Hay dos formas de celebrar algo en el dojo: normalmente nos vamos a un izakaya cercano a cenar, pero si la cosa va con alguien importante, como la boda de algún profesor o la despedida del embajador de Brasil, entonces se compran cervezas y aperitivos y nos sentamos allí en el mismo suelo donde un poco antes estábamos pegando patadas, y nos tiramos un rato largo comiendo, bebiendo y hablando.
En estas, las del tipo 2, siempre me ha llamado la atención que la mayor parte de los aperitivos que compran son calamares resecados que se comen así como a tiras. A mi al principio me daban un poco de repelús y pude ver que a cualquier extranjero también, pero me he acabado acostumbrando y les he pillado el truco.
Esto que os enseño ahora son trozos de calamar reseco que te venden al lado de los pistachos para que lo abras y te los comas tal cual: