto para moverme por Tokyo desde hace un año, no tengo esa sensación de tener que «pasar el trago entre tarambanas al volante» para ir a currar por las mañanas, al revés: me lo paso como el enano que soy (cuando no me hostio contra pseudoyakuzas, claro).

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– la religión no ocupa un lugar en mi vida desde hace muchos años, pero nunca hasta ahora ha sido tan ajena a mi: aquí la Navidad se basa en poner luces hasta en los bonsais y tratar de vender la luna confitada y en almibar, no existe la semana santa, raro es ver una iglesia, y los templos y yo nos respetamos mutuamente (y eso que esto de los templos me pilla muchísimo más cerca de lo que os podáis imaginar, je!, me guardo esto para mi). Ojalá pudiese juntar todo el tiempo perdido entre misas y catequesis cuando era crío para hacer algo más de provecho, como sacarme mocos o pintar cucamonas. Una cosa curiosa es que… ¡hay testigos de Jehová!, aunque casi no se pasan.

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– recuerdo julios y agostos con Bilbao desierto: ni un alma por la calle y la mitad de las tiendas cerradas por vacaciones… menos ambiente que en el twitter de Perales. Recuerdo veranos de aburrimiento extremo. Aquí la actividad no para nunca, no importa que sea agosto, febrero o domingo de después de que el Fútbol Club Meguro ganase al Athletic de Shibuya por 3 a 0: no cierra ni se para nada, por ejemplo: hay clases de Karate todo el año salvo dos o tres contadas ocasiones como la Golden Week, todo el año es todo el año: sábados y domingos incluidos. Uno descansa cuando quiere, no cuando le obligan.

– es impensable levantarse un sábado o un domingo y no saber que hacer. Tokyo es inmenso y los amigos aquí todavía lo son más: siempre hay algún tiesto que regar. Es más, lo difícil es escaquearse y tratar de pasar un fin de semana sin hacer nada, eso es lo que prácticamente no pasa nunca.

– vivo inmerso en un entorno «hostil». Es decir: aquí todo el castellano (y prácticamente todo el mundo conocido) es irrelevante, debes saber como mínimo inglés que tampoco es que te vaya a servir de mucho en el día a día y desdeluego que tener nociones de japonés. Estar en esta tesitura hace que espabiles, que tengas que esforzarte por hablar y entender otros idiomas que hablan gentes de culturas distintas, de enfrentarte a situaciones rutinarias que deberían ser extremadamente fáciles pero que aquí no lo son: un día de reuniones en la oficina, enviar un paquete por correo, solicitar una tarjeta de crédito en el banco, contratar un seguro para la moto… todo es un reto y vivir en una «batalla» constante hace que uno nunca se acomode. Esa provocación intelectual me hace sentir alerta, atento… vivo a rabiar.

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– el punto de tener que hablar otros idiomas, contribuye, además, a que tenga la sensación de que interpreto un papel, que no soy yo, que estoy jugando a ser un actor en este escenario que no es mi vida de verdad, aunque lo sea ahora mismo. Es distinto a mi vida anterior, es mucho más divertido, es como jugar a ser el personaje que te has labrado aquí, aún siendo uno mismo. Es jugar a vivir… ¿no es maravilloso?. Por ejemplo, la bronca del fanegas de mi jefe en inglés fue violenta, pero al ser en inglés, la viví como si fuese una escena de una película o algo así, en cierto modo y a pesar del disgusto, tuvo su gracia ver como un orangután americano se encabronaba de esa manera. Esto mismo vivido en castellano habría sido mil veces peor, mil veces más serio… no habría acabado bien de ninguna de las maneras. (Por cierto, ¿sabéis que mi jefe es tan tan chubi que se sentó en la playa a descansar y vino Greenpeace y lo devolvió al mar?)

– viví el terremoto, tsunami y posterior problema de la central nuclear de Fukushima en primera persona. Bueno, no es cierto, viví el terremoto en primera persona y el resto lo ví por la tele exceptuando algún que otro día en que parecía que se iba a liar pardísima en Tokyo como cuando se encontró radiación en el agua del grifo. Esto no es que sea una ventaja de mi vida de ahora, ojalá nadie hubiera tenido que vivir nada de esto, pero en mi caso me sirvió para aprender a desengañarme, a relativizar, a darme cuenta de cómo funcionan según que cosas y según que gente. Los periódicos y las teles mintieron y exageraron hasta el absurdo, manipularon vídeos, fotos, titulares, datos… ya no me creo nada. Aparecieron autoexpertos en energía nuclear, todavía los hay, que sin tener más idea del tema que yo y el monstruo de las galletas juntos, no dudaron en tocar los huevos todo lo posible y más. Me di cuenta de que existen, de serie, tontos del culo y personas tan ruínes que asusta, y desdeluego que aprendí a ignorarlos. De la raya para acá yo y los míos, tu estás fuera y no me importa lo que digas/opines/hagas, en serio, me la sudas. Si algo tengo claro es que no desperdiciaré nunca más minutos de mi vida en tontacos gilipollas. Y mucho mejor que vivo ahora.

– tengo bastantes más amigos en Tokyo que en Bilbao, y los de aquí son de otra manera. No digo que mis amigos de siempre sean unos siesos, ni mucho menos, pero la relación es distinta, es otro rollo. Supongo que estar lejos de la familia rodeados del entorno «hostil» que comentaba antes hace que nos sintamos más unidos, que hagamos más fiestas de las nuestras, que hayamos sido capaces de crear nuestra propia familia Tokyota que aunque esté desperdigada bastante más allá entre Singapur, Okinawa y Nueva York, tenemos un vínculo especial. Y es una familia variopinta de variospintas! nos juntamos sevillanos, albaceteños, lorquianos, catalanes, madrileños, alicantinos, osakenses, murcianos, tokyotas, valencianos, mexicanos, gallegos, extremeños, vascos… hasta alguna franchuta se suele venir y ni la pegamos ni nada! (insultarla si, pero casi hasta con una pizca ínfima de ternura y todo).

– no tengo ninguna noción ni sensación de la tan mentada crisis, para mi es sólo la palabra esa que sale mucho en los periódicos online; mi vida en este sentido lleva siendo prácticamente igual desde que acabé la universidad hace casi 12 años, nunca he tenido mucho más o mucho menos dinero y siempre que he buscado trabajo, lo he encontrado en el plazo de un mes, tanto en el 2001 en Bilbao como en el 2010 en Shibuya. Las cosas seguramente habrán empeorado muchísimo allí, que no lo sé, pero yo he tenido la suerte de estar donde no me ha tocado vivir la famosa crisis mundial. Eso que me llevo.

