¿Que hoy qué? Huy que faenaaaa, no no no, esto no puede ser hombre. Dejadme a mi, dejadme…
– ¿Está Dios? si, el jefe, el mandamás, ese mismo… ya sé que estar está en todos los lados, pero que se ponga al teléfono también
– Gracias ángel, que eres un ángel
(son un primor, siempre me coge uno distinto, se ve que a la que pueden se escaquean del trabajo y se van volando)
– Si, ¿Dios?, hombre, que tal, cómo andamos, por las nubes como siempre, ¿no?. Bueno perdone, que mire que si puede retrasar lo del fin del mundo un poco, que va a venir mi primo del pueblo a pasar la navidad y, claro, nos viene mal… que si eso si no le daría lo mismo dejarlo para después. Claaaro, en diciembre nos coge a desmano… ¿le costaría mucho ponerlo en enero? que ya nos habremos gastado todo el dinero y ya de perdidos al río, total… o mejor en junio que se acaba la liga y ya nos morimos sin la duda.
– No claro, si yo lo entiendo, que la agenda con los jinetes esos… que si lo tenía apalabrao con los mayas… si… hay que ver que ocupao está usted y en qué chanchullos me anda, y eso que descansa los días 7. Pero hombre, no me haga este feo, que le rezo hasta los domingos que hay fútbol. Mire, le pongo dos velas más de aquí a que gane el Bilbao la copa si mira de dejarlo para otro año.
– Ah! que así si, anda que no le gusta que le mimen, ¿eh?, si en el fondo es usted un salao, tanto cura, tanta biblia que le tienen en un altar siempre y es usted un campechano. Bueno, pues si ve que tal, cambielo al año que viene y así nos comemos el pavo con mi primo, que está gordo gordo ya. No, mi primo no, el pavo, aunque mi primo tiene lo suyo también, que el otro día se subió a la báscula y le salió en la pantalla: «de uno en uno, háganme el favor».
– Vale, pues en eso quedamos entonces. Si ya de carambola hace que se quede buena tarde, le deberé un par, muchas gracias de verdad. Jesusito bien, ¿no?, dele recuerdos, que se tape un poco, que hace frío. Ah!! ¿y Miliki ha llegado ya? ¿que le ha tocado una buena nube?, muy bien que se lo merece.
– Vaaale, pues cuelgo entonces, quede usted con Dios. O sea con usted mismo… bueno ya me entiende.