Llevaba ropa oscura cumpliendo esa absurda regla universal de los ancianos, incluyendo un sombrero negro que apenas lograba ocultar su pelo blanco. Una vez pensé que una cana era un sueño tan tan deseado que al no cumplirse atormentaba a la persona hasta que ésta trataba de dejar de añorarlo eliminándolo por los poros destiñiendo un poco el color que la vida tenía hasta ese momento. Hoy sé que cada cana tiene un significado diferente y que todas y cada una de ellas se sabe a pies juntillas porqué está ahí aunque a su dueño se le quiera olvidar.
A juzgar por su mirada, a ella no parecía ya importarle eso de cumplir sueños porque su vida misma lo era. Debajo del sombrero había una sonrisa que le comía la cara y lo demás carecía de importancia. Me sonreía a mi, a otros vecinos, a los perros, a los coches, a los cuervos y a las nubes… A veces me daba los buenos días y yo no dudaba en pararme y devolvérselos con una reverencia que ella correspondía para darme la espalda satisfecha y seguir moviendo su escoba de ramas olvidándose al instante de mi. Me pregunto si supo alguna vez que yo era extranjero.
Sólo recuerdo una vez que alguno de sus paraguas tuvo sentido, quizás porque ese día se olvidó de sonreirle a las nubes y éstas lloraron un poco sobre su sombrero negro que ella tapó con un paraguas del mismo color. Tengo esa imagen remachada en la memoria, la de ella vestida toda de negro mirándome quizás sin verme, y sin sonreír. Como si todos los días de su vida se hubiese estado preparando para ese momento, colocando los paraguas con cuidado sobre el guardarail hasta que por fin llovió y a ella no le pilló de improviso. En mi mente la escena es en blanco y negro como el póster de una película antigüa. El blanco, el de su pelo y el de las nubes, el negro, el de su silueta, y todo lo demás gris, para que no destaque nada más.
Después no la ví más. Las ventanas de su casa dejaron de proyectar sombras de muebles que se veían desde la calle, los paraguas desaparecieron, ella desapareció. Nevaron pétalos de cerezo al son de tambores y pasos de baile. Llovieron tifones que fueron evaporados por soles abrasadores empapando el ambiente y la tez de las gentes. La tierra tembló una, dos, tres veces removiendo las razones por las que sigo yo aquí, pero ella nunca volvió a barrer las hojas de la carretera con su escoba de ramas, no volvió a rodearse de paraguas mirando a la gente con esos ojos desorientados dibujando una expresión limítrofe con el mundo de los cuerdos.
Este fin de semana una familia se ha mudado a su casa confirmando que ella no volverá. Y yo sé muy bien que éste pelo que antes era marrón claro como todos los demás, ha perdido su color para que nunca se me olvide una de las primeras personas que no dudó en regalarme su cándida sonrisa desde que llegué. Aunque a ella sí que se le olvidase al instante cada vez.
Hay que ver el cariño que le coge uno a ciertas personas de nuestra vida cotidiana. Sólo basta una sonrisa, un intercambio de miradas… que pena que la señora ya no volverá pero la mantendrás en el recuerdo. Bonita historia de esas que te llegan a lo hondo.
Mientras leía tu entrada, he mirado varias veces a mi derecha, a la ventana, para ver la casa de mi vecina. También una super señora con el pelo blanquísimo que vive sola y que cada día resiste estoicamente el paso de los años. Hace una semana que no veo movimiento y quiero pensar que está a buen recaudo…no la conozco desde hace mucho, pero ya forma parte de mi rutina diaria. Cambias de casa, de barrio y todo es extraño, hasta que poco ha poco te empapas de él. Y ella ha sido sin quererlo, sin casi conocerla, una de esas cosas. Una historia similar a la tuya.
Por cierto, no soy seguidora de GH, pero que flash!! Un Toscano y una de mi pueblo…aunque ponga de Bilbao y entre paréntesis Basauri…que mala baba!
muxus
Si, algo me han contao del tal Toscano, a ver si deja tan honorable apellido en el lugar que se merece!!! (aunque siendo Gran Hermano, lo dudo mucho… )
Este tipo de historias eran las que hacian que leyera tu blog siempre, y durante mucho tiempo,aunque nunca escribi ningun comentario, hasta hace muy poco(^▽ー)。Me encantan cuando escribes cosas como estas.感動しました(かんどうしました)te dire que no es facil sacarme una lagrima ,pero lo lograste.(;▲;)
Estos dias me encuentro agotada de tanto trabajo y las miles de cosas por hacer durante todo este mes, hace que me encuentre bastante sencible durante estos ultimos dias,XD que cansada que estoy(>_<)
Bueno, sera motivo para el dia 26 gozar al maximo y quitarme todo el estres!!!!
Un besito.
Midori!!
Mucho ánimo con el trabajo!!! tu piensa en nuestros cumpleaños y la celebración y ya está!
Besoooos
Qué contagiosa es la sonrisa de una persona amable, sin querer te anima el día y continúas tu camino con mejor humor. Espero que los nuevos habitantes de la casa emitan tan buenas vibraciones como esa señora.
Holitas… tanto tiempo sin pasarme por aqui… o por vacaciones o por lios miles que no me dejan ni respirar!!! no me he puesto al dia, ni mucho menos, hoy es el primer dia que te leo… Y vaya si ha merecido la pena que fuese hoy!!! si, ha merecido mucho la pena, menuda historia… no solo por la historia en si, sino como lo has contado… con que ternura, con que cariño… como dicen por ahi, no se si es porque estoy muy sensible o porque… pero ganas de llorar no me han faltado.
Sigue asi… guapeton!!!
Y un ole, ole y ole, por esta historia. Me ha encantado, creo que es de las mas bonitas que te he leido y eso que tienes muchas, pero esta… ademas refiriendote a una anciana que son las personas mas sabias que hay, aunque hayan perdido la cabeza, y las que mas respeto se merecen y las mas olvidadas por la sociedad de hoy en dia. Han pasado de ser lo mas importante en la casa a lo que mas estorba… es una pena.
Un besazo enorme y que te quiero un monton.!!!
Hola Helen!
por tus palabras, me emociona saber que de vez en cuando todavía te acuerdas de mi, aunque ya casi no nos escribamos. Anda que no hemos vivido historias juntos, ¿eh?, jaja, desde nuestros amigüitos los miserables de Abendi hasta las perlas del Macho Cacho!!
Muchs gracias y un besazo enorme!
Oskar
El verano pasado también se mudó una nueva familia a la casa de mi vecina. Una vecina que se fue a ver como llovían las nubes desde arriba. Una vecina con la que tuve conversaciones cortas porque no hablabamos el mismo idioma. Sin embargo no hacia falta saber o entender muchas palabras para saber que era una mujer excepcional.
Una entrada la de hoy entrañable, de las que llegan, de las que hacen que siga pasandome por este blog . Como siempre muy bien escrita.
Un saludo.
Me ha encantado la frase de «ver cómo llovían las nubes desde arriba». Me ha parecido preciosa.
Muy profundo, muy bien escrito, es una pena que la gente ya no se fije en estas cosas, que vayamos siempre con prisas a todas partes, siempre a nuestra bola, estamos perdiendo el contacto entre nosotros. Buena observacion esperamos impacientes la noticia de mañana.
Un saludo Oskar.
En el menéame nunca triunfará una entrada como está en la vida… fijo!
Pero triunfa entre los que te seguimos, al menos en mi caso. No dejes de escribir cosas como esta, desde el corazón.
Te juro que me ha salido una lagrimilla.
Llevo unas pocas semanas leyendo tu blog porque me gusta Japon y también hago karate, sin embargo este es el primer post que me ha llegado al corazón.
Un saludo!
Genial chato, plas plas plas plas plas
pd: Esto por si se te sube a la cabeza jajajaja
jajajaja
¿qué cuentas güey?!!?? ¿sacabaron las vacas o qué? ¿cuando me vienes a ver a los Tokyos?
Jooo, que pena…
Tambien le tenia cariño a la señora de los paraguas…
Hacia mucho tiempo que no pasaba por el blog, pero recuerdo otras veces que hablaste de ella… y ahora parece que no volverá… Como pasa la vida…
Que historia tan bonita, pero tan triste no me cansaré de decir lo fan que soy de tu blog! deberías escribir un libro tio, a tu lado Murakami es un pringaete xD
señor !
Hoy estaba atando la bici al mediodia y una señora que pasaba me ha mirado con una cara… que me ha cabreado y todo. Hace falta?
Automaticamente he pensado en ti, en to lo que dices de regalar una sonrisa.. Y vaya, que cierto es..
