El río Meguro no es que sea una gran cosa, y tampoco es que esté especialmente limpio. Pero es que resulta que ambas orillas están repletitas de cerezos que hacen del río un sitio precioso por donde pasear durante un par de semanas. Hombre, después de esto no es que sea feo, ojo, que también tiene su aquel, pero es que estos días se ha transformado como el pato del cuento.
El otro día yo me fui con la bici y me topé con unos que andaban recorriéndose el río con motos acuáticas:
¡Qué envidia! Cada vez que miro los canales que hay por aquí me dan ganas de recorrerlos en una barquichuela, pese a que el agua está verde.
TOMA BICICLO!!! JEJEJEJE XP
¡Ikuindurain menudas piernas tienes que tener! duras, duras, como… piedras.
Tu bici no era roja? o me he perdido algo?
Espectaculares los cerezos!
Ese edificio en construcción al fondo en la primera foto es la «Atlas Tower». Tres veces a la semana paso frente a ella rumbo a mis clases y te puedo decir que las dos orillas del río eran insuficientes la semana pasada para la cantidad de fotógrafos que se peleaban por un pedacito de barandal.
¿Y te has fijado qué rico está el clima últimamente? ¿A quién hay que pagarle para que regule SIEMPRE el termostato a esta temperatura?
Una buena forma de disfrutar de los cerezos en flor.
Navegando por el rio.