Aquí os puse en antevicentes de estos establecimientos cortapeliles. Hoy os traigo las instrucciones para un bonito, vistoso, pero sobretodo, rápido rapamiento greñil:
El bombo ha hablado
¡Enhorabuena señor!
Hoy mismo salen todos los pedidos. Gracias a todos!
Ikusuki parodia a Kirai
Como no tenía otra cosa que hacer, vengo de la presentación oficial del nuevo cohete de la Nasa. Casualmente, el director del evento fue el primo del hijo del dueño del combini donde yo compraba los noodles cuando trabajé en el código fuente más ejecutado de internet de todos los tiempos. Tened claro que vosotros podéis usar internet más allá de Cuenca gracias a que yo programé aquello.
Así que aprovechando que mi amigo Dani Txus se ha ido a la revisión de los 3000 del traje (que ha aprovechado y ha dado parte al seguro para arreglarle la chapa con Titanlux) me he ido a dar una vuelta por Tokyo con mi nueva cámara de teletronchobjetivo. Han venido conmigo mis amigos: el presidente de Firefox 3, el que mordió la manzana que inspiró al logotipo de Apple y el dueño de todas las páginas que empiezan por H en internet.
Espero que os gusten las fotos:
Por cierto, ¿vosotros qué opináis sobre que sólo me sigan 1732 personas en twitter habiendo tanta gente en el mundo? ¿también estáis en desacuerdo?
El edificio desdoblao
Yo soy como las lagartijas: a nada que haga un poco de sol, ahí que salgo de casa. Pero tampoco me puedo estar quieto aplatanao en una roca como ellas, así que me dedico a dar paseos. En esta ocasión me fui andando desde Ebisu hasta Shinjuku pasando por Shibuya, Harajuku y Yoyogi a pata. Suelo llegar a casa con los pies en escabeche, pero así veo partes de Tokyo desconocidas más allá del gentío de Shibuya.
Entre otras muchas cosas, me encontré con este edificio que es una galería de arte:
Otros edificios curiosos:
Se acaba la promoción
Hoy es domingo, y mañana es el día en que se decidirá a quién le va el Ikukit compuesto por:
– Una figura de Vegeta, el amigo del hermano cabrón de Goku
– Una caja de Pockys extragrandes de Té verde de Hello Kitty, el mítico gato sin boca
– Unos palillos para practicar en casa y quedar como un señor comiendo sushi en el restaurante
– Un fudepén de los de meter en el estuche y dejar ojipláticos a los amigos pintando kanjis en cualquier esquina
– Unas pegatinas de gel sobre Japón para pegar en los cristales o azulejos y fardar de ikudecoración
Como ya os contamos, hemos ido dando números del 1 al 10 por orden de llegada de pedidos, y el caso es que todavía quedan 5 números. Así que si queréis entrar en el sorteo, tenéis hasta mañana por la noche.
A los que habéis pedido: no os preocupéis, lleguemos a los diez o no, el ikukit va para alguno de vosotros el martes, ya buscaremos la forma de que el sorteo sea igual de justo para todos.
Actualización: Cerramos el plazo, ya no entran más pedidos en el sorteo. Así que a los que tenéis número os corresponden dos por cada camiseta: sólo tenéis que sumarle 5 al que tenéis.
Ejemplo: alguien con muy buen gusto y mejor criterio al vestir pidió una camiseta de Ikusuki y el tío Toscano le asignó el número 2. Pues bien, esa persona entra en el sorteo con el 2 y el 7… El caso raro es al que le tocó el 5, que ahora además tiene el 0. Recordad: lo que cuenta es la cifra de unidades del sorteo de la Once del Lunes 14!, que como estoy en Japón no se si es hoy, mañana, o ya ha sido, o qué! (claro que lo sé!!).
De nuevo gracias a todos!
El Kill Paff japonés
La semana pasada amanecí un día con las piernas que parecían berberechos, así que decidí que ya era hora de ponerle remedio y me fui a la tienda a ver qué inventos tenían para calzarse mosquitos. A parte de los matamosquitos de enchufar tradicionales, me encontré uno con forma de cerdo que me pareció graciosísimo, y, por supuesto, fue el que compré:
Un periódico gratuito
Ikuceremonia del Té Toscano
Fuurin – 風鈴
«Campanilla de viento» me dice un diccionario por ahí que significan estos dos kanjis:
La verdad es que el poético nombre le cae bastante bien. Básicamente son campanitas de hierro de cuyo badajo cuelga una cuerda con un papel que al ser movido por el viento, hace que la campanita tintinee.
