El biplan

Ya estamos, si es queeeee, que noooo, hombre que nooooo, que no he estado con un maromo y una maroma a la vez, anda queee.

El biplan es lo que había el domingo en mi barrio, que por una parte les dio por celebrar el 400 aniversario de la pagoda más antigua de Tokyo (anda que no os la he enseñao veces), y a la vez era el matsuri en la calle de al lado de casa.

Que el día era para sacar fotos ya se venía intuyendo!

Así que tuve que espabilar lo inespabilable para no perderme ni un momento de las juergas!!

Lo primero que hice fue ir a Honmonji, porque en mi calle todavía no había nada y el día que hizo fue de verano total (ya era hora, yujuuuu). Así que me planté en un tris, y allí lo que habían eran puestos de comida, chicas vestidas con kimonos, flores de cerezos por todo el suelo… un ambientillo chulísimo!! Para mi un matsuri es sinónimo de verbenilla: sus txoznas, sus puestos para los chavales… el mundo es pequeño, amigos!

Y lo mejor: a pesar de ser un sitio tan impresionante, nunca está petao!!!

El pasatiempos de los niños, intentar coger alguna flor de las que caen

Ahí está, la pedazo de pagoda de cinco pisos!!! cuanto tejao junto!!!

Pagoda que ese día, por ser el aniversario, la tenían abierta y la gente iba a rezar al díos de la teja (o algo así)

Aunque las protagonistas de las últimas dos semanas han sido las flores, sin ninguna duda

También había allí una zona donde estaban enseñando a la gente que quisiera a servir el té, y cuando yo llegué había unas estudiantes ahí intentando hacerlo de buenas maneras. Entre los cerezos, el té, el templo y uno que tiene mucha imaginación, aquello parecía una peli!

Fijaos en el cielo, ni una nube!!!

El lugar donde te servían el té a lo chulo

Toma ya, pedazo de foto!! os dejo que me la robéis!!

Y después de zamparme unos manjarosos alimentos que tuvieron a bien venderme, me fui para el otro lado donde tenían montado un escenario y habían puesto esterillas en el suelo para que la gente se sentase ahí de público. Lo primero que vi fueron señores y señoras mayores cantando Enka, que es como si dijese que están cantando canciones de Jose Luis Perales, vamos, del año de la pera!!

Después, salieron unos chicos con unos chirimbolos y se ponían ahí a bailar con ellos, aquello parecía que era super pesao, y cuando las cintas esas golpeaban en lo metálico, se oía un ruido ahí chulo.

Aquí Matías haciendo el alarde del chirimbolo rotador multicinta

Y de repente van y dicen no se que de flamenco. Abriendo mis orejones lo más posible, me entero que hay un par de señoras que lo bailan y que en breve empieza la actuación. A un lado estaban cantando canciones de cuando Rompetechos veía, y en el otro lado había una señora japonesa con su mantilla y su vestido de topos bailando por bulerías!!!

Mirala que mona ella!!! y como se movía, la leche! parecía del mismísimo Triana!

Me hizo tanta gracia la situación que fui a hablar con ella en cuanto pude, y a ella le hizo también ilusión, así que nos sacaron una foto. La señora tiene un bar por allí cerca, y me ha invitado a que vaya. Yo pensaba que era por quedar bien, pero nos cambiamos los teléfonos y ayer me llamó para asegurarse de que iba a ir!!! jaja

Jajaja, arriquitrun trun trun, soy euskaldun!!!

La segunda parte del biplan, que para eso es bi, lo dejamos para mañana que tengo que cenar algoooo!!!

Hasta luego, pisha!

Tokei chica disponible

Hola chatines!

Pues eso, que aunque estoy quince pinos más pallá del quinto, aquí sigo intentando que nos compréis camisetas.

¿Si? ¿si? ¿atención compañeros? ¿si?, me comunica Bea que…

ya están disponibles las Tokei de chica!!!

que dice que las tiene todas puestas en las baldas más ordenadas que ni sé, y que en cuanto le déis al botón de pedir de la web, ahí que os las manda presta y veloz.



También es justo y necesario avisaros que sólo tenemos 30… así que yo os recomiendo que andéis vivos si queréis tener una exclusiva cami Ikusuki, esa que no le vendemos a Beckham porque es más soso que (marque la que prefiera)

– Maldonado bailando jotas
– Fernando Alonso imitando a Fernando Alonso
– Speedy Gonzalez con agujetas
– David el Gnomo después de dar el estirón
– Uno de Accenture sin un ordenador con powerpoint
– Una dependienta del Corte Inglés sin mascar chicle
– Constantino Romero sin bigote
– Un otero sin boina

Rincones, gentes, momentos

Después de trabajar fuimos a Yasukuni. Teníamos un sitio reservado.

