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Puestos de un matsuri en Shinjuku

Dando paseos al azar, de vez en cuando escucho jaleo. Y el jaleo para mi es como una luz en la noche para un bicho: es inevitable que vaya. Esta vez, me encontré un templo donde había un matsuri, que no es ni más ni menos que una verbenilla con un ambiente genial.

Siempre son igual, por todos los lados del templo hay puestos de comida y bebida, juegos para los niños, alguna representación y con el buen tiempo, casi todo el mundo va vestido con yukatas (kimonos de verano).

Si es que como para no ir

Eso si, aplicamos precio de verbenilla. Botellín de agua, 300 Yenes, yujuuu

Jum jum, que hambre!!!!

Jaja, la foto polémica del día. Comentarios quiero!

Aquí te dan una espumadera de papel y si eres capaz de pescar una, te la llevas (normalmente se rompe el papel antes)

Es genial cuando montan los puestecillos estos, todo el mundo gritando bienvenidooo, la peña pimplando, ah! q guay!

Y mientras yo me partía con un niño que era igualito a Shin Chan (con su madre gritona y su padre bebiendo cerveza y pasando de todo), empezó a sonar una música como mística ahí, y la gente se arrejuntó en torno a un escenario. Resulta que había representación de teatro Noh (que sih que sih):

El equivalente al kiosko de los músicos

Estuvo gracioso, aunque fue eterno! no se acababa nunca!

Las máscaras son de madera

Aquí los que dan ambiente

Y aunque me gustó verlo, aquello se estaba haciendo más largo que un día con pan (pero sin jamón), así que enfilé para casita, no sin antes darle un poco de vida a la cámara de fotos, aprovechando que todos estaban viendo la representación:


Por cierto… ¿os he dicho que me he comprado un móvil?

Aqua-bus desde Asakusa a Odaiba

Hoooola

Estoy mueto! Vengo de Karate, y estar hora y media pegando patadas descalzos en un suelo de madera… tengo los pies estilo socarrat! ayayayay

Pero tengo que acabar de contaros mi Golden Week!!! así que con o sin pies, paso a narraros lo que hice a partir de la subida al monte Petao, digo Takao.

Viernes, 4 de marzo, por la tarde


Estaba yo arriba del todo poniendo los ojos como un japonés sospechando para intentar ver el Fuji cuando me suena el teléfono. Es Lekesan, que hay cena en su casa, que tiene bakalao al pil pil, que vaya, mecagüentxotx, que vaya. Como uno es cualquier cosa menos un desaborío, por supuesto que acepté, y me dispuse a bajar del monte esquivando al personal.

Y me fuí a casa de Lekesan, y conocí a Celia de Japanizeme, y me lo pasé pipa con el hijo de Leke y sus juguetes, y comí jamón, y bebí Rioja y cené Bakalao al pil pil!

Familia, esto es un bakalao y no los de Urzaiz!

Y después de un par de patxaranes, quedamos al día siguiente con los de la tele. El plan: desde Asakusa coger un «Aqua-Bus», la txalupa de aquí, que te lleva por el río Sumida hasta Odaiba, la bahía de Tokyo.

Sábado, 5 de marzo

Quedamos con los televisivos, y como somos más majos que los yenes de 500, les fuimos a buscar al hotel otra vez. Y de ahí a Asakusa, y cosa extraña en Japón, tuvimos que hacer cola para comprar el billete!

Que raro que haya gente, no? ay ay ay ay

Allí mismo vendían churros, toma ya!

Nos chupamos la cola Leke, Kota y yo. Ellos se llevaron a la mujer de Lekesan y estuvieron haciendo entrevistas a la gente sobre el cambio climático y tal. Esa corresponsal en Tokyo!!!!. Y ya por fin, nos montamos en el barco, y pusimos rumbo a babor (eh! años queriendo decir esta frase!):


Foto típica… el país del sol naciente (como que a las cinco de la mañana ya es de día!)

Llegando al mar, pasamos por debajo del Rainbow Bridge, que es como el de Mapfre pero en blanco!

