Desconcierta un poco, ¿eh?. Uno entra en ikusuki.com y después de la presentación salen tres frases que hablan de turismo en Euskadi, y de repente a la derecha nos sale un muñequillo que invita a entrar en las camisetas. Pero bueno!!! ¿qué es eso de los viajes?
Mientras hacíamos la web para las camisetas, contactamos por casualidad con una agencia de viajes que opera cerca de Bilbao y, como suele pasar con nosotros casi inevitablemente, la conversación acabo yéndose por derroteros nipones. Que si habíamos vivido en Japón, que si teníamos amigos allí, que si no, que no se come pescado crudo todos los días, y si, es verdad que hay «empujadores» en el metro de Tokyo para que no se queden las cosas (ni las personas!) fuera enganchadas en las puertas…
En fin, entre todos nos planteamos que el País Vasco sería un destino turístico muy del gusto de los japoneses. La tradición pesquera de pueblos como Bermeo, Bakio, Lekeitio, los montes, la existencia de deportes y antiguas costumbres… ¿porqué no dar una alternativa a los toros, el flamenco y la Sagrada Familia?
¡¡Y nos pusimos a ello!! Pues si que hace falta mucho para que nos animemos nosotros!!
Creamos la web intentando darle un diseño tan atractivo como pudimos, pero primando la claridad de contenidos. Contactamos con guías japoneses a los que les entusiasmó la idea tanto como a nosotros y ahora tratamos de promocionarnos en Japón en medios como Mixi o a través de diversos contactos que tenemos allí.
Nuestro objetivo es lograr que no sea tan raro escuchar un «oishii» al probar los pintxos del Casco Viejo de Bilbao, que sientan la magia de lugares como el Peine de Los Vientos en Donosti, que intenten entender la arquitectura del Guggenheim con un txakolí en la mano, que se sorprendan ante exhibiciones de deportes rurales vascos o de danzas antiquísimas, que toquen tres veces la campana de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe como hacían los pescadores antes de salir de campaña, que se emocionen con la fiel afición del Athletic de Bilbao, que entiendan el casual origen del pil-pil y degusten el sabor de la nueva cocina de autor vasca, que el viento les despeine en lo alto del Puente Colgante de Portugalete mientras otean el Puerto Viejo de Algorta, que cenen en una sidrería y acaben el menú con un postre de queso, nueces y membrillo… y que de vez en cuando silben, casi sin darse cuenta, la pegadiza melodía del txistu del aurresku.
Como con nuestros amigos japoneses que ya han venido a vernos, es todo un honor para nosotros hacer de anfitriones!!