A nosotros nos gusta… ¿nos lo contaréis si lo utilizáis?
(Pinchad en la imagen para pillarla en grande):
Lo que son las cosas… llevé mi camiseta del cienpiés azul clarita a la fiesta de bienvenida de un compañero de curro, y allí a la gente le dió por leerla. Imaginaos la escena, todos los japoneses leyendo «Sienpies», y preguntando «¿qué significa eso?». Y yo diciéndoles «Mukade». Juas juas, el mundo al revés, que diria un australiano!.
¡¡¡Y a pesar de que exportar a Japón no es algo que estuviese en nuestros planes, resulta que Bob, mi jefe, me hizo el primer pedido formal de Ikusuki a Tokyo!!!
PD: Bea, gracias por aprovechar el envío para mandarme un par de paquetes de pipas!!!!
Hoy ha sido un gran día!!!! He visto el Fuji desde Tokyo!!!! es enorme, y toooodo cubierto de nieve, y con nubes por encima!!!!!! Existe!!!!!! yujuuuuu. Le he sacado un par de fotos, pero ahí no se ve ni ostis, aunque no me importa, lo he visto!!
La otra cosa es que hoy hemos tenido 28º, y he hecho un trato con mi jefe. Dejo un traje en la oficina, y si alguna vez tengo que ir a hablar con clientes, me cambio en el baño. Como esto ocurre dos o tres veces al mes, me compensa 1000×1000! que caló, mare mía!!!!
Y ahora que acabo de llegar de Karate y tengo un hambre que me como a Farruquito por las melenas, me he acordado de todos vosotros que aunque no ponéis comentarios ni aunque os peguen, uno es un pedazo de pan…
Así que he grabado un video de mi móvil en pleno funcionamiento!!! Pa que veáis cómo se las gastan aquí:
Dando paseos al azar, de vez en cuando escucho jaleo. Y el jaleo para mi es como una luz en la noche para un bicho: es inevitable que vaya. Esta vez, me encontré un templo donde había un matsuri, que no es ni más ni menos que una verbenilla con un ambiente genial.
Siempre son igual, por todos los lados del templo hay puestos de comida y bebida, juegos para los niños, alguna representación y con el buen tiempo, casi todo el mundo va vestido con yukatas (kimonos de verano).
Medina se nos hizo carajillo: irlandés y escocés. Aprovechó un descuido del Frijolito de turno de Coritel, y se escapó sin incurrir ni nada. Y como buen colega que es, se llevó la Inocente y volvió torpedetes a sus amigos pa que le sacasen fotos en todos los laos.
Muchachas casaderas, aquí el reportaje del modelo soltero más atractivo y viril de Ikusuki (o por lo menos el más salao!):
En el castillo de Edimburgo y toda la pesca!
En el Parque Phoenix de Dublín
Jolondros! esta foto es de profesional. Mis respetos al fotógrafo!
Mi madre, que me ha mandado un paquete con todo el kit: jamón, chorizo, salchichón, queso… no estoy en casa, pero me dejan el aviso típico. Michiko llama por mi, les dice que me lo traigan al día siguiente de siete a nueve.
Voy a trabajar pronto para salir pronto. Llevo el dinero preparado y me paso por la panaderia a comprar una baguete de esas. La más larga! (ya que no son gordas).
Llego a casa justo justo a las siete. Como la tarde está super agradable, decido no entrar en casa y quedarme sentado en las escaleras tomando el viento con mi barra de pan.
A las ocho menos cuarto llega el cartero. Yo yo!! aquí! Oskar, el extranjero, yo yo !!!
Cuando veo que el tipo no viene hacía mi con el paquete de Correos, sino con un sobrecillo azul, dejo de saltar y de hacer de cheerleader con la baguette y me empiezo a preocupar.
Me pide que firme. Yo firmo. Se va, no hay nada más, no es una broma…
Y dentro tengo una carta en japonés donde me dicen que entre los perros y el Grissom japonés, me han detectado un par de esos productos tan tan peligrosos:
Y me dan dos opciones:
En Japón hay tantas reglas implícitas, que muchas, muchísimas veces, uno se encuentra totalmente fuera de lugar sin saber qué hacer o qué decir. Muchas situaciones se nos perdonan por el hecho de ser extranjeros, pero no creo que sea excusa para no tratar de aprender a ser uno más, al menos en cuanto a maneras y educación se refiere. Yo lo intento!! ya conozco a alguno que pasa de todo…
Ejemplos:
– Cuando uno entra a trabajar dice «buenos días», cosa habitual. Pero cuando uno sale de la oficina, sea donde sea, debe decirlo en voz alta «Me voy al seven eleven», y todo el mundo contesta con un «ten cuidado». Si te marchas sin decir nada, quedas raro, como que ocultas algo.
– Si sales de la oficina para irte a casa y queda alguien dentro, debes decir «perdón por irme primero». Y el resto de la oficina contestará «gracias por tu trabajo». Esta última frase se repite mucho, siempre que alguien hace algo por nosotros en nuestra oficina, se contesta esto. Es más, el otro día al salir de la embajada de España tuvimos que entregar a los de seguridad japoneses de la entrada la acreditación, y nos soltaron un «gracias por tu trabajo». Quizás una traducción más exacta sería «gracias por tu esfuerzo».
– Siguiendo con el tema oficina. Aquí a todo el mundo se le debe aplicar el -san en el nombre (Oskarsan!, eh, mola!). Pero cuando hablas con alguien de otra empresa y te refieres a alguien de tu oficina o a ti mismo, nunca debes utilizarlo. Es una manera de rebajar tu posición con respecto a ellos, que en muchos casos serán -sama (mucho más respeto).
– En un bar o restaurante, siempre se debe brindar antes de comenzar a beber. Es de mala educación empezar a pimplar si no se ha brindado antes.
– Nunca se debe apuntar a nadie con los palillos, ni clavarlos en la comida, ni mucho menos pasarte comida de unos a otros.
– En los bares o restaurantes nunca se deja el dinero en la mesa, siempre nos darán la cuenta que llevaremos a la entrada que es donde se paga, y nunca nunca se debe dejar propina.
– Las puertas de los taxis se abren y se cierran solas. A mi siempre se me olvida, y al entrar en el taxi pego un portazo, lo que no tiene que venirle nada bien al mecanismo de abrir/cerrar. Alguna mala cara ya me he ganado, pero es inevitable!
– Cuando te dan las vueltas, cuentan el dinero delante de tu cara después de que ellos lo han contado. Mil, dos mil, tres mil, ¿está bien?, y tienes que contestar que si (siempre está bien). Queda raro si no dices nada, o si no miras atentísimo al recuento.
– El intercambio de tarjetas de visita es algo que está arraigado mil por mil en Japón, y no se limita al ámbito laboral. Yo llevo mis tarjetas incluso cuando salgo de juerga, porque siempre siempre se necesitan (tengo una aquí de un tal Chan del viernes, que no se ni quién es). Además es todo un ritual, debes girarla de manera que el que la reciba la pueda leer al derecho directamente, además hay que darla con las dos manos, inclinarse, decir «por favor», coger la suya, decir «gracias» con una nueva inclinación, y después leerla atentamente. Además, si la persona tiene un rango mucho mayor que nosotros, hay que tener cuidado que en el intercambio de tarjetas, la nuestra quede siempre por debajo, nunca tapando la suya.
– Los trenes en horario de entrada/salida de la oficina van petadísimos, tanto que acojona. Pero siempre hay sitio para uno más. Yo perdí más de un tren el primer mes, pero aprendí a base de empujón, que se puede entrar aunque parezca mentira. La táctica más utilizada es darse la vuelta, meter el culo y empujar.
– Al entrar en las tiendas te gritarán un «bienvenidooooo», que a mi siempre me suena a «buenos días», y yo, que me daba palo obviarlo, lo repetía también. Imaginaos la cara de poker del dependiente cuando le contestan a su bienvenido con otro bienvenido.
– En tiendas o escaparates donde quizás no queda más remedio que pasen por delante de ti, te pedirán permiso antes de pasar haciéndote inclinaciones. En teoría se debe hacer lo mismo, pero yo nunca me doy cuenta.
– Al entrar en cualquier sitio que no sea público: una oficina, una casa.. se debe decir «perdón, estoy molestando», y la otra persona dirá algo así como «que va que va, pase por favor».
Menuda chapa os he metido! y eso que estas son las que me han venido a la cabeza ahora mismo, seguro que si las apunto, tengo para escribir siete páginas.
Todas ellas contribuyen a que la sociedad sea extremadamente educada y se guarde un cierto equilibrio… pero, seriamente, ¿a vosotros que os parecen?
Pues si señores. Resulta que me entero en Japón que soy latino!!! ale! como Antonio Flags! Además, me tiro todo el santo día durmiendo siestas y bebiendo sangría. Eso por no hablar de bailar salsa, que la primera vez que me dijeron que lo llevaba en las venas me hizo gracia, pero ya vamos por la sexta vez que me lo sueltan!!! Yo de salsa lo único que entiendo es cómo abrir los botes de ketchup!
Aunque la guinda la puso una amiga de un compañero de trabajo a la que le había hablado él de mi. Al verme va y me suelta la tía: «anda, pero si no eres alto! y no tienes la piel morena!! y el pelo lo llevas corto!!!» ¿a quién te esperabas? ¿a Farruquito?!!! Ahí tenía que haber contraatacado yo con un «y tu? donde has dejado la espada de samurai? y la cámara de fotos colgando del cuello? y el bocata de ballena?». En fin…
Y por no hablar del flamenco… ese mítico arte en el que el cantaor berrea como si le hubiesen pisado un callo con unas catiuscas. Que si seguro que alguien de mi familia canta, que si se tocar la guitarra, que si nos lo enseñan en la escuela (<-- esto me llegó al alma).Aunque tengo que reconocer que hay una canción de flamenco que me gusta:
Bueno, me voy a afilar las banderillas que se me hace tarde.
Hasta luego chatos!!
Hoy me he propuesto haceros una pequeña introducción sobre el idioma japonés. Aquí Kos, mi compañero del curro anterior, os podría dar una lección sobre como decir cuatro cosas dadas las chapas que le metí! Kos, si me lees, puedes saltarte esta parte que ya te la sabes! jaja, ya te aviso para el siguiente nivel!
Bueno, al lío que diría Nuria Bermudez. El japonés es un idioma como cualquier otro y no sería especialmente difícil de no ser por la escritura. Si comparamos la complejidad de, por ejemplo, las formas verbales que tenemos nosotros en castellano, podríamos decir que es hasta más fácil. Además, contamos con una ventaja, y es que los sonidos son exactamente iguales que en castellano. Por ejemplo, uno de mis compañeros de la oficina, que es francés, lleva más años estudiando japonés que yo, peeeeero a mi se me entiende mil veces mejor a pesar de que tengo menos conocimientos gramaticales. Toma ya, franchute! jajaja, esto por las baguettes esas delgadas que hacéis!!! jajaja
Y no sólo eso, sino que tenemos ciertas similitudes con el euskera, lo que mi amigo Lekesan os puede confirmar perfectamente (no dejéis de leer su post, que es interesantísimo).
Yo hoy os voy a contar cómo va lo de la escritura, que es lo difícil, y a la vez, lo fascinante del idioma este que cascan los nativos de aquí. Seguramente, si váis al Petete del siglo 21 (léase Google), os contará toda una historia sobre el origen del japonés, pero como hemos quedado que yo os cuento lo que mis entendederas perciben, aquí va la ikusukihistoria del porqué de los chirimbolos.
Los japoneses hace un huevo de años que hablaban en japonés, pero resulta que no se les había ocurrido el tema de escribir, cosa que a sus vecinos los chinos si. Así que adaptaron la escritura china a su idioma japonés, dando origen a un jaleo del copón que nos tiene a todos los extranjeros mirando pa Cuenca. Es como si de repente se nos ocurre escribir castellano utilizando el alfabeto griego…
Así que después de muchos años de evolución, el idioma japonés se compone de tres tipos de escritura distintos (aunque todos se basan en los kanjis chinos):
¿Porqué silabarios?, pues es fácil de explicar. Nosotros tenemos letras, y ellos tienen sílabas, así de simple. En cualquiera de los dos silabarios, las únicas letras que están «sueltas» son las cinco vocales y la N, el resto están «atadas», es decir, no existe la T pelada, pero si TA, TI, TU, etc.. Mi nombre es «Oskar» pero la S y la R no existen por si solas. ¿Cómo lo hacemos?, pues resulta que como el sonido de la U es el que menos se aprecia, pues lo tomamos como neutro y escríbimos O-SU-KA-RU.
Cualquier nombre que no sea japonés se puede escribir utilizando Katakana y siguiendo esa regla, Matías se escribiría MATIASU, Alfredo –> ARUFUREDO, Chiquito de la calzada –> CHI-KI-TO-DE-RA-CA-RU-ZA-DA.
Ehhhhh? no os cuadra lo de Chiquito, eh?. Eso es porque no tenemos sílabas que empiecen por L, pero de todos es sabido que los olientales plonuncian la R como la L!!! (de verdad de la buena!)
Así que en una misma frase, aquí nuestros amigos nos mezclan los tres tipos de escritura y se quedan más panchos que panchos. Por ejemplo, para decir «Mi nombre es Oskar», ellos escribirían:
En rojo tenemos los kanjis, en negro hiragana, y en verde katakana….
Pues si señores, vengo de mi séptima clase de Karate en Japón (de ésta tanda, que la otra vez también estuve, cuidao conmigo que soy peligroso!, jaja).
Y creo que puede ser curioso contar cómo es una clase típica para un extranjero en uno de los Dojos más famosos de todo el mundo.
Os pongo en antecedentes, porque no creo que mucha ikusukigente sepa sobre Karate. Resulta que existía desde hacía muuuucho tiempo, pero un tal Gichin Funakoshi (japonés de pura cepa), fundó el estilo Shotokan. Este buen hombre hace mucho tiempo que dejó de pegar patadas, pero su foto no puede faltar en los gimnasios de todo el mundo:
Pero vamos a lo que pasa un día normal: salgo de currelar pronto, y cojo un metro que me lleva a Kugahara en unos 20 minutos. Hay clases todos los días de la semana, menos los jueves, incluyendo sábados y domingos. Yo, por salud mental y física, intento ir tres días a la semana (no siempre lo consigo).
Entonces, nada más llegar, es cuando empiezan las «normas/reglas/más vale que lo hagas si no quieres ser el raro»:
Puede que todo esto que hayáis leido os parezca un suplicio, pero la verdad es que se quedan en meras anécdotas ante todo lo que estoy aprendiendo. Y poco a poco voy conociendo a mis compañeros, que ya se dignan a hablarme, y hoy mi triunfo ha sido que el profesor se ha enterado que no soy Americano (y además el tío ha estado en Bilbao), así que ya me tiene hasta medio pelota!
Ossss!!!!
Con 122 votos, a 28 del Caracol y a 96 del Oso, la nueva camiseta que empezaremos a imprimir hoy mismo es:
Ya tenemos todo montado, junto con alguna sorpresa más (como el terremoto que acabo de sentir aquí mientras escribía esto… ¿será una señal? ¿será ésta camiseta el terremoto del verano?)
Pero el diseño no está decidido todavía. Depende de ti.
¡¡¡Os tenemos a todos fichados!!!
¡Al que no vote, le echamos a Matías, que tiene ganas de repartir bendiciones con la espada esa que tiene!
Se acaba el plazo.
Una vez más, Ikusuki volverá a poner en marcha la maquinaria para marcar la tendencia más exclusiva. Tenemos a todo el mundo expectante: Llongueras ha dejado de cortar las puntas a las modelos, Custo está acojonao con sus camisas floripondias, ¡hasta Armani se está tiñendo las canas de los nervios!
Si es que están todos caninos! Pero resulta que el diseño lo eliges tu, ¡¡¡¡ jodé cuando te verás en otra parecida !!!! Dale un poco de vidilla al ratón y vota por el diseño que más te guste, no me seas sosainas!!
Va ganando Kurosuwado. A un par de babas tenemos al Caracol, y cuarenta pelos más allá está el Oso.
Yo me quedo chato viendo donde es capaz esta gente de aparcar el coche!!
Ya me extrañó a mi que me adelantara la viejecilla aquella subiendo la cuesta!!!! jodé que frustrao me sentí!
Si señores! Aunque Kos no se lo crea, desde que me he venido a vivir al quinto pino japonés, estoy haciendo más tortillas de patata que en toda mi vida.
Recapitulemos:
1- Para los dueños del piso donde vivo de alquiler
2- Para los de la oficina
3- Para Noriko y sus amigos que me llevaron de Hanami al parque Ueno (hanami = pimplarse bajo los cerezos en flor)
4- Para Michiko por arreglarme siempre todos los papeles de todo: móvil, piso, luz, gas, etc…
5- Cuando Michiko me invitó a su casa a comer con algunos compañeros de la ofi
Total, que lo curioso viene por el punto 4. Sin comerlo ni beberlo… o mejor, comiéndolo pero no bebiéndolo, Michiko y yo empezamos un intercambio de comida internacional del copón bendito.
Yo le llevaba una tortilla de patatas. Y ella me traía un taper con Oden:
Entonces yo iba y contrataacaba con un taper de alubias, que tenían hasta chorizo:
Y entonces va ella y saca su sartén de samurai de vivir de aquí de toda la vida e incluso más, y me trae esto (que no se muy bien lo que es, pero estaba buenísimo):
Y yo, ya sin ideas y con menos ingredientes que Arguiñano en la isla de Lost, voy y le llevo unos spaguettis a lo Toscano:
Y este intercambio gastronómicocultural continua hasta nuestros días… entre otros yo he podido degustar sushi, ramen, noodles, natto (si, me gusta, ¿qué pasa?!)… y ella se ha podido comer sus buenos platos de lentejas, alubias, patatas en salsa verde y hasta una especie de marmitako con un bonito raro que encontré en el super.
Curioso el asunto, ¿que no?
A falta de una semana, va ganando Kurosuwado, aunque le sigue de cerca el Caracol… Del Oso no se acuerda ni Blas!
El caracol, que desde que se ha tuneao es más pesao que Chiquito de borrachera, dice que pinchemos la segunda parte de su himno. Con tal de que se vaya del blog, que nos lo deja lleno de babas, aquí ponemos la segunda promoción: