Me prestó diez trenes

Últimamente lloro mucho. No es como antes que a veces sabía porqué y otras no había más motivo que que tocaba. Ahora sé bien la razón, diría que razones, de sobra. Probablemente si vosotros las sabríais, seguro que os haría llorar también a la gran mayoría. No las contaré. No me preguntéis por ello nunca, por favor. Todo bien hasta cierto punto, no os preocupéis.

Que llore no es un problema; no creo que lo sea… no, no lo creo. No sé. Es normal, supongo. No sería humano ser consciente de ciertas cosas y que al alma no se le refrigeren un par de grados. Quizá haya quien sea así… ojalá a mi nunca me pase.

El problema es que lo hago a destiempo, lo de llorar digo. A veces pasa volviendo a casa en bici que es cuando cede la bisagra y los pensamientos, entre presos y reclusos, salen dando más pedales que mis piernas. Y si a uno o dos se le dan una o dos vueltas de más, entonces hay que buscar un arbol en el que apoyar la bici hasta acabar de desaguarse. Otras veces me veo en el baño de la oficina o caminando… siempre estando solo, que curioso. Creo que no sé llorarme a otros, quizás me haría bien según con quién.

El otro día no volví en bici a casa: tenía las piernas muy cargadas la noche anterior y decidí aparcarla para poder rendir en condiciones en la clase de karate. Fue otra de esas en las que me sentí un privilegiado de nuevo, ojalá no me acostumbre nunca para no dejar nunca de valorar donde he sabido escabullirme a nunca dejar de aprender de los que prácticamente lo inventaron. Muchos nuncas en la misma frase y todos tan sólidos como contundentes.

Pero ojo, que yo sé bien que de raro no tiene nada que después de un alto venga un bajo. Y a la excitación del momento le llegó su final, ese en el que de repente uno baja la cuesta sin frenos y acaba en la otra punta de la gráfica. Del cielo al infierno, como del amor al odio, no hay apenas frontera. Ya puedes presentar el más válido de tus argumentos que es el corazón el que dicta cuando le toca, como el déspota que siempre será. Sea para bien o para mal.

Y me puse a llorar allí de pies un viernes por la noche en medio de aquel vagón lleno hasta los topes de gente. La mochila con el karategi la sujetaba entre las piernas, con una mano me sujetaba a mi y con la otra hacía que me rascaba pero en realidad, cabeza gacha, me afanaba en secarme las lágrimas.

Creo que me importa una mierda que desconocidos me vean llorar, pero por lo visto no fue así en ese momento.

Algo más calmado, llegué a la estación en la que tocaba transbordo. Me bajé en Shibuya y antes de ir al siguiente tren de los dos que quedaban, paré a recomponerme un poco. Compré una botella de té verde y me senté en el banco más alejado que encontré de los pocos que hay dentro de la estación. Al poco ya estaba otra vez, no fue raro, esto va así.

Lo extraño fue que se sentó al lado una señora muy mayor que no había visto en mi vida. Eran algo así como las diez y media de la noche en Shibuya, no pegaba nada aquella mujer allí. Inmediatamente me habló:

– ¿Estás bien? ¿te ha pasado algo?

Yo le dije que no, que todo bien, que gracias.

– ¿Te han robado? ¿te has perdido? -insistió

Y, todavía no sé por qué, después de contestarle dos veces que no, le conté a aquella señora todo empezando por un «la verdad es que…».

Acabé llorando encogido sobre mi mismo, a moco tendido, con el brazo por encima del hombro de una señora que no conocía absolutamente de nada. En aquella docena de trenes que perdió por mi, le conté tantas cosas, le enseñé tantas fotos, le dije tanto, pero tanto…

Conservo su pañuelo, esa pequeña toalla japonesa que prácticamente todos llevamos aquí y que me llevé sin querer aunque intuyo que me la habría regalado de todas maneras. Conservo también su cara, sus arrugas, el tono de su voz, su tentar en mi hombro, su olor, sus ojos de escuchar.

Y quitando ahora, que estoy escribiendo esto y no cuenta, no he vuelto a llorar más.

