Calor humano

Cuando uno está viviendo fuera en otro país durante una temporada, es fácil acostumbrarse y olvidarse de cómo se vivía antes. Y quizás por esto me sentí fuera de lugar en el pueblo donde nací, pero seguro que si volviese allí de nuevo, en seguida me acostumbraría y todo volvería a su cauce original como si nunca me hubiese ido.
Esto iba pensando en el avión de vuelta a Tokyo, tratando de buscar la razón por la que durante 13 días sentí que invadía una rutina que no era la mía, que mis vivencias en Japón se quedaban sólo para mí mientras los que allí seguían, lógicamente, se preocupaban de sus propios asuntos.

En el viaje de vuelta, aunque lo elegí yo, no pude evitar pensar en que tendría que molestar a las dos chicas de mi izquierda si quería salir del asiento, aunque también es cierto que la pared del avión da más juego a la hora de buscar la postura para dormir. Sin duda volvería a elegir ventanilla.

Después de unas horas nos trajeron la comida, y mientras comía soba, fideos japoneses, la chica de al lado me habló en inglés. La conversación empezó siendo de ascensor para, inesperadamente, convertirse en refrescantemente amena. Me contó que ese tipo de fideos son famosos de la región donde nació y que ella, junto con un grupo de más de cincuenta japoneses, venían de hacer un viaje por España. Durante ocho días habían pasado, casi contrareloj, por Madrid, Toledo, Córdoba, Sevilla, Granada, Valencia y Barcelona. Ni rastro del País Vasco, como de costumbre.

Me estuvo enseñando fotos, hablamos sobre las diferencias entre ambos países y fue curioso comprobar cómo mucho de lo que me contó coincidía con mis propias impresiones aunque alguna que otra vez tuve que luchar contra tópicos como el de la siesta que, supuestamente, todos disfrutábamos a diario con el consentimiento de las empresas.

De vez en cuando nos dormíamos, quizás veinte minutos, quizás horas, para que cuando volvíamos a coincidir despiertos, retomásemos la conversación como si no se hubiese acabado. Pasábamos de churros con chocolate a sopa miso y arroz, de la Alhambra de Granada al Toshogu de Nikko, de cómo habla la gente de Andalucía a cómo son los de Osaka, de que allí todos son chinos a que aquí nosotros somos americanos…

Cuando tratando de buscar la postura dije «semai kore» (qué estrecho es esto), ella levantó el reposabrazos que nos separaba.

Cuando empecé a estornudar, ella sacó un paquete de pañuelos de su bolso y me lo dió, y cuando contesté que sí a la pregunta de si tenía frío, ella me puso por encima la mitad de su manta.

Así nos dormimos uno apoyado en el otro en un sofá improvisado con dos asientos de avión entre dos mantas y un par de chaquetas.

Tiempo después aproveché el momento en que las dos chicas fueron al baño para hacer lo propio, y llegué a la puerta a la vez que una señora a la que cedí el paso. Me hizo una reverencia, y pude sentir de nuevo que casi volvía a estar en Japón.

Con la espalda y las piernas aliviadas y agradecidas por haber estado de pies, me senté otra vez en mi sitio, y me dormí. Entre medias sentí que ella volvía, apoyaba su cabeza en mi hombro y me hablaba:

– ¿Sabes? la señora del baño es mi madre
– Anda, no lo sabía
– Claro que no. ¿Cómo lo ibas a saber?

Después me apretó el brazo y seguimos durmiendo… hasta que de repente el avión se empezó a sacudir. No es que fuese mucho, pero que se encendiese la señal de abrocharse el cinturón y que el piloto hablase fue bastante para que nos asustásemos. Cuando me quise dar cuenta, ella me había cogido de la mano y me la apretaba con fuerza. Yo le decía que no pasaba nada aunque no me lo creía y muerto de miedo le hablaba para tratar de tranquilizarla mientras me esforzaba por parecer seguro de mí mismo.

Las turbulencias no fueron nada, pasaron pronto, no duraron más de diez minutos pero nuestras manos siguieron enlazadas mucho más tiempo.

Apagaron las luces y con la ayuda de la oscuridad, compartimos sueños y mucho más que nunca contaré porque aunque artificial, era una noche y las noches son secretas.

Aquel primer sábado del 2009 nos despedimos justo antes de aterrizar sabiendo que ella volvería con sus padres y fingiriamos que seguíamos siendo desconocidos.

Y cuando por fin pude meterme en el futón a dormir, me di cuenta de que a pesar del peso de mi equipaje, del peregrinaje por andenes y estaciones inundadas de gente, de lo incómodo del regreso… yo no había parado de sonreir en todo el camino a casa.


64 comentarios en “Calor humano

  1. Una historia muy bonita. ¿No le pedistes su dirección de email o número? Más que nada para no perder el contacto con una persona tan cálida, sería una verdadera pena que nunca más os volvierais a ver.

  2. Me encanta como escribes!!!
    Son esos viajes que se quedan marcados, y quieras o no, tarde o temprano recordaras esto!
    Que bonitos recuerdos!
    SALUDOS!

  3. Como no quiero dejar de ser decente ni estar ausente, dejo aquí mi comentario: Como siempre, me encanta. Me parece a mi que te hace falta una persona en tu vida, una que sea especial.Y no creo que no os intercambiarais los teléfonos o direcciones de correo, pero eso es algo personal que solo tú sabrás.
    Un Ikubeso T.M.

  4. Como muchos dicen x arriba, sería una pena que hubierais perdido el contacto (q espero nos digas que no)…

    Ya nos dirás algo de la chica ^_^

    Genial blog el cual llevo algun tiempo leyendo, gran forma de expresarte en los post y muy buen diseño en general.

  5. Me ha parecido muy bonita tu historia, como suelen serlo todos tus posts de este tipo, ¡diría que son mis favoritos! Te animo a que sigas escribiendo así de bien y compartiendo tus historias con nosotros de vez en cuando :3

    ¡Un saludo!

  6. Ayyyy…Oskar…te lo digo en serio, casi me saltan lagrimillas. Qué bonita experiencia! Pero debiste pedirle teléfono o mail, así celebramos boda juntos, niño !! Jajajaja.
    Besiños**

  7. Bonita historia y muy bien escrita. Junto con el post en el que hablabas de las interminables líneas amarillas de las calles, de las que más me han gustado. Enhorabuena.

  8. Chico, ¡estás hecho un artista de la palabra! A algunos nos cuesta expresar bien éste tipo de sentimientos y vivencias, pero lo has resuelto con una maestría digna del mejor de los escritores.

    Felicidades por el post y por la experiencia vivida.

    :)

  9. Omg, no sé si será por el frio del entrenamiento o por la galleta que te dio el Bruce Lee «hace poco», pero estas perdiendo reflejos, lo mínimo es pedirle el teléfono o correo… Aunque pensandolo bien espero que lo hicieras pero como buen caballero no divulges ese dato, que tampoco es necesario que lo sepamos… xD

    El relato me ha encantado, cada vez me gusta más como escribes, sigue así!!!

  10. Que gustito da cuando te encuentras a gente tan maja!!!
    Te vas a casa con las pilas cargadas y con un buen rollo que no veas.
    Felicidades pues!!
    Un saludete!!

  11. A mitad de parrafo, ya me estaba imaginando que la chica no era española, aquí es cada vez mas raro encontrase a gente así, o quizás es que vea yo las cosas demasiado pesimistas :(

    Un saludo!

  12. Heeey!!! ¡Qué buen viaje te tocó! Si así fuese siempre me animaría más seguido a enfrentar las 15 horas de vuelo que me separan de mi país.

    ¿Y no intercambiaron números telefónicos? ¿Por lo menos sabes cómo se llama? Cuenta, cuenta eso por favor…

  13. Increíble historia. ¡Qué envidia de experiencia! Eres un suertudo ;)

    Me alegro de que te haya pasado a ti, porque sé que son el tipo de cosas que siempre contarás en un elaborado y precioso texto lleno de sentimiento.

    Saludos!

  14. Creo que nunca había escrito en tu blog, pero lo sigo desde hace bastante tiempo a traves de rss… Con este post me has «obligado» a pasarme por la web a decirte que me ha encantado tu Calor humano… como comentan por arriba, nos has transmitido esa sensación de calidez que sentiste frente a esa persona.