Había un montón de gente y de puestos de comida. El ambiente era fenomenal!

La gente trae unas esterillas, se descalzan y allí se pimplan

Aquí Luke y su padre andaban de prácticas

Me encantan los puestos de comida. Ikudato: un 95% de las veces son hombres los cocineros

Y la comida es barata, puedes cenar perfectamente bien con unos mil yenes

Qué pena que la cámara no coja los olores…

El pintxo estrella!! Yakitori!!

Aquí Akira. Luego yo, y luego otro

Este señor, ahí donde le véis, era el presidente de una empresa y estaba allí con sus empleados

Yo no he visto un tío más simpático y gracioso en mi vida!!!!

Otra costumbre más a exportar pa Bilbao!!!

El trabajo de las estrellas – 星の仕事

He oído que por las noches las estrellas bajan
a recoger las flores de los cerezos.
Y que las guardan en el cielo.

Me han dicho que al año siguiente,
cuando todos duermen y el invierno está acabando,
vuelven a bajar.

Y que las meten dentro de los corazones de los árboles
para que broten de nuevo.

Dicen que a las estrellas les gusta ver a la gente feliz.
Aunque sean tres semanas al año.

Así que si una noche estás cerca de un cerezo y miras al cielo,
quizás veas una bajar, pero debes fingir que no la ves.

O se irá y habrás conseguido que el árbol
tenga una flor menos al año siguiente.



El video de la twittok

Os conté hace un par de semanas que quedé con gente que usaba twitter para decir cosas del estilo de «me estoy cortando las uñas». Bueno, normalmente son más interesantes, aunque muchas veces igual de irrelevantes, pero tienen su gracia.

Total, que se grabó un video en el medio de Shibuya para no se que televisión o no se que gaitas (Mobuzz TV que los que molan lo pronuncian «mubas tivi»). El caso es que yo ni me acordaba de ese video, pero el otro día viéndolo, resulta que salgo yo ahí corriendo a toda leche y haciendo el gilichorra con dos salarymans que se acercaron!!!.

El video es cortesía del twittense @adelgado y ya lo sacaron ale y ungatonipon.

Jaja, a ver si véis al que destaca con la Tokei!

La mejor foto de marzo

Empezaba a hacer calor, así que me emocioné y esa tarde decidí intentar ir en bici a ver el mar desde mi casa. En teoría parecía estar cerca, y el sol me animó muchísimo. Así que empecé a pedalear para donde yo creía que era.

Tres horas más tarde, ya de noche, aparecí muy cerca del Rainbow Bridge. Era una zona industrial, y yo apoyé la bici en la valla de una fábrica. Saqué una lata de café caliente, y frotando con ella mis manos, me dejé hipnotizar por el baile de luces rojas de los edificios y el susurro del agua movida por el viento. Sintiéndome orgulloso de haber llegado allí por mis propios medios, busqué el móvil con la intención de sacar una foto y enviársela a algún compañero de oficina, pero se había quedado sin batería.

Y entonces una sensación de soledad infinita se apoderó de mi. No era tristeza, sino que fui capaz de sentir que estaba totalmente solo en aquél lugar. Miré al cielo y no vi estrellas, miré a mi alrededor y no había nadie, ni siquiera parecía haber vida dentro de aquel mar.

Me dejé llevar por lo que veía, por lo que escuchaba… por lo que sentía. Quizás estuve inmóvil treinta minutos, o quizás fueron cinco, pero cuando volví a coger el manillar de la bici, fue como si despertase.

Tardé algo menos en llegar a casa, me dolían las piernas y tenía mucho frío. Después de darme un buen baño caliente, me metí en el futón. Mi cuerpo desfallecía de cansancio, pero por alguna extraña razón, me sentí en paz.

Mi vida en Japón en fotos:

Febrero
Enero
Diciembre
Noviembre
Octubre
Septiembre
Agosto
Julio

Que me han pillao!!

Buff, vengo que casi no llego. Esto no es normal, si metemos en una batidora a Pepe Viyuela, Mr Bean y Steve Urkel, salgo yo fijo!

Lo que me pasa a mi ya no tiene ni mote.