Pues bien, el otro día volviendo de Kárate, vi que en el templo de al lado de casa han colgado unas cuerdas de árbol en árbol e infinidad de campanillas de viento están allí haciendo su trabajo:
Concesionario Audi en Tokyo
Esto es un concesionario y lo demás son gaitas moras!
Este no tiene nada que envidiar al edificio roto!!
El conazo
No, no es que mi teclado no tenga ñ, ni tampoco es lo que me está dando siempre el americano del trabajo, que es más pesao que darle a uno de Accenture un powerpoint y un proyector.
El conazo, o más bien los conazos son lo que me encontré el otro día por Shibuya:
Medían más de metro y medio!!
El primo de Nishimagome
Así me están empezando a llamar a mi… Pero retrocedamos en el tiempo y pasemos a revivir la humillación desde el momento en que ocurrió. Que si algo he aprendido de Toni Soprano y su terapia es que hay que afrontar las malas experiencias.
Volvía yo de mi quehacer diario cuando al pasar por delante del omnipresente súpermercado Kitamura, veo una máquina expendedora más grande de lo habitual:
Pensando en Ikusuki investigación, o más bien poniéndome eso como excusa, saqué mi cámara de fotos y me dispuse a inmortalizar tal momento mientras pensaba: ¿y si me toca una PSP? ¿y si me toca algo chulo?. Ba, que no, déjate que esto siempre es un timo.
Pero al minuto uno de empezar a pensarme si probaba suerte o no, ya estaba metiendo el billete de mil por la ranura. Miro el panel de botones, y resulta que muchos estaban ya agotados… así que me decido por el de la esquina inferior derecha.
Detrás de mi había un señor con la misma curiosidad que yo, que estaba esperando a que acabase, así que para evitar que me reconociese (dificil, siendo el único extranjero que veo yo por esta esquina de Tokyo), recogí el tan apreciado producto premio y salí de allí a todo meter.
La caja no presagiaba nada bueno…
¡¡¡ La madre que me parió, qué descansada quedó !!!!, ¿pues no va y me toca una caja con altavoces?… yo creo que no se inventó una cosa tan chana desde los relojes-calculadora que te tenías que dejar las uñas largas por una esquina para darle al + en vez de al *
Mamá mamá, que salgo por la radio!!
Esta tarde de seis a siete en Radio Euskadi, en el programa Grafitti donde se hablará de vascos en el mundo quintopinil.
Me he agenciado un invento para grabarlo, a ver si soy capaz de hacerlo funcionar y os lo cuelgo…
Actualización: no se si es por mi móvil que anda últimamente como una picha mora, o qué, pero se me entiende peor que a Keny de South Park.. En fin, ahí vamos!!!
Sueño inventado
Estoy andando de noche por Odaiba, y mirando hacia Tokyo a través del Rainbow Bridge está el Guggenheim al lado de la Tokyo Tower proporcionando un doble reflejo de un enorme barco rojo metálico en el agua del océano Pacífico.
Y veo una casa de madera, y en una de las ventanas veo a una señora que me ofrece té. No habla, sólo prepara el té con muchísimo cuidado, como siguiendo los pasos de una ceremonía no escrita aprendida de sus padres y éstos a su vez de los suyos.
Mientras lo bebo, y todavía hechizado por sus movimientos, siento una paz infinita que ya había experimentado antes.
Sin quererlo, me duermo.
Despierto en mi casa pero escucho sollozos en la calle. Estoy vestido, así que, de nuevo, tardo muy poco en llegar hasta una anciana que está llorando. Es bajita, tiene la espalda un poco encorvada y lleva un sombrero. En su mano hay un paragüas, pero está roto. Yo busco desesperadamente otro para dárselo, pero en mi sueño sólo existe uno que está partido por la mitad y ella no para de llorar.
Entonces me acuerdo de alguien, y voy a buscarle al parque. Con él de la mano, me presento de nuevo ante la anciana. Se miran, ella con lágrimas en los ojos parece más una niña. Él recoge una hoja del suelo, y le dice que espere. Ella le mira muy atenta mientras se sorbe los mocos cuatro o cinco veces haciendo mucho ruido. Pero no resulta en absoluto desagradable.
El señor le regala una figura que ha hecho con la hoja: un paragüas.
La sonrisa más sincera que he visto en mi vida aparece en la cara de la señora.
Me mira…. Y me da los buenos días. Y vuelve a sonreir.
La mejor foto de Junio
Más productos ikuprobaos!