    También soy de la opinión de que deberías haberla pedido el correo, aunque también es cierto que quizás se hubiera perdido la magia de la historia…

  15. Gran historia, como siempre. Hace tiempo que no comentaba por aquí, ruego que me lo disculpes, aún así, te sigo leyendo. Suerte por aquellas tierras.

  16. Solo puedo decir, como alguna otra vez, que me encanta leerte. Escribes de una manera que haces que los que te leemos nos emocionemos y nos sintamos contigo en tus experiencias.
    Gracias y besos.

  17. Que historia mas bonita! Espero que aún puedas seguir en contacto con ella aunque no hace falta que lo digas queda entre vosotros dos (guiña el ojo si tienes su mail XD)

    Y como te digo siempre, escribes de una manera increible y haces que todos nos consigamos emocionar con lo que cuentas.

    Saludos!

  18. Muy bonita historia y contada con un ritmo muy conseguido. Ten cuidado que creo que hay por ahí una página del «tomate» (cotilleo) sobre los bloggers de Japón jejeje.

  19. Bonito si que ha sido…. emotivo…. por lo menos una amiga nueva tienes, espero que como dicen tantos amigos por aqui puedas mantener esa amistad.

  20. Que decir que no hayan dicho otros ya. Uno nunca sabe que cosas le van a ocurrir, o a quien puede conocer en ellos. Una historia muy humana y tierna. La cantidad de cosas que compartieron en el viaje, para que fuera más llevadero.

    Seguro que esto es el comienzo de una bonita amistad quien sabe.. ya nos contarás.

    Un saludo.

  21. Bueno, definitivamente voy a postear aqui…

    Llevo siguiendo tu blog meses y meses cada X dias convencido de q cada vez q entre vas a transmitirme algo diferente a la par que bonito/interesante/gracioso…

    El humor que has demostrado muchas veces en este blog es exactamente el que a mi me gusta, la forma de escribir, es exactamente la que a mi me llega y el pais en donde vives y del que cuentas tus vivencias es exactamente con el que sueño dia tras dia…

    En fin Oskar que eres genial, de verdad, las personas que tengan el gusto de conocerte tienen que considerarse afortunadisimas porque, imagino q t lo abran dicho mil veces, queda muy poca gente como tu.

    Respecto a esta entrada… que decir que no te hayan dicho ya, gran historia y grandes palabras. Que tengas mucha suerte tio.

  22. Madre mía que fenómeno, eres todo un caballero :) Lo que no me explico es porqué no rematas la faena intentando conseguir su número, por diosssss!.

  23. Que suerte tienes, parece una película, espero que tengas su mail y puedan conocerse mejor, no todos los días conoces a alguien con quien puedas llevarte y comunicarte tan bien.

    Y si, deberías ser escritor, realmente sabes como emocionar a la gente.
    Gracias por tus relatos.

  24. de veras que tu arte son las letras , deslizas los dedos como mago y sacas palabras de la nada =), tio te pillaste el numero de telefono?? :P

  25. que crack, no solo recoges, sino que siembras entre l@s lector@s…más de una te pillaba sin pensarlo…dulce pero gracioso, duro pero timido, de Bilbao pero extraño en casa, y con el deporte que haces seguro que hay tableta de chocolate… madre mía que bombón…Chicas que opinais, este me lo pido

  26. Vosotros si que me habéis emocionado a mi….

    Muchas gracias, de corazón!

    Por cierto, no he perdido el contacto, pero eso será algo que ya contaré otro día…

  27. Espero que sigas disfrutando mucho tiempo de esa agradable compañía :)
    Por cierto, esta entrada pasa a ser una de mis favoritas de entre todas las q has escrito.. está espectacularmente contada la historia.
    Saludos!

  28. Es la primera vez que leo algo tuyo me han pasado el enlace y me ha encanatado la historia , ya me podrian pasar a mi esas cosas cuando viajo jejej bueno lo de la sacudida del avion ya no . A partir de ahora leere mas tu pagina el caso es que despues de verte en la boda de Ale no me acordaba de tu pagina . un besito

  29. Primera vez que dejo un comentario por aquí, pero es que has estado a puntito de que se me saltaran las lágrimas. Me encanta cómo escribes y lo que transmites con cada post. Gracias por hacernos disfrutar a todos leyéndote.
    Por cierto, me pareció muy curioso lo de su madre ^^
    Espero que sigas disfrutando de esa buena compañía.
    Un beso!

  30. La vida es asi, simple y compleja, tanto como la necesitemos hacer. Me alegro ver que has vuelto a tu vida con una sonrisa.

    Gracias!!!

  31. Ya estaría bien que la mitad de tus viajes España-Japón y viceversa fueran tan reconfortantes, amenos y emocionalmente interesantes como el más reciente. Lamentablemente no siempre es así cuando se viaja solo, y lo más habitual es no cruzar ni una palabra con el compañero/a de asiento.
    Pero te quedan muchos viajes y muchas compañías en el asiento del al lado. La vida está llena de reencuentros.

  32. que bonito y qué romántico! me encanta como te hace sentir el conocer a alguien con el que tienes confianza casi instantánea. Es algo mágico que no debes dejar perder, tanto amigos como más-que-amigos, es una conexión especial ^^

  33. En nochevieja me pasó algo parecido y me has evocado ese momento tan agradable… Muy bonito. Sigue siendo maravilloso leerte, tanto tu humor como tu forma de transmitir los sentimientos son insuperables! Un abrazo ^^

  34. Qué pasada Óscar, aunque tengo que decir que eso que has contado tampoco es lo normal en un avión ;)

    Dos cosas que quizás no tengan que ver con tu historia, buen sí, pero muy poco.

    Uno lo del avión lleno de japoneses. El más silencioso en el que he estado en mi vida. Gente muy educada sí señor.

    Dos, los viajes express que hacen por España. Vi en TVE un reportaje que hablaban de ello y hacían precisamente el recorrido que ti decías. Era realmente estresante. Cuando estuve en la Sagrada Familia, también vi como paraban autobuses en la puerta y ni entraban. Eso sí, cuando yo estuve en Japón las guías nos llevaban igual.

    …preciosa historia la que has contado.

  35. Uno de los post que más me han gustado, junto con el de un día de frío que me llego muy adentro.

    Como sugerencia en la próxima camiseta debes poner un avión.

  36. Buenoooo Ikusuki bombón!! Enhorabuena, estas cosas suben la moral a uno, y pasan muy de vez en cuando… buena forma de empezar el año, me encanta 2009!!!!

  37. Bonita historia Oskar.

    Ya sé que llevo tiempo sin comentarte, pero te leo todos los días, no te vayas a pensar, eh!!

    saludos

    PD: Ahora me toca racha de comentarios. Preparados, listos…

  38. «Así nos dormimos uno apoyado en el otro en un sofá improvisado con dos asientos de avión entre dos mantas y un par de chaquetas.»

    He intentado leer la historia en voz alta y no he conseguido acabar esta frase ni una vez porque acabo llorando.

    Simplemente precioso Oskar, gracias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

:cuner: :ikukeke: :ikurruku: :ikukuko: :ikurruke: :ikukin: :ikukuna: :parriba :pabajo :kiss: :sobader: :insomnier: :bostecer: :ungusto:
:D ;) :yahaaa: :bailongo: :felicianer: :desquiciao: :gusteresque: :descojoner: :vainas: :amosahi: :P :aquiii: :flowers: :paz:
:( :vergonzer: :feliciano: :menfadao: :asi-no: :fliper: :flipader: :llorera: :ikullorer: :pirao: :espabilacopon: :otiaya: :palizero: :ostiejas: :nunchakero: :siono: :romeo: :secretico: :posna: :gambiters: :coleguicas: :comillo: :olakease: :cocinicas: :arrozico: :linchamiento: :pirader:
:viejuno: :cebolleter: :pelao: :flipanderer: :rascatecler: :osleo: :rabincher: :pedocuete: :hecho: :wink: :noseyo: :trato: :blblbl: :disimuler: :gambi: :ahivalaotia: :peneke: :gustico: :pliebre: :copon: :gatostiable: :ikugracias: :bythesegao: :regulero: :ojetepalinvierno: :porsaquil: :partytime: :maremia: :censurer: :goku: :triki: :ikufantasma: :estudier: :chiqui: :tasmanier: :almohading: :yoda: :mierdacas: :foreveralone: