El año que más mentira me parece que sea Navidad, quizás porque no se parece en nada a ninguna de las anteriores. Para bien y para mal.
Para bien porque no estoy solo, creo que casi no lo he estado desde que llegué aún sintiéndome así muchas veces porque poco tardaron en adoptarme. Y últimamente no me siento así casi nunca, a pesar del frío.
Para mal porque mi familia está lejos y sólo conozco a mi sobrina de dos años por pixeles que a veces vienen en colores a enseñarme a quien se parece, y otras en forma de letras que su padre junta para contarme cosas de ella que me suenan a cuento, a fábula que odio no estar viviendo.
Para bien porque aquí la vida no se para, y el día de Navidad tengo el examen de segundo dan de Karate con Hirokazu Kanazawa lo que hará que si apruebo, sea, como poco, el día de Navidad más especial y original de mi vida.
Para mal porque nochebuena no se sentirá como tal, ni yo aquí, ni mi familia allí. Y ya van tres.
Para bien porque tengo la agenda llena de noches a compartir con gente de aquí a año nuevo, todas las noches con personas distintas, todos amigos de los de llamar amigo.
Para mal porque no hay paga extra, ni chocolate con churros, ni turrón de Suchard.
Para bien porque tengo con quien comerme las uvas una a una, mano a mano hasta doce, beso a beso hasta mil.
Para mal porque no podré quitárselas a Javi mientras se las come él y me perderé sus carcajadas.
Para bien porque estoy feliz, porque quiero a los míos más que nunca a pesar de la distancia y ya hay planes para volver a verles, porque me salen los sueños y la mayoría de las veces siento que estoy jugando a vivir meciéndome por los meses, riéndome con cada hora.
Para mal porque tardaré un poco más en conocer a Beñat y me pasaré otro año sin volver a ver tantas caras que querría ver, tantas… que sería de mal gusto nombrar sólo algunas.
Para bien porque yo venía a escribir sólo un párrafo para enseñar un vídeo que grabé sobre un espectáculo de luces y música que tienen aquí montado, y me ha salido todo esto que ya el vídeo da igual.
Para mejor porque no se me ocurren más para males.