El proyecto de los helados

Fue mi primer trabajo serio en Japón, tanto que a veces creo que es la aplicación web más difícil que he hecho en mi vida. Lo que no es mucho decir porque no llevo tantas.

El cliente era la sede japonesa de una empresa italiana que fabrica máquinas de helados que tienen mucho éxito en Japón. El problema era que tenían toda la información de clientes, incluyendo visitas por reparaciones o nuevas instalaciones, en diferentes hojas excel con miles de registros. Mi trabajo consistía en hacerme cargo de todas esas filas en japonés, tratar de eliminar duplicados, corregir errores y crear una base de datos más o menos coherente que permitiese gestionar tanta información de una manera sencilla a través de la web.

No quiero entrar en demasiados detalles, pero me costó muchísimo, de verdad que ha sido uno de los trabajos más difíciles de mi vida. Sin embargo, cada nueva reunión con el cliente era peor: cada vez pedían más y más, y ya hacía bastante que había empleado el tiempo estimado en el presupuesto. Mi jefe no estaba contento con el proyecto que me anulaba para cualquier otro nuevo trabajo, el cliente no parecía estar nada satisfecho con lo que le ofrecíamos y yo no levantaba cabeza a pesar de casi no meter ninguna hora de más. Esto último es algo que he tenido claro desde el primer día en que aterricé en Tokyo.

En la oficina de la empresa italiana había algunos italianos, pero la mayoría eran empleados japoneses. Nosotros tratábamos siempre con dos: la secretaria del jefe y el jefe de los técnicos. La primera siempre tenía una sonrisa que ofrecer lo que sumado al gracejo con el que hablaba inglés hacía que uno también sonriera sin querer. El segundo, como si fuese el poli malo, siempre estaba serio y nunca hablaba de nada que no fuese trabajo. Ahora, desde meses de distancia, entiendo que la cantidad de trabajo que tendría que hacer a partir de entonces iba a depender directamente de cómo nosotros programásemos la aplicación, así que se jugaba mucho más que quedar bien con aquel francés y aquél español que se empeñaban en hacerle firmar una hoja de requisitos en inglés.

Aún así, nunca era amable y a veces cruzaba la frontera de la educación con alguna frase demasiado directa que ponía en duda nuestra profesionalidad, especialmente la mía. Ahora creo que era simplemente por la manera en que hablaba inglés… en japonés nunca sonaba tan mal.

Hace un mes quise ir yo sólo a presentarles la aplicación. Me puse mi traje, preparé un CD y estuve un buen rato configurando todo en el ordenador que me dejaron. Ella venía de vez en cuando y me traía agua, él me vigilaba desde su sitio dándose momentos de esos en los que las miradas se cruzan pero ambos tratamos de aparentar que no.

Con la franqueza y la tranquilidad que me daba el saber que iba a dejar la empresa y que pasase lo que pasase no iba a ser responsabilidad mía, les expliqué una por una todas las pantallas de la aplicación cuya programación tan en serio me tomé. Respondí a cada una de sus preguntas con respuestas claras y convincentes y poco a poco pude ver que él cambiaba su actitud defensiva por una más amigable aún sin perder su seriedad.

Al acabar, les confesé que era mi último mes en la empresa, que si tenían cualquier problema con la aplicación, que contactasen conmigo directamente lo antes posible ya que me iba a ser más fácil lidiar con ello que la nueva persona que me sustituyese. A ella pareció darle pena, tanto que casi me lo creí, mientras que él sólo se preocupaba por averiguar quién iba a ser responsable a partir de ahora.

Y aunque mi último día en esta empresa fue el lunes, hoy he ido a hacer la última instalación junto con la persona que me sustituye desde hace dos semanas. He creído necesario hacerlo tanto por el cliente como por mi sustituto, que lo iba a tener bastante difícil para hacerlo por su cuenta y porque, aunque es una larga historia que ya contaré algún día, yo sigo ligado a esta empresa.

Así que esta mañana tenía la sensación de estar jugando a informático más que serlo, quizás sabiendo que no pertenezco ya a esta comedia en la que me he visto envuelto el último año, y he ido entrajetado disfrutando de lo que iba a hacer, motivado, contento, haciéndome pasar por uno más de los salary mans que iban de aquí para allá por Tokyo maletín en mano. O mejor dicho: siéndolo por última vez.

