La tercera vez que volví a España el año pasado lo hice solo. Fue una decisión de última hora que, sin embargo, no podría haberse tomado de ninguna otra manera, era impensable no volver. El caso es que miré billetes de una semana para otra y acabé comprándolos a través de una web de una agencia de viajes japonesa donde no tenía yo todas conmigo de que no fuese a acabar en Caracas en vez de en Barajas, menudo Cristo, nunca me acabaré de acostumbrar a las webs japonesas (y eso que trabajo haciendo una, no te lo pierdas).
Metí la tarjeta de crédito y traté de elegir los asientos que quedan en la puerta de emergencia, pero el applet o la mierda que tenían ahí montada en la web no funcionaba en condiciones y no quedó claro que eso se hubiese conseguido.
All entrar en el avión parece que, efectivamente, conseguí hacer la reserva en la puerta de emergencia, aunque en vez de ser en el de ventanilla que pensaba que había elegido, quedé enchuzao en medio de los tres asientos que hay con dos personas desconocidas a mi lado: una señora francesa medio hippy a la derecha y una moza casadera japonesa a la izquierda.
La señora francesa, que cuando se agachaba a coger cosas de debajo del asiento se le veía la hucha, se hizo la picha un lío para sacar la pantallica esa que en estos sitios está metida dentro de uno de los reposabrazos y allí estuvimos entre los dos uno tirando y la otra apretando el botón ese a todo lo que daba hasta que por fin desencajamos el curruño ese. La chica de la izquierda, sin embargo, se había traído su propio iPad y ahí estaba echándose unas partidas a algo parecido al juego ese de la huerta de los tomates y las cabras pastando. Bien ventresca estaba la doncella, todo hay que decirlo.
Yo saqué el ordenador y me lié a intentar avanzar todo lo que pudiese de la web del Chiqui aprovechando ese rato hasta que termina de embarcar todo Dios y se prepara el cacharro para despegar.
Rascatecleando con primor estaba cuando vi a dos tíos más largos que la hostia bendita. Era un señor mayor y su hijo, dos pedazo de pepináceos que no medían menos de dos metros fijo. El mostrenco tenía una pachorra digna de ver, es el típico que ve un mosquito posado en un brazo y para cuando le da la hostia, le ha chupado tres litros de sangre ya. El padre, sin embargo, era el que no callaba ni un poco así. Estaban lejos, así que no tenía muy claro lo que decían, pero de vez en cuando señalaban más o menos a donde estábamos nosotros sentados. El azafato con el que hablaban ponía cara de circunstancia y negaba afligido con la cabeza como diciendo que no podía hacer nada. Finalmente, los dos menhires, resignados, se volvieron a sus sitios.
La situación se entendió perfectamente: semejante viaje para esos dos bichos palo en esteroides iba a ser el infierno más horroroso y probablemente estaban pidiéndole al azafato calvo aquel si les podía cambiar a asiento de salida de emergencia donde poder estirar esas cachabas interminables, pero claro, esos asientos los teníamos nosotros asignados y seguramente no podría ni siquiera plantear la movida.
… Yo miraba a los lados y como ni la franchuta ni la granjera 2.0 se daban por aludidas, pensé que igual me estaba yo montando solo mi película de vaqueros…
Pero la tesitura tenía que ser muy jodida para esas dos sotas de bastos… no me pude estar quieto, me levanté y pasé andando por donde estaban ellos sentados, así con disimulo. Resulta que el padre iba sentado aparte y no estaba ahí, pero el panorama era chato: el chaval, que era el faro de Finisterre, tenía las rodillas literalmente incrustadas contra el asiento de delante, rodillas que le quedaban prácticamente a la altura de los hombros. La madre, que resultó ser la señora que estaba sentada a la izquierda, trataba de poner la manta que te dan entre las rodillas del muchacho y el asiento porque supongo que le tenían que estar doliendo bastante.