– de repente, me veo rodeado de gente extraordinaria, personas que me inspiran en algún sentido, que me marcan el nivel en diferentes áreas de mi vida: tengo cerca a excepcionales profesores y compañeros de Karate, a excelentes amigos que a la vez son fotógrafos increíbles, a la ilustradora de sueños imaginados, al diseñador tan polémico como innovador… hasta un cocinero asoma por ahí… muchos son solo conocidos, algunos son muy amigos pero todos juntos son magnífica gente de la de calidad que me obliga a no conformarme con nada, a seguir encarándome con cada una de las historias en las que me meto y salir, al menos, exhausto de tratar de escribirlas con mejor ortografía. Mucho respeto, sin duda un total y auténtico gusto, señores.

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Ya véis, a veces a base de hostias y otras degustando cada bocanada del aire que se me viene, pero siempre evolucionando, aprendiendo… viviendo, viviendo y viviendo, en definitiva.

Otro día me pongo con los contras, que también hay, de momento ahí queda eso!

III Clase de cocina: croquetas y moje manchego

Hace un par de domingos ya que se celebró la tercera edición de las clases de cocina para japoneses que el tío Chiqui organiza con la colaboración de un servidor a los mandos de la traducción simultánea manchego-ikebukurense. En esta ocasión contábamos con una profesora de lujo: la tita Mireia se comprometió a enseñar a todo aquel que viniese el secreto de esas espectaculares croquetas que siempre suele traer cuando nos juntamos en casa de alguien. Como de japonés pilota infinitamente más que yo, aproveché ese tiempo libre para sacar fotos y ver como lidian los de aquí con una receta nuestra de toda la vida: las croquetas de jamón.

Estuvo todo bien organizado: la masa de las croquetas hay que dejarla reposar, pero Mireia ya se trajo preparada de casa para cada uno de los equipos y que así se pudiese hacer todo en el mismo rato. Nos hizo mucha gracia el momento en que preparamos espumaderas para todos para que pudiesen freírlas, y a la que nos quisimos dar cuenta ya estaban cocinando con los palillos largos!! pocas bromas aquí, ojo, que estamos donde estamos!!

En el moje manchego del tío Chiqui ya me tocó currar un poco. Empecé con la presentación formal en japonés que llevaba ensayada desde casa, y después la verdad es que todo va fluyendo. Seguramente meteré gambas porque como la cortesía japonesa siempre hace que acaben halagándome, es difícil saber hasta que punto sueno natural. De todas maneras, aquello funciona y la gente sigue lo que les vamos diciendo sin problemas, ya ni nervios hay!

Con pan de Meguro y después del duro trabajo en el que prácticamente nadie paró de reír, degustamos lo que allí se había cocinado hasta que no quedaron ni las migas. Todo regado con un Rioja Siglo y cervezas del lugar.

Una vez más, nos quedamos con un gran sabor de boca…

…concretamente a croquetas y unte mojil.

:cocinicas:

Eclipse lunar desde Tokyo

Ayer fue un día bastante perro… madrugón de buena mañana para un chequeo médico al que me sometí mecánicamente cual coche en la ITV y después en casa me quedé sobado viendo la tele. Cuando me desperté tenía un dolor de cabeza como hacía tiempo, no se si será porque me sacaron sangre o por el desayuno horroroso que me zampé en el McDonalds después, pero me dejó sin ganas de hacer nada en toda la tarde.

Estaba delante del ordenador por la noche cuando vi por la ventana que la luna estaba rara. Me puse a buscar, y resulta que había eclipse y que desde Tokyo se iba a ver clarísimo porque el cielo estaba muy despejado. Así que me quité el pijama, me puse lo primero que encontré más un gorro de lana en la cabeza y trípode en mano me fui al lugar más oscuro que encontré para tratar de sacar fotos.

El objetivo es el 200mm, que para estas cosas no es que esté pensado, pero aún así pude sacar alguna que otra foto medianamente fiel al momento. Verlo en persona fue mágico, a pesar del dolor de cabeza que todavía duraba y de la rasca que hacía.

Estuvo roja bastante rato, yo diría que una media hora hasta que empezó a iluminarse de nuevo ésta vez desde el lado contrario. Yo creo que nunca había visto uno de estos tan claro como anoche, me gustó tanto que se me pasó el dolor de cabeza! (o lo mismo se congeló, porque jodé que biruji pasé!!)


Record mundial de twitts

Ayer por la noche echaron la peli de Laputa del estudio Ghibli en la tele. Yo la vi hace dos fines de semana o así, y la verdad es que me gustó bastante aunque ninguna le hace sombra al viaje de Chihiro, esa película es mágica. Bueno, total, eso lo dejo ahí por un lado, lo de la peli que creo que en países de habla hispana se tituló «El castillo en el cielo» o algo menos ProstibulFlavoured, aparquemos el asunto.

Por el otro lado resulta que aquí en Japón es muy famoso un foro llamado 2channel que es donde se cuece todo el pescao ahora mismo, es un estilo al forocoches: si algo no sale ahí, es que o no hace gracia o no vale pa ná. Esto es así y queda ratificado por el hecho de que el ikublog HA SALIDO en forocoches. Conquistar el mundo es cuestión de tiempo y almácigas, no descuidarse.

Retomemos la película, la del Ghibli. Si no la has visto y no quieres que te chafe el final, marcha que la liamos, si te da igual o ya te la sabes, sigue leyendo. Que si un castillo que está en el aire y que tiene riquezas mil, que nadie sabe como se llega, que si patatín que si trucutrún… total, que prácticamente al final la pájara protagonista y el chavalico que la pretende se cascan un hechizo secreto que sólo se sabía ella y nada más chillarlo se va todo el castillo del aire y todo el circo a tomar por el McFly.

Pues bien, en 2channel se pusieron de acuerdo para que en el momento en el que en la tele la niña dijese el hechizo, la peña lo twittearía: バルス (Baruse). Embutido en Japón, mal, pero japoneses si que hay unos cuantos, si, y no vayas tu a decirles aquello de ¿hay que no hay huevos de?… Puff, la liaron parda batiendo el récord de twitts simultáneos en un segundo: 14594 veces que se twitteó el Baruse sincronizándose con la peli de la tele!!!

