Ya os enseñaré las fotos…
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A mi me ha mirao un bizco!!!
Que en todo el verano haya habido dos tifones, pase, pero…
Ahora mismo llueve un huevo, y hace mucho mucho mucho viento. Como que voy a cerrar la ventana, no vaya a ser que me tire las plantas!!!
Cagüen la leche desnatada!!!!
Esta si que si!
Una de cachivaches
Vamos acumulando!
Inventario:
- Altavoces alimentados por USB
- Pulsómetro y reloj Polar
- Podómetro Nike para el iPod
- iPod nano de 2 Gb y el brazalete ese para ir de guay con él puesto en el brazo
- Móvil Sony Ericsson Movistar totalmente inútil aquí
- Bluetooth usb para el movil Movistar, igual de útil por ahora
- PSP con tarjeta de 2 Gb
- Lector de tarjetas SD USB diminuto que lo convierte en un pendrive barato con la tarjeta de 4 Gb que me compré
- Mando del ventilador
- Pendrive de 2 Gb
- Cámara Sony Cybershot comprada en Ebay antes de venir y que parecía que no iba a llegar nunca!
- Cargador de un único uso para el móvil, independiente, no hace falta enchufarlo, vale unos 500 yenes y te vale para una emergencia
- Adaptador para cargar el iPod sin necesidad de ordenador
- Cámara Nikon D40
- Patata de plástico genial hecha. Es mi mascotilla, como… como… como un Mr. Potato sin pulir!!!
- Hub USB de cubos giratorios
- Tableta gráfica Wacom para hacer los dibujos de las camisetas de iku
- iPod shufflé de 1 Gb
- Micrófono-auricular estilo Cloe de Jack Bauer (abre un protocolo y establece un perímetro) para hablar por skype
- Webcam USB pequeñita pequeñita para que me vean las ojeras desde Bilbao
.. y no habéis visto la lavadora estilo Mars Finder que me he comprao con mil lucecitas y botones (de los cuales yo pulso el más gordo y por ahora me funciona!!)
Me tengo que quitar
De la manía esta de sacarme fotos con gente que no conozco de nada… que mu normal no es!!!
A 10 minutos de mi casa
Si abro la puerta de casa, bajo las escaleras, y me da por andar hacia la derecha, en menos de diez minutos me encuentro con esto:
Ya os lo había enseñado de noche, que es todavía más imponente, pero me faltaba hacerlo de día!
Que todas las noches sean noches de boda!
Me he documentao!!! La leche, si es que no se como os doy toda esta información gratis!, comprad alguna camiseta o algo que esto es muy valioso!
¿Que de qué hablo?, pues de como va aquí en Japón el tema bodorrio! Tiene su aquel, eh?, no os penséis que es como nuestro estilo 4 fases (punto de vista del invitado):
1- Regalar un dineral poniendo buena cara
2- Comer, pimplarse el vino, sorbete de limón y patxarán por este orden, y hacer el ridículo intentando fumarse el puro
3- Bailar grandes canciones modernas y actuales como paquito el chocolatero y la macarena
No no, aquí la cosa tiene sus diferencias! Para empezar, hay variedad: uno se puede casar por la ceremonia Shinto o por la católica. La Shinto es la que nos llama la atención a nosotros: kimonos, costumbres tradicionales… y la católica es la que últimamente les llama la atención a ellos!
Eso sí, en cualquiera de los dos casos lo que vale es el papel del ayuntamiento, así que en eso estamos empatados. Voy a ver si me acuerdo de todo lo que me han contado sobre la ceremonia Shinto, que la católica me parece que ya la tenéis más que revista.
Aquí no te casa un Apeles, sino un monje, y al templo tienen que entrar primero los invitados, luego la familia y por último los novietes. Estos dos gachís se intercambian lo que es como un rosario estilo japonés (un juzu), ¿que por qué?, pues porque es como se ha hecho toda la vida, hombre!!! Lo que es una innovación de últimamente, es que se ha incorporado la historia de intercambiarse los anillos estilo Frodo después del rosario.