En la parte de arriba pasan los coches, y por debajo un tren que va por railes, y sin conductor!

Esta foto se la he robado a Leke. Aquí Aintzane que parece que haga publicidad de la Inocente!

Yo creo que éste estaba un poco hasta los mismísimos de cargar con la cámara…


Y ya llegando, apareció éste mostrenco. Parece ser que el diseño lo ha hecho un dibujante de manga, y la verdad es que la pinta toda la tiene de salir en Doraemon o alguna de esas. Es como una nave espacial!

Yo le veo una pega… en mi txalupilla íbamos al aire libre! Aunque molar, mola!

En Odaiba, hay una estatua de la Libertad en chiquitina… esto no hay quien lo entienda!

Esto no es que sea propio de aquí, pero a mi me llamó la atención! Spiderman en japonés!!

Una peluquería para perros…

Y si los japoneses van con la cámara a todos los sitios en el extranjero, nosotros vamos con el camarón, que pa eso somos de Bilbao!

El paisaje con el puente al fondo es bonito. Une Tokyo con Odaiba, que no es más que una isla artificial.

Al acabar el día… el paisaje es muuuucho más espectacular!!

Ya por la noche, nos despedimos de los de la tele pensando en que seguramente no nos iban a sacar (aunque al final lo hicieron), y de todo esto ha quedado una experiencia inolvidable y una larga amistad. Bueno, y un sobrino!

Joe, últimamente me saco mogollón!!! menudo narcisista! Mirad que guapo Kota! Y el león del Athletic???

Cena en Gonpachi, el restaurante donde Uma Thurman se cepilla a Lucy Liu en Kill Bill, que existe y está aquí al lao

Ay ay ay que no me dicen nada los de la ETB y os tengo a todos caninos!!!! No os preocupéis que en cuanto lo sepa, os lo cuento!
Hoy toca el siguiente plan de la Golden Week ésta que a mi más que golden, me ha salido redonded. Bueno, al grano que diría el presidente de Clearasil.

Martes 1 de Mayo

Este día currelar se currelaba, pero como al día siguiente era mayormente lo que viene siendo como un viernes en el que, además, no trabaja ni Blas, pues como que no iba a desaprovechar la…

CENA EN EL GONPACHI, EL RESTAURANTE DE KILL BILL

Esto es como una bola…. yo conocí a Salva, el chico valenciano que se marcha del país, en el Spanish Meeting Group de Tokyo. A raíz de aquello, me invitaron a la cena de despedida que ya os conté el otro día. Y en esa cena, a parte de conocer a uno de Burgos, a una japonesa casada con un valenciano, y a una de Nueva York con padres cubanos, pues me invitaron a ir al sitio este que yo ni sabía que existía.
¿Cómo no voy a ir yo a esto? vamos vamos vamos!

Por fuera tiene buena pinta, pero nada más entrar ya puedes ver que si que es el de la peli!!

Las cortinillas estas molan, eh?

Ahí lo tenéis. En la peli todo esto no estaba, había que hacer sitio pa la matanza!!

Una vez que la tía se cepilla a todo Blas, sube arriba y sigue la juerga!!. Nosotros estábamos arriba

Siempre que voy a un sitio nuevo, conozco a gente nueva. Es genial!. Esta vez, a dos australianos, uno que llevaba mil años y ya sabía cómo se comía con palillos, y otro que acababa de llegar esa misma mañana.

Cada vez que alguien se marchaba del local, gritaban todos un «¡¡ ARIGATO GOZAIMASU !!» que es el muchas gracias de aquí. Que ambientillo mas guay!!!.

Un nativo autóctono dándole un par de vueltas al arroz.

Uma Thurman no era, pero una foto yo me tenía que sacar con ella

Unos soba, o fideos finos japoneses que se comen fríos.

Jodé que bueno estaba esto!!!

Y en la planta de arriba estaba la zona chic, especializado en sushi. Yo saqué foto, cómo no:

El sushi bar del Gonpanchi.

¿Lo mejor? que costó la mitad que el restaurante español del otro día. Última vez que, estando en Tokyo, me voy a un sitio que me van a poner tortilla de patatas a millón el pintxo!!

Asakusa

Dale al playyyyyy

Queridos amigos. Hoy he salido de excursión, y no os podéis imaginar lo que he visto. He cogido el transporte en el que siempre va tantísima gente, y al final he llegado a un sitio que se llamaba Caracosa, o Rararusa… no no, ¡Asakusa!.

Me he bajado porque sino me pisaban, y nada más salir me he ido donde más gente había. Allí todo el mundo se sacaba fotos al lado de un sitio con un farol rojo muuuy gordo, que a los lados tenía a dos señores muuuy feos que a mi me daban mucho miedo.



Me he adentrado en aquel fascinante lugar, y a los lados de una gran avenida había un montón de comerciantes con mercancias increibles que sólo se pueden ver por aquí. Yo habría comprado todo, pero no alcanzaba al mostrador. Eso si, dando saltos he podido sacar alguna foto para poder enseñaroslas.








Después de mucho andar, he llegado al final de esa calle y allí había una especie de casa con un tejado muuuuuy grande y las personas quemaban lo que parecían puros dentro de una cazuela que era también enooorme.



Yo me imagino que aquí tiene que llover mucho, porque me he encontrado con una casa con cinco tejados, uno encima de otro. En Fraguel Rock nunca llueve tanto, aunque también es verdad que vivimos dentro de una cueva.


Por cierto, ¿os acordáis de esa serie que solíamos ver en Fraguel TV cuando no trabajábamos?, pues esa gente existe!, viven en este lugar:



Como ya me aburría de tanto tejado, he decidido explorar un poco hacía otro lado, y me he encontrado un río!. Al otro lado había una serie de viviendas que eran muy altas y construidas de forma que parecen espejos reflejando todo lo que tienen delante.


Además, hay personas que se dedican a llevar a otras a cuestas. Yo he querido que me llevasen, pero ni siquiera me han visto, así que he tenido que volver a pie.


Bueno amigos de Fraguel Rock, en la siguiente postal os contaré más de mis peripecias por el mundo exterior!

No, si algo se cocía…

Una de las primeras cosas que me dijeron cuando alquilé el piso, fue que había una calle famosa llena de cerezos. La verdad es que me pilla a medio minuto de casa, y tiene un montón de árboles de lado a lado.

Tanto el dueño de la casa como Michiko le daban mucha importancia al hecho de que estuviese tan cerca, y yo que lo que tenía era muuuucho frío, me dedicaba a pasar a toda leche por ahí para intentar llegar al tren que tiene calefa y se está calentito.

La calle pelada.

Bicis y más bicis en cualquier esquina

Y de repente, empezaron a colgar farolillos. Ahí ya empecé a sospechar, seguro que esta gente tienen alguna preparada, que ahí donde los ves como que sólo trabajan y andan rápido, fijo que preparan alguna…

Farolillos o «chochin». Si si, reiros, que no me lo invento.

Aqui podría poner mil y un chistes sobre el nombre. Pero me limitaré a poner «un farolillo visto de cerca»

Entonces fue cuando empezaron a aparecer flores. Una aquí… dos allí…. y yo ya me empecé a dar medio cuenta de la que se iba a liar allí. Si a todos los árboles que hay en esta calle les da por florecer a la vez, esto puede parecer un anuncio de Mimosín con farolillos.

Tímidas, como temiendo molestar, las flores se asoman. (Toscano, 2007)

Ale, a motrollón!!!

Alaaaaa, todas a la vez!!!!

Sakuranamiki dori. Sakura es «Cerezo» en japonés, y además un nombre de mujer. Namiki no tengo ni idea, google os dice si eso. Y Dori es calle.


Y después de los farolillos, empezaron a instalar casetillas estilo a las del tiro que ponen en las verbenillas, pero de comida. Y efectivamente… Yo nunca he estado en el valle del Jerte, y seguro que allí hay más cerezos que aquí, pero os juro que es precioso pasar por aquí dos veces todos los días. Y la segunda vez que paso, que es a las tardes cuando vuelvo a casa, de repente me encuentro con gente ahí sentada debajo de los árboles pimplando y comiendo!

Reservan el sitio con esterillas de esas.

Es muy habitual ir con la gente de la empresa. Además el novato es al que mandan a coger sitio, Que perros!!

Pero mira que soy un artista, eh? esta foto no la saca ni el national geographic ni akilino juntos.

Gente pimplando. Yo no se si mirarán mucho a los cerezos…

¿Os podéis imaginar el ambientillo?

Una ocasión especial para pimplarse. Como Santo Tomás, donde nadie se acuerda del santo.

Como os contaba ayer, el domingo por la mañana me fui a Harajuku a ver a los figuras de Tokyo. Y la verdad es que estaba ya bastante cansado de tanto andar, así que decidí volver a casa pronto para dedicarme al noble arte de la siesta. Y me bajé del tren, y sin darme cuenta, pasé a formar parte de una procesión de gente que se dirigía a mi casa. «Ya la he liao, tanto poner Fito a tope por las tardes… me van a linchar» pensaba yo. Pero no!, iban todos a la calle de la que os estoy hablando. Resulta que la habían cortado, y tenían montada allí una verbena del copón!!!!

Japón en estado puro. Fijaos en el suelo, lleno ya de pétalos.

Con cada corriente de aire, una lluvia de pétalos cae.

El caso es que se oía como una tamborrada, y para allá que me fui. De nuevo siguiendo el criterio de mis entendederas, os paso a contar lo que vi. Se dividen como en peñas, en komparsas, cada una de las cuales va con su kimono y su cuadrilla de tambores. Por turnos, iban saliendo en grupos a una plaza que había allí al lado y bailaban. En cada cuadrilla hay gente de todas las edades, desde señoras que parecían tener setecientos veintitres años, hasta niños pequeños, y eso es lo bonito, ver bailar lo mismo a gente tan distinta:


Madre e hija. Van o no van guapos!?!?!?

En plena actuación. Hasta me emocioné y todo!!!

Yo ahí que si me escondo que si no para sacar la foto, y al final menuda cazada me pegaron!

Detalle de un kimono.

Para comérselas!!!!

Una de las komparsas. De verdad que fue chulo chulo.

De nuevo, por inesperado, fue más emocionante y precioso si cabe. Además va a durar poco, y quizás por eso se aprovecha tanto el momento. Se calcula que en dos semanas no quedará ninguna flor….

Y es algo que se ve todos los días… triste, pero no se puede hacer nada. Shoganai, ne?

En mi memoria, cuando pase por allí, seguireis estando!

Harajuku

Lo que pasa en este sitio no tiene nombre. Podemos decir que es donde se juntan todos los figuras de Tokyo para dar el cante. A mi se me ha ocurrido ir esta mañana y… bueno, mejor lo véis vosotros mismos:

Míralos que guapos ellos

Encima les encanta que les hagas fotos. Bueno, para eso se ponen esas trazas.

Este daba abrazos gratis. La chica era una argentina que estaba entrevistando a la gente.

Para esta del medio de la foto, ya partíamos de una base genética desleida. Y encima va y se me viste así!

Al loro con el pelo de Mary Poppins,,

Y como punto y seguido, porque me temo que volveré cualquier día de estos con la tarjeta de memoria vacía, aquí va un video de un tipo que se trajo su caseto de casa para realizar el siguiente espectáculo:

Bono en persona.

Actualización: volviendo a ver el video, parece que sueno un poco borde al final. ¡¡¡ Para nada es mi intención !!!, ver a esta gente haciendo las cosas que hacen es de lo más divertido que me ha pasado desde que he llegado. Así que me caen bien, y de ninguna manera pretendo meterme con ellos… si son unos cachondos!

De quedarme chato vengo

Esto es lo más raro que me ha pasado en mucho tiempo. Hace como cinco minutos que se ha acabado la situación más surealista acontecida jamás por mi persona, y eso que conozco a gente muy rara, eh?

Paso a relatar los hechos:

20:35 – salgo a correr con mis pantalones cortos, mi ipod y mis pintas de extranjero raro
21:03 – llego a casa y como no me apetece hacerme la cena, dejo el ipod, cojo la cartera y me dispongo a ir al seven eleven que tengo al lado a comprarme algo pa cenar.
21:05 – llama mi antigua compañera de trabajo al móvil, así que me paro en la puerta de la tienda a hablar con ella por teléfono
21:12 – veo a dos polis que me miran y siguen atentos mi conversación (medio japonés medio inglés, con algún que otro palabro en castellano que se me escapa)
21:19 – acabo de hablar, me estoy despidiendo y veo que los polis vienen donde mi.
21:19 – 21:25 – me piden mi carnet de extranjero, que no tengo porque la burocracia japonesa no es que sea de las más rápidas. Me preguntan que hago en Japón, si vivo por allí, en qué trabajo y de donde vengo. Les digo que España y uno de los policias se me pone a hablar en un perfecto portugués de Ronaldiño. Del que entiendo una de cada cuatro palabras. Me piden el pasaporte, les digo que he salido a correr y que no lo tengo, lo que es más que evidente dadas mis pintas. Me preguntan que si vivo cerca, que me acompañan a por él.
21:30 – llegamos a la puerta de mi casa, yo andando y ellos en bici. Me esperan abajo, subo y se lo doy. Uno lo coge y empieza a leerlo, claro está en español, así que tu me dirás. El otro le enchufa con la linterna. Yo por dentro me descojono, porque se que está todo bien y que no hay ningún problema. Parecen Milli y Vanilli, en absoluto dos polis de verdad.

Me preguntan entre otros datos dificiles de sacar por el pasaporte, mi nombre, mis apellidos, de donde vengo y donde nací. Después Rivaldo me pregunta algo en su acento coraçao ese. Ni idea de lo que me dice, asi que le pregunto en japonés. Me contesta en Regino, finalmente me da un boli y me dice que escriba mi nombre. Al coger el boli con la mano derecha dice algo y me quita el boli y escribe lo que supongo que será «diestro».
Finalmente me piden perdón, me dan las gracias por colaborar y se piran en bici. Han apuntado en un cuaderno que me llamo Oskar, que nací en Bilbao y que soy diestro. Ah! y la hora.

Lo que me ha llamado la atención (dentro del estado de flipamiento en el que me encuentro): han esperado un cuarto de hora a que acabase de hablar por teléfono, un japonés me hablaba en portugués, y finalmente como si no hubiese pasado nada, me pregunta que a ver si me gusta Japón…

Aquí estoy escribiendo esto mientras se calienta la cena que he comprado en el microondas.

Y mi sensación no es en absoluto de nerviosismo, ni de preocupación… sino de que estoy viviendo en un país que es como los dibujos animados!!!!

Anda queee

Actualización: lo acabo de contar en el currelo, y les parece la cosa más normal del mundo. Les he dicho, ¿y a qué viene tanta pregunta?, y me contestan que es porque soy extranjero. Seguramente pasará lo mismo en España, pero no nos enteraremos…

Shinjuku

Tranquilos tranquilos!!! Yo del terremoto he visto lo mismo que vosotros, ¡por la tele!. De hecho me he enterado esta mañana cuando he leido El correo digital (la guía para empezar el día en las empresas vascas).

Es más, no he sentido ninguno desde que he llegado, y, por experiencia, se que es normal sentir un par de ellos a la semana. Dicen que hay movimientos sísmicos de cierta relevancia todos los días.

Pero yo hoy no me he preparado la lección de los terremotos, hoy me he estudiado Shinjuku, que es un barrio muuuuy chulo. En el enlace de la Wikipedia podréis enteraros de los datos aburridos esos de lo grande que es y tal.

Yo voy a lo mío. Es algo así como el centro de Tokyo donde se juntan un montón de líneas de metro y de tren, y hay más gente que en la guerra. Es salir del tren y empezar a flipar. Yo os juro que me voy partiendo de risa esquivando a gente, no os podéis hacer a la idea lo que es aquello.

