Otro clásico de mi alimentación que ya manejo con soltura y cierto gracejo. Así que es menester que semejante envasado y presentación sea analizado para algarabía y festividad de la madre de Peneke.
Me estoy refiriendo, conikuciudadanos, ni más ni menos que al:
¡Táper de lechuga!
En efecto, uno va al súpermercado y aunque también hay bolsas estilo Florette, lo que llama la atención al Penekeojo experto es esto:
Haciendo honor a su nombre: un táper con hojas de lechuga puestas ahí como folios unas encimas de otras
Las hojas son perfectas: el mismo tamaño, ni una parte marrón… dan ganas de hacerse un póster (Que lo llamaríamos «El póster lechugero» y seguro que triunfaba en el Guggenheim, visto lo que suele haber colgao)
Pero como hay que alimentarse, lo que yo me hago son unas ensaladas que no se las salta un manatí perdiguero!