Iba yo esta mañana todo trajeado como el informático pringao que tengo a bien ser, cuando al entrar en la estación veo un chico de estos que reparten los pañuelos esos que te vienen con publicidad. Últimamente a mi no me dan, supongo que por mi ojos garbanzoiformes de los que se deduce que no sé leer chirimbolos y que poca efectividad va a tener la propaganda. Peeero ete aquí que el poder del traje, cual gran héroe americano, ha hecho su efecto y el chico va y me da uno. Bueno, el poder del traje o de las legañas, siendo las horas que eran, que igual el mostrenco este ni se ha enterao que he venido al extraradio de Bilbao!
Resulta que era como una pequeña caja de cartón donde parece que anuncian una promoción de viviendas… me he quedao patapatrás cuando lo he abierto: