¿Pa qué? Si sólo meten propaganda y facturas!!!
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Mr. No
Aquí es muy normal que regalen chorradillas con las bebidas en las tiendas. Suelen ser pijadillas, como llaveros para colgar en el móvil o figuritas de plástico.
La que me tocó a mi el otro día no es normal, se pongan como se pongan:
Resulta que el tío se llama Mr. No, y se dedica a pegar leches en una serie de dibujos animados sobre lucha libre.
Otro día más
Se repite. A las cuatro y media de la mañana se mueve un poco la casa, suenan cuervos como medio locos, y después se para.
Hoy llevo todo el día en casa, recogiendo, limpiando, ordenando mis cosas y pensando en qué hacer. Acabo de notar el quinto o sexto temblor en lo que llevo aquí.
No me acostumbro. No me gusta.
Me voy a Ikea, que me he enterado que no está muy lejos de aquí. Quizás andando por la calle no me entere de los temblores.
Promesas, deseos…
Terremotos
Estaba yo soñando que iba en el balancé de las fiestas de Zalla cuando de repente me he despertado a eso de las 4:22 de la mañana. Era un terremoto!, no se notaba mucho, pero como la otra vez que pasó, resulta que murió gente lejos de aquí, me he acojonado un poquillo.
Después ha habido otro más pequeño, y después me he dormido.
Ahora son las 8:22, estoy tomándome mi café matutino, y de repente se acaba de mover todo otra vez. He puesto la tele que me han regalado, para ver si dicen algo, pero nada.
Al principio me hacía ilusión. Ahora me da como miedo…
Acabo de leer que han sido un par de ellos de escala 5.4 a unos 65 Km de Tokyo. Es decir, que cuando yo los siento aquí «leves» en algún lado son gordos. Espero que me toquen siempre los leves…
Ah! Gokiburi!!!!
Esto es lo que grita el perro de Akira (mi compañero japonés de más de metro ochenta) cada vez que quiere descojonarse de mi. Me subo a la silla de un salto más rápido que los chinos del circo del sol!!!!!
Gokiburi en japonés es cucaracha, y ya os conté que en la oficina apareció una. Desde aquel día y casi sin querer, todos los días miro debajo de mi mesa por si ha acampado por allí, no vaya a ser que decida trepar por mi pierna o algo.
Y es que aquí hay cucarachas, señores!. Supongo que será por este clima tan caluroso y tan húmedo, o porque hay tanta gente que hay un montón de basura, o yo que se. Pero yo os juro que nunca había visto cucarachas hasta que vine a Japón.
Uno va por la calle, y de repente se cruza una por tu camino, además es que andan a toda ostia! menudos sustos me dan. O suben por las paredes, y se quedan ahí estilo poster esperando a que alguien les pegue un zapatazo.
El caso es que esto no sería Japón si no tuviésemos un quintal de productos para solventar el tema. Lo más famoso son unas cajitas llamadas «Combact», que las pones por ahí en las esquinillas y parece que las gokiburis comen un poquillo y se lo llevan al nido donde toda su bichifamilia se envenena y se mueren todas!! A mi me han jurado que poniendo esto no las vuelves a ver, así que ya he comprado un par de kits….
La otra historia es que dicen que si les pegas una ostia y la espanzurras ahí, salen los huevos que tiene dentro por todo el suelo, con lo que ya tienes cucarachinas aseguradas, por lo que también me he tenido que comprar un spray mata-sin-tocar…. tiene webos (nunca mejor dicho).
No vengáis a Japón en verano si tenéis pánico a las cucarachas como yo!!! Cucal te necesito!!!
Me he apuntado a una agencia de modelos!!!
Eh! tranquilizarse!!!! no me pilléis asco antes de tiempo, dejadme que me explique!!!! Como sois!
Pues es que aquí pasa una cosa curiosa y es que suelen pillar a extranjeros para hacer anuncios tanto de televisión como de revistas y tal, parece que llamamos la atención. Y el yanki, que está metido en todo lo raro, resulta que fue la semana pasada a un casting para un anuncio de Mitsubishi, por cierto que hizo de abogado y yo ahí ya tenía experiencia!
Total que mandé un mail ofreciéndome a salir en cualquier lao (con tal de que me paguen y dejar la informática…) y me dijeron que casualidad, que estaban buscando voces en castellano. Les mandé un par de fotos trucadas con photoshop para quitar a los de al lado haciendo el gamba, y ¡¡ me han llamado !!. Así que hoy me he presentado allí. Nada más llegar, una tía imponente me ha abierto la puerta y me ha llevado a una sala, allí he estado rellenando un formulario que contenía, entre otras:
- Altura y peso. Aquí encajaría perfectamente como Frodo a nada que me deje las uñas de los pies largas.
- Si me importaría posar en bolinguillas. Como aquí no me conoce ni blas, he dicho que si, que poso. (ya veremos si luego me llaman, jaja)
- Deportes que practico, aquí he puesto lo de pasar trapo por si me cogen para un anuncio de Mr. Proper.
Luego hemos pasado a las medidas. Aquí Lucy Liu ha sacado un metro y ha empezado a medirme partes del cuerpo super raras:
- Perímetro cabezonil. Por si sale un papel de Buda extranjero, digo yo…
- Perímetro de cuello… lo mismo me cogen para anunciar corbatas!
- Espalda. Aquí no les da ni para darme un papel de llavero.
- Y de repente me ha dado el metro y se apuntaba con el dedo en aquel bello lugar en que se juntan las dos piernas. Yo no le entendía ni ostias, hasta que por fin se ha puesto ella misma el metro con el cero en tal exquisito punto cero, y me ha dado a entender que me quería medir desde las albondiguillas hasta el suelo… no preguntéis mucho más…
Y entonces es cuando me dice: un momento que te voy a hacer unas fotos. Y va la tía y me trae las playeras que había dejado en la entrada (ya sabéis que aquí se descalza uno en todos los lados).
Vamos, que me ha llamado enano a mi redondo careto de la manera más vil!!! Ponte las playeras que si no, no se te ve en las fotos!!! será perra!
Entonces ha empezado la sesión fotográfica. Yo me moría de verguenza, pero como estaba con la risa tonta, pues como que me ha acabado dando igual:
- «Sonríe!!!». Esto era fácil, estaba ya descojonándome desde hacía un rato!
- «Cruza los brazos y pon cara de enfadado!!!«. A nada que me acuerde que me has hecho poner las playeras porque soy un tapón, me sale sola!!!
- «Ponte de perfil y entorna los ojos!«. Ostias, que es mi primera vez, no me pidas imposibles!!!
- «Pon cara de llorar«. Jodo!!! esto que es? casi prefiero al protesto de la otra vez!
Total, que lo mismo me llaman para aparecer ahí de doble en cualquier lao, joe que ilu me haría!. La tía me dice que por el tema de hablar en castellano, es muy probable que me llamen para algo. Ya me veo anunciando las clases de flamenco del profesor Takayama por la tele!!!
Tercera parte de mi visita a…
El caso es que volví de aquella maravilla y ya llegando a la playa, me encontré con una manada de policias compuesta por cuatro o cinco individuos. No le di mayor importancia, pero al bajar las escaleras hasta la arena y llegar donde las tiendas de campaña, vi que algo había pasado allí.
El yanki estaba jurando en hebreo, que si «fuck no se quien», que si «this is so annoying», que si «bro» paquí, que si «men» pallá. Total, que resulta que la poli había venido porque no se podía acampar allí, y había pillado los datos de todos (menos de un servidor, que por raro, me libré!, jaja, toma ya, yanki!).
Parece ser que a alguien de allí no le gustó el tema de que unos rascayús como nosotros acampasen en la playa y tirasen cohetes a las tantas de la noche. A mi me parece totalmente comprensible, pero el yanki siguió en sus trece: que si no vuelvo más a esta mierda de playa, que si esto es fucking annoying, que… en fin!!!! está en sus genes! hay que quererle como es!!
Después de eso, convencimos entre todos a Jack Bauer de que se quedase (el tío decía que se iba y se iba), y yo me empeñé en ir a ver el Daibutsu. ¿Qué que es el Daibutsu?, pues digamos que si los de Bilbao hiciesen un Buda, sería este.
Es el segundo más gordo de todo Japón, el primero está en Nara. Este pedazo de bicho de mostrenco estaba, según cuentan, dentro de un templo pero vino un tsunami más gordo que él y se llevó todo por delante. Así que decidieron que estaba mejor al aire libre, y a mi me parece que es mucho más impresionante verlo ahí en el medio de todo que no dentro de un edificio.
Los japoneses ya lo tenían más visto que nosotros a Maria Teresa Campos y el yanki estaba enfadado con el mundo, el universo, el big bang y la nasa, así que yo fui el único que pagué entrada y conseguí convencer allí a un turista para que me sacase una foto con la camiseta de Orduña:
Y después de eso, nos bañamos en la playa, nos volvieron a picar las perras de las medusas asquerosas, nos secamos, vino el resto de la gente de la oficina, hicimos la barbacoa, comimos y de repente nos empezamos a dormir por las esquinas todos los que vinimos el día anterior.
La conclusión es que los pobres que vinieron el domingo se encontraron con gente lamentablemente apanada que no quería más que irse!! Perdón!!!
Desde aquel día he vuelto dos veces a Kamakura y he hecho dos rutas por el monte. Os dejo algunas fotos y voy a ver si llamo a mi familia, que ya va siendo hora!




Reflexión
Chiribiribi porompompón
Pues nada nada, que sigo con la historia del
Estábamos por Enoshima, que me fui todo sólo porque no podía dormir y (porque soy más raro que las pesetas azules), y además os planté ahí un par de fotos. Seguimos!
Uno va subiendo una cuesta estrecha que acaba donde empiezan unas escaleras. A partir de ahí, se sigue una ruta por templos, piedras talladas con kanjis y leyendas de amuletos y amores imposibles. Como banda sonora tenemos a las cigarras que de tanto oirse ya ni se escuchan, y de compañía, aunque muy lejos, hay docenas de águilas que parecen dejarse llevar por las corrientes de aire.
Es una isla pequeña, muy pequeña, con una montaña surcada de senderos que te invitan a descubrir rincones que parece que no han sido visitado antes. En cierto modo, dada la hora que era, tuve el privilegio de ser el primero en inaugurar esos ríncones, aunque sólo fuese por un día.
Y entonces se llega a la estatua del dragón, pero un poco más allá está la campana con los candados, aunque si te fijas un poco verás la piedra con forma de Tortuga. No puedo describiros la sensación de estar sólo en un lugar como ese…
Pero lo que si puedo contaros es la historia del dragón de cinco cabezas, que resulta que era más malo que JR cabreao y con almorranas, y el tío se dedicaba a atormentar a las buenas gentes de Kamakura y alrededores, guindándoles, además, a los niños (para comérselos, digo yo!). Y en éstas que hubo un terremoto enorme y apareció la isla de Enoshima. El dragón que era un poco rarito, va y se enamora de la isla (¿tendríán islodragones si cuajase el tema?…), pero Enoshima que sabía las que liaba el dragón le dio cocos (que no calabazas, que para eso es una isla).
Entonces nuestro amigo el cabrón del dragón se arrepintió de todas las que había preparao, y se apuntó a ser bueno. La isla, al ver el esfuerzo que había hecho, accedió a casarse con el elemento este.
Esta historia tan rara, porque mira que es rara, sirve para que en Enoshima haya una campana que la recuerda, y además a las parejas les ha dado por colgar de allí un candado con sus nombres que simboliza su unión para siempre:
Y si sigues andando, empiezas a bajar y acabas llegando de nuevo al mar. En esta parte, a la gente le da por pescar, y la verdad es que me parece uno de los sitios más tranquilos que he visto por aquí para hacerlo.
Se vuelve por el mismo camino, pero es curioso descubrir que se han pasado muchas cosas por alto. Supongo que, a pesar de lo pequeña que es, si uno fuese durante una semana seguida seguro que se ve cada día algo nuevo:
En algo os he mentido, y es que a pesar de ser las tantas de la mañana, no estuve sólo del todo…
Vamos a la playa, calienta el sol
Que pasa muchachada!!! como estáis? yo estoy bien. Bueeeno.
Pues que vengo a contaros hoy que me he ido a la playa, que echaba ya de menos el remojarme, tostarme y llegar a casa con arena hasta en la puntilla del calzoncillo y más rojo que una gamba.
El plan se gestó en la oficina, los más golfos fuimos el sábado por la tarde a montar unas tiendas de campaña y hacer sitio, y el domingo venían el resto a hacer una barbacoa (efectiviwonder, lo organizó el americano, el tema barbacoa no podía ocurrírsele a otro! qué pájaro! no sabes?).
Amos a ponerle ambiente al asunto.
Así que allí que nos fuimos. La arena de la playa era como negra, mecagüen los pantalones de pana, y en la orilla del mar había una barricada de algas que se podría hacer sushi a cascoporro. Pero vamos, que no estamos pa quejarnos, eh zagales? allí todos decían que el agua estaba helada aunque estaba super caliente, digo yo que si eso es agua fría, a finales de agosto se podrá hacer sopa!
Nos bañamos, nos picaron las medusas, nos rascamos y nos secamos al solete naciente del país este. A la noche vino lo más gracioso del asunto. Aquí a la gente le da por comprar fuegos artificiales y tirarlos en la playa, además es que los venden en cualquier lao. Peeeeeero, en la playa a la que fuimos no dejaban tirar a partir de las 10 de la noche. Curioso el tema.
El yanki, que en cuanto ve un cartel de «no se puede», él tiene que poder, cogió un mechero y se lió a tirar cobetes ahí estilo Oscars de Hollywood. Y claro, la poli vino en 0.2 s.
La conversación no tuvo desperdicio:
Poli 1: No se pueden tirar cohetes a partir de las diez de la noche, y son las doce y doce, háganme el favor.
Jack Bauer: Ok ok, no entiendo japonés bro, pero nosotros no hemos sido (no había nadie a 100 metros a la redonda en toda la playa y el tío tenía un mechero en la mano).
Poli 2: (en perfecto inglés), bueno, pues que el que haya sido no lo vuelva a hacer, por favor, debemos convivir todos y ser civilizados. Acepten, por favor, este regalo por las molestias causadas (y va el tío y nos da un paquete de kleenex a cada uno mientras se van haciendo reverencias).
Chuck Norris: Ok ok, don’t worry man (descojonándose y haciendo el gesto de «paz» con los dedos).
Es decir, la poli sabiendo que quizás son un poco rudos cumpliendo con su deber, van armados con algo que «suaviza» la situación a pesar de que se supone que te han echado la bronca (o algo parecido).
Después de intentar dormir en las tiendas de campaña, y que fuese imposible, yo decidí marcharme a Enoshima, una islilla que está allí muy cerca y de la que tenía muy buen recuerdo. Estamos hablando de las cinco y media de la mañana, con lo que podréis apreciar en las fotos que no sale ni blas, no hay mal que por bien no venga!
A mi me encanta esta isla… puedes recorrerla entera a pie, y te encuentras un montón de sorpresas:
Y bueno, son tantas las fotos y lo que os puedo contar, que voy a acabar aquí, no sabes?. Pero no preocuparse, que el próximo día sigo contando!!!
Hasta mañana zagales!
La mejor foto de Julio
Una gasolinera de Nakano
Cuando los tópicos se hacen notar
En mi oficina hay gente de cuatro nacionalidades más a parte de la mía. Tenemos a dos americanos, una canadiense, cinco japoneses y un francés. Esto ya se está empezando a parecer a los chistes de antes de «va el francés y dice, pues en mi país»…
El caso es que hoy me ha dado por pensar en ello, en que somos muy diferentes pero que a pesar de todo, funcionamos bien como equipo. Y en la mayoría de los casos, y aunque no me guste mucho admitirlo, creo que se cumplen los tópicos propios de cada nacionalidad. Vamos por partes:
Yankilandia #1: de los dos americanos, uno es de pura cepa, y el otro es de padre alemán y madre japonesa, pero que nació en América aunque lleva la mayor parte de su vida en Japón. Es mi jefe, el de las piñas, y se puede sentir su influencia japonesa. Es comedido, generoso y tiene el don de apaciguar los ánimos cuando las cosas se tuercen. Habla japonés como uno más aunque de vez en cuando no puede evitar un «fuck you asshole» que le sale desde lo más profundo de su ADN paterno. Además, es un amigo.
Yankilandia #2: el otro americano es la imagen más típica de un gringo. Es prepotente, insultantemente sincero, no respeta a nada ni a nadie, erupta cuando le apetece, habla mal de todo el mundo y siempre está criticando algún aspecto de la sociedad japonesa. Su novia es japonesa, muy guapa por cierto, y al verle hablar con ella, me resulta imposible no pensar en una típica peli americana del jugador de rugby y la animadora. En este caso, el tópico se cumple 100%, él es el absoluto protagonista de todos los saraos. Aunque le he puesto a caldo, os puedo decir que es buena persona y algo parecido a un buen amigo si sabes entender que no tiene educación porque no puede tenerla.
Japón: Los japoneses de mi oficina son reservados, callados, serios, amables. Están en su país y tu no, y por eso siempre tratan de explicarte cualquier cosa si estás dispuesto a escuchar (no suele ser el caso del americano). Son trabajadores, mucho, y aunque puede que no tengan conocimiento para resolver los problemas, se esfuerzan al máximo por conseguirlo. Si les ayudas, te lo agradecen en el alma. En mi oficina hay dos chicas japonesas, las dos han vivido en el extranjero y eso se nota en su carácter, más abierto, más occidental, de trato más fácil y accesible.
De los dos chicos japoneses, uno mide más de metro ochenta, es enorme en todos los aspectos. Y cumple el tópico de las personas obesas que dice que son alegres. Este hombre tiene una risa que es contagiosa como pocas, y además la utiliza mucho con lo que nos obliga a sonreir al resto unas cuantas veces al día.
Francia: Este es el tío más raro que he conocido en mi vida. Es arrogante, engreído, pomposo. Siempre trata de evitar estar con los demás. Si comemos juntos, él no viene. Si tenemos una fiesta de empresa, él es el primero que se va con algunas horas de ventaja. Es de ideas fijas, no es capaz de razonar cuando se le cuestionan, se bloquea y deja de hablar, por un rato. Lo medita, y al de dos horas quizás te viene con una respuesta, o quizás no, a veces decide hablarte dos días más tarde. Tampoco es mala persona, aunque creo que nunca acabaré de conocerle del todo porque no se deja.
Canadá: Este es un caso muy especial. Es una chica de padres chinos que nació en China, pero que se fue a vivir a Canadá, que es su nacionalidad oficial. Tiene el Noken nivel 1 de Japonés, vamos, que si no te lo dicen, nunca sabrías que no es japonesa, quizás el tatuaje que tiene en el hombro podría hacernos dudar. Aquí tenemos el mismo caso que con mi jefe, lleva tanto tiempo en Japón, que ha sabido mimetizarse perfectamente. Sabe cosas de Japón que nadie de los japoneses sabe, es capaz de darles lecciones sobre películas japonesas, tés, ropa, historia…
Yo: Me paso el día cantando. Cuando algo me sale mal, juro en castellano y el japonés de metro ochenta lo repite, con lo que ya tenemos risas. Hablo con todo el mundo, vacilo al yanki, me llevo muy bien con todos los japoneses. A veces me mosqueo porque algo no me sale, y entonces me aislo, como si fuese francés. Me pongo los cascos, resoplo, juro y me agobio. Se me suele pasar rápido, aunque hay veces que me dura todo el día. Me descubro a mi mismo hablando en inglés y me entra la risa. Trato de hablar en japonés todo lo que puedo, aunque sea mal, y los japoneses siempre me ayudan con una paciencia infinita. En la oficina, me llevo mejor con ellos que con el resto aunque aquí no creo que dependa tanto de nacionalidades, sino de formas de ser de cada uno.
Somos muy distintos, y claro que influye el país donde hemos crecido, quizás tiene un 40% de culpa de nuestra manera de ser, el otro 60% depende de cada persona. Lo bonito es saber entendernos a pesar de ser diferentes. En nuestro caso no siempre lo conseguimos… pero funcionamos juntos!
Carteles
Hace tiempo que se me había pasado la paranoia de las gokiburis (cucarachas). Resulta que en la oficina apareció una, que me negué a ver porque las tengo pánico, y las dos o tres semanas siguientes me parecía ver en todas las esquinas.
No es que me den asco, es que me dan pánico. Es algo psicológico, se que no me van a hacer nada, pero no puedo estar cerca de una, es algo superior a mi. Chillo, salto, corro, hago el ridiculo y no me importa con tal de estar lejos.
Pues mira tu por donde que acabo de encontrarme con algo parecido en casa. La diferencia es que era como muy pequeñita y de color rojo, así que me he armado de valor y de una zapatilla, y le he pegado un ostión que la he dejado tiritando. Eh! ni Braveheart! menudo valor!.
La cosa es que ahora tengo otra vez la paranoia… esta noche me parece a mi que me voy a despertar treinta y cinco o cuarenta y tres veces soñando con mis amigas.
Cagüen!
A lo que iba, ¿qué es eso? ah no, es una mosca. Ay madre.
En fin, que venía a enseñaros unas fotos que he sacado de carteles por ahí por la calle. Aquí son muy dados a incluir dibujos en los avisos, de manera que se consiguen dos objetivos: es muy fácil saber de qué se está hablando sin tener que leer el texto, y a la vez se suaviza un poco el mensaje en el caso de prohibiciones.
Hay millones más, pero aquí va una pequeña muestra:
Sigue el camino de baldosas amarillas
Hoy ya no llueve. Mecagüen sos, ya iba siendo hora. Qué manera de llover, joe, me río yo de la milonga esa de los embalses vacíos, aquí cuando cae, cae!
Pues las baldosillas estas están por todos los lados y resulta que están ahí para que las personas con problemas de visión sepan orientarse por la calle. Así que delimitan cualquier obstáculo como escaleras, aceras o semáforos. Y sorprende que haya en la mayoría de las calles medianamente céntricas de Tokyo.

A mi me parece genial, qué queréis que os diga. Aunque la verdad es que sólo he visto a un señor invidente que vive cerca de mi casa y que se sabe de memoria todo esto, así que anda sin necesidad de bastón ni baldosas ni nada. Me he cruzado alguna vez con él y no parece que no vea, la verdad.
Además, muchos semáforos emiten sonidos cuando cambian de color, y tenemos escrito en Braille muchos de los carteles del centro de Tokyo. A mi estas cosas me parecen geniales, aunque justo ésta mañana venía pensando en ello cuando he visto que no hay manera de acceder a la línea de metro que uso yo todos los días en silla de ruedas. No hay rampas por ningún sitio, sólo un artilugio que permitiría subir y bajar una silla a la vez mecánicamente, vamos, lo menos práctico del mundo. Y ahora que lo pienso, tampoco he visto a ninguna persona en silla de ruedas por la calle… curioso, ¿verdad?
La verdadera razón de mi vuelta a Japan con pan
Venía yo pensando en lo que iba a escribir hoy, que había sacado un montón de fotos el otro día y tal, y de repente se escucha un truenillo. Como ya me conozco cómo se las cascan las nubes de aquí, agarro la bolsa de Karate con las dos manos y empiezo a andar como un bastante más rápidillo. Como si lo viera! se ha puesto a llover estilo Tokyo: pa todos los lados y mucho!!!! jode, es como si coges el mar y le das la vuelta encima de un colador, que calada llevo encima!!!! Y lo peor es la ropa, que está ahí chorreando y mirándome mal como queriendo decir: «a ver si te compras un paragüas de una chunta vez!»…
El trueno me ha recordado al que se escucha en la canción de Sorotan Bele, Zortzi Orduko Ekaitza (Una tormenta de ocho horas), bonita canción, si señor.
Ba, pero a un txirimiriero como yo no le va a achantar una tormentucha de nada (jodé la que está cayendo). Así que paso a lo que os iba a contar, que es
Mucha gente me ha preguntado que qué hago aquí, que por qué me he venido. Y yo siempre decía que si un proyecto web, que si trabajar, karate, japonés…. ¡¡mentira!!. Yo he vuelto porque había una cosa sin la que no he sabido vivir durante todo este tiempo.
No tienen absolutamente nada que ver con los que te puedes encontrar por allí. Podríamos decir que hay como cuatro veces más cosas, y que la mayoría son de primerísima calidad, que ahora mismo cien yenes son cien pesetas (aprovechad para venir que no habrá otra como esta!), y que estamos adaptados a Japón. Esto último viene a decir que si en Bilbao puedes comprar ceniceros con el escudo del Athletic de Bilbao pintao a mano en China, aquí puedes comprar cuencos, vajilla japonesa, palillos, pinceles para caligrafía, té… ¡y por veinte duritos, que diría Pedro Reyes!
Por cierto, que me estoy jugando la vida por vosotros, eh?, no hago más que delinquir. Se supone que no se pueden sacar fotos en estos sitios, pero yo que pongo mi cara de hacer la primera comunión y de no entender ni jota de japonés, le echo un par de webs para hacer la web. Que se valore esto!