71 comentarios en “Me prestó diez trenes

  1. Bueno a veces solo se necesita echar todo lo que uno lleva dentro y hablar, solo hablar. Me parece fantástico que exista gente así, un saludo y ánimos.

  2. Hoy toca no ser mas patalibre de lo necesario :desquiciao: .

    No le des mas vueltas, simplemente da las gracias a esa señora. Posiblemente es lo que te hacia falta y tuviste la suerte de encontrarla.

    Sigue aprovechando cada clase de karate y cada rato con tu familia y si lloras un rato pues aque asi sea; disfruta del resto de las cosas.

    Un abrazo.

    1. Claro que hay que darle vueltas, es imposible no darle vueltas, hay que darle todas las vueltas del mundo.

      Disfruto todo lo que puedo de todo. El «todo lo que puedo» no significa «siempre» en estos momentos, pero se volverá ahí seguro.

      :ungusto:

  3. Nunca te preguntaremos las razones, tenlo por seguro. Tan seguro como que te escucharemos hasta la última palabra el día que decidas contarlas. Muchísimo ánimo.

  4. Se dice que solo el ser humano tiene la capacidad de llorar, no importa si es cierto, lo evidente es que llorar nos humaniza.
    Emociona pensar que ante esta circunstancia, siempre encontrarás un hombro amigo en que apoyarte, aunque estés en la otra parte del mundo.

    Por si te sirve, aqui tienes otro abrazo.

  5. Muchos ánimos y a recomponerse como se pueda. Llorar no es malo y hacerlo con quien te quiera escuchar tampoco. Tomate tu tiempo y verás como las penas con el tiempo al final se saca callo para seguir adelante… no es que no duela pero no lo hacen tanto.

  6. A veces pasa, pasa y creo que es bueno. El poder soltar aquello que hemos estado guardando y que no salía, aunque quisiéramos. Y te encuentras con alguien desconocido y sucede. Y parece como si el peso fuera menos, y la herida no es que se cure, pero al menos parece que se limpia. En fin todas esas cosas que este melón no sabe como explicar. Pero que cree que es muy bueno cuando pasa.

  7. Buenas Oskar. Entiendo perfectamente de lo que hablas. Esos días en los que crees que estás a la perfección pero hasta ver tu reflejo te hace caer. Ver una escena de una película que no es nada del otro mundo, pero ahí está, peor que cuando ves morir al DiCaprio en el Titanic. O estar sentado en tu tienda mirando al vacío, sin pensar en nada, y controlar la lágrima para que nadie te vea llorar.

    Creo que somos muchos los que pensamos que llorar ante la gente (aunque nunca lo hayamos pensado) nos parece exponernos demasiado, nos hace sentirnos frágiles… humanos.

    Cualquier razón por la que te pasa es válida, cualquier cosa nos puede afectar aunque para los demás parezca cosa de tontos.

    Date tu tiempo y verás como se pasa. Eso es lo que te hace más fuerte y no evitar aceptar que todos lloramos ^_^

    Un gran post, como los que siempre haces!!!!! :felicianer:

  8. Pues qué te voy a decir que no te hayan dicho ya. Sólo que, sospecho, esa mujer se fue para casa también reconfortada. Una persona que se aproxima a un extraño que lo está pasando mal para ofrecerle su hombro y su atención es alguien especial; seguro que conectó contigo y supo darse cuenta de que eres un buen tío, y no se arrepentirá de haberle prestado 10 trenes y su pañuelo a ese gaijin llorón ;)

  9. Aunque la mayoria de las veces es mejor llorar solo, porque bastante jodida es la vida como para echarle a alguien mas penas encima, hay veces en las que te tienes que desahogar con alguien para no perder la cordura, o lo que quede de ella.

    Como siempre :ungusto: leerte, y por fin, que ya se te echaba de menos.

  10. A veces el Tetris se destruye. Poco a poco, cuadradito a cuadradito, Otosán te quiero mucho a Otosán te quiero mucho… Reconstrucción. Gambaré!

      1. Ay… mira, ahora he leído el post de señales de vida… buff… yo este comentario lo puse sin saber nada, lo de Otosán era por que Kota te dice PAPA te quiero y tal… y eso cura muchas cosas… pero… buff, siento retrasadamente si te hice sentir mal a principios de año…

  11. Pues eres humano y sensible. Yastá.
    Tienes por lo que alegrarte y por lo que sufrir y estás más vivo que muchos que sobreviven.
    Cada uno tiene su forma de liberarse.

  12. Y pensar que eso me hace falta, tengo mucho por lo que llorar y no sale nada, ojalá pueda finalmente decir que pasó algo como esto y dejé ese peso en algún lugar por medio de algún desconocido si así la vida lo quiere.

    La razón para leerte es que me agrada la sensibilidad con la que plasmas tu vida aquí. De verdad espero que este todo bien y como siempre un gusto pasarme por este rincón.

    Ánimos y abrazos.

  13. Es curioso… hace pocos días escribí en Facebook: «Esos momentos de debilidad y de hormonas alteradas en los que miras hacia atrás, hacia el ahora y hacia adelante y te das cuenta de que lo único importante es el amor; rodearte de gente que te valora y valora tus sueños; que te trata como a una reina; esa gente para la que eres una pieza importante, que te adora pese a no saber esto o lo otro, pese a tener este o aquel defecto, pese a no deslumbrar, y que te ayuda a ser mejor cada día, simplemente porque te quiere y le gusta demostrártelo y que estés bien. Que te hace reír y le da color a tu vida cuando empieza a desteñir; esa con la que no tienes que fingir y en la que puedes apoyarte sin temor a que se aparten y te pegues un morrón. Lo demás son tonterías, espejismos, apariencias, mentiras.»
    Esos sentimientos me hacen llorar. A veces de emoción, pero otras de pena, porque hay gente que no siempre estará ahí y porque las crisis siempre tienen doble filo… Tengo 37 años y estoy embarazada. Quizá sea la edad y el hecho de crear nuevas vidas lo que hace que seamos más sensibles a ciertas cosas que antes. No sé si tiene o no que ver con lo que dices y con tu necesidad de llorar, pero junto con la anterior entrada me he sentido identificada.
    Siempre van bien abuelas surgidas de la nada que te prestan diez trenes de su tiempo. Un abrazo.

  14. Jamas te preguntaremos porque lloras. Tan solo te prestaremos un hombro para que puedas apoyarte y un pañuelo para que te suenes. Y una oreja para escucharte si te decides a contarlo.
    Llorar es bueno porque ayuda a liberar las cosas que se quedan dentro y de otra manera te acaban ahogando. Y a veces es mas facil contarselo a un desconocido para liberarte del todo.
    Asi que animo y para adelante!

  15. Tío, no sé que decirte. Sólo que me dan ganas de tirar pa Japón, darte un abrazo y hartarme de llorar contigo. Nada más que eso. No importan las razones, ni necesito saber más. Nada más que abrazarte y llorar juntos. Con alguna cerveza delante, pues mejor.

  16. Pues a mi me da que si que sé porque lloras. Para mi queda. Hoy, ayer, hace una semana, un mes… y sin encontrar esa persona anónima a la que llorar. Has tenido suerte.

  17. Hermano (a lo colombiano), realmente es de valientes llorar en estos tiempos. Casi que es un lujo de la intimidad que incluso a veces ni nos regalamos. Bravo por dejar que las lagrimas afloren para que el espíritu se calme. Abrazos fuertes desde acá. Como muchos te han dicho, si pudiera te daba un abrazo en vivo y en directo. Que todo mejore y la crisis termine para que salga lo mejor de ti.

  18. Un gran abrazo desde la distancia Oskar! :coleguicas:

    Ya que no puedo estar ahí y prestarte 10 trenes, el AVE o la Y vasca, te mando un mensaje de calor de alguien que te lee y te sigue. Que torees estos morlacos que nos trae la vida como mejor puedas y si llorar te sirve para descargar penas, aquí tienes un OYENTE para lo que necesites. Seguramente no tan próximo como esa encantadora mujer que se acercó a ti en ese momento, pero si servimos de algo…pos pa eso estamos.

    Besarkada aundi bat! :ungusto:

  19. Hay veces que la presión nos puede, y hay que soltarla, es necesario y saludable.
    Es curioso cómo son las abuelas con estas cosas. Yo alguna vez he pensado en preguntarle a desconocidos que lloran si les puedo ayudar, aunque sea darles un abrazo, pero luego pienso que hasta se pueden asustar y quiza sea incluso peor. Pero las abuelas son diferentes, tienen ese poder, esa experiencia, esa sabiduría.

    ¡Un abrazo!
    Nacho

    1. No sueles ver a gente llorando por la calle pero si que es verdad que cuando ves a alguien tiendes a querer ayudarle… yo no sé si lo haría…

  20. Que cosas tan guays te pasan. Yo me alegro de que llores tanto porque además de que eso muestra la persona sensible que eres, significa que estás vivo y puedes seguir contándonos tus historias que nos encantan.
    Por cierto, se te echaba ya de menos por aquí..
    A seguir disfrutando!
    …Y llorando! y si puede ser alguna vez de la risa que te dé algo mejor que mejor (nos lo cuentas) :yahaaa:

  21. El abrirnos ante gente desconocida, hace que podamos contar las cosas tal cual, sin filtros, a pelo… Y su visión es totalmente objetiva. La verdad desnuda.
    Tenemos que llorar más y tenemos que llorar menos, pero tenemos que deshaogarnos porque si no, reventamos.
    Y como han señalado por ahí arriba, jamás te preguntaremos pero estaremos dispuestos a escuchar hasta el final si así lo deseas.
    Ánimo, fuerza y para adelante. Siempre adelante.

  22. Una alegría seguir leyéndote y viendo que sigues sintiendo la vida con todos sus matices.
    Yo soy mucho de llorar a solas para desahogarme y así poder tener una gran sonrisa cuando estoy con la gente que quiero.
    Un fuerte abrazo y a seguir sintiendo la vida.
    Almu

  23. Son momentos de la vida. Sentir es siempre bueno, aunque sean recuerdos no agradables. Nos hace sentir humanos y estar mas cerca de la gente que nos rodea. Con el tiempo, asociamos recuerdos a sentimientos. Por eso, para seguir vieviendo hay que seguir sintiendo.

  24. Hacía tiempo que no me pasaba por tu blog.
    Me alegro de que, ese día, encontrases una persona dispuesta a escucharte, a la que abrir tu corazón y con la que compartir una o cien penas.
    Espero que, cuando vuelvas a llorar, sea de alegría; si no es así, si la pena vuelve, que otra mano te alcance, los pañuelos que te hagan falta.
    Besos

  25. Siempre es un gusto leer tu blog y aunque no me alegra saber que tengas algun motivo para llorar que no sea de felicidad. .. es bonito saber que hay personas extrañas que pueden reconfortarnos. Dicen que las lágrimas lavan las tristezas del alma… un abrazo de miles de kilómetros!

  26. Yo tuve un encuentro parecido. Estas cosas te devuelven la fe en las personas y te llega aun más si es un desconocido.

    Si estás bien me alegro y si no ¡ánimo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

:cuner: :ikukeke: :ikurruku: :ikukuko: :ikurruke: :ikukin:
:parriba :ungusto: :D ;) :yahaaa: :bailongo: :felicianer: :desquiciao: :gusteresque: :descojoner: :vainas: :amosahi: :P :( :oops: :pirata: :kiss: :feliciano: :pabajo :menfadao: :asi-no: :fliper: :flipader: :cry: :malico: :ikullorer: :pirao: :espabilacopon: :otiaya: :palizero: :ostiejas: :nunchakero: :vergonzer: :siono: :romeo: :secretico: :posna: :gambiters: :coleguicas: :comillo: :sobader: :olakease: :cocinicas: :arrozico:
:pelao: :flipanderer: :rascatecler: :gambi: :ahivalaotia: :peneke: :gustico: :pliebre: :copon: :gatostiable: :ikugracias: :bythesegao: :regulero: :ojetepalinvierno: :porsaquil: :censurer: :goku: :viejuno: :cebolleter: :triki: :ikufantasma: :estudier: :chiqui:

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.