Estoy andando para casa enfrascao en mis mismamientos cuando veo algo delante de mi que viene a toda leche, levanto la vista y es una chica en bici que está haciendo yo que se qué con el móvil. Yo me aparto lo que puedo, pero a la izquierda hay un árbol y a la derecha está la pared, así que grito «abunai«, que en este caso es algo así como «mira palante, coño!«… y lo siguiente es que la bici me pega un baile en la pierna derecha que me tira al suelo. Además, como llevaba las manos en los bolsillos, me he pegao un ostión con el codo que me he quedado como Pau Gasol recién levantado: todo revirao!!!

Todo esto con un ruido del copón, porque la chica también se cae y se estampa contra el árbol, pero a ella le da tiempo a sacar las manos. De repente, y yo no entiendo de donde han salido, nos encontramos rodeados de un montón de gente que nos ayudan a levantarnos y nos preguntan si estamos bien.

La chica me hace mil reverencias, que si «gomen nasai«, que si estaba albardada, que si no se ha dao cuenta, que si yo que se. Y yo le digo que vale, que tranquila, que yo me voy yendo a casa a ver si el codo se sigue doblando o qué, pero que esté tranquila. Le pregunto si ella está bien y dice que ella no importa, que si yo estoy bien.

En fin, un par de quedabienes más tarde, me remango un poco el jersey y resulta que estaba sangrando, ella casi se me echa a llorar, me dice que no me vaya y se va corriendo. Yo me quedo con el club de fans del ikusuki ostiao insistiéndoles en que estoy bien, que muchas gracias, pero que ya vamos desfilando si eso que yo me quiero ir a mi casita (super majos todos).

En estas que aparece otra vez la aficionada en mandar SMS de «nomiropalantesivoyenbici» al 555 si quieres atropellar a un gaijin. Pero me viene con una bolsa del combini de al lado y me la da con tres reverencias y un torcimiento. La abro y hay una caja de tiritas y un paquete que no se muy bien lo que es.

Le doy las gracias, le digo que no hacía falta, nos intercambiamos cuatro frases tópico del estilo de «de qué país vienes?, cuanto llevas en Japón?, hablas japonés que pareces del mismisimo Yokohama a mano derecha…» y ya cada uno sigue por donde venía (unos más doblaos que otros).

Por el camino no me aguanto y abro el paquete… ¡¡¡ son bombones !!!.

Bombones que, por cierto, me he pimplao según venía y desdeluego han tenido su efecto: por un rato se me ha olvidado que tengo un moratón en el codo del copón de la baraja!!!

Pondría foto de los bombones, pero han durao menos que el que le llevó la contraria a Chuck Norris

Cosas que he hecho en Japón

Ha pasado un año y mi vida es totalmente diferente. Se puede decir que no hago casi nada de lo que hacía en mi vida anterior: no como las mismas cosas, no hablo en mi idioma, no conduzco, no veo la tele, no leo el periódico ni ninguna revista, no he ido a ninguna boda, no voy al cine, casi no como fruta y casi nunca bebo vino.

Pero he aquí la lista de las cosas que he hecho en Tokyo:

Casi me bautizan y yo sin champú
Me encontré un ipod nano y no me lo llevé
La poli me dio chocolate y unos kleenex
Me estampé contra la Apple Store de Ginza y dejé los mocos en el cristal
Me dieron una patada en los huevos que me hicieron tenor
Salí por la radio en Navidad
Pasé mi primer examen de Karate en Tokyo
Se me quitaron las resacas
Fui al sumo
Salí de procesión portando un Omikoshi
Intenté subir al Fuji
Me hice fotos que no recuerdo
Descubrí las cucarachas
Me apunté a una agencia de modelos
Psicoanalicé a los de mi oficina
Viví el ambiente de unas elecciones
Hice una entrevista para doblar un videjuego y…
me cogieron y lo doblé!
He hecho más tortillas de patata que en toda mi vida
Quedé con el resto de bloguereros de Tokyo
Fui a un mercadillo en verano
Me compré un móvil
Me han confiscado tres paquetes por tener jamón, chorizo y/u/o lomo
Tuve que afrontar un choque cultural grande
Me apunté a Karate y aprendí a pasar el trapo
Vinieron los de la ETB y me hicieron una entrevista (y pagaron la comida)


Esto a parte de las excursiones, los videos y otras vivencias….

¡¡¡ No está nada mal !!!

Pesadilla

Hoy me ha vuelto a pasar. No importa que esté viviendo en Tokyo, en Bilbao o en Zalla, periódicamente tengo una pesadilla que me deja con un mal cuerpo horroroso.

Sueño que estoy durmiendo, pero que al día siguiente tengo un examen. Es un examen muy difícil y yo no he estudiado nada, así que me agobio, tanto que me quiero levantar para estudiar yo que se el qué.

Es un sueño tan real, que todavía siento angustia a pesar de saber perfectamente que es producto de mi traumatizado cerebro…

Venga, ya pasó ya pasó, que estás en Tokyo, que no hay exámenes, que no pasa nada, veeeenga

Rainbow Bridge a patita

Objetivo fijado. Cloe abre un canal pero no se lo digas a Bukanan. Sr. Presidente tengo que hacerlo!

El Rainbow Bridge, que suena a los osos amorosos pastelosos con voz de pito, es un peazo de puente clavao al de Mapfre pero en blanco y sin jubilaciones de por medio.

Los maeses hacedores de puentes lo acabaron en 1993, tiene 570 metros de largo y lleva ahí tres diferentes agujeros para que pasen cosas: una autopista de dos carriles pa cada lao, una autovía conocida como la avenida del puerto y las vías del Yurikamome, que es un monoraíl super cuco.

No dejan ir en bici!!! jopeeeeeee dejadmeeeeee

Une la Bahía de Tokyo con Odaiba, una isla ahí toda artificial. Epa, si ya os conté los trucos aquí aquí y aquí!

Bueno, pues cuando no he planeado nada para hacer, siempre hay dos alternativas: una es ir a Shibuya a tiendas de ropa a gastar perras, que soy peor que Gabrielle Solis con un bonozara. Y la otra es a Odaiba, siempre que haga buen tiempo, claro. Además me pilla bien, porque puedo coger el monorail en Shimbashi, que está en mi misma línea de tren.

Pero yo, que soy un fijón, me he dado cuenta que cuando pasamos por el puente se ve gente andando!. La primera vez pensé que eran guardias o así, pero noooo, que el otro día había un tío en niki y con gorra!! y más que poli parecía un latin king japonés (japan king?).

Así que el domingo, después de lo del tuitos, o tuikol, o tuirol o como se diga, me fui a Odaiba decidido totalmente a volver andando si fuese menester.

Y fue fue! Tienes dos rutas, dependiendo de si vas por la derecha o por la izquierda, y se tarda sus buenos veinte minutillos. Por un lado ves Tokyo, con la torre Eiffel esa que aquí la tienen más larga, y los rascacielos y tal. Y por el otro ves Odaiba, con los edificios tan chulos como el del Fuji TV. Y hagas lo que hagas, pues ves mar que para eso es un puente, copón!

Bueno, pues vamos empezando a lo que viene siendo la ascensión ahí para arriba. Coño, se ve Bilbao!!!

El tema vértigo está empezando a cobrar su importancia… mira el barquito que chitiquín! es un barco bonsaiiiii

Eso sí, por dentro olía a humo como si fuese un túnel!! y eso que había aire, eh? pero daba patrás!

Aquí Matías que mientras se cuece el mapache ese que ha metido en la cazuela nos viene diciendo cuanto queda

Que chupichulo!!! ostias, ya me he convertido en oso amoroso yo también!!! noooooooooo

Y este es el círculo del otro lado, que hay que hacer para subir al puente. Al ir andando se baja en un ascensor y no hace falta

Y el puente desde abajo, después de pasar muuuuucho vértigo. Pero que chuladaaaaa

Si pasáis un día en Odaiba, sólo tenéis que ir a la base del puente y andar. De verdad que lo recomiendo casi más que ir a las tiendas, que al fin y al cabo son tiendas!

Y que no me entere yo que no hacéis caso a los carteles, eh???

No te encarames ahí arriba, hombre, que siempre tienes que dar la nota!!

Ustedes perdonen, pero estamos en obras así ahora mismo

Que no pases!!! que noooo!! que es peligrosooooo!!!

No dejéis de hacerlo!!! es mucho más bonito que, por ejemplo, subir a la Tokyo Tower…

Twittok, quedada en Tokyo

Supongo que la mayoría sabéis lo que es el Twitter, ¿no?. Es un sitio donde entras con tu usuario y puedes escribir las gallifantadas que se te van ocurriendo durante el día. Cada mensaje tiene una restricción de 140 caracteres, así que lo suyo es ser breve. Todo empezó con tonterías del estilo de «estoy comiendo un yogur» y parecía que no iba a tener mucho éxito, pero mira tu que Mercedes Milá ha hecho mucho daño y nos ha convertido a todos en cotillas.

El caso es que hay ikutwitter, que además está enlazao con el blog aquí a la derecha. Las entradas más recientes están arriba, así que si queréis coscaros de alguna historia corta o así, tendréis que darle a «Ikutwittear» y leer desde más abajo.

La pegatina para que todos sepamos quienes somos hasta con la barra libre

En fin, que en el blog de «Un Gato Nipón» organizaron una quedada de los que tenían usuario de Twitter en Tokyo, y al final resulta que nos juntamos un montón de gente hablando en castellano.

Aquí un ikuservidor y Ale Pepino, famoso por sus pepineces

Aquí Flapy y el ikupesao de naranja otra vez

Fue en Shibuya, teníamos barra libre durante dos horas, que se alargaron a dos horas y media porque yo que se que, y de vez en cuando sacaban de comer. Así que fuimos conociendo a la gente, hablando de nuestras vidas aquí, de lo que hacíamos cada uno, donde vivíamos… estuvo bien!

Coño! un dorito verde! y no sabía a espinacas ni nada!

Pero lo mejor vino después cuando nos plantamos todos en un karaoke, y entre canción y canción, alguien pidio estas dos (que yo grabé!!, jeje). Con el permiso de todos… ale, a divertirse a nuestra costa:

Ya véis el panorama!!!

Así lo ha visto otra gente:

Yasukuni


Esto que suena más raro que Buenafuente con lentillas es el nombre del templo más conflictivo de todo Japón. Es ese en el que se rinde homenaje a los soldados japoneses que fueron por ahí a armar bulla a otros países. Una vez al año, el presidente japonés hace una visita oficial para honrar a los llamados «héroes de guerra», y claro, los países de al lado llevan mosqueándose un montón de tiempo por tal gesto. Y más considerando las barbaridades que se les atribuyen en tiempos de guerra, especialmente en China.

Yo no tengo ni idea ni de lo que pasó ni de lo que dejó de pasar, pero he querido ir al templo a ver qué se cuece. Y, la verdad, me ha sorprendido.

Para empezar, en la entrada hay una pedazo de puerta torii que riete tu del arco de triunfo franchute.

La susodicha mide 25 metros de alto por 34 de ancho en el travesaño de arriba… y creo que de hierro!

Después de cerrar la boca, si andamos un poco llegamos a una estatua de un samurai, estatua homenaje al «ministro de la guerra» Omura Masujiro. Ya empezamos a ver por donde van los tiros, ¿eh?

La calle sorprende por lo amplia y grande, cosa no demasiado habitual por los Tokyos

Este señor peleó por occidentalizar el ejército japonés. Parece ser que murió después de ser atacado por un grupo de samurais que no estaban muy a favor de este asunto.

Y entonces te encuentras con una puerta de madera preciosa, y un templo en el que ya había estado, pero que no tenía ni idea de que era el Yasukuni. Es un templo pequeño, pero muy bonito, rodeado de un montón de cerezos y un escenario para teatro. Es más, me he enterado que es uno de los sitios típicos de Tokyo para ir a ver a los cerezos.

Esa es la puerta, que es enorme, fijaos en la gente y comparad!

Y la entrada al templo. Ya véis, pequeñito pero cuco. Como más intimo que el de Asakusa, por ejemplo

Yo con la cámara soy un indiscreto del copón… aquí este señor rezando y yo, ale!

Más allá de la estatua del Samurai, de un policia que está justo en la puerta (esto es raro), y de una bandera de Japón allí en las alturas, yo diría que es un templo precioso. Un sitio para ir a visitar sin buscar más jaleo que una buena excursión para hacer.

Otra foto del templo pero desde un lado. Fijaos en la cámara de seguridad!

Y lo que os decía, la bandera de Japón, el policía… por si le prenden fuego o algo


En el escenario estaban ensayando, fue bonito!

Y Matías que no se que habrá hecho, pero se arrepiente un huevo!

Todos esos árboles son cerezos a puntito a puntito

Pero detrás del templo está el museo más antiguo de todo Japón cuyo tema es, como decirlo… la ¿historia militar de Japón?. Sólo dejan hacer fotos en la entrada, que son las que os enseño aquí, pero os voy a intentar contar un poco lo que hay dentro.

La estatua de la derecha está dedicada a los caballos que murieron en la guerra. La del perro, ni idea, ¿se llevan perros a la guera?

Se va repasando la historia de Japón, las guerras que el ejercito japonés ha ido librando. Y nos ponen personajes clave con sus biografías, nos enseñan armas, desde katanas hasta fusiles, armaduras de samurais, cascos…

Y después en una gran sala hay un par de aviones de esos que hemos visto todos en las películas con su bandera de Japón en las alas, dispuestos a estamparse con piloto y todo contra el barco americanini de turno. También hay un tanque real, un submarino, diversos tipos de torpedos e incluso una gran colección de objetos recogidos del campo de batalla: armas medio rotas, cascos con agujeros todo oxidaos… En fin, ya véis que si no os apasiona esto de la guerra, os vais a ir de allí con una sensación de tristeza del copón.

A mi es que estas cosas no me dan más que mal rollo!

¿Está el enemigo?, mire que como andamos escasos de balas, las hemos atado con un hilo y si eso las recogemos después de matar un poco, que si les viene bien.

También hay una sección dedicada a las muñecas japonesas que se ofrecieron a las almas de los soldados japoneses que murieron en la guerra sin haber llegado a casarse. Para que sus almas descansen en paz, o eso dicen.

Pero lo más inquietante viene cuando uno entra en una de las salas con los muros «empapelados» de fotos de soldados japoneses muertos en la guerra. No sabría deciros cuantos había, pero dado que eran tres salas llenas, yo calculo que más de 3000. Había incluso una especie de guía donde buscar la foto en base al nombre. El calificativo que se les daba es de héroes de guerra, y sin entrar en polémicas, yo os juro que me fui de allí con un nudo en el estómago.

Al salir, me fui al otro lado, y me encontré con un jardín japonés precioso, con su lago y sus carpas que no podían faltar. Es muy pequeño, pero uno de los más bonitos que he visto en Tokyo.

Mucha polémica y mucha historia, pero es un sitio muy bonito para visitar

Y no vi ni ultraderechistas armando jaleo, ni nadie me miró mal, ni nada chungo!

Me podría tirar toda la tarde aquí sentado comiendo pipas. Eso… ¡¡ si vendieran pipas aquí!!

Me pirra el bambú!! cuando vuelva a Bilbao, hago una plantación ilegal en el Pagasarri!!

Así que el ikuconsejo de esta excursión es el siguiente: si coincide que es primavera, pasaros por el templo, porque es digno de ver, y además con los cerezos en flor se llena de representaciones y puestos de comida. Merece la pena verlo, de verdad, junto con el jardín japonés y además al otro lado de la calle tenéis el Budokan.

Ahí dieron un concierto los Beatles!! chulo sitio!

All you need is love, tin tiririin, all you need is love, tin tiririiiiiin

En cuanto al museo, yo no le he encontrado ningún atractivo, y aunque tenía que ir para opinar, no volveré.

A puntito a puntito…

La calle «Sakura Namiki Dori» es la que separa mi casa de la estación, esto significa que paso por ella, al menos, dos veces al día. Es larga, por el camino me cruzo con dos Seven Elevens, un súpermercado, una inmobiliaria, un cajero autómatico… y algo así como cincuenta cerezos puestos todos en fila.

Durante todos estos meses han pasado desapercibidos. Un montón de árboles sin hojas uno detrás de otro sin mucho que decir.

Pero dentro de nada van a ser, de nuevo, los mayores protagonistas del barrio durante dos o tres semanas. El año pasado fue algo mágico para mi porque, aunque se veía venir, lo que me encontré fue mucho más de lo que suponía. Estoy seguro de que este año también me sorprenderé a pesar de haberlo vivido antes.

Hoy he visto que algunas flores están ya a punto de salir:

A puntito a puntito…

Y me han entrado unas ganas tremendas de ver las fotos que saqué el año pasado. Rebuscando en el disco duro, como el que no quiere la cosa, me he encontrado con tres videos que grabé y de los que me había olvidado completamente.

Es la gente del barrio, que por una tarde se olvidaron de que eran cajeros, salary mans, amas de casa, barrenderos… y se vistieron de gala, y con una sonrisa en la cara se dedicaron a beber, a reír, a comer…

A bailar…

Que casi me bautizan!

Jodé, que mal rollo. Estoy hasta nervioso todavía. Jodeeee, a ver si puedo dormir hoy algo.

Bueno, me remonto una hora en el tiempo para que reviváis conmigo el momento en el que …

¡¡¡ casi me bautizan así a palo seco y sin cenar !!!

