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Tokyo Tower

La Tokyo Tower es la Torre Eiffel pintada del Athletic que me hace esbozar una sonrisa cada vez que me acuerdo que es un pelín más alta que la de los franceses. Es el armatroste que tiene una mascota que parece una picha, que tiene una tirita en la punta y que se rie mucho.



Cerca de la Tokyo Tower una chica me dijo que si una pareja la estaba mirando por la noche y de repente se apagaba, que esa pareja se separaría irremediablemente. Cuando me lo contó, la torre llevaba mucho tiempo apagada, casi el mismo que ella llevaba cogiéndome de la mano.


Es donde mis invitados descubrieron por primera vez el Tokyo nocturno desde las alturas, y me lo contaron con emoción, con todo detalle… como si yo no lo hubiese visto nunca. Gracias a ellos, redescubrí lo que sentí cuando vine aquí por primera vez, y me sorprendí al darme cuenta que muchas cosas ya no me sorprendían.


Desde los pies de la torre un día nos llevaron en un bicitaxi hasta la estación por menos de 500 yenes, y no importó que tardásemos prácticamente lo mismo que andando porque la conversación que tuvimos por el camino costaría, por lo menos, siete veces más. Y eso que no nos entendimos ni la mitad de lo que nos dijimos.


Es lo primero que descartaría visitar en Tokyo si el tiempo escasea, porque no pega, porque no le encuentro sentido, porque esto toca estar en París y no aquí, porque a pesar de ser más alta y de tener su utilidad, a mi me parece más un quiero y no puedo, una copia, el arrebato de algún alcalde envidioso con aires de bohemio.


Es donde aparcan coches de lujo con cristales tintados complaciendo, quizás, el capricho romanticón de alguna chica que cree que todavía no ha llegado la hora de volver a casa.


A los pies de la Tokyo Tower me sentí feliz por un rato aquél día, aunque se me pasó pronto porque era invierno.

Tendré que ir pensando en volver ahora que empieza a hacer calor.

Aunque iré sólo esta vez.


Los datos aburridos, en el blog de Jordi Hurtado.

Tío Tosca, tío Tosca …

… que tengo un novio!

– ¿Eh? ¿pero qué dices? que tu no puedes tener novio ya!

– ¿Porqué no? nos queremos mucho y nos vamos a casar

– ¡¡Pues porque eres una niña!! a ti ahora te toca jugar y ver dibujos animados, pero a ver que va a ser eso de tener novio!!

– Me da igual lo que tu me te digas porque tu eres un gambitero

– jaja, tu si que estás gambitera!, bueno, te dejo que tengas novio, pero no os déis besos, ¿eh?

– Buagh que asco, no no, besos noooo, jugamos a casitas juntos aunque muchas veces me aburro. ¿Qué hacías? ¿porqué te reías?

– Pues mira, estaba viendo las fotos que saqué ayer

– A ver a ver a veeeeer

– Espera! no metas las manazas!, mira te las voy enseñando yo, ¿vale?

– ¡Vale tío Tosca!

– Pues mira, es un parque de Tokyo, y allí los domingos se juntan muchos señores que se visten como Elvis, que era un señor que bailaba raro y que se hizo muy famoso hace mucho tiempo. Pero claro tu no sabrás quién es, pero quédate con que era del año catapún y que cantaba

– Jijiji, catapún pun pun puuuuun






– ¿Y porqué se visten así, tío gambitero?

– Jaja, jodé con lo de gambitero!! te ha dao por ahí, ¿eh?

– Jijiji

– Bueno, pues es que les gusta mucho el estilo de la música de Elvis y la ropa y como ahora todo eso es muy antiguo, pues se ponen aquí a bailar todos juntos y se lo pasan muy bien. Y aunque no lo dicen, yo creo que les gusta que la gente les mire y les saque fotos, como las que les hice yo ayer

– Alaaaaa, ese está en pelotaaaaas




– Jajaja, siii, y anda que no pegaban saltos, menudos artistas!! pues fíjate en esta foto, esto es un Cadillac, que es un coche del año …

– ¡¡¡¡ Catapún pun puuuuuuun puuuun !!!

– Jajaja, si si, de ese año, del catapún antes de Cristo, mira mira:



– Parece el coche de la Barbie porque es rosita, ¿lo conducía Ken?

– Seguramente no, jaja. Oye, ¿el video ese de tus padres funciona?

– Si, pero le tienes que dar al cero en el mando para que te salga, ¿vemos Aladdin?

– Otro día, ¿vale?, es que ayer que también hice una película, ¿la vemos juntos?

– ¿Puedo llamar a Carlitos?

– ¿Ese quién es?

– ¡Mi novio!

– Ni se te ocurra!! que no se interponga entre tu y yo, ¿eh?, ¡pero bueno, qué va a ser esto!

– Jijijiji, vaaaaleeee, venga ponla tío Tosca

IkuElvises en Tokyo por Tosca en Yoyogi y en Vimeo.

– Tío Tosca, ponla otra vez!

– Aajaja, así da gusto! mira, te la dejo aquí en este disco y la ves cuando quieras, además si le das al 2 te sale otro vídeo que grabé hace mucho ya. Venga, que yo me tengo que ir, ¿vale?

– Vaaaaleeeee, hasta luegoooo

– Aguuuuur