Archivo de la categoría: Japón

Carteles

Hace tiempo que se me había pasado la paranoia de las gokiburis (cucarachas). Resulta que en la oficina apareció una, que me negué a ver porque las tengo pánico, y las dos o tres semanas siguientes me parecía ver en todas las esquinas.

No es que me den asco, es que me dan pánico. Es algo psicológico, se que no me van a hacer nada, pero no puedo estar cerca de una, es algo superior a mi. Chillo, salto, corro, hago el ridiculo y no me importa con tal de estar lejos.

Pues mira tu por donde que acabo de encontrarme con algo parecido en casa. La diferencia es que era como muy pequeñita y de color rojo, así que me he armado de valor y de una zapatilla, y le he pegado un ostión que la he dejado tiritando. Eh! ni Braveheart! menudo valor!.

La cosa es que ahora tengo otra vez la paranoia… esta noche me parece a mi que me voy a despertar treinta y cinco o cuarenta y tres veces soñando con mis amigas.

Cagüen!

A lo que iba, ¿qué es eso? ah no, es una mosca. Ay madre.

En fin, que venía a enseñaros unas fotos que he sacado de carteles por ahí por la calle. Aquí son muy dados a incluir dibujos en los avisos, de manera que se consiguen dos objetivos: es muy fácil saber de qué se está hablando sin tener que leer el texto, y a la vez se suaviza un poco el mensaje en el caso de prohibiciones.

Hay millones más, pero aquí va una pequeña muestra:

Si ves que pone que no fumes, jodé, pues no fumes!

A ver si separamos los envases como es debido, que nos lo dice nuestro amigo tetrabrikin.

Cuidao no te vayas a pillar los dedos con la puerta, chato!

Este es un clásico. En los trenes hay asientos reservados para gente que necesitar estar sentado más que tu, mangarrán!

Instrucciones de cómo utilizar el agua de la entrada de los templos

Baño de chicas en unos servicios de Enoshima


Y aquí el de chicos

Jornadas sobre qué hacer en caso de Tsunami en Kamakura

Sigue el camino de baldosas amarillas

Hoy ya no llueve. Mecagüen sos, ya iba siendo hora. Qué manera de llover, joe, me río yo de la milonga esa de los embalses vacíos, aquí cuando cae, cae!

Se me va la pinza… ah si!, las baldosas amarillas!. Pues es que resulta que una de las primeras cosas que le llaman a uno la atención en los Tokyos es que en las aceras hay como una hilerilla de baldosas amarillas que tienen como relieve. Vamos, que te puedes tronzar el tobillo si las pillas un poco mal (ala, que exagerao soy!).

Baldosas en la estación de Gotanda de la línea Asakusa,

Pues las baldosillas estas están por todos los lados y resulta que están ahí para que las personas con problemas de visión sepan orientarse por la calle. Así que delimitan cualquier obstáculo como escaleras, aceras o semáforos. Y sorprende que haya en la mayoría de las calles medianamente céntricas de Tokyo.

Se distinguen fácilmente, que no?. Esta es en Nakano, después del paso de cebra.

Por lo visto, las que tienen como topos indican que hay que pararse, y las de líneas, que se puede tirar palante (digo yo!)

Estas delimitan el anden, y siempre lo dicen por los altavoces «que ningún Rascayú pase de la línea amarilla, por favor»

A mi me parece genial, qué queréis que os diga. Aunque la verdad es que sólo he visto a un señor invidente que vive cerca de mi casa y que se sabe de memoria todo esto, así que anda sin necesidad de bastón ni baldosas ni nada. Me he cruzado alguna vez con él y no parece que no vea, la verdad.

No me parece mala idea. Alguna vez he cerrado los ojos he intentado seguirlas, pero no hay manera!

Esta te lleva hasta la misma puerta del supermercao

Además, muchos semáforos emiten sonidos cuando cambian de color, y tenemos escrito en Braille muchos de los carteles del centro de Tokyo. A mi estas cosas me parecen geniales, aunque justo ésta mañana venía pensando en ello cuando he visto que no hay manera de acceder a la línea de metro que uso yo todos los días en silla de ruedas. No hay rampas por ningún sitio, sólo un artilugio que permitiría subir y bajar una silla a la vez mecánicamente, vamos, lo menos práctico del mundo. Y ahora que lo pienso, tampoco he visto a ninguna persona en silla de ruedas por la calle… curioso, ¿verdad?

La verdadera razón de mi vuelta a Japan con pan

Venía yo pensando en lo que iba a escribir hoy, que había sacado un montón de fotos el otro día y tal, y de repente se escucha un truenillo. Como ya me conozco cómo se las cascan las nubes de aquí, agarro la bolsa de Karate con las dos manos y empiezo a andar como un bastante más rápidillo. Como si lo viera! se ha puesto a llover estilo Tokyo: pa todos los lados y mucho!!!! jode, es como si coges el mar y le das la vuelta encima de un colador, que calada llevo encima!!!! Y lo peor es la ropa, que está ahí chorreando y mirándome mal como queriendo decir: «a ver si te compras un paragüas de una chunta vez!»…

El trueno me ha recordado al que se escucha en la canción de Sorotan Bele, Zortzi Orduko Ekaitza (Una tormenta de ocho horas), bonita canción, si señor.

Ba, pero a un txirimiriero como yo no le va a achantar una tormentucha de nada (jodé la que está cayendo). Así que paso a lo que os iba a contar, que es

La verdadera razón de mi vuelta a Japan

Mucha gente me ha preguntado que qué hago aquí, que por qué me he venido. Y yo siempre decía que si un proyecto web, que si trabajar, karate, japonés…. ¡¡mentira!!. Yo he vuelto porque había una cosa sin la que no he sabido vivir durante todo este tiempo.

¡¡Los todo a cien!!

Dicho así suena como más cutre que el kalimotxo con ulifresh, pero claro, es que vosotros no habéis estado en un «Hyaku en shop» de los de aquí. Es… como expresarlo… ¿el paraíso?

Este es el que está donde estuvimos viviendo la otra vez… de cuatro plantas!

No tienen absolutamente nada que ver con los que te puedes encontrar por allí. Podríamos decir que hay como cuatro veces más cosas, y que la mayoría son de primerísima calidad, que ahora mismo cien yenes son cien pesetas (aprovechad para venir que no habrá otra como esta!), y que estamos adaptados a Japón. Esto último viene a decir que si en Bilbao puedes comprar ceniceros con el escudo del Athletic de Bilbao pintao a mano en China, aquí puedes comprar cuencos, vajilla japonesa, palillos, pinceles para caligrafía, té… ¡y por veinte duritos, que diría Pedro Reyes!

Imanes para la nevera estilo de aquí: Pikatxu, Hello Kitty y al resto no tengo el gusto de conocer…

Fuegos artificiales!!! Que si que si!, que la peña compra y tira en la playa. Ya os contaré, ya.

¿Tendrán sierras de calar del siete?

Aquí Chanquete que quería comprar un calzoncillo para cargar a la derecha.

CDs regrabables, DVDs … aquí reconozco que la marca era un poco nisupu…

Por cierto, que me estoy jugando la vida por vosotros, eh?, no hago más que delinquir. Se supone que no se pueden sacar fotos en estos sitios, pero yo que pongo mi cara de hacer la primera comunión y de no entender ni jota de japonés, le echo un par de webs para hacer la web. Que se valore esto!

¿No lo digo yo? El paraíso! mirad que cuencada, familia!

Vasos de Sake con una hoja de cerezo ahí tallada. Aissss

Mirad que plato más chulo. Veinte napos sólo!!! Compra eso en «Jota» o en «Casa» a ver que te cuentan!

Para hacerse uno el ajuar con mil duretes

Quiero una zopa! Casi te cuesta más la sopa que el cuenco este

Una sopa sin cuchara es como, como… esto… ¿como un macarrón sin tenedor?

Aunque le aplican no se que IVA y te vale 105, pero vamos, que aún así te puedes encontrar cosas super chulas por veinticinco durillos. Por orden, a mi las secciones que más me gustan son:1- vajillas, cuencos, etc., 2-bolis, postits, etc. y 3-cosas de putxiglas, de plastiquillo como los tapers, que tienen desde cajones hasta mesas (lo juro por la gomina de songoku).

Esta la saqué silbando como el que no quiere la cosa… eh, da palo, eh? que la peña te mira raro!

Compré uno de esos de abajo a la derecha. Es de bambú, para guardar palillos.

Si es que esto es adictivo!!! Aunque luego no lo uses, que suele ser el caso

Sobres para regalo. Jaja, hablando de cosas que no se usan, tengo un rascador de espalda! y nunca me pica! Pero como vale veinte durooooos, jajaja, que borrego soy.

Mira que cuaderno más chulo, hombre.

Pinceles, tinta y papel para caligrafía japonesa


Rotrings, portaminas, plumas, lápices, pilots…

Y tenemos comida!!!! Todo buenas marcas, vamos, que esto mismo te lo encuentras en el supermercao de al lado de casa. Así que ya os podéis imaginar que cada vez que hago yo una excursión aquí, pierdo trece kilos camino a casa de todo el peso que llevo encima! Aunque luego lo vuelvo a ganar zampándome los doritos que traigo, peeero, eso es otro tema!

Paquetes de patatas. A ver si sois capaces de coger uno que no sepa a pescao o wasabi o algo raro!

Tés de todos los tipos

Yujuuu, sopas Knor!!!!

Udón o fideos finos japoneses. Por cierto, que se comen fríos y están super buenos.

Algas para sushi. Eh! esto está bueno también una vez que te acostumbras!

Sembei, las galletas saladas japonesas. Están buenas también!! (¿me estoy volviendo mu raro?)

Buaa, yo he acabado de escribir (tengo unas ganas de volver al todo a cien que no meo en tres días!), y sigue lloviendo, menudos truenos!! Es curioso las tormentonas que se tiran aquí y nunca se va la luz…

Bueno señores, hasta mañanita! Aio!

Parkings

Hola gentecilla!
Nada, aquí viéndolas venir. Y de mientras pues sacando fotos. Me he dado cuenta de que tengo unas cuantas de parkings de coches de estos estratosféricos que se cascan aquí, así que pasemos a ello mientras me termino un bocata de jamón serrano (toma ya, perracos asquerosos!!).

Sistema megaaparcaplus 3.5. Tres alturas, un webo de coches por el aire…

Estuve un rato ahí esperando a que algún paisano viniese a por el coche, pero nada…

Nosotros tenemos routers wifi, y ellos tienen aparcacoches wifi. ¡¡Ganan ellos!!

Lo anterior era uno de pago. Aquí os enseño uno de una miniurbanización de aquí de los Tokyos. Vosotros sólo véis dos coches, pero el ingeniero japonés ve seis. A elegir con un panel que está allí puesto en la pared cual botones ascensoriles:

Fijaos en los números de la parte inferior derecha de los dos parkings.

Por si no me hacéis ni p. caso, os hago un zoom.

En la pared de la derecha tenemos unos cuantos botones.

Ahí activas tu número de coche con tu llave, y tachaaaan, te sale el coche cual máquina expendedora!

Luego están los parkings donde la entrada es de un sólo sentido y que no hay sitio para dar la vuelta. Ahí lo que hacen es poner una historia en el suelo de manera que te paras ahí, eso rota y te da la vuelta al coche 180º cual tiovivo. Que alarde!


Yo he intentado que lo enchufen estando montado en mi bici, pero no hay manera!! ni sobornándoles!!! soseras!

Cagüen, ya me he acabado el bocata de jamón. ¡Qué poco dura lo bueno!, hay que racionar esto, que no se sabe cuanto durarán los perros del aeropuerto con el resfriao.
Estas fotos de aquí son de un mini parking de dos pisillos, pero con el mismo sistema:


Digo yo que para sacar el coche blanco, tendremos que apartar el azul marino de alguna forma, no?

La misma historia, pero en el interior de un garaje

Visto desde el otro lado, parece que los coches estén aparcados ahí en el aire!

Aquí los mandos. Tiene huevos el tema, ¿tan poco sitio tendrán?

Y ahora que llega el verano, se empiezan a ver cada vez más a gente vestida con ropas tradicionales. Esta señora pagando el parking me pareció super curiosa:


A ver si por llevar el kimono, no va a poder pagar la OTA!

Las elecciones

Según nos cuenta Chie en su blog, el 29 de este mes son las elecciones. Yo no tengo ni idea de si son para el senado, el parlamento o para el kiosko de yakitoris de mi barrio, pero lo que si que tengo más claro que la agüita es que los carteles que me han elegido aquí los Aznares japoneses son para verlos!!!!

Panorámica del panorama. Tranquilizarse! que ahora vamos al detalle!

Para ir calentando motores, uno normalito… que mira al cielo, como soñador, con esperanzas….

Una chica majilla, sonriente… no preocuparse, que la cosa mejora!!!

Pasamos al candidato del partido profidén. Bajamos los impuestos y regalamos el flúor! Dientes, quiero dientes!

Si!!! lo encontré!!!! Chiquito mezclado con Manolo Escobar y todo ello con los ojos en 16:9!!!! ostias Pedrín!!!

Ehh Este Rascayú no es el de los billetes de China, los yuanes??? buscad en google, ya veréis!!!

Bueno bueno, y qué decir aquí del amigo de los niños….

Este tiene unas pintas de odiarnos a los extranjeros más que yo al tomate fresco! La oxtia!

Y cuando ya pensábais que los fenómenos de arriba no tenían precedentes, es cuando van un par de elementos y se atreven a sacarse fotos para los carteles electorales haciendo el vaina. Os juro que es verdad, no lo he hecho yo con el fotosop ni nada, ¡¡ están así puestos por la calle !!. Aunque yo de votar, votaría a alguno de estos, supongo que por ahí van los tiros, van a por el voto de los chorralaires como yo!

Ehhh, se parece a Torrebruno!! Miralo que majeto

Toma Jeroma pastillas de Goma. Cuando no miren, yo mango este cartel como está mandao. Jajaja que artista!!!

Qué hacer. Qué decir.

En Japón hay tantas reglas implícitas, que muchas, muchísimas veces, uno se encuentra totalmente fuera de lugar sin saber qué hacer o qué decir. Muchas situaciones se nos perdonan por el hecho de ser extranjeros, pero no creo que sea excusa para no tratar de aprender a ser uno más, al menos en cuanto a maneras y educación se refiere. Yo lo intento!! ya conozco a alguno que pasa de todo…

Ejemplos:
– Cuando uno entra a trabajar dice «buenos días», cosa habitual. Pero cuando uno sale de la oficina, sea donde sea, debe decirlo en voz alta «Me voy al seven eleven», y todo el mundo contesta con un «ten cuidado». Si te marchas sin decir nada, quedas raro, como que ocultas algo.

– Si sales de la oficina para irte a casa y queda alguien dentro, debes decir «perdón por irme primero». Y el resto de la oficina contestará «gracias por tu trabajo». Esta última frase se repite mucho, siempre que alguien hace algo por nosotros en nuestra oficina, se contesta esto. Es más, el otro día al salir de la embajada de España tuvimos que entregar a los de seguridad japoneses de la entrada la acreditación, y nos soltaron un «gracias por tu trabajo». Quizás una traducción más exacta sería «gracias por tu esfuerzo».

– Siguiendo con el tema oficina. Aquí a todo el mundo se le debe aplicar el -san en el nombre (Oskarsan!, eh, mola!). Pero cuando hablas con alguien de otra empresa y te refieres a alguien de tu oficina o a ti mismo, nunca debes utilizarlo. Es una manera de rebajar tu posición con respecto a ellos, que en muchos casos serán -sama (mucho más respeto).

– En un bar o restaurante, siempre se debe brindar antes de comenzar a beber. Es de mala educación empezar a pimplar si no se ha brindado antes.

– Nunca se debe apuntar a nadie con los palillos, ni clavarlos en la comida, ni mucho menos pasarte comida de unos a otros.

Cuidadín con los paliss!

– En los bares o restaurantes nunca se deja el dinero en la mesa, siempre nos darán la cuenta que llevaremos a la entrada que es donde se paga, y nunca nunca se debe dejar propina.

– Las puertas de los taxis se abren y se cierran solas. A mi siempre se me olvida, y al entrar en el taxi pego un portazo, lo que no tiene que venirle nada bien al mecanismo de abrir/cerrar. Alguna mala cara ya me he ganado, pero es inevitable!

Taxiiiii. Al Casco Viejo a tomar unos potes!

– Cuando te dan las vueltas, cuentan el dinero delante de tu cara después de que ellos lo han contado. Mil, dos mil, tres mil, ¿está bien?, y tienes que contestar que si (siempre está bien). Queda raro si no dices nada, o si no miras atentísimo al recuento.

– El intercambio de tarjetas de visita es algo que está arraigado mil por mil en Japón, y no se limita al ámbito laboral. Yo llevo mis tarjetas incluso cuando salgo de juerga, porque siempre siempre se necesitan (tengo una aquí de un tal Chan del viernes, que no se ni quién es). Además es todo un ritual, debes girarla de manera que el que la reciba la pueda leer al derecho directamente, además hay que darla con las dos manos, inclinarse, decir «por favor», coger la suya, decir «gracias» con una nueva inclinación, y después leerla atentamente. Además, si la persona tiene un rango mucho mayor que nosotros, hay que tener cuidado que en el intercambio de tarjetas, la nuestra quede siempre por debajo, nunca tapando la suya.

– Los trenes en horario de entrada/salida de la oficina van petadísimos, tanto que acojona. Pero siempre hay sitio para uno más. Yo perdí más de un tren el primer mes, pero aprendí a base de empujón, que se puede entrar aunque parezca mentira. La táctica más utilizada es darse la vuelta, meter el culo y empujar.

Aquí un tren de la Yamanote, la línea que rodea Tokyo y una de las más petadas

– Al entrar en las tiendas te gritarán un «bienvenidooooo», que a mi siempre me suena a «buenos días», y yo, que me daba palo obviarlo, lo repetía también. Imaginaos la cara de poker del dependiente cuando le contestan a su bienvenido con otro bienvenido.

Menos bienvenidos y más comer!

– En tiendas o escaparates donde quizás no queda más remedio que pasen por delante de ti, te pedirán permiso antes de pasar haciéndote inclinaciones. En teoría se debe hacer lo mismo, pero yo nunca me doy cuenta.

– Al entrar en cualquier sitio que no sea público: una oficina, una casa.. se debe decir «perdón, estoy molestando», y la otra persona dirá algo así como «que va que va, pase por favor».

Menuda chapa os he metido! y eso que estas son las que me han venido a la cabeza ahora mismo, seguro que si las apunto, tengo para escribir siete páginas.
Todas ellas contribuyen a que la sociedad sea extremadamente educada y se guarde un cierto equilibrio… pero, seriamente, ¿a vosotros que os parecen?

Hoy ha llovido la de Noé

Soy un tópico andante

Pues si señores. Resulta que me entero en Japón que soy latino!!! ale! como Antonio Flags! Además, me tiro todo el santo día durmiendo siestas y bebiendo sangría. Eso por no hablar de bailar salsa, que la primera vez que me dijeron que lo llevaba en las venas me hizo gracia, pero ya vamos por la sexta vez que me lo sueltan!!! Yo de salsa lo único que entiendo es cómo abrir los botes de ketchup!

Aunque la guinda la puso una amiga de un compañero de trabajo a la que le había hablado él de mi. Al verme va y me suelta la tía: «anda, pero si no eres alto! y no tienes la piel morena!! y el pelo lo llevas corto!!!» ¿a quién te esperabas? ¿a Farruquito?!!! Ahí tenía que haber contraatacado yo con un «y tu? donde has dejado la espada de samurai? y la cámara de fotos colgando del cuello? y el bocata de ballena?». En fin…

Y por no hablar del flamenco… ese mítico arte en el que el cantaor berrea como si le hubiesen pisado un callo con unas catiuscas. Que si seguro que alguien de mi familia canta, que si se tocar la guitarra, que si nos lo enseñan en la escuela (<-- esto me llegó al alma).Aunque tengo que reconocer que hay una canción de flamenco que me gusta:

Berzas – Hala pué

Bueno, me voy a afilar las banderillas que se me hace tarde.

Hasta luego chatos!!

Bicicletas con batería

Ya me extrañó a mi que me adelantara la viejecilla aquella subiendo la cuesta!!!! jodé que frustrao me sentí!

Lleva una batería que se carga en casa y te permite mantener la misma velocidad sin demasiado esfuerzo

Eso si, al pagar vete preparándote. Y no es la chorrada del año, porque por la calle se ven mucho, eh?

La idea no es mala, sobretodo para gente mayor que usa la bici para todo y no están ya para hacer el Indurain

Esto ya es para la gente chic. De hecho no se ni si se vendía…

Idea original y útil!

A parte de los baños que se ven por aquí, con calefacción en el asiento y sus chorros de agua «estratégicamente» situados, he grabado un video de una idea mucho más simple, pero que siempre me ha parecido muy original:

Cisterna llenándose a través del grifo

Tu tiras de la cadena, y la cisterna no se llena internamente, sino a través de ese grifo que podéis ver. Así, ese agua es aprovechable para lavarse las manos. Aunque el agua es la misma que la del grifo normal, yo no me lavaría los dientes con ella… ¡no se! ¡me da un poco de yuyu!

Basuraaa

Una de las cosas más típicas de aquí, y de lo que no me acordaba, es de lo especialitos que son con el tema de la basura.

Habrá quien piense: «seguro que tienen ahí un sistema de basura wifi con robots que además suben escaleras y bailan…»

Nasti de plasti!! Para empezar, no hay ni una papelera por la calle, así que si te suenas los mocos, ya te puedes llevar el kleenex en el bolsillito hasta que llegues a casa. A pesar de no haber papeleras y por extraño que parezca, no se ve nunca ni un papel por la calle.

Hablando de kleenex… aquí todos los días hay una legión de gente dando publicidad por la calle. Lo original es que te dan un paquetillo con cuatro pañuelillos de papel y con propaganda en la parte de arriba. De diez personas a las que les ofrecen, igual coge uno. He aquí uno que me dieron ayer (jaja, yo los cojo todos!!):

Vete tu a saber que anunciaban ahí

Pos el asunto de la basura es que no es tan fácil como lo hacemos nosotros, que cuando te da el punto bajas a los contenedores y dejas ahí tu «material sobrante» mayormente cuando te viene dando la gana.

Aqui noooooooo. Aqui no hay contenedores, aunque si que hay sitios donde dejar las bolsas en el suelo en la calle. Y además la cosa se complica ya que hay un día para cada tipo de basura, y no toca precisamente todos los días, y le dan mucha importancia a que se haga precisamente como te dicen.

Este es el temario para el máster basuril japonés:

  • Martes: se pueden tirar periódicos (atados con una cuerda), botellas, latas y cajas de cartón (atadas también con una cuerda)
  • Miércoles y Sábados: comida, vamos, la orgánica de toda la vida que se puede quemar.
  • Jueves: plásticos
Un poster con las instrucciones

¿Qué? ¿Cómo os habéis quedao?. Pues échale que si a eso le sumas que hay que dejar las bolsas antes de las ocho y media de la mañana, ya puedes espabilar. Yo tengo tres cubos de basura, y el cartel que me ha dado el dueño del piso puesto en la entrada de casa (traducido por Michiko, eso sí), porque si no, no hay manera!!!

Cuánto bien están haciendo al medio ambiente las traducciones de Michiko!!!

La verdad es que no es complicado una vez que sabes como va, pero joe, hay veces en que se te pasa, y, por ejemplo en el caso de la orgánica, si no la tiras el sábado a la mañana, tienes que esperar hasta el miércoles y aquello puede ser un auténtico desastre…

Y no hablemos de si tienes que tirar algo grande… resulta que tienes que comprar una pegata, que no se cuanto vale, por cada bulto que quieras tirar. El resto es igual que en Bilbao: llamar por teléfono y concertar una cita y después dejarlo donde te digan.

Baaaaa, yo me quedo con nuestro peazo de contenedores de toda la vida!!! esto es un embolao!!!

Ikusuki, Bilbao, Tokyo…

Como ya adelantábamos, después de mucho pensarlo, medio Ikusuki se va a Tokyo una temporada. Prometemos conquistar aquello, promocionar el País Vasco, enseñar nuestras camisetas, aprender más japonés, exportar el txakolí, subir al Fuji con el cienpiés, y pegar inocentes en el metro.

El otro medio de Ikusuki se queda encargado de que todo siga funcionando tan bien como hasta ahora gracias a Internet. Eso si, le vamos a dar un nuevo giro al blog. Tenemos cosas que contaros sobre nuevos diseños, nuevas promociones y hasta concursos!. Pero también aprovecharemos para acercaros un poco más el país de las letras raras, los tebeos que se leen al revés y los móviles futuristas. Estamos segurísimos de que juntos nos enteraremos de muchas cosas que no sabíamos, y romperemos falsos mitos como lo de la huelga japonesa esa.

Todo desde la perspectiva Ikusuki. ¿No suena bien?. ¡Volveremos cuando consigamos que saquen un tamagochi vasco que haya que darle chuletones para que siga viviendo!

Eso de los viajes… ¿qué es?

Desconcierta un poco, ¿eh?. Uno entra en ikusuki.com y después de la presentación salen tres frases que hablan de turismo en Euskadi, y de repente a la derecha nos sale un muñequillo que invita a entrar en las camisetas. Pero bueno!!! ¿qué es eso de los viajes?

¡Nosotros os lo explicamos! ¡Faltaría más!

San Juán de Gaztelugatxe

Mientras hacíamos la web para las camisetas, contactamos por casualidad con una agencia de viajes que opera cerca de Bilbao y, como suele pasar con nosotros casi inevitablemente, la conversación acabo yéndose por derroteros nipones. Que si habíamos vivido en Japón, que si teníamos amigos allí, que si no, que no se come pescado crudo todos los días, y si, es verdad que hay «empujadores» en el metro de Tokyo para que no se queden las cosas (ni las personas!) fuera enganchadas en las puertas…

Con Noriko en el Peine de los vientos (Donosti)

En fin, entre todos nos planteamos que el País Vasco sería un destino turístico muy del gusto de los japoneses. La tradición pesquera de pueblos como Bermeo, Bakio, Lekeitio, los montes, la existencia de deportes y antiguas costumbres… ¿porqué no dar una alternativa a los toros, el flamenco y la Sagrada Familia?

Una foto del Guggen no podía faltar!


¡¡Y nos pusimos a ello!!
Pues si que hace falta mucho para que nos animemos nosotros!!
Creamos la web intentando darle un diseño tan atractivo como pudimos, pero primando la claridad de contenidos. Contactamos con guías japoneses a los que les entusiasmó la idea tanto como a nosotros y ahora tratamos de promocionarnos en Japón en medios como Mixi o a través de diversos contactos que tenemos allí.

El Puente Colgante de Portugalete, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO

Nuestro objetivo es lograr que no sea tan raro escuchar un «oishii» al probar los pintxos del Casco Viejo de Bilbao, que sientan la magia de lugares como el Peine de Los Vientos en Donosti, que intenten entender la arquitectura del Guggenheim con un txakolí en la mano, que se sorprendan ante exhibiciones de deportes rurales vascos o de danzas antiquísimas, que toquen tres veces la campana de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe como hacían los pescadores antes de salir de campaña, que se emocionen con la fiel afición del Athletic de Bilbao, que entiendan el casual origen del pil-pil y degusten el sabor de la nueva cocina de autor vasca, que el viento les despeine en lo alto del Puente Colgante de Portugalete mientras otean el Puerto Viejo de Algorta, que cenen en una sidrería y acaben el menú con un postre de queso, nueces y membrillo… y que de vez en cuando silben, casi sin darse cuenta, la pegadiza melodía del txistu del aurresku.

Como con nuestros amigos japoneses que ya han venido a vernos, es todo un honor para nosotros hacer de anfitriones!!

Homenaje a las familias de pescadores en el Puerto Viejo de Algorta

Bea, Hiro y Satsuki en Hondarribi

Ikumaneki neko

El Maneki Neko es un talismán muy habitual en Japón. Se trata de un gato que tiene una pata levantada a modo de saludo. Si tiene alzada la pata izquierda, el gato atrae clientes al lugar donde se encuentra: restaurantes, tiendas… En cambio, si es la derecha, la tradición dice que atrae prosperidad y dinero, lo que casi casi viene a decir lo mismo.

Nosotros tenemos nuestro propio Ikumaneki Neko:

¡Fijaos que pata tiene levantada!

Más información en Kirai y Wikipedia.