Salgo de Karate, donde no he dado una hoy, me monto en el tren y recorro las dos estaciones que me separan de donde vivo yo. Este camino lo he descubierto no hace mucho y aunque me toca volver andando como unos veinte minutos, es mucho mejor que hacer el Tour de Tokyo que hacía antes cambiando de línea dos veces.

Total, me bajo, y voy escuchando mi ipod camino de mi casa. Cuando no he andado ni cinco minutos, me vienen dos japoneses (chico y chica) corriendo llamándome como locos. Me empiezan a hablar, que si tengo tiempo. Les digo que vale, y me hablan en el japonés de toda la vida, pero estilo el señor de los micromachines. Así que yo entiendo lo que entiendo: que me van a llevar a una escuela, y que a ver si tengo un poco de tiempo para escuchar una cosa. En mis entendederas aquello parecía una especie de obra de teatro, que querían que yo la escuchase y diese mi opinión.

¡¡¡Jodé, tengo que coger más los libros de japonés!!!

La virgen! y nunca mejor dicho!. Me llevan a un garito con un pedazo de cartel que pone «World Mission Society Church of God», me sientan en una mesa y me ponen a un tío negro con gafas, que era clavadito al doctor Preston de Anatomía de Grey. El japonés de antes me dice que si quiero un café, y yo pensando en que son las diez de la noche le digo que mejor agua. Agua, que ni pruebo ni ostias!

Entonces Preston va y saca una biblia en inglés. El tío tiene el libraco ahí marcado y subrayado, y me empieza a contar que si Dios no es solo un señor, que si hay una manifestación de Dios que es mujer, que esto el cristianismo lo ha ignorao, que claro que hay que descubrirlo al mundo… resumiendo, que en su iglesia a parte de dar ostias, ellos mismo son la ostia!

Yo al segundo de entrar ya estaba gilando por donde estaba la puerta y pensando en la excusa para largarme de allí más rápido que el correcaminos con descomposición. Pero Preston, que también se daba un aire a Bill Cosby pero cuarenta años menos, me presenta a otro tipo con una cara de más mala ostia que cuando Massiel se enteró de lo del Chikilicuatre ese y no le quedaban botellas de Whisky.

El tipo en cuestión era como un rapero de esos americanos negros enormes, con unos brazos como pitones y unos carrillos como manzanas. Y lo primero que se le ocurre decirme es «is interesting, isn’t it?». Jodé cualquiera le dice que no aquí a M.A., así que asiento. Por mi mente yo estaba ya urdiendo el plan de huida: vale, le digo al Dr. Burke que vivo lejos y que tengo que volver a casa andando y tal, pero que el rapero no se entere porque lo mismo le sienta mal que le veo entregao a la biblia esa que tiene delante del pecho ese que parece un edredón en su funda...

Así que cuando M.A. se marcha al baño, o a comer una ensalada de esteroides con proteínas, vete tu a saber, yo aprovecho y le digo al Dr. que me tengo que ir, que esto es todo muy bonito y que Dios es la ostia y el copón, y que no me vuelvo a ir de bares, pero que me marcho. Y el tío va y me dice que cuentan conmigo para la confirmación del viernes a las seis de la tarde, pero que es requisito que me bautice al nuevo credo.

A mi me da un yuyu, me entra lo que yo definiría como una carcajada seguida de una arcada y un hipo… Y le digo que vale, que me lo tengo que pensar, y me levanto ya enfilando la puerta.

Entonces va la japonesa, que resulta que era china al final, y se me pone en medio y me pide mi nombre y mi teléfono. Yo le digo que no se lo doy, que si eso ya me paso yo por allí con champú para aprovechar el viaje, pero que ya decido yo. Y ella me insiste, y yo pensando en M.A. Barracus que ya tiene que estar acabando la serie de mancuernas, le hago la culebra pasándola por un lado y me voy a la puerta.

Pero claro, estamos en Japón!! y me tengo que poner los zapatos, cosa que no entraba en el plan de huida!! Anibal Smith, cuanto bien harías poniendo una escuela!

Así que me pongo los zapatos a todo meter, para más bien salir de allí, cuando me encuentro a Preston, al Rapero, a la China y a otra que no se de donde coño ha salido, allí esperándome y poniéndome caras.

– ¿Entonces vienes el viernes?
– Ya veremos -digo mirando a MA y a su ceño que más que fruncido, estaba disecao
– Te esperamos, no puedes faltar, esto es una revelación
– Si si
– ¿Nos das tu teléfono?
– No, lo siento, prefiero no hacerlo
– Ah, pues espera -y va la tía y pone su teléfono en un panfleto en castellano que me da

Yo me largo de allí super emparanoiao pensando en que me están siguiendo. Tanto me he echo la picha un lío, que he dado tres vueltas tontas así entre casas antes de enfilar para la mía. Y ahora, cuando he llegao, me he encontrado a un tío, que seguramente no tenga nada que ver con esta historia, pero que iba andando para atrás. Era como hacer marcha, pero marcha atrás, vamos, andando de espaldas… os juro que he subido corriendo las escaleras!!!

No, si sello si que me han dejado a mi, si. Voy a tener pesadillas sin pecado concebidas hasta Julio!

Plagas postreras dice. ¿Eso es que hay que quitarse de las tartas después de comer?

Cerveza para niños

En mi barrio hay un Kitamura, que es como decir que un Eroski pero con nombre autóctononativo. El amigo Kita tiene que estar forrao, porque a parte del súper, tiene una inmobiliaria enfrente, y una tienda enoooorme con de todo al otro lado. Y viendo el dineral que me estoy gastando yo a costa de Ikusuki Investigación, seguro que abre un kiosko dentro de poco a mi costa! (comprad camisetas, que se me acaba el presupuestoooo!!!)

En fin, que ayer comprando en el Kita #1 una barra de pan para zamparme un paquetillo de salchichón que me mandó Bea (Empates! Bea-Maper-Mis padres 3, Perros del aeropuerto 3), cuando me encuentro con una cerveza para niños. Si tenemos en cuenta que es la bebida alcoholica que más se pimpla aquí con diferencia, es una buena idea para que los niños no tengan envidia!

Por supuesto, sin alcohol. Pero tiene su espumilla, y su color igual igual que una cerveza normal!

Los niños pueden ver la espumilla, brindar… sentirse mayores por un rato!. Aunque el sabor era a kas de limón!!!

Ibili Munduan

«Andando por el mundo». Este es el nombre que han elegido en mi pueblo para el blog que se han inventao. Se trata de animar a la gente jóven a que haga cosas, y para ello, están contactando con los que han vivido o viven en otros paises para que cuenten sus historias.

Héctor, que imita a Ozores como nadie, me mandó un mensaje para que contase un poco mi historia. A mi estas cosas me hacen mucha ilusión, el que se acuerden de mi, digo. Así que escribí un post y le mandé unas fotos, y el resultado lo podéis ver aquí:

Aunque yo no he escrito lo de Fujiyama, que conste! Héctor, que es Fujisan o Fuji a secas!!!! ay madre!!!

Conversación

Entro en el Seven Eleven.

– Bienvenido, buenas noches! (cuatro voces a la vez)

Voy a la caja, me atienden directamente, no hay cola.

– Perdón por hacerle esperar.

Pasa los productos por el código de barras, entre ellos hay dos cajas de chocolate preparados para regalo.

– ¿Le pongo una bolsa con los regalos a parte?
– Ah, si, por favor
– Perdone, le molesto de nuevo. ¿Le quito el precio?
– Oh, si, no me he dado cuenta, gracias
– Perdón

Saca una bolsa super chula de no se donde, me mete las cajas en la bolsa.

Perdón, le voy a cobrar de los 3403 yenes.

Me cobra, y me va a dar las vueltas

– Perdón por hacerle esperar, el cambio son 300 yenes

Le doy las gracias y me dirijo a la puerta, por el camino voy escuchando:

– Muchas gracias. Vuelva otra vez, por favor.

Y al «muchas gracias» le hacen eco otros tres del resto de empleados de la tienda.

Invitados especiales

Eloy y Marta, que se han venido a Japón de viaje de novietes. Que yo ni sabía que Eloy tenía novia y mucho menos que era tan maja!

Así que el miércoles me los llevé a cenar a un Izakaya en Shinjuku, y hoy hace una hora que nos hemos despedido en Roppongi al acabar de zamparnos un par de comibles en el restaurante de Kill Bill. Que, por cierto, les ha encantao!

Después de un año viviendo en Tokyo, con una vida totalmente distinta a la que tenía anteriormente, con gente que nada tiene que ver… el estar con alguien de mi «vida anterior» en lo que es ahora mi mundo ha sido muy extraño. Pero, a vez, me ha echo muchísima ilusión hacer de abuelo cebolleta contando mis historietas en mi idioma de siempre.

Es curioso que la última vez que comí con Eloy fue en Zamudio en mi despedida…

¡¡ Que lo paséis bien en las pedazo de excursiones que os quedan !!