Los insectos de hojas
Desde hace algunas semanas, si hace buen tiempo me voy a un parque cercano a comer. A veces voy sólo y otras veces se anima alguien más de la oficina, aunque lo primero suele ser lo normal.
Y sentado en un banco, palillos en mano, me dedico a observar lo que pasa en un parque cualquiera de Tokyo entre la una y las dos del mediodía: veo madres que juegan con sus hijos en los columpios cercanos, algún que otro barrendero, otros empleados de empresas cercanas haciendo lo mismo que yo… pienso que no se diferencia mucho de lo que se podría encontrar en cualquier parque de cualquier ciudad del mundo a la misma hora.
Pero de un tiempo a esta parte, y de forma ocasional, he encontrado en el banco en el que me suelo sentar unos insectos hechos de hojas. Es como si fuese origami, pero utilizando hojas de árboles en lugar de papel. Una día aparece uno, después puede pasar una semana y aparecer otro con distinta forma. Siempre en el mismo banco, y siempre insectos hechos de hojas.
Los dos primeros me hicieron gracia y no les dí importancia, pero cuando apareció el tercero, empecé a coleccionarlos.
Hoy he salido a comer una hora antes, cerca de las doce, y he ido al parque andando muy rápido, corriendo en ocasiones, poseido por una emoción infantil como hacía tiempo que no sentía. Y le he visto: un señor con traje y corbata, de unos 60 años estaba sentado en el mismo banco. Se pudiera decir que es su turno, como si yo fuese el relevo.
Y me he sentado enfrente, a unos dos metros. El hombre había acabado ya de comer, el recipiente vacío de comida estaba perfectamente recogido a su lado, envuelto por una tela de color verde. Curiosamente del mismo verde que se dejaba asomar entre sus manos que no se paraban quietas. Un doblado aquí, un corte allá… entretejiendo, dando forma, esculpiendo las hojas con gesto experto, con movimientos repetidos quizás durante años.
No había comido ni siquiera la mitad de mi plato cuando me doy cuenta que es el segundo insecto que está haciendo hoy. Puedo ver el primero desde mi sitio y de repente una ráfaga de viento lo tira al suelo. El hombre lo recoge, casi sin levantar la vista del que tiene a medio hacer, y lo vuelve a poner en su sitio. Y un par de minutos después, veo que examina con cuidado su segunda obra, lo mira, lo remira y le da unos últimos retoques.
Después, coge ambos insectos y los coloca con cuidado en el reposabrazos del banco, recoge su bolsa y se va como si no hubiese estado nunca. Por el camino se va ajustando la corbata quizás pensando en las reuniones de trabajo que le esperan. Pero antes de doblar la esquina se gira para comprobar que todavía siguen allí.
Y creo verle mirarme y sonreir, como si supiera de sobra que soy yo.
Un deleite exquisito, sois un deleite exquisito!!
Andrés, que es amiguete de Neki, y que nos pidió un cienpiés que fue parar directamente a Balmaseda. ¡¡ Y nos dedicó un post !! ¡¡ Y nos mandó una foto !!
Y es que la cosa no se acaba aquí!! Goyo, un clásico ya de Ikusuki in the World, que, cual pato migratorio, no para quieto por ahí por los mundos de Dios. Y para dar envidia a Labordeta y su mochila, el tío se lleva la cámara de fotos y esto es lo que nos cuenta:
Aupa kokito
Adjunto fotos del menda en el Nuevo Mundo.
Una en Bogotá, en el Cerro de Monserrate y otra en Cartagena de Indias, en la muralla que tantos quebraderos de cabeza dio a los ingleses.
Y por supuesto, con Ikusetas por Bandera.
Un saludo.
Google Maps me dice que tararí, que no me deja actualizar el ikumapa… así que lo intentaré mañana otra vez…
Pero para que no se diga que no se dice, aquí va otra promoción…
que se pidan entrarán
en el sorteo de un ikukit !!
Compuesto por:
Atención, que en las fotos salen más de uno, pero que en el kit sólo os va uno de cada, eh chatines?, no liarse!
La cosa va así: cada pedido que nos hagáis, os damos un número del uno al diez dependiendo del orden de llegada. Después nos vamos al cupón de la ONCE del día 14 de Julio, y la cifra de la derecha (unidades) será la que nos diga qué paquete inflamos con el ikukit. El cero cuenta como el diez…
Qué alegría que alboroto, quedan 9 númerotos…
El ikukit es un tocho y números quedan 8!
Me estoy haciendo un viejete con los números… ¡todavía hay 7!
No sé cómo lo véis, pero para el ikukit todavía hay 6
Otros detalles:
– Un placer, esto es un placer
– Un lujo, sois un lujo
– Ikusuki in the world
– Post’N Blogs
Ikusuki en El Correo (un poquito sólo)
Mira mamá, que salí en el periódico el otro día!!!
La cosa es que han abierto una sección de vascos en el mundo, me apunté y me han sacao como ejemplo. Yo que me registré con la primera foto que encontré por el ordenador…
Planes rotos
Es curioso comprobar cómo la semana que me planeé el domingo pasado ha sido totalmente diferente. Creo que sólo acerté en una cosa: en que ha sido una de las más agobiantes desde que estoy aquí.
Pero analicemos:
– No acabé el proyecto, de hecho planeo trabajar en él hoy y mañana, y si todo va bien, lo presentaré el lunes que viene
– No fui a Karate ningún día de lo cansado que acababa
– El martes no hubo ceremonía del té, el siguiente día es el martes que viene. Anda que miré yo muy bien las fechas!
– El examen de Kanjis del jueves me salió perfecto
– El sábado estaba tan cansado que no fuí a gilar los exámenes de mis compañeros de Karate, aunque tampoco estoy 100% seguro de que fue el sábado pasado… con un poco de suerte, es este y puedo (o planeo) ir.
– Apenas ha llovido durante la semana, con lo que he ido en bici a la oficina casi todos los días.
Viendo los resultados tan desastrosos, me planteo si merece la pena hacer planes. Y reconociendo que esta es la primera vez que se me han roto tantos esquemas, me sigo convenciendo a mí mismo de que es totalmente positivo seguir con ello.
Si de diez cosas que me planteo salen cinco, me doy por satisfecho. Eso si, el de esta semana me lo quedo para mi, no vaya a ser que seáis gafes…
Una máquina expendedora
El otro día que estuve en la feria del juguetillo para la nena y el chiquillo, ví ésta máquina expendedora:
El restaurante ninja
Resulta que en Tokyo hay un barrio que se llama Akasaka, y mira tu por donde que se les ha ocurrido abrir un restaurante ninja. Como era de esperar, Ikusuki ha tenido a bien sacrificarse por el bien de todos sus lectores e ir a ver qué se cocía (y freía) en tan extraño lugar.
¡¡ La cosa tiene huevos !!, resulta que es todo sorpresa tras sorpresa, menuda comedia tienen allí montada!!
Entras, bajas unas escaleras y de repente no hay nada más que paredes, vamos que no ves el restaurante y las mesas por ningún lado. Entonces la chica de la recepción da dos palmadas, y se abre la pared por una esquinilla y te sale un tío disfrazado de ninja.
El tío te dice que le sigas, que empieza el entrenamiento, así que le sigues subiendo y bajando escaleras por un pasillo estrecho, teniendo que agacharte en algunos momentos porque el techo es bajito… hasta que se acaba el suelo y en vez de camino, hay agua, vamos que no se puede seguir por ahí!.
Pero no preocuparse!!, el ninja va y da dos palmadas, pone los dedos como en las peliculas, pega cuatro gritos y coge y se baja un puentecillo!!! jajaja.
Cuando por fin llegas a la mesa, el tío te dice que ha sido un buen entrenamiento, jeje, y te da el menú.
La mesa tiene el botón de llamar escondido por ahí debajo, así que tienes que buscarlo y cuando lo encuentras y lo pulsas, el tío en vez de venir por la puerta, te aparece por donde menos te lo esperas: saca la cabeza por la ventanuca que hay, o abre la pared de detrás, que resulta que es corredera… menudos sustos!
Y cuando ya llevas algunos platos, entonces se te presenta un señor distinto, aunque también vestido de ninja y se pone ahí a hacer trucos de magia, pero todo lo hace como si fuesen técnicas ninja, vamos, haciendo un número muy gracioso y original.
Y cuando te marchas, te llevan por otro camino distinto al «entrenamiento» del principio, esta vez mucho más corto y normal, y el ninja que te acompaña hasta la calle, va y hace una pirueta super chula y te despide con un cartel de «Vuelva otra vez».
