El viernes pasado, algo así como un par de horas antes del terremotaco, publiqué esta entrada y la quité seguido para tratar de poner algo en esos momentos y por lo menos tranquilizar a los amigos y familia si les diese por venir aquí a ver el percal.
Hoy, semana y pico después creo que ya va siendo hora de olvidarse lo antes posible de toda esta gaita y seguir adelante con la mayor normalidad posible. Republico, pues, la entrada tal cual estaba con los comentarios hasta el momento y hasta los deseos de buen fin de semana. Paso página, no quiero saber nada ni de aviones-farsa del Gobierno medio vacíos, ni de Shinkansens pa pirarse lejos de Tokyo a la mínima, ya ni me va ni me viene.
Vámonos.
A partir de hoy declaro oficialmente que estoy en primavera mode, que lo sepáis.
Después de la entrega de los transportes y la de los trámites cansineros, vayamos con la siguiente entrega de la ikubiblia. En el fascículo de esta semana:
Comida y bebida
Al lío!
– El pan no se come como lo hacemos nosotros al hurgue acompañando a cualquier comida, sino que es un postre, por lo que la mayor parte de las veces lo verás con algo para untar como mermelada o mantequilla o así, raro será que comas pan «crudo» con la comida. Es más, salvo honrosas excepciones de maeses paneros como el de la estación de Meguro, raro será que encuentres pan decente en alguna panadería, el día que cruje el currusco, yo doy palmas.
Aunque gracias a la receta de la madre del Chiqui, que hay que ponerle tres altares ya, nos hacemos el pan nosotros y bien bueno que está!
– El arroz se lava mucho antes de cocinarlo, pero mucho mucho, hasta que el agua no sale blanca del almidón (se podrá usar pa las corbatas? ein? ein? ahí lo dejo, dale vueltas). Una vez cociné una paella a una amiga y como me vió que no había lavado el arroz, me ponía caras raras mientras decía «está bueno, está bueno». Yo creo que le estaba dando más asco que a un franchute dar las gracias.
– Cocacola saca más dinero en Japón vendiendo botellas de té o café que cocacolas, es más, en las máquinas expendedoras de la marca suele haber la de toda la vida, la zero, y por lo menos el doble de tipos de cafés y tés.
– Un menú del día típico en Tokyo vale entre 600 y 1000 yenes. Nada más entrar te servirán agua o té y te darán toallas húmedas que estarán calientes o frías dependiendo de si es invierno o verano respectivamenteishon. No es raro que haya menús settos con ensalada o arroz, café y algún postrecico. También es habitual la opción de «omori» que significa «más ración»; pagando un par de cienes de yenes más te ponen más cantidad. Hay muchos restaurantes que te dan una tarjeta de puntos y te ponen un sello, cuando llegas a diez, comida gratis.
– En el Mister Donuts tienes cafehodai, vamos, que si pagas donut más café, te rellenan el café todas las veces que quieras, ya te bajarán de las paredes con la escoba luego si eso.
– En el Krispy Kreme Donuts si hay cola, te dan un donut gratis pa que vayas zampando mientras esperas. En los izakayas te sacan un aperitivo de primeras, el que ellos quieren, pero te lo cobran, es raro que les digas que no lo quieres y acepten, aunque no suele pasar de los 300 yenes.
– El Domino’s pizza acaba de abrir web en inglés, así que ahora ya es tirado pedir por internet para los guiris aunque de siempre ha habido pizzerías hasta con aplicación pal iPhone y todo. Las pizzas aquí, por norma general, son caras de tamagos y la mitad de gordas que las que estamos acostumbrados nosotros. Es habitual mezclar en la misma pizza dos estilos, en plan mitad de carne y mitad de cuatro quesos. Otras típicas son Pizza Hut, Pizza-la. No es rara la salsa teriyaki, ni en las pizzas ni en las hamburguesas.
– En Tokyo se puede pedir prácticamente de todo para llevar, desde arroz con curry hasta ramen que te viene en un bol con tapa de plástico, incluso sushi que llega en perfectas condiciones. Es bastante habitual en barrios que te lleven un menú completo con su arroz, su sopa miso, sus platos de carne y pescado… y luego cuando acabas de zamparte todo, simplemente dejas la bandeja y los platos en la puerta de la calle y pasan haciendo la ronda a recogerlo después.
– ¿Y sabes que, Julius? Tienen la misma mierda que aquí, pero hay pequeñas diferencias… se puede pedir cerveza en los cines. Bueno, cerveza y patatas fritas estilo McDonalds, alitas de pollo estilo KFC, Doritos con queso estilo Doritos con queso, sandwhiches y hasta perritos calientes con su salchicaca ahí entrepanada. Eso si, el cine es caro, el doble que lo que nos cuesta a nosotros, y pa más albricias y regocijos: se ve en versión original con subtítulos en japonés. Retémonos, amigos, retémonos!
– Los paquetes de chicles te vienen con un taco de lo que parecen minipostits, pero en realidad son para que envuelvas el asunto cuando te canses de rumiar. Guille y Nere documentaron aquí el asunto. Yo algo parecido aquí.
– Hace un huevo que cerraron, pero desde hace poco han vuelto a abrir Burguer Kings en Tokyo, pongamos que hay uno por cada trescientos cuarenta y siete McDonalds. Las hamburguesas son más grandes, aunque apenas hay diferencias con los Burguer Kings de Bilbao salvo en el precio, mientras que allí el precio es más o menos el mismo que en el McDonalds, aquí son un poco más caros.
– Un menú McDonalds con patatas y bebida vale 640 yenes, el equivalente en el Burguer King sale por 810, en el Moss Burguer por 850, en el Lotteria por 650 y en el Kua’aina por 1080. A este vamos siempre al acabar el Parkour pa reponer sales minerales.
– Un onigiri, la bola de arroz con cosas dentro envuelta en alga y los nikumanes valen entre 100 y 200 yenes, un sandwhich mixto 240, y si tiene algo de sustancia como carne o jamón york medio decente pasa de 300. Onigireemosnos, amigos, onigireemosnos.
– Hace un par de meses abrieron el primer Hooters de todo Japón en Tokyo. Ni confirmo que he ido, ni descarto volver.
– Por una de esas normas de educación no escritas, nadie come en el tren o metro urbanos. Bueno, siempre hay algún rascayú, pero no es lo normal, en cambio si uno coge un tren con un trayecto un poco más largo, lo raro es no ver a nadie con un obento. Después de unos cuantos, diría que es lo que le da vidilla al viaje!
– En Tokyo hay por lo menos un Papabubble y un Cacao Sampaka. En Shibuya había una Chocolatería San Ginés pero la han chapao y dicen por ahí que no hay más… ¡mentira cochina! hay por lo menos otra en Saitama cerca de un Ikea, en Shinmisato (Gracias Onioman!)
– En un combini venden comida preparada que te preguntarán si te la calientan cuando vayas a pagar. Además te meterán la movida separada en una bolsa marrón y el resto en una blanca, para que no se derrita o caliente lo que sea que hayas comprado. A veces te preguntarán si no te importa llevarlo todo junto, aunque es raro que lo hagan. También te meterán unos palillos y algunas veces, una servilleta húmeda. Cerca de la salida siempre hay un perolo de esos que mantiene el agua a punto de hervir para que te hagas tus sopas / noodles allí al momento.
– En los supermercados no te lo calientan, pero es normal que haya microondas cerca de la salida donde te lo haces tu mismo puesto que en la gran mayoría existe una sección de comida ya cocinada. En el de mi barrio hacen pan y hasta sushi ellos mismos y toda la pesca! (o con toda la pesca, más bien).
– En los trenes de trayectos, digamos, extraurbanos, es normal que pase una chiquita con un carro lleno comida y bebida vendiendo por los vagones estilo avión. En los Shinkansens es todo un clásico. Ahí también te venden alcohol.
– Existen platos donde el pescado crudo está tan fresco que se mueve, yo he comido dos veces aunque me sigue dando rollo. No es normal, no os preocupeis ni un poco así cuando os metáis en un restaurante. Además, en cuatro años, a mi nunca me ha pasado nada por comer sushi, ni sashimi y eso que a la semana es habitual que coma por lo menos una vez.
– Las réplicas de los platos de plástico en Tokyo, ¡todo un clásico!, ¿cómo se me ha podido olvidar esta? (gracias Noemi!). En las entradas de muchos restaurantes, ojo que no todos, hay réplicas de lo que te sirven hecho de plástico, está tan bien hecho que da hasta hambre. A los extranjeros nos viene de perlas para pedir sin saber japonés. Estas réplicas, por cierto, las puede comprar cualquiera en calles como la Kapabashi dori de Asakusa, pero valen un dineral…
– En las estaciones grandes de Tokyo como Shinjuku, Shibuya, Ikebukuro, Albacete, Lorca o Aranguren existe el «depachika», normalmente una planta por debajo de la estación donde suele haber un supermercado, muchas tiendas de comida ya preparada para llevar y todo tipo de tenderetes de postres. Al final del día hay auténticos chollos, si vas cerca de las ocho que es cuando suelen cerrar, lo que queda está muy rebajado de precio. De la misma manera, las dos últimas plantas de estos edificios están llenas de restaurantes, normalmente una planta es de precios asequibles (unos 1000 yenes el menú), y la de encima restaurantes más sofisticados y elegantes como lo somos nosotros por dentro aunque lo enseñemos poco.
– La bebida más consumida en Japón, que he contado yo a los bebedores uno por uno, es la cerveza. Hay cinco marcas principales: Asahi, Kirin, Ebisu, Sapporo, Suntory y luego está la Otaru de Hokkaido y la Orion de Okinawa. Normalmente la copla empieza con dos o tres cervezas en jarra para pasar a nihonshu u otros licores más fuertes.
– Existe un tipo de cerveza llamado «happoshu» que contiene menos malta con lo que el sabor es más suave. Recientemente también existe el «Shin Janru» o «New Genre» que son cervezas directamente sin malta. Ojo al asunto: el gobierno cobra impuestos dependiendo de la cantidad de malta de las bebidas, como estas cervezas tienen poco o no tienen, son mucho más baratas.
– En invierno es muy popular el «atsukan», que no es una marca de sake japonés como he leido por ahí (señor, dame pacienciaaaa y quítame biliiiiiis), sino el nombre que se le pone a beberse el nihonshu caliente. Lo suyo es que te lo calienten metiendo la botella en agua hirviendo al estilo baño María, pero también lo suelen hacer en el microondas. Hay dos razones, la primera es obvia: calentarse uno por dentro, y la segunda es para que sea tolerable beberse un sake malo… Por cierto, es peligrosísimo, uno se cree que está bebiendo té o algo así y te entra genial, pero te pillas unas peonzas importantes sin quererlo! wooooooo
– La comida japonesa a parte de ser más sana que una manzana, tiene un montón de platos típicos que degustar. Aunque existen restaurantes específicos de sushi o de ramen, en un izakaya es habitual que haya de todo, así que yo recomendaría ir a uno si se quiere probar un poco de todo. Por supuesto, un buen restaurante de sushi no tendrá rival izakayense. Cadenas típicas de izakaya son: Doma-doma, Ooto-ya (gracias German!) Watami, Hibiki, Ginza Lion aunque luego hay mil millones de ellos llevados por familias. Molan todos.
Por cierto «Izakaya» yo pensaba que significaba literalmente «sentarse en un bar», pero aquí va una explicación mucho mejor del término y del origen (gracias Ramón!!):
“Sakaya” es tienda de licores. Se compone de “sake” (sake o bebida alcohólica en general) y “ya” (tienda). La “i” inicial es la raiz de “iru” (el verbo estar). Así que, literalmente, “izakaya” es tienda de licores de las de estar, como opuesto a las sakaya normales en las que no te quedas, sino que te llevas el morapio para degustarlo en la intimidad de tu casa.
Dicen que se inventaron en la época Edo. Antes no había. Por lo visto, a alguno se le ocurrió comprar sake y bebérselo allí mismo, porque tenía mucho mono o porque no quería que se enterara la parienta. El vinatero vió oportunidad de negocio, empezó a vender también algún pincho…
– Hay unos cuantos tipos de tés japoneses, sólo verdes tenemos: Matcha, Kokeicha, Sencha, Bancha, Gyokuro (el más caro, cultivado a la sombra), Genmaicha (mezclado con arroz inflado)… luego están el Hojicha, el Kukicha, el Mugicha… el blog de Jordi Hurtado tiene posts de todos los tipos, echadle un ojo.
– En las máquinas de bebidas hay incluso hasta botellas con mezclas de cuatro o cinco distintos. El Hojicha apenas tiene cafeína así que suele ser el más consumido por niños. Akira me contó además que su mujer cuando estaba embarazada sólo bebía de este. En los campamentos de verano de Karate al acabar los entrenamientos, nos dan Hojicha en vez de agua.
– Una curiosidad: la ceremonia del té es una actividad extraescolar más, tengo amigos que «lo dieron» en su día, aunque luego no siguieron con ello.
– La peña hace un ruido, digamos, poco grácil, cuando come fideos, es costumbre y no es de mala educación así que no os quedéis mirando con cara de ñús, esto es así y a la que os queráis dar cuenta, estareis vosotros haciendo el mismo sonido acuofestivo o peor. Es cultura: nosotros tenemos el unte, y ellos tienen el sorbe. Multiculturemosnos, amigos!
– Algunos platos japoneses típicos son: Domburi, Okonomiyaki, Curry, Ramen, Sushi, Sashimi, Gyoza, Sopica Miso, Tofu rico, Gyudon, Yakitori, Soba, Nabe, Natto, Tempura… buff ni sé, paro ya, pero todos cojonudos. Aquí ahí algunas descripciones y fotos.
– Tipos de bebidas japonesas tenemos la omnipresente cerveza, el nihonshu, el umeshu o licor de ciruela, el shochu de entre 20 y 30 gradicos de la risa, el whisky japonés y el awamori de Okinawa que dice Santi que se pilló un moco bueno con él (gracias Santi!). Después también todo tipo de licores con sabor a frutas llamados Chuhai que beben las chicas y los faltos de virilidad.
– Hay máquinas que te venden cerveza y sake en la calle, pero muuuuy pocas, menos de las que quisiera el lorco. Curiosamente, no inflan los precios.
– Cuando se bebe alcohol, lo normal es servir siempre a los compañeros y nunca servirse uno mismo. Al principio se te hace raro, pero te acostumbras a que te llenen el vaso y llenas tu el de los demás sin darte cuenta. Cuando te están llenando el vaso lo suyo es que lo cojas con la mano y lo inclines debajo de la botella, no que simplemente te quedes mirando. También es de mala educación beber antes del brindis inicial o Kampai. Ojo! no decir «chinchin» que significa rabo!
– Existe el paraíso y se llama nomihodai, mayormente barra libre durante un tiempo limitado. Tu pagas sobre 3000 yenes y puedes beber lo que quieras durante dos horas o por ahí. San Pedro y el Papa, además, miran para otro lado. El camarero te avisa cuando es el «last order» en el que el hombre suele tener que venir con dos o tres bebidas para cada uno, trivializando mucho los conceptos «último pedido» y «límite de tiempo».
– La otra variante es el tabehodai, todo lo que puedas comer durante un tiempo determinado. Esto es habitual en restaurantes de shabu shabu o yakiniku donde te cocinas tu el tinglao en una cazuela o en una plancha, pero puedes ir pidiendo más y más carnaca según te la vayas zampando. A veces se combina y a veces no con el puto anterior, en cualquier caso es recomendable posponer el análisis médico por lo menos una semana, si tocase por esas fechas. Eso sí, hay sitios donde si no te comes todo lo que has pedido, te hacen pagar una penalización, más que nada para no pedir demasiado a lo loco.
– Lo de las formas a la hora de comer no debería obsesionar a nadie, insisto una vez más en que aquí la peña es bastante normal. Pero no está de mar saber que normalmente no se pide un plato principal para cada uno, sino que se comparte lo que se pide y que si estás con gente desconocida, lo suyo es que le des la vuelta a los palillos y cojas lo que te vayas a comer con la parte que no te has metido ya a la boca. Pero vamos, si no lo haces es igual, no te van a quitar el visado y fijo que no le importará a nadie, lo que realmente importa es disfrutar de la comida y de la compañía!!
いーたーだきまーす~!
– Antes de comer se dice el «itadakimasu» y al salir del restaurante se dice el «gochisosama». Lo primero sería «que me aproveche y me haga grande y fuerte» y lo segundo «taba tó mu bueno, señor».
– En San Valentín no se regalan bufandas, sino chocolate y sólo la chica al chico. Después toca devolverlo un mes después en teoría con creces en lo que se llama «White Day» que lo mismo sale nublao y no paramos de equivocarnos. Lo del girichoco y toda la gaita esa la dejamos pa los blogs aburridos, yo siempre que he regalao ha sido a gente majísima y porque me ha dao la gana.
– Ojo a una rápida búsqueda de restaurantes de Ramen en Tokyo en Google Maps. Seguramente faltarán la mitad.
– Tanto en épocas de hanamis como de hanabis, muchas tiendas de los alrededores, incluyendo combinis, supermercados y restaurantes, ponen puestos en la calle con tapers ya preparados de todo tipo de comida y millones de latas de cerveza sumergida en bañeras con hielo. Aquí mira si, aquí los precios se hinchan un huevo. Una buena sería hacer tortillas y pan y venderlas… mira mira, ahí ahí va a estar la clave pa dejar de rascar teclas!
– En los supermercados de aquí se encuentra prácticamente de todo, raro es lo que no haya en uno u otro lado, así que entre eso y los alijos que llegan de las Hispanias, nos montamos algún que otro sarao pa quitar morriña…
Hasta aquí el post y otia, ¡¡la semana!!.
Y como siempre, todo lo que se me haya pasao o las mentiras que me hayais cazao, me lo contáis y edito – corto – pego – doy gotelé!
Buen finde!