Yo tambien estoy sensiblona snif snif..
Saludoss
Una historia tierna, de lo más preciosa, en serio.
Cada vez que leo un post de los que escribes de esta forma me dejas sin palabras
Me encanta cuando te pones así, a expresar esas cosas que te salen de dentro y se basan en pequeñas vivencias o detalles cotidianos… porque hay que saber apreciarlos y darse cuenta de todos y cada uno de ellos
Ya sabes mi opinión sobre esto pero he de remarcarlo… esto es otro nivel, son otras sensaciones, es otra forma de narrar.. y sí, pienso que has evolucionado. Me has hecho recordar muchas de las personas que me he cruzado en mi vida, que han llegado a formar parte de mi rutina y que un día inesperado, han tenido que marchar. Pero no es una marcha cualquiera, no es lo mismo despedirte de alguien que sentir la ausencia del despido cuando ya se ha ido, y eso es lo que me transmites, no te has despedido de aquello que formaba parte de tí y que la vida misma o una situación te han arrebatado, y sabes que jamás podrás hacerlo, por que está fuera de lugar, de contexto, no se puede volver al pasado. Solo queda guardar con cariño esa cana, ese recuerdo que no podrás olvidar, y que si algún día tu mente falla, siempre tendras el recuerdo físicamente, ligado a tí, hasta que tu tambien desaparezcas.
Yo creo que tiene que haber siempre un lugar para acordarse de todo aquello que nos hizo un poco de bien en la vida. Llegué sólo a un sitio donde no conocía a nadie y de alguna manera ella lograba ponerle un poco de luz a la rutina de las mañanas donde estaba mucho más perdido de lo que estoy. Me da pena no verla, porque me recordaba siempre a esos primeros días de emoción y desconcierto…
Ella volvera a nacer, en el siguiente bebe engendrado tras su muerte.
VIVA,MUERTE.REENCARNACION
jo, tengo miedo
:cry: :roll:
el alma se desprende del cuerpo,y deciden tu nuevo destino,cielo incierno,reencarnacion,ect
cuando te reencarnas pierdes todo recuerdo de tu vida anterior.
No, si sí, tu a lo tuyo que yo no te discuto nada ya
:roll: :roll: :roll:
Gracias por tu delicadeza.
:cry:
Que entrada más triste y a la vez alegre. Qué bien consigues el equilibrio.
En mi caso, está la señora de la frutería. Muchas veces coincidimos, mientras metemos la fruta en bolsas. Al principio pensé que auella señora mayor me daba charleta sólo porque le había alcanzado algo que estaba demasiado en alto para ella. Luego me he dado cuenta de que habla porque probablemente no tendrá a nadie en casa esperándola para charlar, que se sentirá sola y necesitará un poco de interacción humana. Y yo, como me paso medio día sola en casa sin intercambiar palabra con persona humana, me enternezco por esa pobre mujer y me paso quince minutos dale que te dale con ella. Ayudará que yo misma soy una charlatana, que no me callo debajo del agua, o que en el vecindario de mis padres todos mis vecinos pasan holgadamente de los sesenta… No sé, pero una vez por semana coincido con la señora en la frutería y le doy quince minutos de mi tiempo.
Gracias por la entrada. Ni ikucaritas pongo hoy, que serían todas muy moñas.
¡Qué emotivo! En cada post de este tipo de superas. La señora nunca será olvidada mientras viva este blog.
Una historia muy bonita, triste pero muy bonita.
P.D.: El tal Jonathan creo que va de coña
Un saludo, y gracias.
estas cosas me recuerdan cuando veia aquellas personas que no me conocian ni yo a ellas, mirando sus miradas y hasta la mirada gacha de un anciano que mirandolo era suficiente saber que no era felíz… aveces te preguntas que piensan, que hacen, sin necesitar que sean conocidos para pensar en ello. pero poco a poco con el pasar de los días se hacen importantes y nos damos cuenta aveces hasta notar su ausencia… y luego, los días siguen iguales y la vida continua, pero, siempre abra alguna persona que si allan notado su presencia a los lejos sin que ellos lo sepan, si ellos los sepan o no… estos casos son muy cotidianos en mi cortísima vida T.T
saludos Tío Tosca, había extrañado tu blog, ( no e tenido oportunidad de volver a ver esta pagina en algunos días atras)
Entrañable abuelita.
Un relato muy humano y tierno, que llena de emoción.