Pues eso, que he podido dar un poco la luz en uno de los videos, y ahora, por lo menos, podéis ver a la gente bailando en vez de sólo imaginaroslo:
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Obreros
El biplan biplanítico del otro lao
Así que no os voy a contar otra vez lo que ví, porque lo del año pasado vale mismamente. Lo que si quiero es que sepáis lo que viví, y que entendáis cómo me sentí.
Hace un año volvía de dar una vuelta por ahí cuando de repente me encontré todo el percal. Fue inesperado e impresionante, algo muy bonito que me hizo hasta emocionarme cuando los ancianitos bailaban con cara de pura felicidad.
Esta vez ya sabía lo que iba a venir, así que el factor sorpresa fue sustituido por un sentimiento de orgullo. Hace un año que paso por esta calle al menos dos veces al día, que compro en el mismo supermercado, que veo a la misma gente paseando los mismos perros. Durante estos trece meses he visto como tiraban una casa y construían tres en el mismo sitio, he visto a los cerezos en flor, después con hojas, luego pelados y ahora otra vez con flores.
Aunque totalmente provisional, este es mi barrio y ahora conozco todos sus rincones y a la mayoría de sus gentes.
Este año no era sólo un matsuri, sino que era el matsuri de mi barrio. Eso se vive de forma especial, ¿verdad?. No hay como las fiestas del pueblo de uno, por pequeñas que sean.
Así que volví de Honmonji, pasé por casa para cambiar de cámara de fotos, y salí a ver a mis vecinos.
Y fue aún más precioso que el año pasado.
Un piso de Tokyo
No, si algo se cocía…
Una de las primeras cosas que me dijeron cuando alquilé el piso, fue que había una calle famosa llena de cerezos. La verdad es que me pilla a medio minuto de casa, y tiene un montón de árboles de lado a lado.
Tanto el dueño de la casa como Michiko le daban mucha importancia al hecho de que estuviese tan cerca, y yo que lo que tenía era muuuucho frío, me dedicaba a pasar a toda leche por ahí para intentar llegar al tren que tiene calefa y se está calentito.
Y de repente, empezaron a colgar farolillos. Ahí ya empecé a sospechar, seguro que esta gente tienen alguna preparada, que ahí donde los ves como que sólo trabajan y andan rápido, fijo que preparan alguna…
Entonces fue cuando empezaron a aparecer flores. Una aquí… dos allí…. y yo ya me empecé a dar medio cuenta de la que se iba a liar allí. Si a todos los árboles que hay en esta calle les da por florecer a la vez, esto puede parecer un anuncio de Mimosín con farolillos.
Y después de los farolillos, empezaron a instalar casetillas estilo a las del tiro que ponen en las verbenillas, pero de comida. Y efectivamente… Yo nunca he estado en el valle del Jerte, y seguro que allí hay más cerezos que aquí, pero os juro que es precioso pasar por aquí dos veces todos los días. Y la segunda vez que paso, que es a las tardes cuando vuelvo a casa, de repente me encuentro con gente ahí sentada debajo de los árboles pimplando y comiendo!
Como os contaba ayer, el domingo por la mañana me fui a Harajuku a ver a los figuras de Tokyo. Y la verdad es que estaba ya bastante cansado de tanto andar, así que decidí volver a casa pronto para dedicarme al noble arte de la siesta. Y me bajé del tren, y sin darme cuenta, pasé a formar parte de una procesión de gente que se dirigía a mi casa. “Ya la he liao, tanto poner Fito a tope por las tardes… me van a linchar” pensaba yo. Pero no!, iban todos a la calle de la que os estoy hablando. Resulta que la habían cortado, y tenían montada allí una verbena del copón!!!!
De nuevo, por inesperado, fue más emocionante y precioso si cabe. Además va a durar poco, y quizás por eso se aprovecha tanto el momento. Se calcula que en dos semanas no quedará ninguna flor….
Mi pisito de 25m2
Uyuyuyuyuuyyyyyy que de cosas os estoy contandoooo!!!
Íbamos por Akihabara y mi flamante nuevo ordenador en perfecto japonés. Por cierto que sepáis que he podido meterle cosas en cristiano y funciona igual, la siguiente es intentar instalarle un windows Vista en castellano.
Vale, yo y mi ordenador en la Weekly Mansion. El domingo quedé con un amigo que es el que más tiene que ver con que yo esté aquí haciendo mis trapis, brindamos con una botella de champán el principio del proyecto, y hablamos un poco de todo. Va a estar programado en Java y lo mejor es que me han dejado total libertad para hacerlo como yo crea, así que me va a valer para aprender un huevo.
Venga venga, que me enrollo y luego me llamáis frikiplanet. El caso es que el martes me vine a vivir al piso por fin, menudo rollo era tener toda la ropa en las maletas, ya tenía ganas de sacar todo, aunque sea para ponerlo en el suelo como está ahora, jeje. La cosa del piso funciona así: se alquila a través de una agencia, y sólo al final de todo es cuando ves al dueño. Todo el papeleo se hace con la agencia, el piso lo ves con ellos, y si estás interesado, entonces el dueño tiene que darte el visto bueno. En mi caso, al ser extranjerillo y tener los ojos como dos soles, los de mi ofi tenían sus reservas de que me lo fuesen a dar así sin más. Peeero resultó que el matrimonio que lo alquila tiene dos hijos, uno en la India y el otro en Boston, así que dicen que entienden mi situación y que me van a ayudar todo lo posible. Genial!! Yo le hice cuatro reverencias, y dije cuatro tonterías en japonés para caer majete y finalmente aquí estoy.
A la hora de pagar, la cosa se pone graciosa. Todo se basa en la mensualidad, que en mi caso son unas 75.000 pts (por 25 metros cuadrados, y aun así es grande para una sola persona). Pues basándonos en eso, el primer pago se desglosa en:
- Key Money: dos mensualidades. Este concepto es muy gracioso, básicamente se basa en que le pagas ese dinero al dueño por dejarte estar en su casa. No se devuelve y no cuenta como mes. Aquí le llaman “Thank you money”. En fin.
- Fianza: suelen ser un par de mensualidades, aunque lo cuadran con el Key Money y al final pagas tres en total. Este dinero en teoría te lo devuelven si no has preparado ninguna en el piso.
- Agencia: te clavan el equivalente a un mes por los servicios prestados. La verdad es que en mi caso se desvivieron por nosotros, nos llevaban en coche a ver los pisos, y me dieron un regalo de bienvenida.
- Por supuesto, el primer mes que cuenta como mensualidad normal.
Estamos hablando de 6 mensualidades de golpe y solo cuentan como un mes de renta… ¡vaya sistema más cachondo que tienen montado!. En mi caso el dueño “sólo” me cobró un mes de Key Money y la agencia medio mes, así que echad cuentas: 1 Key Money + 2 de Fianza + 1/2 Agencia + Marzo…
Ahí van unas fotos del piso:
Lo bueno del piso es que el precio está muy ajustado, que me pilla a sólo cuatro estaciones de la ofi, con lo que de puerta a puerta tardo una media hora, y que tengo cerquita un seven eleven (tiendilla que abre las 24h y que tienen de todo), y un supermercado.
Cuando volvíamos a la oficina, Michiko me dijo que era “costumbre bien linda japonesa hacer un regalo al dueño de unos 1000 yenes más o menos”. Y aunque el tema del key money me parece tener una jeta increible, tampoco quiero ser un desaborío, ya sabéis: donde fueres haz lo que vieres. Así que me estiré y me casqué una tortilla de patatas que le llevé ayer por la noche. Eh! este testimonio está documentado:
Ale, hasta la siguiente!!!