Mi maratón de Tokyo II

Conclusión de «Mi maratón de Tokyo«

Juro por Dios, por toda mi vida que los diez primeros kilómetros los corrí sin darme cuenta que estaba corriendo. Eran tantos los estímulos que no era sólo que uno no sabía donde mirar, sino que uno no sabía qué era lo que se sentía con tanta intensidad.

Ganas de llorar y de saltar, de reír y gritar con todas las fuerzas. Ganas de acabar para poder contarlo, ganas de que no se acabe nunca.

Yo quería chocar todas las manos de todos los que estaban allí animándonos, quería parar y retroceder unos metros para volver a pasar por donde aquella chica que me gritó «fight» y que me lo volviese a decir siete veces más, quería darle mil besos, a ella y a la de al lado, y a la otra… quería seguir volando y no aterrizar por jamás de los jamases.

Cruzamos el Tocho de Shinjuku entre aplausos. Recuerdo estar rodeado de personas por todos los lados, de no poder seguir el mismo ritmo durante más de uno o dos minutos porque había alguien más lento que esquivar o porque no dejaban de pasar más rápido a los lados. Recuerdo pasar cerca de la Tokyo Tower cuando parecía que sólo habían pasado cinco minutos desde que salimos, y los muros del palacio imperial y la larga recta que tanto temía sobre el mapa: la que nos llevaba hasta Shinagawa para dar un giro de 180 grados y volver sobre nuestros pasos. Planeé la música a propósito para que las mejores canciones sonasen durante esos en apariencia tediosos kilómetros, pero no recuerdo haber escuchado lo de nos sobrarán las ganas de volar de Maldita Nerea, ni a Fito empezar su casa por el tejado ni a Robe gritando aquello de salir, beber, el rollo de siempre… no recuerdo ni una sola de las canciones.

DSC_6038-Edit.jpg

Retrasé el momento de ir al baño muchas veces porque había colas interminables de gente y no quería parar, pero no me quedó más remedio, el botellín de agua de antes de salir pasaba factura. Comprobé tres o cuatro baños y seguí adelante esperando que el del kilómetro siguiente estuviese más vacío, pero nunca ocurrió. Tuve que parar y calculo más de diez minutos allí esperando mientras se me llevaban los diablos por poder seguir. Yo no quería estar quieto, yo quería seguir jugando a pillar con miles de personas fantaseando con que si me paraba, me pillarían a mi.

El giro de Shinagawa llegó cuando ya empecé a notar las piernas un poco cargadas aunque no excesivamente para llevar cerca de veinte kilómetros si tomo como referencia los entrenamientos. El pecho no se resentía, podría haber mantenido una conversación sin problema, no me sentía sin aliento y lo cierto es que no me sentí así en toda la carrera.

DSC_6039-Edit.jpg

No hubo ni un sólo metro sin gente animando, y estamos hablando de cerca de cuarenta y dos mil doscientos en total. No había corrido ninguna carrera nunca, así que no tengo para comparar, pero si que puedo contar que en la maratón de Tokyo uno no puede aburrirse; es como si hubiesen querido condensar toda la cultura de un país a los lados de un camino para deleitarnos a los que allí vamos tratando de seguir avanzando hasta el final: espectáculos de Yosakoi que hacen que aminores el paso para no perder detalle, orquestas de música, bailes de cheerleaders, coreografías, taikos, tambores que hacen que te retumben los huesos del mismo cráneo y miles, millones de personas. No estaban sólo allí mirando, estaban ilusionadas, nos gritaban, nos aplaudían, ponían las manos para que palmeásemos, establecían contacto visual contigo y saltaban gritándote «ganbatte!! fight!!!» cuando les mirabas, no eran simples espectadores, era toda una ciudad totalmente entregada. La próxima vez que vuelva a leer eso de «los japoneses son fríos» juro por Dios que voy a por el escritor.

Allá por la mitad, sobre el kilómetro 24 me esperaba una sorpresa que no dejó de serlo aunque lo supiese de antemano: Guillermo y Fernando, el Lorco y el Chiqui le echaron cuatro huevos entre los dos y saltaron a la pista para correr conmigo justo en el tramo en que el temido muro te acecha, y vaya si me acechó. Dicen que hay un momento en que el cuerpo no puede más, que de repente se queda sin fuerza, que se rinde porque no tiene de donde sacar para seguir y estadísticamente es a partir del kilómetro 30. Por eso, estos dos figuras decidieron acompañarme sobre esa distancia.

Cuando les vi, el corazón se me aceleró, no pensé que me iba a alegrar tanto de llegar hasta allí y verles saltar al ruedo. Corrimos juntos durante hora y media donde pude compartir siquiera una pizca de aquella tremenda experiencia ya inolvidable aún sin haber acabado. Me reí mucho con ellos, me sentí un privilegiado por tener amigos como aquellos dos artistas que me escoltaban sin parar de hablar para distraerme de las ampollas y el dolor. Nunca lo confesaré, pero me dieron ganas más de dos y tres veces de darles un abrazo de los de vaciar pulmones.

El momento más especial de toda la carrera, con permiso de la llegada a la meta, fue con ellos: entramos en Asakusa encontrándonos de frente con la puerta Kaminarimon entre gritos y aplausos bajo la atenta mirada de la nueva Sky Tree. Fue precioso haber vivido aquello con semejantes personas: el murciano, el albaceteño y el vasco echando carreras cual chiquillos en uno de los lugares más emblemáticos del Tokyo de los libros.

Calculo cinco kilómetros corriendo juntos cuando las piernas dijeron que no podían más. Estaban tan cargadas que simplemente no podía seguir, no me mantenían. No me faltaba el aire, no estaba exhausto, era simplemente que las piernas no funcionaban. Ni siquiera en los entrenamientos me había pasado algo así. Iba con ellos y tuve que parar y andar a ratos, venga, vamos hasta aquella curva y después hasta el siguiente kilómetro seguimos corriendo, venga… así tres o cuatro veces hasta que por fin me paré y me tiré en la acera a estirar y tratar de recuperar, incluso andar se antojaba imposible. Rabia infinita, de la mala. Impotencia. No podía estar pasando, no puede ser que haya llegado hasta aquí y no pueda seguir. Aunque sea a rastras, yo llego…

Después de estirar, parece que recuperé y ya seguimos corriendo un rato más hasta que me dejaron ya camino del final de Ginza enfilando el desvío hacia Odaiba justo en el momento en que el iPhone decidió morir. Pude seguir corriendo a un ritmo muy muy lento hasta el kilómetro 37 donde ya no pude más. No me paré más, pero tuve que seguir andando dos o tres kilómetros hasta que vi la señal de que quedaban los dos últimos para acabar. A veces trataba de correr, pero no lograba seguir más de cien metros, incluso hubo una vez en que perdí el control de las piernas y casi me caí al suelo.

DSC_6040-Edit.jpg

Los dos últimos kilómetros, los de las cuestas, los hice corriendo todavía no sé como. Entré en Odaiba muriéndome dos veces por metro, y me dí cuenta que llevaba llorando un rato largo cuando pasé por el arco de meta. Lloré de dolor y de alegría, de emoción y de alivio. Lloré porque acababa de vivir la experiencia física más increíble de mi vida a pesar de haber tardado casi seis horas en acabar algo que cualquiera medianamente preparado hace en cuatro. Lloré tanto y con tantas ganas porque desde que salí no había parado de estar midiendo fuerzas contra mi propia alma, peleándome contra las piernas a base de corazón y huevos… lloré porque me sentí vivo con rabia a rabiar y ya no podía más.

Cuando recuperé el equipaje y pude cargar la batería del móvil, recibí una llamada de Carlos diciéndome que me esperaban fuera. Apenas pude, me levanté y fui a su encuentro. Todavía no podía casi ni andar, pero cuando les vi esperándome con la lata de cerveza, se me olvidaron todos los males. Más que por la cerveza, por sentirme arropado con amigos como estos que fueron capaces de desafiar al frío esperándome horas y horas en la llegada sin saber muy bien ni siquiera si iba a llegar.

Para alguien que corre regularmente, una marca de cerca de seis horas no es una marca de la que estar orgulloso. Yo tenía cuatro meses para prepararme con el único objetivo de llegar a la meta. Me lo tomé tan en serio, que los entrenamientos anularon cualquier otra faceta de mi vida: no bebí alcohol, cuidé mi alimentación al máximo, no dejé pasar ni uno sólo de los entrenamientos programados. Como no estaba acostumbrado a las largas distancias, las agujetas y el cansancio me condenaban a prácticamente fallecer en el sofá el resto del fin de semana. Al principio no podía correr apenas más de 5 kilómetros, en los últimos entrenamientos ya corría cerca de 30. Me desafié a mi mismo, sufrí y disfruté con cada nueva marca cada semana.

DSC_6042.jpg

La aparente ausencia de significado de lo que estaba haciendo, los ánimos perdidos por el estrés que el entrenamiento causó a mi vida desaparecieron el día de la maratón. Con mucha mejor base y con tiempo, el año que viene repito con más ganas, con más fuerza, con más lágrimas que voy a ir guardando desde ya para soltarlas todas en la meta si tengo la inmensa suerte de que me vuelvan a coger.

De momento, vayamos tachando de la lista que ya hice una cosa más.

51 comentarios en “Mi maratón de Tokyo II

  1. No me vas a creer, pero te leo hace un rato largo, practico ninjutsu y caí ya ni sé como en tú blog. Me tomé el tiempo, y leí tu experiencia de vida completa, pero es la primera vez que posteo.

    Te escribo desde Chile sólo para felicitarte, te pasaste weón!!!. FELICITACIONES!!!!.
    En general, tu historia es un ejemplo tremendo de vida.
    Espero que en algún momento pueda tomarme un chela en Japón contigo cuando visite a HAtsumi sensei, o cuando tú u otro miembro de esta maravillosa comunidad visite Torres del Paine en la Patagonia chilena.

    Saludos,

  2. Me he cansado, emocionado, se me han humedecido los ojos, se me aceleró el pulso cuando escribías que no podías (más a pesar de saber que habías terminado)….. uf enhorabuena, Señor Tosca.

    MUY lindo post, y :ungusto: leerlo. ^^

  3. Con que intensidad vives y cuentas tus emociones, te envidio por ello.
    ¿A quien le importa el tiempo que tardaste? Conseguiste llegar hasta el final eso era lo difícil, el RETO y lo más importante es saber que tienes unos AMIGOS cojonudos ( perdón por la expresión) que están contigo en todo momento.

    Felicidades por todo.

    ¡¡Huy que de caritas nuevas!! :gusteresque: :riseras: :yahaaa:

    ¡¡Felices fallas a los valencianos!! Aquí se acabo el :pelao:

  4. Eres un crack chato…eres muy grande, puedes borrar el maraton de tu lista de hazañas.
    Un besaxo gigante desde Bilbao pal ikuchatooooo…

  5. Impresionante, consigues contagiar tu sensaciones a los demás, con esta forma maravillosa que tienes de contar las cosas. :ikugracias: con compartir tus experiencias con todos nosotros.

    Aunque no nos conozcamos aqui estamos muchos para darte animos cuando lo necesites :amosahi: .

    Y a esos amigos cuidalos, que es lo mejor que se puede tener en la vida.

  6. ¡¡Campeón!! :yahaaa: :gusteresque:

    Me he emocionado un montón con tu relato. Espero que puedas repetir la experiencia el año que viene.

    ¡¡Saludos!!

  7. Impresionante, Ikusuki. Tan emocionante como me habría imaginado que sería si alguna vez tuviera el coraje de hacerlo yo. Gracias… y enhorabuena. El Maratón es esa carrera que se corre contra ti y con el único fin de terminarla. :) Un abrazo!!

  8. Dos cosas que decir, primero , en mi tierra , te haces esos 42 km y los ultimos 15 los haces en el mar… no hay sitio pa mas, y segundo, ole tus huevos , yo no lo habria conseguido… no ya la maraton, la constancia en el entrenamiento…

    Ahora que ya te has recuperado de las agujetas :viejuno: como te sientes? no despues de la carrera, ahora que sabes que has terminado la Fucking Marathon of Tokyo

  9. Eso es narrar una aventura de tal envergadura como se debe narrar. Sigo diciendo, que envidiaca me das. Un reto mas en la vida logrado, como dices una cosa mas a tachar y yo lo de hacer una maraton es algo que tengo pendiente.

    Me ha hecho gracia lo de «el murciano, el albaceteño y el vasco echando carreras…» parecia el principio de un chiste, jejejeje.

    Y como ultima cosa… no te quites meritos, que eso de que habia gente animando por todo el recorrido, que son cuatro mil doscientos no es verdad, son cuarenta y dos mil doscientos metros.

    Enhorabuena por haber conseguido tu objetivo y por haber podido disfrutar de todo ese ambiente y sensaciones.

  10. Yo tampoco he podido evitar el escribir por primera vez después de seguir tu blog desde hace varios meses… Las entradas de tu blog son IM-PRE-SIO-NAN-TES!

    Mi más sincera enhorabuena, menudo triunfo el completar una maratón (da igual que sean 4, 6 u 20 horas…).

    A mí de momento me has motivado para el año que viene intentar tener una plaza en la maratón de Tokyo y vivir tu experiencia… Llevo un par de años pensando en hacer una maratón (no tengo preparación ninguna) y definitivamente tú me has inspirado a que lo intente en serio.

    Un saludo, Tío Tosca! Y enhorabuena de nuevo! :ikugracias:

  11. Enhorabuena otra vez… Pero por muy bien que escribas (que lo haces) no puedo ni quiero imaginar los sufrimientos de los últimos km… Eso le da más valor a lo que has hecho, sobreponerte a tus límites, se llamen 6 horas, 7 o 24…
    Pero me sorprende tu intención de intentarlo de nuevo al año que viene, ya que varias veces habías comentado que una y no más… Será que esto engancha?

    :gustico: :gustico: :gustico:

  12. Buahhhhh!!! Me gusta mucho leer tu blog (con tu particular desparpajo XD), pero esta ha sido de las entradas que mas me han gustado.

    Muchisimas felicidades!

  13. Don Oskar,
    Negar que no he llorado un poquito mientras leía ésto sería de cobardes.
    Hacer la maratón es 6 horas es haber estado 6 horas sintiendo cosas que alguien que la ha hecho en 3 no ha podido experimentar. El año que viene te veo adelantándome como un misil.
    Un abrazo muy grande desde el centro de Tokyo, que es Bilbao.
    Lucía y Oscar

  14. Que buena lo de tus acompañantes imprevistos y amigos, yo con solo eso ya me hubiese dado igual cualquier cosa, como si tengo que llegar a meta haciendo el pino puente y para no olvidarlo jamas.

    Por otro lado… ¿6 horas corriendo? ¿eso lo puede hacer el ser humano? :amosahi:

  15. Enoooorme!!!! Nunca he corrido una maratón completa, sólo una media y también lloré al acabarla… Acordándome de cómo estaba cuando llegué no quiero ni pensar lo que tiene que ser pensar: «Y ahora otra vez lo mismo»…

    Eres grande Oskar :) Un par de huevos como los de Bismark de los que hacen surco al andar, coño! :gustico:

  16. Hola!

    Lo primero es lo primero: ¡enhorabuena! Acabar una maratón no está al alcance de cualquiera… Vamos, yo por lo menos lo veo una odisea inalcanzable con mi pereza y sobrepeso actuales… :? :riseras:

    Por otro lado comentarte que me encanta cómo vives las cosas y cómo las cuentas después aquí. Lo haces de una manera que engancha, y además de «beberme» párrafo tras párrafo de tus entradas, suelo acabar muy motivado o entusiasmado tras su lectura. :D

    Un saludo.

  17. Hola chato,
    Hacia siglos que no te leía, la falta de tiempo… Y rabia que me da. Sabes que me encantas, y deberías saber que siempre te tengo en mis pensamientos y en el corazón. Hoy con un poquito de tiempo que he sacado he decidido leer lo de la maratón, porque tenía ganas de saber de tu ultima aventura loca. Me tienes emocionada y entregada a tu forma de narrar y a tu forma de expresarte, esa forma que describe tan bien los sentimientos que nadie sabríamos expresar o por falta de palabras o por vergüenza.
    Prometo buscar algo mas de tiempo

    1. Esto de escribir con el movil, vaya rollo, no me ha dejado acabar.
      Bueno, enhorabuena por la maratón, enhorabuena por lo que has escrito.
      Mil besos

  18. Buenas!
    pues que quieres que te diga… si alguien preparado lo suele hacer sobre 4 horas y tu has tardado 6 no está nada mal! además por las fotos allí corría de todo tipo de personas no? fijo que hay quien llegó mas tarde que tu :p.
    Lo que no sabía es que pudieran entrar otras personas en la maratón… una suerte para ti por eso porque no viene de mas un poco de apoyo moral. Y lo que mas me ha llamado la atención es que decías que por el blog creo haber leido que ya no harías nunca mas algo así y ahora ya te gustaría estar seleccionado para la próxima maratón de Tokio! XD A ver si hay suerte ;)

  19. Qué crack, me quito el sombrero one more time :ungusto:

    También me lo quito ante esos genios que son Lorco y Chiqui, da gusto conocer gente así :ungusto:

    Te aseguro que me he emocionado leyéndolo :amosahi:

  20. MIERDAAAAA!!!

    Que al final me veo corriendo el anyo que viene.
    En mi vida había visto tal ambiente, hacia siglos que no corría mas de 10 kilometros. No sentí ni uno de ellos, al menos no hasta el día siguiente.
    En cuanto termine el hanami empiezo a entrenar :) :sobader:

  21. «No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan.»
    Tienes una facilidad para transportarnos en cada articulo que escribes, espero con ansias el IKULIBRO y cuando llegue el momento, pueda adquirir uno de las primeros 100 unidades firmadas por el autor.
    Felicitaciones por el gran logro obtenido, sin duda tienes unos amigos increibles ;)

    :ungusto:

  22. Ese día, yo llevaba cuatro tachando algo de mi lista: visitar Tokio, conocer Japón. Esa mañana me la había guardado para Asakusa, por ver el templo, y ya de paso, estar un rato viendo y animando a los corredores. No quiso la suerte que te viera, entre semejante torrente de gente, para haberte animado con algún grito en español, y sin embargo, me acordé de ti como de un amigo, y ya que no te había visto, le pedí de paso a Buda que te diera un empujoncito. Me alegra muchísimo saber que lograste terminar, que te fue bien, que ganaste, y que por fin disfrutaste de tu merecida cerveza. :D

  23. El tiempo es lo de menos, lo importante es que peleaste con ganas y venciste :yahaaa: , lo importante es que tus amigos estuvieron a tu lado :coleguicas: .
    ¡Geniales las nuevas ikucaritas! :bailongo:

  24. Enhorabuena por ser como eres, y seguir siéndo tú!! Sigues transmitiendo con tanta garra todo lo que vives, que haces que uno se sienta por un instante en tu piel.. Gracias, primo!!
    Siempre es :ungusto: leerte..
    Un besazo

  25. Me ha encantado el relato de tus aventuras, como siempre.

    Por cierto, creo que ya te lo dije y se ve que tengo razon, estas cosas enganchan y al final repites :riseras:

  26. Qué decir que no se haya dicho ya más arriba…?

    Eres un fenómeno!
    El simple hecho de trazarse uno mismo una meta así, luchar por ella con un par (o con seis!) hasta el final…
    Joer!
    Que me has dejado sin palabras, leches!!
    XD

    Un abrazo!

  27. Muchas felicidades por haber acabado el maratón y muchas gracias por compartirla.
    Hace tiempo que no puedo leerte, pero hoy me he quitado ‘el mono’. Da mucha alegría ver cómo sigues tan bien y tan genial como siempre.
    Saludos,
    Almu

  28. Muchas felicidades por haber terminado el maratón y muchas gracias por compartirlo.
    Aunque ya no puedo pasarme por aquí tanto como me gustaría, siempre que puedo me ‘quito el mono’ y me da mucha alegría saber que sigues como siempre, tan campechano y desbordando buen rollo.
    Saludos desde Madrid.
    :ikugracias:

  29. Yo ya te felicité en el anterior post por tu victoria (sobre ti mismo)

    Pero leyendo esto ahora me pregunto: ¿Para la del año que viene te vas a preparar antes? (pregunta para introducir la otra, que es la importante… xD)

    Si es así… ¿Eso significa que has renunciado al alcohol para siempre? (xDD)

    Nah, ahora en serio… Esperemos que el año que viene te cojan, y animes a más españoles a participar junto a ti de forma oficial xDD

    Un saludete ;)

  30. Solo espero que se te pasen ya las agujetas :viejuno: , que hay ganas ya de una actualización leñe :pirata: (es demasiado raro que actualice más hasta Kirai :? )
    Por todo lo demás, enhorabuena!! :amosahi:

  31. Gracias Tío Tosca,

    Yo leo tu blog desde hace un par de años. Pero llegó un momento en que dejé de visitarlo frecuentemente y no sé como pude olvidarlo. Realmente me inspiraste a seguir adelante. Puesto que te confieso que ultimamente mi mundo se a perdido hace tiempo y me acordé de ti. Recordé tus experiencias y tus escritos, tus emociones y como nos describías lo que sentías y tus experiencias.

    Realmente es algo inspirador el hecho de que hay alguien como tú que vivió, sintió y superó día a día estas emociones. Me as inspirado, gracias Tío Tosca, voy a seguir tu ejemplo.

    Saludos.

  32. De pura casualidad he llegado hasta tus posts del maratón, y por aquí me quedo. Eres un monstruo. Lo que hiciste tiene un mérito tremendo. Ya me gustaría a mí ser capaz de correr una maratón y terminarla!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

:cuner: :ikukeke: :ikurruku: :ikukuko: :ikurruke: :ikukin:
:parriba :ungusto: :D ;) :yahaaa: :bailongo: :felicianer: :desquiciao: :gusteresque: :descojoner: :vainas: :amosahi: :P :( :oops: :pirata: :kiss: :feliciano: :pabajo :menfadao: :asi-no: :fliper: :flipader: :cry: :malico: :ikullorer: :pirao: :espabilacopon: :otiaya: :palizero: :ostiejas: :nunchakero: :vergonzer: :siono: :romeo: :secretico: :posna: :gambiters: :coleguicas: :comillo: :sobader: :olakease: :cocinicas: :arrozico:
:pelao: :flipanderer: :rascatecler: :gambi: :ahivalaotia: :peneke: :gustico: :pliebre: :copon: :gatostiable: :ikugracias: :bythesegao: :regulero: :ojetepalinvierno: :porsaquil: :censurer: :goku: :viejuno: :cebolleter: :triki: :ikufantasma: :estudier: :chiqui:

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.