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Las chupabolsas

A mi no se me habría ocurrido un nombre mejor… las chupabolsas©Txaritxu son, pues eso, unas bolsas que se chupan. Si es que Txaritxu las nombró así el otro día en un comentario del blog y me vinieron directamente a la cabeza!!!

Bueno, vamos a ello. Son unos envases como de plástico, normalmente de color plata, que tienen gelatina por dentro. Este invento tiene un tapón que uno lo desenrosca, se lo mete en la boca y lo chupa cual pingüinfla mientras te vas zampando lo de dentro:

Y cuando el chupeterreo no de pa más, entonces lo apachurras con el puño y lo ratoneas a tope!

Estas chupabolsas© son de frutas, normalmente son historias «sanas»

Aquí están reunidos todos los sueños de Súper Ratón!! Y no olviden súpermineralizarse y….

Aunque esta me sorprendió… tiene agua directamente!!! una chupabolsa© que es bebebolsa!©Ikusuki

De perfil de un lado según lo miras revirao

Detalle del postchuperreteo

Ya de paso, aprovecho y os cuento otra cosa de gratis. Aquí se estila mucho el relleneo boticueril, vamos, que uno se compra un bote de champú y después te tiras con él media vida. Lo que haces es comprar recambios, que son más baratos y están preparaos para que sea super fácil rellenar el bote:

Se podría decir que es como la madre chupabolsa©

Pepsi Blue Hawaii

Paice ser que el señor Pepsi saca una edición limitada de su bebida aquí cada año. La tanda de 12 meses pasada sacó la famosa Pepsi Pepinítica, y ahora le toca a la…

Pepsi Blue Hawaii
Si la piña es amarilla por dentro y el limón hasta por fuera… ¿por qué jolondrios la bebida es azúl como el mar azúl??? ein? ein?

Efectivamente sabe como si mezclas zumo de piña y un poco de limón y le metes burbujas… y plástico, un poco a plástico también…

¿Véis? no es la botella no, el liquidaco es azuloide!!! esto tiene pintas de salir del quimicefa!!

Estoy borracho


Lo reconozco. Es lunes, son las doce y veinte de la noche, mañana trabajo, pero yo estoy doblao. Pero la culpa no es mía, es de Murakami sensei que «me ha invitado» a la cena que había hoy porque era el último día de un alumno irlandés. A mi el San Patricks este ni me iba ni me venía, pero no me ha quedado más remedio que ir, y he venido con las largas puestas, vamos, que estoy neke.

Y como estoy torpedo, me saco fotos con carteles de «no tirar la basura aquí».

Así que el post que tenía pensado para hoy no va a poder ser, y lo cambio por este. Creo que soy el primer bloguero sobre Japón que escribe un post doblao y encima lo dice.

Tiene huevos, además en la cena he comido intestino de cerdo y de pollo a la brasa, en sus dos variedades: grueso y delgado. El amigo Murakami, que será todo lo famoso que quieras, pero es un cachondo del copón, ha pedido tó lo raro y yo me lo he comido como un campeón (mamá, hazme alubias!!!!)

Esta es la sexta de las fotos que he intentado sacarme yo sólo con Matías en el templo camino a casa a las doce de la noche mientras llovía.

Nada, si tengo fuerzas, mañana publicaré el post que esperaba, de mientras voy a dormirla… esto no se lo contéis a mi familia, ¿eh?.

Una bici mojándose, jajaja

Por la rajaaaa de tu faldaaa yoooo

glups!

buenas noches chatos!!

Bisbal sigue promocionándose…

… al menos en la embajada, donde tienen un buen taco de panfletos del año pasado

Yo creo que a parte del que pimplé yo la otra vez, no ha cogido ni Blas! (entendible, por otra parte)

Que ya están rancios!! Cambiadles el agua!!!

Qué cosa más aburrida la embajada, por cierto…

Al salir yo entraba uno de esos de comida china a domicilio, jajaja, como en casa viven!!

Trecemil panfletos de promocionar España y el Español contra uno de estudiar japonés para españoles… da que pensar sobre la utilidad de la embajada para nosotros…

Equilicuá, aquí está el ejemplo, uno de tantos!

Eso si, Juancar preside, aunque no se cosque de lo que se hable, pero presidir… preside!!!

El Facundo de Yokohama

¡¡ He encontrado pipas !!

Pues si amigos, y si ya os cuento el sitio, entonces os quedáis gurruñíos!!! Resulta que venden pipas en las tiendas de los chinos en el Chinatown de Yokohama!!!!

Pedazo de saco de pipas. Los chinos se las saben todas!!!. Nótese el Made in Taiwán, jajajaja

Yo creo que de ingredientes y tal andamos bien, no preocuparse!

Tienen un colorcillo oscurillo y te dejan un sabor dulce!! como a anís!!! Facundoooo monta una escuela!!!

Aunque no me quejo, porque está siendo mi cena junto con la fanta de piña que me he encontrado en el combini:

Esto no es una cena, es una verbena!!

Locke, ya estoy preparado! ya puedes ir a por Ben!!

Que casi me bautizan!

Jodé, que mal rollo. Estoy hasta nervioso todavía. Jodeeee, a ver si puedo dormir hoy algo.

Bueno, me remonto una hora en el tiempo para que reviváis conmigo el momento en el que …

¡¡¡ casi me bautizan así a palo seco y sin cenar !!!

Salgo de Karate, donde no he dado una hoy, me monto en el tren y recorro las dos estaciones que me separan de donde vivo yo. Este camino lo he descubierto no hace mucho y aunque me toca volver andando como unos veinte minutos, es mucho mejor que hacer el Tour de Tokyo que hacía antes cambiando de línea dos veces.

Total, me bajo, y voy escuchando mi ipod camino de mi casa. Cuando no he andado ni cinco minutos, me vienen dos japoneses (chico y chica) corriendo llamándome como locos. Me empiezan a hablar, que si tengo tiempo. Les digo que vale, y me hablan en el japonés de toda la vida, pero estilo el señor de los micromachines. Así que yo entiendo lo que entiendo: que me van a llevar a una escuela, y que a ver si tengo un poco de tiempo para escuchar una cosa. En mis entendederas aquello parecía una especie de obra de teatro, que querían que yo la escuchase y diese mi opinión.

¡¡¡Jodé, tengo que coger más los libros de japonés!!!

La virgen! y nunca mejor dicho!. Me llevan a un garito con un pedazo de cartel que pone «World Mission Society Church of God», me sientan en una mesa y me ponen a un tío negro con gafas, que era clavadito al doctor Preston de Anatomía de Grey. El japonés de antes me dice que si quiero un café, y yo pensando en que son las diez de la noche le digo que mejor agua. Agua, que ni pruebo ni ostias!

Entonces Preston va y saca una biblia en inglés. El tío tiene el libraco ahí marcado y subrayado, y me empieza a contar que si Dios no es solo un señor, que si hay una manifestación de Dios que es mujer, que esto el cristianismo lo ha ignorao, que claro que hay que descubrirlo al mundo… resumiendo, que en su iglesia a parte de dar ostias, ellos mismo son la ostia!

Yo al segundo de entrar ya estaba gilando por donde estaba la puerta y pensando en la excusa para largarme de allí más rápido que el correcaminos con descomposición. Pero Preston, que también se daba un aire a Bill Cosby pero cuarenta años menos, me presenta a otro tipo con una cara de más mala ostia que cuando Massiel se enteró de lo del Chikilicuatre ese y no le quedaban botellas de Whisky.

El tipo en cuestión era como un rapero de esos americanos negros enormes, con unos brazos como pitones y unos carrillos como manzanas. Y lo primero que se le ocurre decirme es «is interesting, isn’t it?». Jodé cualquiera le dice que no aquí a M.A., así que asiento. Por mi mente yo estaba ya urdiendo el plan de huida: vale, le digo al Dr. Burke que vivo lejos y que tengo que volver a casa andando y tal, pero que el rapero no se entere porque lo mismo le sienta mal que le veo entregao a la biblia esa que tiene delante del pecho ese que parece un edredón en su funda...

Así que cuando M.A. se marcha al baño, o a comer una ensalada de esteroides con proteínas, vete tu a saber, yo aprovecho y le digo al Dr. que me tengo que ir, que esto es todo muy bonito y que Dios es la ostia y el copón, y que no me vuelvo a ir de bares, pero que me marcho. Y el tío va y me dice que cuentan conmigo para la confirmación del viernes a las seis de la tarde, pero que es requisito que me bautice al nuevo credo.

A mi me da un yuyu, me entra lo que yo definiría como una carcajada seguida de una arcada y un hipo… Y le digo que vale, que me lo tengo que pensar, y me levanto ya enfilando la puerta.

Entonces va la japonesa, que resulta que era china al final, y se me pone en medio y me pide mi nombre y mi teléfono. Yo le digo que no se lo doy, que si eso ya me paso yo por allí con champú para aprovechar el viaje, pero que ya decido yo. Y ella me insiste, y yo pensando en M.A. Barracus que ya tiene que estar acabando la serie de mancuernas, le hago la culebra pasándola por un lado y me voy a la puerta.

Pero claro, estamos en Japón!! y me tengo que poner los zapatos, cosa que no entraba en el plan de huida!! Anibal Smith, cuanto bien harías poniendo una escuela!

Así que me pongo los zapatos a todo meter, para más bien salir de allí, cuando me encuentro a Preston, al Rapero, a la China y a otra que no se de donde coño ha salido, allí esperándome y poniéndome caras.

– ¿Entonces vienes el viernes?
– Ya veremos -digo mirando a MA y a su ceño que más que fruncido, estaba disecao
– Te esperamos, no puedes faltar, esto es una revelación
– Si si
– ¿Nos das tu teléfono?
– No, lo siento, prefiero no hacerlo
– Ah, pues espera -y va la tía y pone su teléfono en un panfleto en castellano que me da

Yo me largo de allí super emparanoiao pensando en que me están siguiendo. Tanto me he echo la picha un lío, que he dado tres vueltas tontas así entre casas antes de enfilar para la mía. Y ahora, cuando he llegao, me he encontrado a un tío, que seguramente no tenga nada que ver con esta historia, pero que iba andando para atrás. Era como hacer marcha, pero marcha atrás, vamos, andando de espaldas… os juro que he subido corriendo las escaleras!!!

No, si sello si que me han dejado a mi, si. Voy a tener pesadillas sin pecado concebidas hasta Julio!

Plagas postreras dice. ¿Eso es que hay que quitarse de las tartas después de comer?

Cerveza para niños

En mi barrio hay un Kitamura, que es como decir que un Eroski pero con nombre autóctononativo. El amigo Kita tiene que estar forrao, porque a parte del súper, tiene una inmobiliaria enfrente, y una tienda enoooorme con de todo al otro lado. Y viendo el dineral que me estoy gastando yo a costa de Ikusuki Investigación, seguro que abre un kiosko dentro de poco a mi costa! (comprad camisetas, que se me acaba el presupuestoooo!!!)

En fin, que ayer comprando en el Kita #1 una barra de pan para zamparme un paquetillo de salchichón que me mandó Bea (Empates! Bea-Maper-Mis padres 3, Perros del aeropuerto 3), cuando me encuentro con una cerveza para niños. Si tenemos en cuenta que es la bebida alcoholica que más se pimpla aquí con diferencia, es una buena idea para que los niños no tengan envidia!

Por supuesto, sin alcohol. Pero tiene su espumilla, y su color igual igual que una cerveza normal!

Los niños pueden ver la espumilla, brindar… sentirse mayores por un rato!. Aunque el sabor era a kas de limón!!!

Manner mode!

«Manner mode»… Esto de manner, lo podríamos traducir como «maneras» o «educación» y aquí en Japón se estila bastante que te enseñen a tenerlas mediante carteles. Por ejemplo, en el metro te piden que pongas el «manner mode» en el móvil, por la calle hay carteles que invitan a recoger los chocopremios que dejan tus perros en la acera…

En fin, delfín. Que hoy me he comprado una cajilla de caramelos, y venía con «Manner pocketto», que ikutraducido a mi bola sería «El bolsillo de la educación».

Aquí os echo las fotos, ya veréis que cosa:

Caramelos buenos para la garganta, pa que los gorgojos no lo sean tanto!

Si lo deslizas, a la izquierda están los caramelos, y una flecha que pone lo del «bolsillo de las maneras» o algo así


Que no es, ni más ni menos, que un apartao en la caja pa meter los envoltorios de los caramelos en vez de tirarlos por ahí

En las cajas de chicles vienen una especie de minipostits que yo pensaba que eran chicles patrocinados por 3M o así, pero no! resulta que te vienen para que envuelvas los chicles y te los metas al bolsillo!

Cuando me acuerdo de las noches de verano en mi pueblo con el Pirri devorando pipas y dejando las torres gemelas echas con las cáscaras ahí en el suelo, me descojono vivo!.

Encima resulta que el barrendero de mi pueblo es mi tío, jajaja

La ostia contra el cristal

El domingo pasado me di un paseo por Ginza. En estas que pasé por delante de la Apple Store, y en el escaparate tenían el nuevo Mac portátil, ese que es más fino que una loncha de jamón york.

Así que me acerqué, pero no me di cuenta de que el escaparate tenía una especie de doble cristal, y me pegué una ostia en toda la jeta que todavía me dura el huevo encima del ojo. El ostión se repartió un 70% en la frente, y un 30% en la nariz que se me puso roja como un tomate. El único consuelo que me quedó fue ver que un poco más a la izquierda había más babas en el cristal, así que no fui el único pardillo atontao paleto.

Yo si que puedo decir que el MacBook Air me marcó!

El caso es que acabo de venir de un bar de yakitoris en Ebisu con algunos compañeros de la empresa. De repente se ha oido un «bum» que ha retumbado en el lugar. Al mirar hacia atrás resulta que un japonés se había estampao contra la puerta de cristal al estilo MacToscano. Los de la empresa nos hemos descojonado a lágrima viva, pero nuestra sorpresa ha sido que nadie más se ha reído en todo el bar.

No se si será que los japoneses son así, o casualidad que los que estaban en el bar eran unos cortados… el caso es que hemos quedado de tontosalastres, pero ha sido inevitable!

El chinchón de la frente se ha resentido un poco… como solidarizándose con el estampao…

Comiendo un donut

Primero poneos en antecedentes aquí.

Y después el testimonio grabado en video de Ikusuki Test Department:

Acabo de encontrar unas fotos de ayer!!

Estos los hacían a cascoporro, y resulta que iban dando uno a cada tío de la cola!

Yo pagué un euro y medio má o meno, y me zampé dos donuts. No está mal!

Tienen esta parte de Shinjuku toda iluminada ahí… la tienda al fondo con casi nadie haciendo cola, histórico!

Té de hojas de olivo

Yo, como siempre, probando productos nuevos. Esto ya lo había visto yo en algún reportaje de esos de España Directo o así, pero que resulta que hay tés que se hacen con las hojas de los olivos.

No es normal, ojo, no vayáis a pensar que lo bebe aquí todo el mundo, que este no es un blog de esos sensacionalistas sobre Japón que tanto se estilan exagerando todo!. Es raro raro raro!!! tanto que sólo lo he encontrao en una tienda.

Va a ser como el cerdo, del olivo se va a aprovechar todo!

Aunque, la verdad sea dicha, sabía super amargo y super malo, yo no me compro otra botellita ni loco…

Huevos negros

No no, no hablo de las nobles partes colgantes de Kunta Kinte, sino de lo que me encontré el segundo día en Hakone. Quiero contaros toda la excursión, pero como estoy más liado que Dexter en una ferretería de rebajas, aquí va un pequeño adelanto:

Cocidos en el agua de los geiséres!! Una bolsita por unas 800 pelas!

Jodé, me dicen que es una piedra y me lo creo!! Negro negro como el futuro de los informáticos!!!

Pero si lo pelas, es un huevo cocido de los de toda la vida!! Este me lo acabo de cenar hace un rato.

El taxista que no tenía GPS

El otro día mi jefe me invitó a que fuese a su casa. Es una de esas «invitaciones» que no puedes declinar tan a la ligera, y por eso me tuve que ir pronto cuando estaba en lo mejor de la conversación con Aran y Nora.

Mi jefe es una de esas personas que sabe escuchar y que trata siempre de buscar una solución a los problemas sin buscar culpables. Así que tuvimos una de esas charlas en las que se pone cada cosa en su sitio, y al acabar me dijo que me daba unas cuantas cosas para mi casa entre las que se encontraban una estantería y un par de estufas.

Esto requería un taxi, así que paramos uno y le llenamos el maletero. Como siempre que cojo uno, me vi enseñándole al taxista el papel que siempre llevo en la cartera y que tiene mi dirección escrita en japonés. Normalmente lo meten directamente en el GPS y ahí se acaba la conversación hasta la hora de pagar la carrerita.

Esta vez fue muy diferente. El taxista, un señor de unos sesenta y muchos años, no tenía GPS y no tenía ni idea de por donde caía lo que ponía en el papelote aquel. El hombre, lejos de avergonzarse o enfadarse, se partía de la risa y a mi me entró una risa floja que todavía me dura. ¡Era super gracioso el señor!. Total, que le empecé a contar cómo ir a mi casa, porque más o menos me sabía el camino.

Seguro que yo sonaba a algo así en japonés:
– Mi casa, estación a la derecha, por favor.
– Esa calle no, la otra a la izquierda jao
– Mi fumar en pipa

Y el hombre en vez de disimular que mi japonés era bueno, como te suelen decir aunque uno sabe que es mentira cochina, se descojonaba más. Y no paraba de repetir «si es que ya me dice mi mujer que me tenía que comprar un GPS, pero yo es que no entiendo esos cacharros». Yo me moría de risa.

Además, cada vez que paraba en un semáforo, se dedicaba a buscar por todos los recovecos del taxi un mapa de Tokyo que él pensaba que tenía: sacaba las cosas de la guantera, se descojonaba, miraba debajo del asiento, se partía… os juro que el hombre era graciosísimo!.

Pero yo de repente vi la luz, la del seven eleven de al lado de la oficina para ser más exactos, y desde ahí ya me sabía el camino, con lo que le seguí explicando en mi indio-japonés cómo ir, y él no podía hacer nada por aguantarse la risa.

Yo le conté por donde volvía yo en bici, pero resulta que una de las calles es en dirección prohibida y no se podía pasar con el coche. Entonces el taxista dice «ayayay», pone marcha atrás, y retrocede hasta el cruce donde puede rectificar, pero en vez de hacerlo, se para y se empieza a reir. Yo hacía un rato que lloraba ya.

Cuando llegamos, por fin, a mi casa, me da las vueltas mal, añadiendo cinco mil yenes de más. Se lo digo, y entonces se pone serio por primera vez (quizás en su vida), y me da las gracias, y mil yenes menos. Le digo que me faltan mil yenes, y más serio que nunca, me pide mil perdones y se pone nervioso no acertando a sacar el billete.

Finalmente, me ayuda a descargar las cosas, le doy las gracias y se va. Yo subo la estantería por las escaleras mientras me doy cuenta que hacía mucho tiempo que no lloraba de la risa.

Cada vez que voy a por un libro, me entra flojera en las piernas…