Es un sitio al que hay que ir, pero yo aviso que es caro como él sólo. Fácilmente te puedes dejar ahí más de diez mil yenes a nada que comas cuatro gaitas, pero el rato que pasas y lo chulo del sitio merecen la pena. Aunque una y no más, santo Tomás, que no está la hucha para muchos alardes…
Publicidad útil
Iba yo esta mañana todo trajeado como el informático pringao que tengo a bien ser, cuando al entrar en la estación veo un chico de estos que reparten los pañuelos esos que te vienen con publicidad. Últimamente a mi no me dan, supongo que por mi ojos garbanzoiformes de los que se deduce que no sé leer chirimbolos y que poca efectividad va a tener la propaganda. Peeero ete aquí que el poder del traje, cual gran héroe americano, ha hecho su efecto y el chico va y me da uno. Bueno, el poder del traje o de las legañas, siendo las horas que eran, que igual el mostrenco este ni se ha enterao que he venido al extraradio de Bilbao!
Resulta que era como una pequeña caja de cartón donde parece que anuncian una promoción de viviendas… me he quedao patapatrás cuando lo he abierto:
Tokyo Toy Show 2008
He puesto un título de los de chulear en estéreo:
– Oye, tu donde has estado?
– ¿Yo? en el cine
– Pero que vulgar y simplón eres!!!! Yo en el Tokyo Toy Show 2008!!!
Joe, como suena!! tanta palabra ahí pa decir «en la feria del juguete». Pues eso amigos, el sábado me fui a Odaiba, que de tantas veces que he ido me van a poner una calle (イク好き通り), porque me enteré que se iba a celebrar tan juguetil evento en el Tokyo Big Sight (jaja, vaya post me está saliendo, más chulo que un ocho!!)
Para empezar, el edificio ya parece de mentiras, es como una pirámide de lego puesta del revés ahí:
Y bueno, a partir de aquí, pues ya os podéis imaginar: un montón de stands con juguetes de todo tipo, niños jugando más contentos que unas castañuelas moras, padres descansando como nunca y gente como yo sacando fotos. Aquí os pongo algunas, ¿tenéis el ALT+TAB preparao por si pasa el jefe por detrás?, ¿si?, venga!
Los muñecos para viejunos que son como super reales:
La cabina de teléfonos para llenar de gente:
El practicapalillos
Los starwarses
Un poco de aquí y una jartá de allá
Robotcillos para jugar, había uno que seguía una línea negra, como el que hice yo en la Uni de fin de carrera!!
Y siempre siempre, en este tipo de eventos, aquí están los que más pena me dan:
Semana furera
Como buen domingo, hoy toca repasar mentalmente cómo se plantea la semana aunque por mucho que se le de vueltas, siempre acabe siendo distinta, y más viviendo en Tokyo.
La mía va a ser una de las más agobiantes desde que he llegado: tengo que presentar un proyecto el viernes a primera hora de la mañana, y ni siquiera está acabado, así que tendré que concentrarme 1000% en tener todo bien atado. Confío en que me de tiempo, y también en que el yanki se esté callao, aunque como ya voy viendo que esto último va a ser imposible, voy a poner a cargar el ipod.
Pero mi vida es mi vida, y no voy a vivir en Tokyo siempre, así que también planeo ir a Karate mis tres días reglamentarios, y además recibir la segunda clase de ceremonia del té el martes. Madrugaré más de lo normal para que en la oficina todo de un poco más de sí. Además el americanini no llega hasta las diez, así que tengo dos horas de calma que rendirán por cuatro.
Uf, el jueves tengo nuevo examen de kanjis y esta semana no me sé ninguno de antemano… todo va a ser cuestión de organizarse… a ver si es verdad que esta semana me meto pronto a dormir y los días me cunden un poco más, aunque yo sin mi capítulo de Los Soprano no me duermo.
¡Vaya!, me acabo de acordar que el sábado hay examen de Karate, y aunque yo no me puedo presentar porque tengo que dejar pasar seis meses desde el último, hay dos compañeras que sí que se presentan, así que es obligado que vaya para tomar buena nota de qué es exactamente lo que tendré que hacer en septiembre para que me den el tan esperado cinturón negro.
Vamos, que la semana se presenta furera, que diría mi madre:
– Lunes: Karate
– Martes: Ceremonia del té
– Miércoles: Karate
– Jueves: Examen de Kanjis y clase de japonés
– Viernes: Presentación del proyecto. Clase de Karate
– Sábado: Clase de Karate y gilamiento del examen
Y todo con más pereza de lo habitual porque desde ayer por la noche se ha presentado el tsuyu, la temporada de lluvias, en todo su esplendor, así que se tirará lloviendo todo el rato y no podré ir en bici, a parte de calarme hasta los higadillos.
Aunque no me quejaré porque allá de donde vengo lo han tenido mucho peor este año…