Aunque le aplican no se que IVA y te vale 105, pero vamos, que aún así te puedes encontrar cosas super chulas por veinticinco durillos. Por orden, a mi las secciones que más me gustan son:1- vajillas, cuencos, etc., 2-bolis, postits, etc. y 3-cosas de putxiglas, de plastiquillo como los tapers, que tienen desde cajones hasta mesas (lo juro por la gomina de songoku).
Y tenemos comida!!!! Todo buenas marcas, vamos, que esto mismo te lo encuentras en el supermercao de al lado de casa. Así que ya os podéis imaginar que cada vez que hago yo una excursión aquí, pierdo trece kilos camino a casa de todo el peso que llevo encima! Aunque luego lo vuelvo a ganar zampándome los doritos que traigo, peeero, eso es otro tema!
Udón o fideos finos japoneses. Por cierto, que se comen fríos y están super buenos.
Algas para sushi. Eh! esto está bueno también una vez que te acostumbras!
Sembei, las galletas saladas japonesas. Están buenas también!! (¿me estoy volviendo mu raro?)
Buaa, yo he acabado de escribir (tengo unas ganas de volver al todo a cien que no meo en tres días!), y sigue lloviendo, menudos truenos!! Es curioso las tormentonas que se tiran aquí y nunca se va la luz…
Bueno señores, hasta mañanita! Aio!
Anda que…
Un tipo atractivo en China
Aupa Kokito.
Adjunto foto para tu Blog de un sexy balmasedano que vistiendo Ikusuki, ha recorrido parte de Shanghai, China. En esta foto estoy en:
Torre de Televisión Perla de Oriente (東方明珠塔) 50
En los bajos se encuentra el
Museo Municipal de Historia, las cinco perlas pequeñas albergan un hotel de cinco estrellas con 25 elegantes habitaciones, y cogiendo alguno de los ascensores con capacidad para 50 personas y que suben a una velocidad de siete metros por segundo, llegamos a la perla en lo alto del edificio donde hay diversas tiendas, un mirador y un restaurante giratorio.A mi espalda, http://es.wikipedia.org/wiki
Un saludo desde el pais que más odia a Japón.
Inocentes!
Parkings
Hola gentecilla!
Nada, aquí viéndolas venir. Y de mientras pues sacando fotos. Me he dado cuenta de que tengo unas cuantas de parkings de coches de estos estratosféricos que se cascan aquí, así que pasemos a ello mientras me termino un bocata de jamón serrano (toma ya, perracos asquerosos!!).
Estas fotos de aquí son de un mini parking de dos pisillos, pero con el mismo sistema:
Las elecciones
Según nos cuenta Chie en su blog, el 29 de este mes son las elecciones. Yo no tengo ni idea de si son para el senado, el parlamento o para el kiosko de yakitoris de mi barrio, pero lo que si que tengo más claro que la agüita es que los carteles que me han elegido aquí los Aznares japoneses son para verlos!!!!
Ikuaniversario!!!
Lo que empezó como una aventurilla, ya lleva 12 meses dando guerra. Y para celebrarlo:
Esto significa que si pedís hoy una Kurosuwado, Inocente manga corta, Cienpiés o Kotoba, os la lleváis por 18 Euretes más gastos de envío. Además:
Actualización: como siempre, muchas gracias por vuestros pedidos!!! sois de lo mejor!!
¿L? ¿R?
De pañuelos y mundos
Noriko es una chica que conocí a través de una página de intercambio de idiomas castellano-japonés. Después de dos o tres años escribiéndonos mails, se vino a Bilbao un verano. Resulta que quería hacer el camino de Santiago, y pilló un autobús y se pasó a vernos. Hicimos un tour por todos los bares de pintxos de Bilbao y Donosti, y además recuerdo que hizo un tiempo increiblemente bueno.
Al verano siguiente quiso hacer lo mismo, pero por el camino de la costa, y por supuesto que se quedó también en casa. Ese año Ikusuki ya existía, así que se prestó a llevar una pegata nuestra por todo el camino.
La semana pasada mi jefe me dijo que iba a empezar a estudiar español, y trajo unos libros de la NHK que estuve ojeando. Al final venían artículos sobre España, y cual es mi sorpresa cuando veo uno sobre el camino de Santiago escrito por Noriko… La llamé por teléfono y me lo confirmó.
Tokyo, Bilbao… tampoco están tan lejos….