Yo me volví a sentar, volví a mirar a la franchuta y a la japonesa que llevaba ya por lo menos veinte tomates recolectados, y me volví a levantar porque, coño, ¡¡¡pobre hombre!!.
Vamos, que fui y le dije al chaval que le cambiaba el asiento, que a mi me daba igual. Yo se lo casqué en inglés, pero resultaron ser franceses. La madre me dio las gracias infinitas veces, el chaval se sentó entre la recolectora de pepinos y la hippy, quienes, por cierto, se hicieron las longuis como si no fuese con ellas el asunto y yo me senté al lado de la madre del chaval. Total, cambié una franchuta por otra; si perdía algo era a la japonesica primorosa, que uno está casado, pero si se puede elegir a quien tener al lado tantas horas, mejor un bonico gatete que un cochino jabalín.
Hablé un poco con la madre, que me ofrecía hasta dinero para compensarme del cambio y otras chorradas del estilo que por supuesto rechacé y al de poco llegó el azafato calvo, que resultó ser el sobrecargo o como se llame al jefe azafatero, y me llamó por mi nombre:
– «Mr Díaz, what you did was a nice thing, sir, let me come back to you later»
La madre me contó que el padre había hecho la reserva, como siempre, de los asientos de la salida de emergencia, pero que por alguna razón no había funcionado el tinglado. Yo le conté lo de la web japonesa y que no tenía claro que hubiese funcionado tampoco, menudo sistema de mis huevos. Y así hablando de esto y lo otro y lo de mas allá acabamos despegando no sin rechazar otras tres o cuatro veces el dinero que me quería dar.
No pasaron ni cinco minutos desde que se apagó la lucecica del cinturón de seguridad cuando apareció el sobrecarguer apelil de nuevo, me estrechó la mano y me dio una botella de licor de porcelana más mona que ni sé que tenía forma de casa típica de Holanda (volaba con KLM). Me dijo que era una muy pequeña parte del detalle que yo había tenido con el mostrenco aquel quien, por cierto, llevaba un rato más feliz que la hostia (no sé si por la plantapimientos que estaba bien buena, por poder estirar las piernas o por las dos cosas, qué cabrón). La botellica aquella estaba metida en una bolsa de esas «al vacío» por el tema de seguridad de líquidos de los aviones y me dijo que no me preocupase porque en el aeropuerto ya sabían que llegaba yo y que me lo habían dado en el avión. La madre me presentó a su marido el pertiga, que no consiguió que nadie le cediese el asiento a pesar de ser la pieza larga del tetris, y después a su hija, que resultó ser una francesica de veintitres años que estaba más buena que la japonesa todavía y me plantó tres besacos enfilando más para los labios que para la mejilla que me dejó temblando.
Después durante el viaje todo fueron detalles: me daban dos postres, me traían bombones y pataticas de vez en cuando, pedí una cerveza y cuando me la estaba acabando vino el tío y me llenó el vaso otra vez con otra… todo así, sin decir yo ni chispún. La madre, una señora muy maja a pesar de haber nacido donde nació, tampoco escatimaba en detalles: me recogía la bandeja cuando acababa de comer, me ofrecía chicles, caramelos…lo mismo me dijo siete veces que si quería ir al baño para dejarme pasar y hasta me ofreció su hombro para dormir, no te lo pierdas, como si yo fuese un hijo más (lo que tendría guasa dada mi escatimada estatura, que desde donde yo miro no se ve el Fuji).
Me dolía el cuello un huevo porque es verdad que en un asiento de esos se duerme de puto culo, las piernas las tenía ya que no sabía ni donde meterlas porque encima la chica gordaca que se sentaba delante estuvo con el asiento reclinado prácticamente todo el viaje, la muy ballena. No quiero ni imaginar como habría viajado la estaca de bares en aquel sitio, menos mal que le cambié.
Al aterrizar, me tuve que esperar un rato largo a que bajase todo el mundo porque resulta que mi equipaje seguía encima del asiento anterior, así que fui de los últimos pero al salir me estaba esperando toda la familia que se despidieron de una manera muy cariñosa, besos-más-bien-picos de la francesica incluidos.
Tenía muy poco tiempo para el trasbordo y el haber salido de los últimos no ayudó demasiado con lo que en el control de equipajes con las prisas puse la botellica de licor en una bandeja y mi maleta en otra y cuando fui a subir al avión para Madrid me di cuenta que me había dejado esa otra bandeja allí… vamos que no tengo la botellica porque me la olvidé y no le puedo sacar foto que acredite que esta historia es cierta… ¡vosotros, como Chiaki, me tendréis que creer también!
¡Buen fin de semana!
Bueno, serían diez un once horas de viaje, pero la sensación de haber hecho algo bueno por otra persona compensa
Si, salí del avión como el puto jefe, jajaja
Me gustan tanto… pero tanto tus historias de aeropuertos y aviones. Yo suelo hacer apuestas mentales que ni el betandwin. Observo a todo el pasaje cual peli de las 4 desde la sala de embarque, cabalando con mis posibles compañeros jabalíes o cervatillas…
. Eso sí… en 2 horitas… complicado ser buena persona.
En las rutas europeas que yo hago… por desgracia… los jabalíes ganan a las lozanas en 90-10. Pero nunca pierde uno la esperanza… no?
A veces ofrezco un caramelete al compañero/era que me tocó al lado, pero suele ser rechazado.
En fin. Que me encanta tener continuidad en tus historias!!
Pues en el avión desde Amsterdam a Madrid estuve sentado al lado de un chico más majo que la hostia. Yo me quedé dormido porque estaba reventado y me iba guardando lo que la azafata iba trayendo y cuando me despertaba, me decía: te he dejado ahí el bocadillo de queso, jajaja.
Lo normal es que en el avión quieras que te dejen en paz, que no te den la chapa tampoco, yo además soy bastante ñú para estas cosas que voy a mi bola siempre, pero es que pobre chaval, jodé…
Desde mis 1,85 m de altura, te agradezco infinitamente el detalle con el mostrenco aquel, no me puedo imaginar el infierno por el que habría pasado, y que encima nos habría privado de esta genial historia, gracias por compartirla, Oskar
Jajaja, pobre, si yo las paso putas con mi metro y medio, gente como tu… buff!!
Este post sin fotos de las susodichas no vale nada…..
Naaaa, es broma. Este post vale mucho. Porque como siempre lo leo y sonrío. Y por unos momentos creo que si, que el karma, o como demonios lo llamen, existe y que los pequeños detalles cuentan.
Gracias
Ya estamos con las fotos, vosotros queréis que me metan en la cárcel, ¿ tu te crees que voy a sacar yo el móvil y liarme a hacerles fotos a las muchachuelas!?!!?
Yo me quedé con muy buena sensación. En Amsterdam le regalé un adaptador de enchufe a una chica sudamericana que había allí intentando cargar su móvil y que también venía de Japón, total, yo tenía dos y dejárselo un rato no habría valido porque me iba a embarcar ya. La chica me dedicó un dulce «Que tenga usted un muy buen año 2016 le desea esta desconocida»…
Estas anécdotas molan mucho, se queda uno con muy buen cuerpo y normalmente no suele costar nada!
!Ahí ahí! Currando hasta en el embarque
Así está quedando de guapa esa web
Que cabrón, es lo único que tiene que decir de toda la historia
¡Cuanto te deben las compañías aéreas! Y que buena persona eres.
A mi, para bien o para mal, nunca me pasan cosas curiosas en los aviones.
Ahora nos toca esperar a tus aventuras en el viaje de vuelta.
Juas, deberme nada !! pero molaría que me hubiesen pasado a business, eh!?!?!?
Jejeje.
En la vuelta casi nada que destacar, la verdad…
Aish… como entiendo al piernas largas! si yo con 1,84 mas o menos lo paso mal.. sobretodo si la persona de delante tira el asiento para atrás todo el rato aunque le des mas de 1000 toques porque se te corta la circulación sanguínea ( xD si, hay resquemor!! ).
En que aeropuerto hiciste el transbordo.. yo el peor control de aduanas fue con Lufthansa… vamos me hicieron deshacer toda la maleta de mano porque querían saber tooodo lo que llevaba y después de aplastar 5 o 6 veces con fuerza un paquetico de galletas que llevaba para regalar… me preguntaron son chips? y yo si… ( y pensé para mi lo eran cabron!! )…
Pero si… sin botella no hay veracidad!! todo falso! XDD
Esa gente es la hostia, los del asiento para atrás, se la suda!! completamente!! y claro que molesta, no te jode!!
En Amsterdam hice el transbordo, fueron unos ñús, todo sea dicho porque el personal del avión me pareció más majo que ni sé, pero al ir a pasar por inmigración tenían una cola del copón y solo un par de guardias allí para tantísima gente y encima con cara perro. Yo odio los aeropuertos, me hacen sentir como un delincuente siempre, jodé!!
Que era verdad!! ya me habría jincao la botella a gusto, eh? cagüen!
Hay poca gente que haría como tu. Es un detallazo, y la compañía se lo curró un montón! Me encantan los detalles de KLM con sus viajeros.
Ná, yo creo que esto lo haría más gente, hombre, la situación era bastante límite…
KLM molan, me dejó muy buen sabor de boca, muy buen rollo entre ellos además. Lufthansa también molan, pero son más soseras!
¡Hola!
Si es que todo, todo en esta vida, se devuelve. No te preocupes, que te creemos aunque tengo curiosidad por ver la botellita
Oye, el viaje bien incómodo pero la conciencia bien a gusto que estaba y por lo menos viajaste colmado de detalles y besos jajajajaja
¡Muy bien, Óskar!
Pues mira, es la derecha de estas tres, justo justo esa:
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El viaje lo hice guay!!, jejeje
Te creemos hombre jajaja. A mi no me ha pasado algo tan extremo pero sí que es «entendible» la situación.
Conciencia siempre tranquila aqui el compadre!
Abrazo!
Jejeje
Eso dice mucho de ti!!! Eres una buena persona y es lo q vale!!!
Cuando nosotros fuimos a tu boda… La señorita amable que nos dio los asientos, intentó sentarnos juntos, pero el padre de las criaturas termino allá, en la otra punta del avión. Así q yo terminé rodeada de japoneses y con dos niños, y uno de ellos de un año y medio… Un señor mayor, japonés, el q estaba a mi vera, me dijo que si viajaba sola y q donde estaba mi marido… Se lo dije y muy amablemente le cambio el sitio!!! Se lo agradecí infinitamente… Porque un viaje de tantas horas yo sola con dos crios… Aunque yo creo q también el diría… Uuufff tantas horas con esta cuadrilla me hago el araquiri!!!
Soy un sol! jajaja
Y tu si se da la situación que comentas pero al revés, o la mía, seguro que también haces algo !! cualquier persona «normal» creo yo!
Llevo un tiempo leyéndote y me he animado a comentar jeje
Gracias y saludos desde CUENCA
Gracias a ti por animarte!!
Es lo bueno que tiene ser tamaño bolsillo, cabes en cualquier sitio…
En serio, tu caso es de desproporción. Tienes un corazón muy grande y no te cabe en el cuerpo. Por eso vas regalando lo que te sobra… 
Menudo alivio le diste al franchute… A ver si coincido contigo un día en el avión y me cambias el asiento…que soy de los necesitaos de espacio vital.
Como siempre un gustico leerte. Agur Oskar!
Que va, esto lo hacéis cualquiera seguro, y si no, no volváis por aquí, siesos!! jajaja
Además el caso era bastante extremo, pobrecico…
Ole!!
Buen karma!!!, asi da gusto. Nada de andar encerrado en uno mismo, como yo, y ver lo que hay alrededor por si se puede ayudar.
No hay nada como andar por el mundo sin los tapa ojos esos que les ponen a los burros.
«Andar encerrado en uno mismo» jajaja, chacho, háztelo mirar!!
Ahora que difícil sería no verles a las torres kyo estas, vaya dos bigardos!!
Da gusto ver que no soy la ùnica que hace cosas así. Es tan fácil hacernos la vida mas sencilla a todos. Y aunque no esperabas nada, pues bienvenido el buen servicio de la compañía, ojalá todas fuesen así.
Y dejarse cosas en los controles……también lo conozco!!!!
Muchas gracias por seguir escribiendo, ta la siguiente!!!
Pase un viaje estrechico, pero como Dios, esto es así !!
Gracias a ti por leer siempre!
Jajajaja que divertida historia, me ha encantado! Desde luego tiempo para aburrirte no tuviste! Más anécdotas por favor!
Bueno, si, aburrirme si que me aburrí que el viaje es más largo que la madre que lo parió, pero bueno, mereció la pena la experiencia!! lo volvería a hacer!
Lo que he podido reír con este post. Muy muy bueno y la verdad, me he sentido identificado por todas las veces que también he viajado a Japón. Una vez tuve una situación parecida, aunque no tan graciosa con un matrimonio libanés. El hombre las estaba pasando putas por no sentarse al lado de su mujer. Y al parecer ella también. Al final le cedí el sitio y estuvieron exageradamente agradecidos.
A seguir leyéndote y enhorabuena por el blog!!
Jajaja, es que es algo que yo creo que es de sentido común, a ti no te cuesta nada y les haces un favoraco… lo triste es pensar que es una excepción, hay que tener fé en la humanidad, mecagüen!!!
Jejejeje todo vuelve, será cosa del karma
Yo cuando viajo sólo no tengo problemas en cambiarle el sitio a nadie, aunque tampoco me corto en reclamar un asiento cuando voy con los peques
«Reclamar» jajaja, entiendo que será «pedir por favor» porque en realidad no tienen porque cederte ná, marqués!!
Pedazo historia. Lo que no te pase a ti… Desde luego que eran gente agradecida y eso se agradece y hace que den ganas de seguir cediendo el sitio a todo quisqui. Porque no es lo mismo cuando te dan las gracias casi sin mirar y se olvidan de ti al verte
Y ahora el momento del buitreo, sin fotos no podemos darle el vb a las mocicas.
Eran buena gente aun habiendo nacido donde han nacido, ¡que cosas! xDD
Tampoco me esperaba que me lo agradeciesen así, eh?, hombre quizás cierta calidez, pero no tanto!!
Otro con las fotos… ¡¡que no me puedo poner a sacarles fotos a las tías que vea!!
Hi, de nuevo. No viene al cuento con el tema del post, pero por avisar… Cuando he intentado entrar desde el work me lo ha parado el proxy porque dice que la web está marcada como pornografia XD que lo sepas ( supongo que es algún fallo).
Pues si, porno porno es esta web, sin duda!!
Jajaja, eso es que sabe de tus costumbres
Ei!! que ya funciona!! XDD eso es que nos metías algo en plan subliminal… y mis costumbres son muy sanass ¬_¬ !! XD
¡Da gusto volver a leer tus historias!
Malegro!!
no le digas a tu mujer lo de la francesa buenorra porque lo mismo te suelta una hostia por cada beso recibido… aunque igual y valen la pena los besos
pos se lo he contao ya y no ha habido hostias ni hostios!! que lo ssepas!!
Hola Ikusuki-san… no he encontrado un mail de contacto por lo que te dejo mi carta por aquí… Quisiera pedirte un favor aunque si no lo aceptas esta bien. Un actor y un director japoneses que adoro estuvieron en el festival de san sebastian presentando su película y encontré unas entrevistas en youtube en las que hablan sobre su experiencia. Debido a que soy de donosti me encantaría entender sus comentarios pero obviamente no puedo. Me pregunto si algún día tienes tiempo y si te parece interesante me pudieras sintetizar las cosas buenas, malas y anécdotas que cometan en las entrevistas… como ya te dije considero que es un trabajo y que ademas pueda no interesarte por lo que entendería que no quisieras comprometerte. De cualquier forma muchísimas gracias y un gran saludo… sigue con tu blog ya que es genial. Ja ne !
Aquí te dejo los enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=sPHYpBIgqkw
https://www.youtube.com/watch?v=6GLnfrIv9oQ
https://www.youtube.com/watch?v=7MTbmEenufc
https://www.youtube.com/watch?v=K30zxMCEcdo
eneko.ibaiondo@hotmail.com
Na, no tengo tiempo pa estas historias, ¡lo siento mucho!
Igual algún lector del ikublog lo mismo te echa una mano, yo bastante tengo con lo mío! ごめんね？
Mira, eso si que habría molao, mecagüen la mar, viajar en primera por primera vez en mi vida!!!
Acabo de recuperar la esperanza en el ser humano gabacho, porque de ti se que eres majo y eso . Pero que la familia gala sea tan agradable? pizcueter me dejas!! yo tenía la teoría de que en francilandia todos andaban asqueados por estar en medio de los estirados germanos y los divinos españoles.
En fin que como decía el tito Sumers «To er mundo es Güeno».
Pues si, pues si, hacía mucho que no paraba por aquí, hasssssss cambiado las cortinas? lo veo todo como más luminoserrrr.
Me encanta este bicho:
jejejeje
Eso pensaba yo, macho, que en franchuteland todos eran unos ñús acreditados con carnet y todo!!! pero mira tu por donde…
Las cortinas dice, jajaja
Abrazaco!
No en serio, has cambiado las cortinas, verdad??????
Eso o has tirado dos tabiques para que sea todo más abierto y luminoser. Jajajajaja
Anda que no.
Ale me piro a ver a morpheo!!
Señor Tosca,
me postro ante ti, Ossu!. Mido 1,93 y no veas las putas que las he pasado en los aviones, y más en vuelos intercontinentales como ese. GRACIAS!!
Si ya pensaba que tenías pinta de buena persona y me caías de puta madre, con este increíble gesto
Soy un gran tipo!! jajaja, que coño, si no me conocéis de ná, más normal no puedo ser, esto lo habría hecho cualquiera!!
Otra buena historia de Tio Tosca
Lo de dejar la botellica en el control lo más normal del mundo. Los aeropuertos son un territorio cada vez más hostil para el viajero.
En mi último vuelo iba tan estresado supervisando a mi parienta y que no perdiesemos en medio del caos el equipaje de mano (más bolsos, chaquetas, compras del duty free,..) que pasé yo con todo por el arco de seguridad: llaves, monedas, molvil, …vamos full equip.
Entre el idioma, (que no entendía ni jota) de lo que ladraba el policia malcarao y los nervios miraba que me quedaba en tierra.
Un saludo.
Son hostiles si, los aeropuertos son sitios asquerosos!! no me gustan ná!!
Encima es que hay veces en que las escalas van justitas justitas y se pone uno muy nervioso que no llega, como dices tu!!
A ver el vuelo directo ese si llega ya!!
Eres buena gente Óskar !!
Hombre, claro!
jajaja
Pena que te olvidaste la botella. Seguramente fuiste el pasajero con mejor trato del avión.
Si que me dio pena, fíjate…
Me trataron como un señor!! pero me tenían que haber pasado a business, cagüen la mar!
jejeje
¿ Dudas qué te creamos?
Y lo bien que se siente uno cuando con un simple gesto ayuda a hacer las cosas más fáciles y agradables? Eso no tiene precio.
Besicos.
Es cierto, no se necesita nada a cambio realmente, da mucho gustico poder ayudar a la gente y eso se lo lleva uno consigo mismo!
Besos!