Así según mi criterio estilo Paco Martinez Soria en Madrid, yo dividiría ésto en dos partes: los rascacielos estilo Nueva York, y la zona de tiendas / bares raros (/chungos/dudosos….). Ambos impresionan, aunque me quedo con los rascacielos y la posibilidad de subir a los miradores que hay en los pisos más altos de algunos de ellos para asomarse a la locura de ciudad que es Tokyo:

Los edificios son de bancos, seguros y gentuza por el estilo

Seguro que alguno es de una consultora!!!

En este se reflejaban los otros, que guay!!!

Este tenía una base ancha que se hacía estrecho. Vamos como un colajet!

La guinda la pone el Ayuntamiento de Tokyo, que es una megamole de dos torres, a cuyo piso taytantos se puede subir. Encima se llama «Tocho«, vamos, nombre internacional donde los haya!

La tochez ya se venía viendo desde lejos

El color es guay, como azulado y marrón clarito…

Ahí me puse todo místico con la estatua y tal

Pues eso, dos observatorios, uno por torre. En el Norte se supone que si el día está claro, ves el Fuji. Es mentira!!! yo he subido ya por lo menos diez veces en total y ni Fuji ni Fuya!

Vaya vista, eh?? por la noche es más flipante con las luces, a ver si un día saco

Un mercado de gente. Chiquititos chiquititos, ehhhhh, aquí arriba!!!! Feoooos!!!

Y si tiramos para el otro lado, tenemos las tienduquis de electrónica, como en Akihabara, pero alguna menos:

Yodobashi Camera, una de las típicas

Electrónica electrónica no es, pero como para no llamar la atención!

Eh vaya lío de luces!!! Por la noche es todo mucho mejor!

Aquí a Matías me lo tenían disfrazado de Goku… pobre!

Aquí viene Iberdrola y se forra!!! Bueno, habría que traducir el Delta al japonés

Yoshinoya y McDonalds. Ramen y Hamburguesas frente a frente! Una de cada!

Un tocho de gente, y el tocho al fondo. Si es que tengo un día de ingeniosoooo

Este ha sido otro reportaje del reportero con los ojos más redondos de veinte kilómetros a la redonda, valga la redondancia.

Mi pisito de 25m2

Uyuyuyuyuuyyyyyy que de cosas os estoy contandoooo!!!
Íbamos por Akihabara y mi flamante nuevo ordenador en perfecto japonés. Por cierto que sepáis que he podido meterle cosas en cristiano y funciona igual, la siguiente es intentar instalarle un windows Vista en castellano.
Vale, yo y mi ordenador en la Weekly Mansion. El domingo quedé con un amigo que es el que más tiene que ver con que yo esté aquí haciendo mis trapis, brindamos con una botella de champán el principio del proyecto, y hablamos un poco de todo. Va a estar programado en Java y lo mejor es que me han dejado total libertad para hacerlo como yo crea, así que me va a valer para aprender un huevo.

Una tienduqui de plantas de al lado de la ofi. Bonito nombre, si señor

Venga venga, que me enrollo y luego me llamáis frikiplanet. El caso es que el martes me vine a vivir al piso por fin, menudo rollo era tener toda la ropa en las maletas, ya tenía ganas de sacar todo, aunque sea para ponerlo en el suelo como está ahora, jeje. La cosa del piso funciona así: se alquila a través de una agencia, y sólo al final de todo es cuando ves al dueño. Todo el papeleo se hace con la agencia, el piso lo ves con ellos, y si estás interesado, entonces el dueño tiene que darte el visto bueno. En mi caso, al ser extranjerillo y tener los ojos como dos soles, los de mi ofi tenían sus reservas de que me lo fuesen a dar así sin más. Peeero resultó que el matrimonio que lo alquila tiene dos hijos, uno en la India y el otro en Boston, así que dicen que entienden mi situación y que me van a ayudar todo lo posible. Genial!! Yo le hice cuatro reverencias, y dije cuatro tonterías en japonés para caer majete y finalmente aquí estoy.

Lata de café de una máquina expendendora. ¡¡Sale caliente!!, menudo invento (unas 130 pelas)

A la hora de pagar, la cosa se pone graciosa. Todo se basa en la mensualidad, que en mi caso son unas 75.000 pts (por 25 metros cuadrados, y aun así es grande para una sola persona). Pues basándonos en eso, el primer pago se desglosa en:

  • Key Money: dos mensualidades. Este concepto es muy gracioso, básicamente se basa en que le pagas ese dinero al dueño por dejarte estar en su casa. No se devuelve y no cuenta como mes. Aquí le llaman «Thank you money». En fin.
  • Fianza: suelen ser un par de mensualidades, aunque lo cuadran con el Key Money y al final pagas tres en total. Este dinero en teoría te lo devuelven si no has preparado ninguna en el piso.
  • Agencia: te clavan el equivalente a un mes por los servicios prestados. La verdad es que en mi caso se desvivieron por nosotros, nos llevaban en coche a ver los pisos, y me dieron un regalo de bienvenida.
  • Por supuesto, el primer mes que cuenta como mensualidad normal.

Estamos hablando de 6 mensualidades de golpe y solo cuentan como un mes de renta… ¡vaya sistema más cachondo que tienen montado!. En mi caso el dueño «sólo» me cobró un mes de Key Money y la agencia medio mes, así que echad cuentas: 1 Key Money + 2 de Fianza + 1/2 Agencia + Marzo…

Ahí van unas fotos del piso:

You Heights… ¿tu altura? vete tu a saber

Nada más subir las escaleras, de frente. Pero tengo parking de bici si quiero, eh??

Ahí pone Osukaru, me di cuenta al día siguiente que lo habían colocao. Que chulooo

La entrada con su sitio para dejar los zapatos. A la izquierda, un huequillo para una lavadora


Cocina y baño, estilo japonés, chiquitito chiquitito, como yo.


Aquí el asunto va a gas, cómodo y fácil.

Un aire acondicionado/calefacción. Aún así, estoy pasando un frío del copón, a ver si me agencio una estufa o algo.

Foto de los compis del curro de Zamudio. El patio que se ve es el del dueño de la casa.

Michiko, la pinche japomexicana buscando palabras en mi diccionario japonés-español. Estábamos esperando al señor que iba a enchufarnos el gas.


Como dice Medina, duermo como los mendigos!!!

Lo bueno del piso es que el precio está muy ajustado, que me pilla a sólo cuatro estaciones de la ofi, con lo que de puerta a puerta tardo una media hora, y que tengo cerquita un seven eleven (tiendilla que abre las 24h y que tienen de todo), y un supermercado.
Cuando volvíamos a la oficina, Michiko me dijo que era «costumbre bien linda japonesa hacer un regalo al dueño de unos 1000 yenes más o menos». Y aunque el tema del key money me parece tener una jeta increible, tampoco quiero ser un desaborío, ya sabéis: donde fueres haz lo que vieres. Así que me estiré y me casqué una tortilla de patatas que le llevé ayer por la noche. Eh! este testimonio está documentado:

Por cierto, que era el único plato que tenía y se lo ha quedado el dueño!!!!

Ale, hasta la siguiente!!!

El sábado a Akihabara

Por fin llegó el fin de semana, mi primero aquí, las primeras 48h disponibles para intentar recuperarme del jet lag y hacer alguna escapadilla a los sitios típicos sin tener que madrugar. Así que el sábado, cogí y me fui a Akihabara, que es un sitio donde hay cuarenta y siete mil tiendas de electrónica, y donde se puede husmear lo último de lo último. Mi intención era echarle un ojo a los precios de los portátiles, y de paso ver que se cuece en Japón seis años después de mi última visita tecnológicamente hablando.

Estación de Akihabara, cartelillo típico a la par que entrañable

Pillé la Yamanote, la línea de tren que rodea Tokyo, y mi primera sorpresa fue que dentro de los vagones ahora te anuncian las estaciones y de qué lado se van a abrir las puertas ¡¡en inglés además de en japonés!!. Y muchos carteles en el centro de Tokyo están ya escritos también en inglés, hablo de carteles oficiales: metro, tren, autobuses, porque la inmensa mayoría siguen con sus kanjis/kanas como Buda manda.
Me dio por ponerme en una esquina de un vagón y mirar a toda la gente del tren… creo que de unas cincuenta personas, sólo era yo occidental. No os podéis imaginar lo extraño de esa situación, lo describiría a camino entre incómodo y divertido, y me pasa todos los días en tiendas, restaurantes, por la calle…

La máscara se la ponen porque están chungos y para no infectar a la gente…


Y nada más bajar del tren, empezó el jaleo de gente por todos los lados con bolsas, dependientes de tiendas anunciando sus historias a grito pelao, altavoces, música, luces de neón iluminando todo, ¡¡ me encanta este ambientillo !! y más si tenemos en cuenta que puedes toquetear todo el género. En la parte de fuera de las tiendas tienen modelos reales de casi todo: móviles, traductores, cámaras de fotos… es super normal ir allí y ponerte a andar en el chisme, nadie te va a decir nada y así te haces a la idea de si es lo que buscabas o no y ni siquiera tienes que entrar dentro.

Lo primero que se ve nada más salir de la estación. Bueno, la de verde a veces no está


Habia dos o tres como esta anunciando no se que, no me acerqué porque me entraba la risa

Precios de tarejtas de memoria. 2GB SD, algo menos de 7000 pelas.


Pen drives… pero fijaos en el de abajo a la derecha ¡¡ 8 GB !! ahí te cabe internet de la A a la P, por lo menos!!

Y allí estaba él. Vivía con otros de su especie en una estantería, pero en realidad se que estaba solo. Aunque no podía oirle, sabía que me llamaba, me decía «llévame contigo, llévame contigo» (supongo que en japonés y por wifi). Fue amor a primera vista, y aunque la dependienta no se cansó de repetirme que no iba a poder instalar nada que no fuese en japonés y mucho menos un windows, y que no lo comprara, yo ya no podía traicionarle. Y me llevé esta maravilla por cerca de 120.000 pelas:

Mi pequeñín, todo blanquito él…

Es un Toshiba Dynabook con Intel Celeron 1,73 Ghz, 512 de memoria, 100 Gb de disco duro, grabadora de DVD, 4 puertos USB, 1 Firewire, y raton USB de regalo. Las características puede que no sean nada del otro mundo, pero la pantalla se ve genial y el color blanco estilo Mac… ahhhhhh que chuloooo.

Así que enfilé para el hotel que no le gustó al anónimo que puso el comentario en el post anterior, para poder dedicarle un rato al ordenador y ver si el idioma iba a dificultar nuestro amor (que vaya si lo hizo, qué jaleo!!! al final le he pillado el truco a base de diccionario). Y justo justo al lado de la estación, me encuentro a unos peruanos cantando en castellano y una pila de japoneses echándoles dinero… qué mundo este! Tengo un video, pero no puedo subirlo, así que os tendréis que conformar con una foto:

Pues tenían unas pelas! Eso si, cantaban super bien y encima cascaban japonés como campeones

Hasta luegoooo

Ikusuki, Bilbao, Tokyo…

Como ya adelantábamos, después de mucho pensarlo, medio Ikusuki se va a Tokyo una temporada. Prometemos conquistar aquello, promocionar el País Vasco, enseñar nuestras camisetas, aprender más japonés, exportar el txakolí, subir al Fuji con el cienpiés, y pegar inocentes en el metro.

El otro medio de Ikusuki se queda encargado de que todo siga funcionando tan bien como hasta ahora gracias a Internet. Eso si, le vamos a dar un nuevo giro al blog. Tenemos cosas que contaros sobre nuevos diseños, nuevas promociones y hasta concursos!. Pero también aprovecharemos para acercaros un poco más el país de las letras raras, los tebeos que se leen al revés y los móviles futuristas. Estamos segurísimos de que juntos nos enteraremos de muchas cosas que no sabíamos, y romperemos falsos mitos como lo de la huelga japonesa esa.

Todo desde la perspectiva Ikusuki. ¿No suena bien?. ¡Volveremos cuando consigamos que saquen un tamagochi vasco que haya que darle chuletones para que siga viviendo!