Casi por sorpresa, el jefe nos contó que habían contratado a un chico nuevo para el departamento de diseño. Y dicho y hecho, al de un par de semanas, empezó a venir un tío rubio, alto y con un gorro de un estilo entre medias entre Bob Marley y Eminem que salía a fumar cada hora y volvía con la cara roja frotándose las manos.
Su ojo derecho se desvíaba un poco para un lado, lo que le daba un toque de despistado aunque su manera de actuar denotaba todo lo contrario.
Desde el primer día no entendí ni jota de su inglés de Canadá, y como nuestras conversaciones se limitaban a yo diciendo «¿eh? ¿eh?», supongo que tratábamos de evitarnos mutuamente. Creo que esto es algo que ocurre muy a menudo con los japoneses, que les da pereza hablar con nosotros porque no nos vamos a entender, y mucha gente lo confunde con racismo (que tambien lo habrá).
Nos sorprendimos sabiendo que tenía sólo 22 años, porque, a parte de que físicamente aparentaba más, era callado, trabajador, comedido. Además, empezó a dar clases al resto del departamento de diseño, y ya sabemos que los profesores, por serlos, parecen más mayores.
El caso es que el jefe nos volvió a sorprender diciendo que no había pasado el periodo de prueba. La única razón que nos dió, aunque no tenía porqué hacerlo, era que había visto cosas que no le habían gustado. En la empresa todos nos indignamos, después de tres meses de compartir el día a día, de ver que se esforzaba a la hora de enseñar a los demás, de ver algunos de sus trabajos, no nos parecía justo en absoluto.
Así que nos enfadamos, cual niños. Y durante un par de semanas hemos estado callados, serios, distantes. Todos menos el americanini que vive en su burbuja y no se entera, o no se quiere enterar, de la misa a la media (from the misa to the mediator, men). El jefe llegó incluso a hablar con algunos de nosotros en privado para preguntarnos qué nos pasaba y para justificar, una vez más, que era mejor no contratarle.
Por azares de la vida, esto ha coincidido en el tiempo con la llegada de un nuevo chico, pero esta vez al departamento de ventas. Con un sabor agridulce, el viernes pasado juntamos las fiestas de bienvenida/despedida en una sola, y nos fuimos a cenar con barra libre de comida y bebida, y después a jugar a los bolos.
El chico canadiense era componente del otro equipo. Y en su primera tirada, todos los bolos cayeron y a mi me dio por abuchearle en bromas. Su respuesta fue extender el dedo corazón y un «shut up» que me dejó más cortado que cuando el fundador de Google no encontraba las llaves de casa…
Le resté importancia, aunque para mi la tuvo, y seguimos a lo nuestro. Después de unas cuantas tiradas más, a mi me dio por descolgar un teléfono que había allí y dárselo al americano, el cual lo cogía y decía dos chorradas y colgaba. Era nuestra tontería particular, pero el canadiense no se pudo aguantar y se metió: «Ok, Oskar is an idiot». Yo respondí con un cortado «thank you so much», y me quedé callado todo el resto de la noche.
De toda esta historia he sacado dos conclusiones:
1- O yo me estoy haciendo viejo y me estoy avinagrando dándole importancia a lo que no lo tiene o quizás vivir en Japón, el país de las maneras, hace que cuando se pierdan, parezca que se pierdan el doble. El caso es que me afectó mucho más de lo que debería.
2- Toda la oficina se puso «en contra» de mi jefe, la verdadera víctima de esta historia. Ahora veo claro que seguro que tiene sus razones.
Tienes mucha razón con lo de acostumbrarse a las buenas maneras. A muchos/as nos pasa, el hecho de dar con alguien con pocos modales o algo brusco en expresiones nos descoloca y probablemente nos fastidie el resto del día (a mí personalmente me pone de mal humor, contagioso xD).
Está claro que los japoneses no son de tomarse ese tipo de «confianzas», así que… totalmente lógica tu reacción.
Iku:puede ser que tengas razon,en segun que edades,y en que momentos,este tipo de cosas pueden descolocarte por completo,y,normalmente,es cuando pasan cuando nos damos cuenta de ello.Tu jefe debe de tener un ojo clinico del copon!Y a este tipo de personas,ni caso oiga.Y en cuanto a los modales,pues estoy totalmente de acuerdo contigo,en la ocasion que estuve en Japon,se me pego por completisisimo las maneras japonesas(que creo que son de **** madre,que me encantan vaya,sin recochineo),y el tiparraco este canadiense no debe de ser para nada trigo limpio,a diferencia de ti,creo yo,por todo lo que leo regularmente,y por este motivo te puede afectar mas sus ‘actos de rebeldia’.
Nada mas,que nos sigas explicando tus anecdotas,aventuras,experiencias,y nada,palante!
Olvida a ese tipo, no merece la pena, hay gente que es tan reservada por algo, algo tienen que ocultar..!!!
En cuanto a lo de la partida de los bolos… no has dicho que equipo gano!!! jejejee ;-) nosotros en mi empresa tambien hacemos COMIBOLES (comidas + bolos) jejejje hay unos piques entre los chicos de la leche…
Un besazo y pasa mil de gentuza como esa
Claro, tu jefe ya sabía lo que se ocultaba tras la fachada de serio y tabajador del canadiense este… yo creo que en parte es porque ya llevas bastante conviviendo en una sociedad muy respetuosa entre sí y por eso te afectó tanto, lo digo porque no sé, yo me hubiera cabreado pero se me hubiera pasado enseguida, aunque claro el tipo este no deja de ser un rancio y maleducado.
Supongo que ya no te dará tanta pena que se vaya
Besos.
Jo pues si que era un poco borde el tio, aunque quizás pueda comprenderse (no justificarse) si después de dejarte los cuernos en el curro no te cogen y justo cuando se celebra tu despedida se celebra también que colocan a otro empleado ¿No?.
Aunque desde luego el canadiense te tenía una tirria tremenda.
Que no te afecte, no se puede caer bien a todo el mundo.
Me consta que ha tenido más desplantes del estilo con otros de la oficina, así que todos los tiros van por ahí. Seguro que el jefe ha sufrido alguno y, aunque curre bien, ha considerado inaceptable este tipo de comportamiento.
Y yo estoy con él ahora que lo se.
Fijaos que el jefe no nos dijo la verdadera razón, yo creo que para que no le prejuzgásemos, y por esto, estuvimos mosqueados con él una temporada.
Elenita, gracias, a veces las cosas me afectan mucho más de lo que deberían, pero veo que me entiendes.
Manji, no se si al final serán edades o no… pero vamos, yo con este tipo de personas ni asin!
Winnie, pues yo les he cogido manía, supongo que por la mala experiencia.
Kuris, pues el tío sigue aquí, tiene contrato hasta la semana que viene, pero vamos que él tan normal. Yo creo que ni se da cuenta que es gilipoyas. Yo le ignoro 100%
Triki, yo creo que la cosa ha sido al revés. El tío ha sido un gilipoyas, y por eso no le cogen. Ahora que si por eso se dedica a insultarme sin conocerme, más a favor del despido…
Apa ahí!