Hemos acabado la instalación y ella ha probado la aplicación en su ordenador. Después de ver que todo funcionaba, ha venido él. Me ha preguntado si no nos vamos a volver a ver, y yo le he dicho que no. Entonces me ha dado la mano y me ha dicho «Thank you very much for your hard work all this months».

Tanto me ha sorprendido que me ha dejado sin palabras, sólo he sabido dar las gracias yo también. Después, hemos ido los cuatro hasta la puerta. Ella, siempre con su sonrisa, me ha deseado buena suerte. Él, siempre serio, me ha hecho una reverencia que ha parecido durar horas, y casi me ha gritado «Arigato gozaimashita» y ha seguido haciendo reverencias hasta que la puerta se ha cerrado.

No se si es significativo, si esta es la manera habitual de trabajar entre empresas japonesas porque he tenido otros clientes y nunca ha sido así, aunque es cierto que los proyectos nunca han sido tan importantes.

Me puso el listón alto, mucho, tanto que este proyecto ha sido una de las razones por las que he dejado la empresa. Recuerdo todas las reuniones, siempre tensas, el tono de los emails, las llamadas de teléfono con exigencias imposibles de cumplir la mayoría de las veces. Pero hace apenas tres horas que me he dado cuenta de que él realmente ha sabido apreciar mi esfuerzo, mi trabajo, mi actitud… como nadie nunca antes lo había hecho.

Y, de alguna manera, ha conseguido que me sienta totalmente satisfecho eliminando todo rastro de frustración de este, mi proyecto estrella, que a partir de ahora ya no será más mío.

Tengo claro que no podría aguantarlo una segunda vez.

26 comentarios en “El proyecto de los helados

  1. Supongo que ese «gracias» al final es lo que premia más el trabajo. Cuando el cliente parece satisfecho.

    Creo que todos los trabajo que son con contacto al publico o al cliente son más duros que los demás, donde no hay que dar tanto la cara.

    Puedo imaginarme como te sentiste al final cuando hiceron la reverencia :)

    Gran post,

    un saludo!

  2. Bonita experiencia, muy bien explicada. Los trabajos nos drenan muchas veces y a este nivel de exigencia más todavía. Has sabido acabar con elegancia, cuando muchos otros habría salido por patas mucho antes y habrían puesto a parir a su empresa y al cliente. Has podido aguantar la presión que te tocaba. Otsukaresama deshita.

  3. Creo q no merece la pena un trabajo q pueda con tu vida. Tienes la experiencia de ese proyecto, «Tu proyecto», y haber tenido más como ese terminarian por quitarte el tiempo al dedicas a todas las cosas q nos cuentas y no creo q seas asi.
    Vives para trabajar o trabajas para vivir???

  4. Ha sido difícil pero lo has superado y te han felicitado. Es mejor recibir felicitaciones de una persona que no suele darlas que de alguien que lo dice por sistema.
    Enhorabuena.

  5. Al final te has sentido realizado. Has sabido superar una vez más los contratiempos y te has ganado el respeto de una persona muy exigente. Eso te debe hacer sentir bien, a pesar de los avatares.

    Yo no soy informático, ni programador, aunque trabajo codo a codo con ellos. A veces me quedo estupefacto de las cosas que les piden los clientes. Lo quieren todo bueno, bonito y barato. Sé el trabajo que conlleva y normalmente sólo valoran si el front office es bonico o no.

    En fin que enhorabuena y suerte con tu nuevo trabajo. Ya nos contarás más detalles.

  6. Buf, digamos que yo estoy metida en algo parecido anque no a tanto nivel. Eso de que te pidan cosas que al principio ves imposibles de hacer y que cuando no has terminado con una ya te piden otra…pero siempre hay una luz al final del tunel!
    Parece mentira lo importante que es un simple «gracias» o un «bien hecho», aunque símplemente estes cumpliendo con tu trabajo.
    ¡¡Está bien esta historia para un viernes!! ¡Ahora a disfrutar del finde!

  7. Me estaba estresando solo de leerlo :S
    Supongo que en parte también es porque en un futuro puede que eso también me pase a mi ya que este año termino de estudiar informática.

    Animo con esta nueva etapa de la vida que se te presenta!!!!

  8. Los grandes proyectos acaban consumiendo a las personas, al menos, este cliente, que parecía tan serio, y que no apreciaba tu trabajo, al final te ha dado las gracias y te ha hecho ver, que tu esfuerzo, tu tesón, lo agradece, igual más que alguien que te trate mejor durante todo el proyecto.

    La verdad que sabes escribir las historias de una forma especial, porque muchas historias que sólo serían especiales para ti, consigues con tu forma de narrar, que lo sean también para los que te leemos.

    Bonita foto. Un abrazo!!

  9. » …¿Informático? Si, esos que se tiran todo el día delante del Pc, tecleando, que bien viven los jodios. Mira, he leido por ahí que ha salido un nuevo lenguaje de programación el doble de rapido que JAVA. ¿Los informáticos de tu empresa no estaban trabajando en un proyecto con el lenguaje JAVA? Diles que sigan programando con el lenguaje nuevo, y ya que es el doble de rápido, que lo entreguen en la mitad de tiempo, y así de paso, si les cambiamos alguna especificación, tienen tiempo de cabiarlo todo. ains, quien fuera informático, que bien viven….»

    El día que haya una cultura informática desde el colegio. dejarán de tratarnos a los informáticos como el pito del sereno. Lo que te he escrito arriba perfectamente podía haber sido la conversación entre los clientes de la heladera. Has tomado una valiente decisión.

    Saludos!

  10. Cuando se termina un proyecto siempre me queda ese sabor agridulce entre la satisfacción del trabajo realizado y el coñazo de hacerlo. Por suerte el único cliente que me ha tocado tratar tienen tiempo y dinero «ilimitado»… la dipu es la dipu.

  11. Estuve varios meses en Berlín trabajando de informático y salí con la misma, o similar, sensación que expresas tú. Para colmo yo estaba de prácticas y ni siquiera podía sentir la recompensa del salario.

    Trabajar en el extranjero no es tan fácil ni cómodo. Muchas veces el nivel de exigencia es alto, y a tu jefe nunca le parece suficiente lo que haces, y eso frustra mucho.

    Mucho ánimo y a tirar para alante.

  12. Uff, esa sensación que comentas la acabo de sufrir hace poco, que también acabo en una salida de la empresa en la que trabajaba.

    Los peor de esa sensación de agobio, es que la gente de tu alrededor no valora ese sobre-esfuerzo que estás haciendo y que el problema lo tiene el que lo desarrolla, nadie más.

    Un saludo

  13. Que te voy a decir… a mi solo me ha pasado una vez y me lo mismo que te hizo tu cliente lo hizo el mío… Pero la empresa con la que yo estaba contratada ni me dio las gracias ni un que te vaya bien…
    Quedate con tu buen trabajo, tu esfuerzo, saber donde está tu límite, tu profesionalidad y todo eso… xq es lo mas importante…

  14. Fíjate, Oskar, que antes de acabar de leer tu entrada y llegar a la frase final, estaba pensando en la de veces que en el trabajo también he tenido un cliente difícil, he intentado esforzarme al máximo, lo he pasado mal, etc. Alguno ha sabido apreciar realmente mi esfuerzo y yo me he sentido también satisfecha, pero desde luego, no me gustaría volver a pasar por todo eso, jajaja.
    Lo importante es que te supiste superar y yo creo que es eso con lo que se quedó el cliente: tu gran esfuerzo.
    Besos**

  15. Bueno, fue tu decision asi que hay que tirar palante!!! Quedate con lo positivo de esa experiencia y gracias por compartir con nosotros otro pedacito de Oskar.
    Un saludo.

  16. joder,deverias a ver estado super estresado,ahora entido cuando decias que no pegas,japon debe de ser super extresante en el mundo laboral,por eso tantos hay suicidios y todo el mundo se va de copas despues de un agobiante dia de trabajo,creo necesitas mas gente te apolle y te escuche para poder llebar mejor el dia a dia y poder encajar.

  17. Parece que nunca terminarán de entendernos a nosotros los informáticos, a no ser que la gente cambie un poco chip y entiendan que tambien somos humanos y no máquinas que todo lo sabemos.

    Tambien es que puede que haya personas que les cueste reflejar mas sus emociones y se mantengan frias, serieas… hasta que llegado el momento te sepan agradecer todo lo que les hayas ayudado, en este caso, con este proyecto en si que tanto tiempo y algunas angustias te ha conllevado.

    Todos te deseamos suerte en tu nueva andadura y que sea para encontrar algo mejor y liberarte de presión.

    Un saludo.

  18. como siempre me emocionas con lo que cuentas,animo ya sabes que vales mucho y no por que te lo diga un japones,tu club de fans desde vallekas ^^

  19. Quicoto>>> No me ha gustado nada este proyecto y la relación con el cliente, aunque me vea al final tan recompensado (al menos aparentemente), las he pasado putas…

    silverchaos2k>>> no se que decirte, tengo la impresión de que la relación entre empresas japonesas va por aquí, por un nivel de compromiso altísimo a cualquier precio. A mi me ha amargado la vida un montón de meses aunque ahora me sienta bien por saber que lo he hecho bien.

    Nihoneymoon>>> a duras penas lo he aguantado, no te creas… gracias!

    Saruka>>> en mi caso es «hacer esto para vivir en Japón y poder contaros las cosas que os cuento». Vamos, que no tenía alternativa hasta ahora.

    Almu>>> quizás por eso me siento más valorado, porque el tío siempre ha sido un pejiguero y la manera en que me dio las gracias fue como muy sentida, muy solemne.

    Prognatis>>> profesionalmente si, y quizás personalmente, pero no me compensa con lo mal que lo he pasado. Los informáticos somos lo puto peor, y me parece a mi que esto es así en Bilbao, en Tokyo y en Pernambuco.

    Pata>>> finde disfrutao! espero que tu también!

    Daraxa>>> te la doy y te la firmo de gratis!

    Santi>>> supongo que es cuestión de actitus, cuanto te involucres. En mi caso no me ha quedado más remedio porque tenía al cliente encima, pero ten siempre claro que las horas extras no valen normalmente para nada y que nunca empieces con ellas porque será una espiral y se acabará convirtiendo en lo normal. Yo eso lo tengo más claro que la mar salada

    Zuriñe>>> fíjate que estaba pensando que últimamente estoy contando muchas idas mías de pinza que igual no interesan a nadie. Poco o nada tiene que ver con Japón esta historia, y sin embargo parece que os ha gustado, gracias por decírmelo!
    La foto la saqué en cuanto me senté en el ordenador después de la reunión con el tío.

    Palcraft>>> pos no se de donde has sacado el párrafo ese, pero vamos, así de bobos somos. Nos teníamos que poner todos chulos y plantar cara!!

    Enekochan>>> q perro!!

    Huan Manwë>>> no, si ahora está todo mejor que nunca!!

    Acido 69>>> eso también, todavía estoy esperando a que mi jefe me diga que le enseñe la aplicación, el tío ni la ha visto… En fin! menos mal que ya no es mi jefe más.

    Nagore>>> ¿era un proyecto del cobol verdinegro? jaja

    Nuria>>> eso es, yo creo que él apreció lo que me preocupaba, aunque al final no hice ni la mitad de las cosas que pedía porque sencillamente no se podía hacer.

    Eroskiman>>> gracias a ti chato! ¿qué tienes de oferta esta semana?

    Jonathan>>> esto es una experiencia totalmente puntual que me ha pasado a mi, no generalices. Yo creo que hace más de un año que encajo, y que ya tengo gente que me apoye entre los que estáis vosotros, por cierto.

    Javier Sampedro>>> efectivamente, veo que todos los informáticos que nos juntamos por aquí coincidimos en lo mismo y es que nuestro trabajo no es valorado. Yo siempre he dicho que no es un trabajo fácil, que cualquiera no puede hacerlo, pero por alguna razón no se nos valora nada. Gracias!

    Zordor>>> gracias!

    Dr. Alban>>> supongo que estoy contento con como he hecho las cosas aunque he agradecido mucho la reaccion del cliente. Aún así, estaba contento conmigo mismo.

    Una Vallekana en Japon>>> gracias!!! cagüen, nunca me perdonaré el que no haya podido conoceros!!! me pillásteis en una de las peores semanas del año, jope…

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