Lo curioso es que los servidores de twitter parece que aguantaron como campeones y no se interrumpió el servicio, aunque muchos cabronazos del 2ch ya tenían sus pantallas de error hechas y todo:

Yo me descojono vivo sólo de pensar que cartocemil y pico artistas estaban con la palabra twitteada esperando el momento viendo la peli para darle al enviar, juas!!! me encantan estas cosas!!! Teníamos que hacer nosotros una, cuando se muera Chanquete y vuelvan a dar el capítulo por la tele, a twittear todos «Chanqueteeeeerrrrr»!!! xD

Fuente: http://news020.blog13.fc2.com/blog-entry-1974.html

:regulero: but :gustico:
flavoured post

Agua, glucosa, proteínas, sodio y potasio

Hoy he llorado bajo la ducha.

Desconsoladamente, haciendo mucho ruido.

He llorado y me he puesto a buscar qué contienen las lágrimas. He encontrado que un 98,3% es agua y luego el resto una mezcla entre glucosa, proteínas, sodio y potasio.

No me lo creo, las mías no.

Yo sé que mis lágrimas tenían mucho más. Sé que casi la mitad iban cargadas de desahogo por lo sucedido días anteriores, que aunque nunca habríamos de preocuparnos por quienes no se preocupan por uno, cada mala palabra recibida se había quedado encerrada en los adentros y de alguna manera debían salir.

Otras que han brotado se han diluido con el agua caliente por el frío de saberme frío entre soledades alternas cuando el alma se acatarra más que el cuerpo que se siente tan diminuto, que uno no le encuentra el calor de saberse cálido. La mitad de lo que he llorado es porque odio los despertares gélidos, los aborrezco, sé que envejezco dos días cada día que duran, tres con lluvia.
Han sido lágrimas horribles que he detestado aunque era necesario que aflorasen. Después me he sentido más entero, quizás un poco más cabal.

A lo rojo del otoño debo algunos segundos de mi llanto, al niño de chubasquero amarillo que me señalaba divertido, a la anciana que siempre barre las hojas de la entrada de su casa y me da los buenos días sin saber que quizás no la entiendo, aunque lo hago. A la pícara de falda imposible que se me quedó mirando mientras subía la cuesta de la calle de detrás de los cerezos, dejándome deseando volver a bajarla para seguir fantaseando un poco más con la longitud de sus piernas. A tus ojos que son la mitad de preciosos que tenerte conmigo.
Han sido lágrimas bonitas, me ha gustado mucho llorarlas.

Me asustaría no saber que se han caldeado mis mejillas con gotas debidas a los míos, a mi madre que se me viene a visitar por dentro a veces con su cara de mirarme hablando sin hablar, a Javi y su risa tan infinita y sencilla como candorosa y sincera, a mi padre y sus dos pares de gafas de leer, a la sobrina cuya infancia sólo imagino entre sueños, al otro hermano de mi hermano que está sin estar ni saber que se viene.
Han sido lágrimas amables, tiernas… culpa de una nostalgia testaruda que no me deja seguir viviendo si no paro, de vez en cuando, a abrazar con el alma a los que están lejos por estar yo lejos.

Hoy he llorado bajo la ducha. Seguía llorando mientras me secaba y dejé de llorar muy poco antes de salir de casa.

Me siento tranquilo, con calma, feliz y melancólico a partes iguales.

Es como si hubiese dejado por un rato que el corazón hablase, que patalease, gritase y se enfadase, que confesase de una vez lo que sinceramente le pasaba por los ventrículos porque de otra manera, no habría acabado nunca haciendo las paces con el resto y así no se podía vivir.

Ahora late adrede, con ganas otra vez. Y ya reconciliados, el resto le seguimos de nuevo.

Albacete-Japón Express II

El tito Chiqui, the Mancheguer, el día que se esté quieto lo mismo le sale urticaria, que siempre está al sopejquete de lo que pueda salir. Ahora resulta que anda enfrascado en el segundo intento de conquistar Japón a base de meter albaceteños a cascoporro (con o sin almácigas). En la primera reconquista tuvieron de enemigo a los elementos naturales, pero lejos de achantarse entre terremotos, vuelven con más fuerza que nunca organizando la segunda edición del viaje…

Albacete-Japón Express
:gustico:

Una idea genial, como solo pueden tener los genios medio piraos como es el que nos ocupa. Básicamente la cosa está pensada para que uno no se tenga que preocupar de absolutamente nada más que de estar el día y a la hora en donde sale el autobus con la cámara de fotos vacía. A partir de ahí la cosa va sola: se pasa por Barajas, después Dubai, y se llega a Tokyo donde se recoge a la gente y se la lleva, de la mano si hace falta, al hotel que está en Shinjuku, el lugar de Tokyo con más rascacielos que árboles, o lo mismo no.

Pero tu fíjate: estas en Albacete dando palmas, y el tito Chiqui, que se parece un huevo a Tintín aunque sea irrelevante ahora mismo, te lleva a dormir a un barrio como este en lo que te descuidas:

Antes de que te de tiempo a cerrar el boquino que se te habrá quedado, aparecerás en Nikko, patrimonio de la humanidad enterita que se encuentra en un entorno natural que te quitará el hipo y los gases. Y encima a dormir en un onsen. Yo hacía ya tres párrafos que me había empadronao en Villar de Chinchilla nada más que para poder ir…

No podía faltar Kyoto, claro. A ver, tu me dirás, venir a Japón y no pasarse por Kyoto es como comer alubias sin untar pan!

Y la vuelta a Tokyo, donde podríamos estar tres meses y no haber visto ni la T primera.

Pero, ojo, no relajarse que Kamakura ha de ser conquistado también, por lo menos para hacerle una visitica al tito Daibutsu y la colección de templos que le rodean. Lo mismo si hace bueno hasta se pasa por Enoshima, que está a un tiro de piedra de mechero.

A todo esto súmale un taller de cocina japonesa, una cena en un izakaya con karaoke y gambiterismo para el que quiera y alguna que otra sorpresica más que anda ahí cociéndose. Eh!! y siempre bajo la atenta mirada del tito Chiqui que ya se mueve por aquí como 魚 en el 水… fácil fácil. Me da a mi que el Lorco y yo nos pasaremos a alguna de esas cenas a confraternizar, raro sería que no.

Aquí los datos del pedazo de viaje que de tan pedazo que es, ni el cartel cabe en el blog:

Albacete-Japón Express II
:vainas: :ungusto: :vainas:

Por cierto, si Ikusuki tomase el testigo y nos metemos en fregaos de organizar un viaje Bilbao – Japón Express, ¿os animariais a venir? ¿qué os gustaría hacer o qué os gustaría ver?, que estoy bastante animado!!

La de Dios es Cristo

Ayer me pasó lo que nunca me había pasado en la vida. Menudo disparate, voy a ver si lo cuento ahora que todavía lo tengo reciente y así no se me olvida nada.

El caso es que yo trabajo para una empresa de informática típica: tiene su equipo de diseño y un par de equipos de programadores divididos en mantenimiento y nuevos desarrollos que es en el que estoy yo. Llevo algo así como dos meses metido en un proyecto para un banco on-line cuyo negocio, prácticamente, se basa en facilitar el envío de dinero desde Japón a cualquier otro país del mundo. La web está en japonés y en inglés, con sus correspondientes formularios interminables que si bien son difíciles de seguir en inglés, en japonés ha sido un verdadero despropósito.

Me he pegado con ellos cada día, unas veces ganaba yo por dos wazaris y otra salía escaldado de la oficina porque no había Cristo que entendiese nada.

Pero a día de hoy me enorgullezco de haber sacado el trabajo adelante a pesar de la alta complejidad del mismo. Es bastante probable que esto lo pille un programador japonés y lo haga en un plis plas, pero para mi ha sido el reto del siglo. Total, hace dos semanas subimos todo esto a producción. No parece haber ningún problema, las pruebas que se hacen parecen satisfactorias, tanto las del cliente como las nuestras… borrón y cuenta nueva.

Si si.

El cliente empieza a ver cosas raras, nos avisa, empezamos a investigar y resulta que por un error conjunto de programación + diferencia de configuración entre el entorno de desarrollo y el de producción, el invento lleva fallando dos semanas siendo incapaz de recoger los datos de un tipo de las cuatro transacciones monetarias posibles. Nos damos cuenta de ello y se lo contamos al jefe, un gañán americano de unos 150 Kg que dudo que sea capaz de ponerse de pie si se cae de culo él solo. Con este honorable señor habré hablado tres veces en un año y una fue en la entrevista de trabajo, el tío está aislado en su despacho y rara vez le ves salir de allí.

Los que entramos ésta vez somos nosotros. El tío cierra la puerta y empieza a pegar voces, permitidme adaptar del inglés el vocabulario utilizado para que se entienda un poco mejor el asunto: que si esto es un banco, que si tiene connotaciones legales y estamos jodidos porque hay que reportar la pérdida de datos a no se que organismo legal. Que a ver quien cojones ha metido la pata si hasta un puto mono sería capaz de programar el tinglao, que si se van a tener esta mierda de putos errores quita la empresa y se la lleva a América, que si poco más o menos que mecagüen vuestra puta madre, que hace falta ser gilipollas, que menudos inútiles…

Todo esto lo dice un tentempié repantingado en la silla con más mérito del mundo mientras va pegando puñetazos en la mesa a medida que eleva el tono hasta límites que jamás pensaba que iba a presenciar en una oficina. El analista y yo no decimos nada y agachamos las orejas hasta que el tío empieza a decir que vaya mierda programador soy, que hago el trabajo con el culo y me la suda todo, a mi, directamente sin tener ni idea de cual es el error cometido. Yo le contesto, claro, le digo que asumo que he metido el zancarrón pero que ha sido un cúmulo de errores y mala suerte que habría sido muy difícil detectar y que…

¡¡Imposible mis cojones!! grita King Kong, y se pone a vocear una serie de barbaridades todavía peores que yo le discuto según van llegando hasta que me doy cuenta que yo también estoy elevando el tono, que en realidad no hay nada que rascar porque es darse cabezadas contra una pared. Así que dejo que aquí Bubba se desahogue y decido callar el resto del tiempo mientras me tiembla el ojo derecho porque estoy a punto de levantarme, darle una hostia y largarme. Incluso ensayo mentalmente la frase en inglés: «This is as far as you go», así, estilo el padrino, y después un «you don’t pay me enough for this shit» esperando con el puño cerrado su respuesta. Juro que faltó poco, quizás la vez que más cerca he estado en toda mi vida de estamparle un hostión a alguien con todas mis fuerzas.

Cuando se cansa de berrear payasadas, con una sudada de escándalo, nos manda a nuestro sitio fucking now y nos pide un informe completo de lo sucedido para el día siguiente. Todo de las mismas malas maneras, a grito pelado con dos o tres assholes, idiots, fuckings por frase y la cara desencajada, esa misma que le queda encima de una papada que parece un cojín.

Yo me voy a mi sitio, reviso ficheros para tratar de averiguar exactamente que ha pasado y cuando llega la hora de irme, meto en la bolsa del bento mis cosas pensando que hasta aquí hemos llegado, que me echan o me voy, una de dos, pero que yo aquí no puedo durar más. Como lo supe en el momento en que el energúmeno gorilón de mi pueblo abría la puerta de la sala de repente para ver si estábamos programando o jugando al padel. Uno tiene sus límites, y aguantar hijos de puta no viene en el contrato.

Llego a casa todavía nervioso, pero de alguna manera sereno. Resulta que se puede estar así, fíjate que cosas. Nervioso está mi cuerpo, serena mi mente y tranquila la conciencia: duermo como Dios a pesar del Cristo.

Hoy llego a la oficina medio de traje después de una entrevista de trabajo que promete, nos reunimos y aquí el capitán hamburguesas está todo simpático, incluso hace bromas sobre la situación. Yo no me río ni una sola vez, para mi es personal independientemente de lo que tenga que pasar con el banco. El tío se da cuenta y me pregunta cosas, me trata de tirar de la lengua, yo contesto con tranquilidad pero firmeza, aislamos el error, entiende que no es tan grave, que no tiene connotaciones legales, que no pasa demasiado y que no es todo culpa nuestra porque hay muchos otros factores detrás. El tío se avergüenza de lo de ayer a su rechoncha y ruin manera.

No es suficiente, el daño ya está hecho, es imposible que pueda perdonar u olvidar semejante desprecio.

Se despide dándome una palmada en la espalda. «A ver si lo hacemos mejor para la próxima», bromea.

«Let’s see what happens» contesto yo.

The Catalonian Blues

Si hacemos recuento hasta aquí, tenemos a nuestra Observer particular, Aguafiester y a Tocaweber. Técnicamente el que toca hoy es el quinto, pero es que el siguiente personaje que surgió es bastante difícil de explicar… a ver como cuento yo lo del hamster y el esparadrapo… dejadme que lo madure un poco más.

Bueno, al lío.

Aquí el que tiene más culpa de todo es el manchego, que llega aquí a Tokyo (después de ir ya camino de Antequera en cuanto la tierra tembló 0.1 Richters) que si tal y que si cual y no hace más que revolucionar el corral. El tío empezó a meterle tralla al Xavi desde el minuto 0, fue cascar una de «cuidao con el catalán que se queda el cambio», y ya empezamos todos que si ojo con lo que se dice que aquí estamos todo españoles menos uno, que si ya estamos mirando los decimales, que si Pujol paquí, que si Jordi pallá…

Hete aquí que, sorpresa, el entrañable Xavi lejos de mosquearse, asimiló su inevitable rol en el grupo de tal manera que creó el personaje sobre si mismo… una cosa para vivirla, esto!!.

Probablemente sea resignación, seguramente sea más fácil adaptarse que luchar contra el sistema, o lo mismo es estrategia y nos va a caer la del pulpo cualquier día de estos, vete a saber, pero el caso es que el catalán que nos ocupa empezó a exagerar su acento, a levantarse en medio de cenas y ponerse a calcular lo que costaba el nomihodai entre el número de cervezas que habría que enchufarse para amortizar, más una porque la pela es la pela y claro, estamos en crisis (leer poniendo voz del Sardá). Que si te vendo esto nen, y luego me compro aquello en la tienda de segunda mano, que si yo no he probado la ensalada, así que no la pago…

Total, que se hizo a si mismo. Yo sólo dejé que fluyese el photoshop plasmando lo que ya era una realidad, su realidad (de oferta, seguramente):

¡¡ Calderiller was born !!
:ungusto:

Ni sé las veces que le habremos levantado el sombrero para ver qué había arramplao ahí dentro…

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Es impensable que ese cigarro lo haya pagado él

Cocacola con fanta naranja

Seguimos rescatando viejas glorias del ikublog, secciones con desparpajo ahora que el grajo vuela bajo y el frío del carajo te amarga el camino al tajo.

Hoy venimos a presentar un producto de esos que sólo tienen cabida en el país del onigiri alguítico (nótese la calidad que destilamos que no ponemos frases tan manidas como vulgares del estilo de «país del sol naciente», eso es de sonsergas, amigos!!! sonsergas, sonsergas everywhere!!!).

Bueno, esto va así: algo nos llama la atención en la balda de algún establecimiento, se compra, se prueba, se analiza y después se exclama aquello de…

¡¡ la madre que parió a Peneke !!

… con mayor o menor intensidad dependiendo del grado de anodadamiento conseguido. En este caso no demasiado porque es algo que, como dijo Zordor, ya hacíamos de toda la vida nosotros en los cumpleaños: juntar fanta con cocacola, ¡nuestros primeros cubatas!.

Los señores de fanta han hecho esto mismo pero ya juntao, de manera que te compras el cubata preadolescente ya metido en una botellica por 120 yenes de los de antes del después de cuando aquello:

La consabida proporción cocacola-fanta no está lograda en ningún momento, el sabor es de cocacola. El servidor que les habla ha sido capaz de intuir el matiz de la fanta naranja gracias a mis conocimientos expertos del tema unidos a la excelsa sensibilidad de mi paladar, pero la cantidad disuelta ha sido a todas luces escasa, diría que incluso irrelevante. Un buen cubata de cocacola y fanta debe tener tintes anaranjados que anticipen lo atrevido de la bebida a ingerir, no es el caso y no ha sido bonito jugar con el concepto, señores. Es nuestra infancia de la que estamos hablando aquí.

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Total, que a parte de lo pomposo del envase, es un producto totalmente prescindible que no le llega ni a la altura de las burbujas a nuestros cócteles de aquellas fiestas de cumpleaños en casas de amigos cuyas madres hacían tortillas y había tarta, y luego se ponía la de los Goonies en el vídeo VHS. Eso sí, con las luces apagadas, que ya éramos mayores.

En fin, añadimos el producto a la lista, pero más que exclamar, susurraremos la mención a la progenitora de Peneke.

Como mucho.

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:peneke:

The Walking Kitty

Retomemos otras legendarias secciones del ikublog que no sean sólo la del post regulero cascabelero, amigos!!

Vayamos con aquella que nos dio fama mundial, la del gato aboquero, el esperpento que nada más verlo hará que quieras volverte pirómano, el bichaco cantamañanas que contribuye junto a las risas enlatadas y la mortadela con aceitunas a que la tontería del mundo sea cada vez más poderosa, efectivamente, estamos hablando del innombrable y asqueroso engendro minino …

:gatostiable:

En esta sección, a parte de prenderle fuego o partirle la crisma a martillazos, analizamos aquellos productos cuyo valor intrínseco se devalúa hasta el absurdo por incluir semejante icono de la generación picopalable de alguna manera. Continuaremos nuestra gesta hasta denunciar todos y cada uno de los elementos contaminados, pero no es el caso hoy, hoy sólo queremos presentar en sociedad a la Walking Kitty, la única imagen de semejante inmunda concepción con la que hemos sentido algo así como paz interior, una sensación parecida a la felicidad, que se ha hecho justicia, vamos, un gustico del bueno:

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Esto me lo ha hecho llegar QueMeLlevoHoy por twitter, que además creo que es una tarta que se ha currado ella!! gracias maja!! menudo arte!!

Bye Kitty!!!
:gatostiable:

Yoda Cup Noodles

¡¡ Ojo que va post regulero!!
:otiaya:
¡¡ ojo que os lo echo !!!!

:regulero: :regulero: :regulero: :regulero: :regulero: :regulero: :regulero:

Pues post regulero habemus!! de esos de poner lo que ha hecho otro y pretender que se tiene arte y salero!!!

Empecemos con una pequeña introducción regulera:

Los Cup Noodles fueron la piedra filosofal de mi alimentación durante prácticamente mi primer año en Tokyo, básicamente el de Curry que es tan placer de los Dioses como chungo para el cuerpo (normal, pa cuatro duros que valen). Seguro que todo el mundo sabe lo que es, pero por si acaso hay alguno de Balmaseda, aquí va la explicación: son unos vasicos que te vienen con fideos y zurpia en polvo de manera que tu le echas agua hirviendo, lo tapas 2 minutos y tienes un bol de ramen cutre para zamparte en un titá. En los mismos conbinis tienen chismes de esos que mantienen el agua casi hirviendo todo el rato para que te los zampes allí mismo si es menestere.

Weno, pos son muy famosos aquí, como el Colacao allí. La última que han liado es currarse un anuncio con Yoda que no tiene desperdicio y que en honor a ser un regulero licenciado, tengo a bien poner aquí con mis santos tamagos sanjusan:

Noodles comer quiero, si, aunque regulero post sea. Sin duda, si.

El eslogan de «Boil Japan», que significa algo así como «hirviendo Japón» (que vete a saber a que lumbreras se le ocurrió con borrachera de qué), no es nuevo de este anuncio, también salió en el anterior en el que enchufaron al Gundam carachapa:

Ala pues, marcho que he quedao!


Tiempo empleado en este post: 5 minutos mirando de reojo a la pantalla a la cual se le ha hecho el caso justo
Arramplao de: Japan Probe (fuente inagotable de saqueo para todo buen RegulerJedi)

¿Y ahora que hago yo?

Si la brisa del Cantábrico en los acantilados de Barrika me tergiversa los alvéolos igual que el olor del Pacífico entre el dragón y la campana en Enoshima. Si el sol de enero me caldea los huesos y me da la razón tanto si estoy subiendo Gaztelugatxe como bajando las escaleras de Honmonji, si la luna me miente con la misma cara sin importar que la ventanilla desde la que yo y mi melancolía la miramos sea de la Yamanote o la del último tren volviendo a casa desde Basurto.

Si tus ojos me traen el horizonte que se ve desde lo alto del monte Ubieta de mi Zalla natal, pero ir contigo de la mano me hace sentir que somos sólo dos aun entre cientos de personas que se pierden por senderos del monte Takao bajo un techo de hojas tan rojas como mis arterias.

Ya me dirás tu que hago yo cuando a veces mataría por abrazar a mi madre y escucharla hablar durante días y sin embargo no soy capaz de pasar horas sin tus besos a riesgo de socavar todavía más la poca cordura que presumo que me queda. Si duele celebrar los cumpleaños de Javi sin Javi, si pasarme de visita se convierte en una ecuación de milésimo grado entre incógnitas imposibles de tiempos divisores y distancias al cuadrado.

Si ya no sé vivir sin pelearme de vez en cuando con otros que se visten también de blanco, y se ponen cinturones de colores y quieren pegarme patadas con sus pies tan descalzos como los míos. Y, dime, que algo se te ocurrirá, dime, ¿que hago yo? si pagaría el triple por celebrar con txakolí que pasó otra competición más bajo la mirada de profesores ya legendarios. Si recuperaría fuerzas con sandwhiches del EME de Bilbao a veces y otras con udón del que hace a mano cada día el señor de pelo gris de la pequeña tienda de Nishi-Magome.

Pero es que resulta que echo de menos las celebraciones con los compañeros del equipo con tortillas y pan de verdad en la cafetería de la empresa de Zamudio y sin embargo me sigo derritiendo cuando alguna compañera del equipo de diseño, aquí entre Shibuya y Roppongi, me regala chocolate para darme las gracias, reverencia mediante, por algún trabajo bien hecho. Si es que el kampai de los nomikais de empresa descalzos en izakayas de Ebisu me sabe igual que las nueces con membrillo de después del txotx en las sidrerías del casco viejo.

Que le voy a hacer si el pecho me arde y me quema tanto corriendo entre tumbas y templos con el Fuji a la espalda como dando la vuelta a Ibarra, si el ego crece lo mismo cuando decido apretar y llego hasta Meguro por la orilla del río Nomigawa que si voy hasta Balmaseda y vuelvo por Otxaran acompañando al Cadagua.

Me olvido del rumbo, me pierdo conmigo mismo porque sé que volvería a emocionarme igual escuchando a Sabina en la plaza de toros de Vista Alegre que cuando vimos juntos la exquisita danza de aquellas geishas en Kyoto. ¿A dónde me voy a soñar mis sueños? ¿dónde elijo despertarme? si devolvería mil veces el préstamo de este idioma que no es el mío, pero sé que no podría no saber decirte lo que me vocea con rabia el corazón y volvería a pasar millones de noches en vela estudiando sólo para volver a ver como destellea tu mirar al escucharme.

Si iría de txozna en txozna por el Arenal y luego pararía para comer takoyaki con una buena Kirin sentado en el suelo hasta que pasasen los que llevan el omikoshi, y después subiría a Kobetas a ver los fuegos artificiales sobre San Mamés para bajar hasta las callejuelas de detrás del Sensoji en Asakusa a encontrarme con Guillermo, Nerea, Xabi, Héctor, Antonio, Rodrigo, Carlos, Ferpi y los demás. Y la resaca la pasaría igual sacando fotos a los rascacielos imposibles de Shinjuku que patinando desde el Euskalduna hasta el casco pasando por el Guggenheim.

Dime, ¿qué hago yo ahora? si mis suspiros ya no saben donde evaporarse, si lloro porque las lágrimas mojan sólo un lugar cada vez.

Si lo único que sé es que quiero que tu estés, que sigas, que no te vayas de mi lado mientras la mitad de las veces mataría por estar allí y la otra mitad moriría por morir aquí.

Dime, si tu lo sabes, ¿qué hago yo ahora?…

Serás el típico gaijin rascayú cuando…

  • … en tu vida has separado la basura y aquí no vas a ser menos. Un domingo puedes tirar perfectamente el vídeo a la moeru gomi sin despeinarte ni un pelo asín.
  • … le plantas la cámara de fotos en toda la jeta a la gente sin que te importe un huevo que te pillen o no, lo que les pueda parecer o que se ponga el sol por Antequera.
  • … en un nomihoudai multiplicarás el número de bebidas que te vas a beber realmente por cinco y esas serán las que pidas.
  • … te quejas sobremanera porque no puedes votar, pero resulta que en tu país no lo has hecho ni para ver que se siente yendo a una escuela después de tantos años.
  • … empiezas frases del estilo de «que típica, si es que todos los japoneses…» pero te rayas cuando te meten a ti en el mismo saco que otro napialarga, hecho que ocurre prácticamente cada segundo en cada situación y en especial contigo.
  • … te sigues engañando a ti mismo con aquello de «pero si es que ni los japoneses saben escribir kanjis ya» y sigues sin dar un palo al 水 a la hora de saberte más que el de persona y el de árbol.
  • … te has metido aposta en el ofuro de un onsen sin ducharte antes, o lo que es peor: con los sobaquillos llenos de jabón.
  • … te ofendes hasta salirte granos cuando tratas de comunicarte en inglés y no puedes, para ti todo Cristian debería hablar inglés sólo porque tu lo hablas. Eso si, japonés no aprendas, no vayan a salirte espinillas también y ya tenemos la tarde hecha.
  • … te raya la vida que te pare la policía, racistas todos hasta la médula, para pedirte la gaijin card o comprobar que no has chorao la bici, pero en tu país te cambias de acera en cuanto ves que te vas a cruzar con un guiri y ni te digo si se te muda una familia al piso de arriba.
  • … te das cuenta que el gobierno te está engañando personalmente para ocultarte que hay radiación de Fukushima hasta en tus calzoncillos abanderado de semipata, ves conspiraciones hasta en los capítulos de Doraemon y arremetes contra la «pasividad» de los que tratan de hacer vida normal en el país. Eso sí, aquí sigues no vaya a ser que no haya nadie para destapar la fosforita verdad.
  • … tu idea de integrarte es quejarte a la mínima y a gritos prácticamente por todo: lo petado de los trenes, lo estrecho de los pasillos de las tiendas, las colas para entrar a restaurantes, el sistema de direcciones, el sistema de impuestos, lo poco efectivo de las medicinas para tus inmensos virus, que no te den pañuelos con propaganda por la calle, que las hamburguesas del MacDonalds son la mitad, que el Uniqlo no tiene tallas, que llueva de arriba a abajo y encima tenga los santos huevos de que moje… el día que le veas algo bueno al lugar, te dará un cólico nefrítico. Ahora que seguramente en tu país tampoco cambies mucho y seguro que también disfrutabas la vida a tu entrañable manera tocahuevera.

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Inspirado por el gilipollas del MacDonalds del sábado y la lista de llevarás mucho en Japón si…

Conversación de MacDonalds

Acabo la competición después de llegar de milagro porque en vez de a las cuatro, los combates de mi categoría han empezado a las dos. He ganado el primer combate con bastante holgura y perdido el segundo después de ir empatados a puntos. Estoy bastante contento de mi papel, cada vez mejor, cada vez mejor!! que pena no tener los vídeos.

Bueno, volviendo a casa he parado en el MacDonalds a darme un homenaje, que ya hacía tiempo que me lo venía ganando. Pido lo mío y mientras me lo preparan para llevar, entra un señor extranjero de unos cuarenta y tantos años con dos niños rubios como dos soles. El señor señala el menú y le medio grita en inglés al chaval que le atiende y que un par de minutos antes me atendía a mi:

Dos happy meals, dos
Entendido, elija por favor uno de aquí y otro de aquí –le contesta en japonés señalándole las posibles opciones del menú happy meal ese
Dos, happy meal, dos -y cuenta a sus hijos- uno y dos, DOS, DOS
Si, pero por favor elija lo que llevan los menús
Que me des dos happy meals jodido idiota!!! -y los dos niños, que no tendrán más de cinco años, se empiezan a reír armando escandalera, el dependiente se pone rojo como un tomate y se queda bloqueado, quizás no ha entendido las palabras justas, pero la parte del insulto habría quedado clara aunque la hubiese dicho en polaco.
No te quedes parado, coño, dame dos jodidos happy meals para los niños, esto para estos dos, tan difícil es?!?!? tan difícil es!?!?!?!– y vuelve a señalar el menú y a los chavales

Llegados a este punto, la situación no parece que vaya a solucionarse bien de ninguna de las maneras. Decido intervenir, para mi propia sorpresa, y le hablo en inglés al tonto’l nabo este:

¿Te puedo ayudar?, hablo un poco de japonés, a ver si entre todos nos entendemos
Si ya lo he pedido pero este jodido idiota no tiene ni puta idea de inglés y no me quiere entender -los dos niños siguen descojonándose cada vez más con cada palabrota que suelta su supuesto padre. Yo le pido los dos happy meals al chaval que sigue nervioso y me dice que elija lo que quiero que lleven los menús.
Dice que tienes que elegir uno de aquí y otro de aquí, en este hay hamburguesa de queso y …
Los dos con hamburguesas, dile eso –me interrumpe, ahora parece enfadado conmigo, se lo digo al dependiente.
Ahora dice que elijas si quieres patatas o sopa de maiz o…
Patatas! dile que con patatas y gracias –me medio grita visiblemente molesto por haber metido mis narices en sus asuntos dando por finiquitada mi intervención justo en el momento en que mi pedido viene.
Muchas gracias, me has salvado -me dice el dependiente con una reverencia mientras le cobra los menús a semejante pedazo de gilipollas
De nada, de nada

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Competición de Otoño de Oota 2011

Últimamente estoy todavía más desengañado del rascatecleo si cabe, ¿quien me mandaría a mi estudiar informática?. Es que da igual la empresa en la que esté y lo que haga: ¡¡es siempre la misma farsa!! ¡¡en serio!!. Da igual que sean webs que aplicaciones para el iPhone o gaitas moras, que todo es para entregar por tamagos en una fecha determinada porque se mueren todos los gaticos del mundo si no, y luego después de quedarte tísico haciendo filigranas delante del ordenata resulta que llama el cliente diciendo que ya si eso lo vamos dejando una semana más que no le da tiempo a probar…

¡¡ es todo una bufonada !!
¡¡ es todo mentira !!
:otiaya: :pirao: :otiaya:

Reconozco que hay algún momento chulo de Pascuer a San Peter, como cuando te dejan meter más mano que de costumbre y le enchufas chorradicas de tu cosecha al asunto, o cuando usas alguna librería o algo nuevo que quieres aprender… pero con la perspectiva del tiempo, uno es consciente que lo que se hace ahora, dentro de un año será una mierda pinchada en un palo así de gordo que no valdrá para nada (si es que ahora vale para algo, que lo dudo en el 90% de los casos).

No me compensa ni de lejos desperdiciar la mitad de mi tiempo de vida despierto con esta patraña, ni en Tokyo ni en Bilbao. Veremos que hacemos, pero yo esto no lo aguanto muchos años más. De momento ahorrar todo lo posible y seguir atento a lo que pueda salir.

Pensando en un trabajo ideal que sé que me haría completar la parte de mi vida que me falta para ser 1000% feliz, porque el resto es perfecto, sería profesor de Karate. Digo que sé que me llenaría porque ya lo hice en su día. Ver como los chavales evolucionan y aprenden día a día… el trato humano, ver que tu trabajo en realidad es algo real… en fin, aquí lo tenemos chungo con el nivel que hay, pero quien sabe, quien sabe…

Por si acaso, seguimos dándole duro y mañana toca la segunda competición del distrito de Oota, la de Otoño. Allí iremos con el número diez pegado a la espalda, más de 50 km semanales metidos en el cuerpo durante el último mes, las guantillas bien lustradas y sin afeitar, para dar miedo por feo, a ver si sale mejor que las dos últimas veces.

Me consta que de mis amigos no va a ir ni Blas que bastante tendrán con quedarse en casa viendo la tele criando bolanganas, pero por si a alguien le da por pasarse que avise y le enchufo la cámara de vídeo, que estas cosas siempre hace ilusión tenerlas grabadas.

El sitio es donde siempre: en Heiwajima y la hora, afinando por otros años, casi seguro que sobre las cuatro de la tarde.

Estadio de deportes de Oomori (大森スポーツセンター) , estación Heiwajima:


Ver mapa en gordo

¡¡ Buen finde bolanganil !!
:gustico:

Una maratón en 4 meses

Ayer me decía un buen amigo que correr la maratón me cambiará para siempre. El no lo sabe, pero desde que leí sus palabras en aquella ventana de chat no he podido parar de pensar en todo lo que ya me lleva cambiado el apenas mes que llevo de esta nueva vida de corredor.

Quizás el mayor problema de esta locura de correr la maratón de Tokyo sea a la vez lo más motivante: la escasez de tiempo. Aunque estoy muy acostumbrado a hacer deporte, cuatro meses es muy poco para habituar al cuerpo a correr 42000 metros uno detrás de otro y otros muchos detrás de ese de después. Con tan poco tiempo, o se lo toma uno en serio o simple y paradójicamente se deja correr. Y yo he optado por lo primero: son cuatro meses en los que tengo que sacar lo que más pueda de este cuerpo mientras trato de que la mente se vaya creyendo cada día un poco más el desvarío de lo que está por venir en apenas tres meses.

Tengo un plan dibujado en una pizarra blanca con absolutamente todos los días que me quedan hasta el 26 de Febrero, dividido por semanas con los kilómetros que tengo que haber corrido cuando llegue el domingo y de que manera: series rápidas o con cuestas entre semana y largas distancias de al menos dos horas los fines de semana. Dos días voy al gimnasio por la mañana con dos objetivos: estirar mucho para no perder flexibilidad y mantener en la medida de lo posible la masa muscular que pueda tener, que no quiero quedarme en los huesos. Y todo sin dejar de ir a Karate, y de trabajar, claro, que uno tiene que estar ocho horas malgastando sus pulsos delante de un asqueroso ordenador criando bolanganas todos los días.

En este sentido prácticamente no le he hecho caso a nadie, aunque esto no es nuevo: ignoro sistemáticamente los consejos que me dan sin que los haya pedido, es arrogante y está fuera de lugar. Mi plan lo he diseñado leyendo artículos sobre el tema y cambia constantemente según cómo vayan evolucionando las agujetas o la agenda que tenga esa semana.

Como como nunca lo he hecho, no porque me lo haya propuesto sino porque tengo mucha más hambre, no concibo salir de casa sin haberme metido por lo menos un cuenco de los grandes de arroz cuando antes salía con apenas un café calentando el estómago. No bebo alcohol porque entonces al día siguiente sé que no voy a rendir igual y con el plan propuesto, prácticamente siempre hay algo que toca hacer al día siguiente. No me privo de nada, aunque sigo tratando de no comer cosas «malas» por las noches estilo pizzas o hamburguesas, ahora que si caen caen, que tampoco pasa nada.

Duermo mejor que nunca, profundamente y de un tirón. Por las mañanas me siento a tope de energía aunque después de comer me entra mucho más sueño que de costumbre, esto ha cambiado también.

Peso casi 5kgs más que hace un mes y sin embargo se me caen todos los pantalones, dicen por ahí que es porque he cambiado grasa por músculo, yo la verdad es que me veo igual, si acaso un poco más calvo pero igualmente atractivo y gallardo.

Físicamente pasé por una primera fase en la que tenía que bajar muchísimo el ritmo después de una media hora corriendo porque me ahogaba, después de tres semanas esto ya no ha vuelto a pasar: nunca me falta el aliento lo suficiente como para tener que pararme y soy capaz de correr mas de 20km, sin embargo acabo con las piernas tan cargadas que hay momentos en que temo que me voy a caer de tan agarrotadas que están.

Todavía me quedan tres meses y creo que voy por muy buen camino, llevo ya tres medias maratones acabadas sin demasiado problema, pero no me veo capaz de correr 30km todavía, lo intentaré dentro de dos fines de semana. También tengo que aprender a beber y comer durante la carrera, actualmente no llevo absolutamente nada y hago todo de un tirón, pero debo acostumbrarme a hacerlo porque por lo menos dos o tres veces tendré que aprovisionarme de energía en esas cinco o seis horas que probablemente tarde en acabar.

Esto es muy sacrificado y mucho que queda todavía, pero sólo por ver hasta donde soy capaz de llegar ya está mereciendo la pena. Que llegue el 26 a Odaiba o no es mucho más secundario de lo que puedan decir mis palabras.

Veremos… de momento esta semana un poco más suave porque el sábado tengo competición de Karate a la que, otra cosa no, pero con fondo ya voy, ya…

Halloween 2011

Con el asunto de la maratón de febrero, estoy haciendo vida de monje: comidas sanas dentro de lo posible, dormir mínimo 7 horas y nada de alcohol en lo que duran estos cuatro meses de entrenamiento. Seguramente no pasaría absolutamente nada si saliese de vez en cuando, pero me he propuesto ir en la mejor forma posible como reto personal y ya que sólo voy a correr una maratón en mi vida, que sea en condiciones (una y no más, que esto es muy sacrificado, mozos, mucho mucho!!).

Así que me caí del barco de salir disfrazado este año en Halloween por los Tokyos, pero me pasé a sacar fotos a los zombis y echarme unas risas, aunque luego me volviese para casa porque me caía de sueño. Otra cosa no, pero dormir y comer lo estoy haciendo más que nunca por culpa de los entrenamientos, buff.

Salieron muy buenas fotos, mucho mejor de lo que me esperaba y es que el 35mm que me regalaron aquí los zombis es el regalo del año!!!!.

:ikugracias:

Pasemos a revisar la ficha de los Walking Drunks presentes:

Antoñito Milcaras

The Walking Gallego

Xavi CerebroTabeters

Zorder, the original zombie

Carlangas,
the Walking Nanpa

Alain, the manager

Alberto double

Flaperas el blanco

Chiqui «Ponme el ojete rojo»

Silviestra rumcoker