Y aluego es cuando se toma sake para celebrar la unión de la pareja. Se disfraza como un ritual de deseo de máxima felicidad, eterna unión, blablablabá blablablí!!! cualquier excusa es buena para el pimple!. Lo chulo es que se preparan tres tazas de diferente tamaño y los novios tienen que bebérselas en un orden. Esto se llama «san san kudo» y significa «tres tres nueve», y es que parece ser que el número 3 que simboliza cielo, tierra y humanidad, viene a ser como el número de la felicidad. Así que tres veces tres, que es el nueve, es el número más happy happy!!!
Una vez que tenemos el puntillo, los novios expresan su juramento, bien juntos o separados, ante los familiares, y después el monje bendice la unión con alguna que otra palabra y se acabó el rollo macabeo religioso!. Los novios van y se quitan los kimonos, y se ponen ropa occidental de casamiento (frack él, y vestido blanco de novia ella), y se celebra con todos los invitados en un restaurante como los de toda la vida.
Antes del casamiento, hay algún que otro punto curioso:
- Tradicionalmente, el noviete tiene que pedir permiso a los padres de la novia para casarse con ella (estilo películas de Paco Martinez Soria), y si éstos aceptan, entonces se reunen las dos familias y el novio suele dar un dinero a la familia de la novia (no me han sabido explicar por qué, pero me ha sonado super mal!)
- Los números pares están más prohibidos que Manolo el del Bombo en una biblioteca. Así que no se puede regalar una cifra par. El listo dirá: pues vaya chorrada, en vez de regalar veintemil pelas, regalo veintemil una y fuera. Pues no! listo! que siempre tienes que dar el dato!!. Todo está pensao, la regla se aplica a la primera cifra de la cantidad a regalar!! así que puedes regalar 10.000 pelas, pero no 20.000… que cucos!
- Aquí sea esto católico o shintoista, también se estira lo de la luna de miel (sea lo que sea, que yo no lo se)
- La edad promedio de casarse en Japón es de 30 tacos, más o menos como en España
- En el juramento que hacen los novios hay palabras tabús, se debe evitar a toda costa utilizar «cortar», «separar», «dejar»… cualquier palabreja que pueda entenderse como incitativa al acto divorciativo.
- De las fotos de turno no se libran ni aquí. Se sacan fotos de la familia del novio, la familia de la novia, los amigos del novio, el estanquero del barrio y la portera de la esquina!!!
Los móviles pesados
Ya os conté que con unas latas de café me salió una figurita del entrañable Mr. No.
Pues el regalo más típico que te viene con las bebidas no es precisamente un luchador con cara de pito, sino llaverillos para colgar del móvil.
Así que le añadimos un nuevo significado a eso de ser pesado con el móvil. La gente le cuelga pingajos de estos a paladas, vamos, que yo no se como no se enredan los dedos al marcar!
A mi me agobian mucho, pero vamos, como de periodista de investigación no tengo precio, he colgado el Goku en el móvil para que veáis por donde se hace y cómo queda:
Los minicoches
En Japón hay unos coches que son como versiones mini de coches reales. A ver si soy capaz de explicarlo, es como si cogemos una furgoneta de las de toda la vida y la metemos en una máquina que la deja a un 75% de su tamaño. ¿Qué saldría de la máquina esta del profesor Bacterio?, pues una furgonetilla que igual no sirve para llevar un frigorífico y una lavadora juntos, pero sí que permite hacerlo en dos viajes. No es mal concepto, eh campeón, tu que piensas?
Este concepto de coche existe aquí!!! Y tiene un par de razones de ser: son coches más baratos y se pagan menos impuestos. La manera de distinguirlos es obvia, pero si sois un poco tikismikis, os podéis fijar en que la matrícula es amarilla en vez de blanca.
Cosas que me pasan
He salido a la calle y hacía un calor horroroso. En el trabajo me han contado que ayer se batió el record histórico de consumo de electricidad en Japón, parece que este es uno de los peores veranos en muchos años (ya es casualidad!).
Ayer a la noche había una cigarra enorme puesta en la puerta de casa. Con el asco que me dan a mi los bichos!. Así que cogí la factura de internet que era lo que tenía a mano, y le pegué un facturazo. La bicha se puso a berrear y a moverse como una loca (yo esperaba cuatro escalones más abajo dispuesto a correr), para acabar poniéndose cuatro centímetros más a la derecha.
Nueva ostia con el sobre, nuevo berreo y meneo, y finalmente al suelo!. Yo abro la puerta en 0.2s y entro en 0.1s.
Hoy al salir de casa la cigarra estaba muerta ahí toda tirada, y es que los bichos estos en cuanto salen de la tierra se mueren al de nada. Así que por la calle últimamente no es raro ver bichajos de estos panzarriba y cada vez se escuchan menos «conciertos».
He llevado ensalada para comer, y de repente me he dado cuenta de que también me he traido un taper con arroz blanco. Ayer, de manera automática, preparé el cacharro de hacer arroz a la vez que la ensalada. Ya no como pan, ahora como arroz. Y además bebo té, muchas variedades de té que venden en latas o botellas como si fuera cocacola: té verde, té Oolong, té de jazmín… al menos cuatro tazas o botellas al día. De hecho, le estoy pillando asco al café, cosa bastante impensable en mi hace unas cuantas semanas.
En el trabajo me hacen la pelota. Soy el único programador, el resto son diseñadores o vendedores, así que cuando me ven con PHP (que no sabía antes de venir aquí, por cierto) o Java, me dicen que soy super listo, que se nota que soy ingeniero y que he estudiado un montón de años, que ellos no podrían hacer esto… Vamos, que podemos decir que estamos igual de valorados que allí (donde «picadores» es lo más fino que nos podían decir).
Esto me hace reafirmarme en mi idea de que no es un trabajo fácil, que cualquiera no vale para hacerlo, pero por vaya usted a saber que razones, es una de las carreras peor consideradas y pagadas en España. Por lo que oigo en el curro, en Estados Unidos estamos igual de bien valorados que en Japón.
Hoy también me he descubierto a mi mismo mirando mal a un extranjero que estaba haciendo el gilipoyas en el tren. Antes me daría igual, pero ¿tanto he asimilado la sociedad japonesa que me molesta un tío que pone los pies en el asiento?, ¿o quizás ver que alguien rompe el orden, me ha roto a mi los esquemas?.
Mañana he quedado con Jon, un tío de Bilbao que estudiaba japonés con la misma profesora que yo y que está por aquí de vacaciones. Tiene huevos que le vaya a conocer en Tokyo.
Al entrar en Karate he visto a un señor muy mayor con una katana haciendo movimientos muy raros. Era Hirokazu Kanazawa, la persona viva más importante del mundo en lo que a Karate se refiere. Parece ser que yo era el único que no sabía que venía, porque en la clase había como cincuenta personas (el doble de lo habitual), y un montón de gente con cámaras de fotos.
Es la primera vez que le veo. Es un señor bastante mayor, ágil a pesar de todo, de apariencia débil. Amable, tanto que desentona con el resto de profesores que siempre son demasiado serios. Mientras hacemos la clase, él va uno por uno, corrigiendo fallos, alabando movimientos, sonriendo. A mi me ha tocado uno de cada.
Al acabar la clase nos ha dado las gracias por venir, nos ha dicho a los extranjeros que sigamos practicando allá donde vayamos, y después nos han sacado unas fotos a todos juntos.
Ahora estoy en casa pensando en todo lo que me ha pasado y escribiendo este blog a modo de diario.
Creo que ha sido un gran día…
Anda mira!
Lavadoras en la calle
Si tenemos en cuenta que este es uno de los países más seguros del mundo y que las casas son muy pequeñas, ¿porqué dejar que la lavadora ocupe sitio dentro?
Las sacamos fuera!!
Mira el buzón!
Mr. No
Aquí es muy normal que regalen chorradillas con las bebidas en las tiendas. Suelen ser pijadillas, como llaveros para colgar en el móvil o figuritas de plástico.
La que me tocó a mi el otro día no es normal, se pongan como se pongan:
Resulta que el tío se llama Mr. No, y se dedica a pegar leches en una serie de dibujos animados sobre lucha libre.
Otro día más
Se repite. A las cuatro y media de la mañana se mueve un poco la casa, suenan cuervos como medio locos, y después se para.
Hoy llevo todo el día en casa, recogiendo, limpiando, ordenando mis cosas y pensando en qué hacer. Acabo de notar el quinto o sexto temblor en lo que llevo aquí.
No me acostumbro. No me gusta.
Me voy a Ikea, que me he enterado que no está muy lejos de aquí. Quizás andando por la calle no me entere de los temblores.
Terremotos
Estaba yo soñando que iba en el balancé de las fiestas de Zalla cuando de repente me he despertado a eso de las 4:22 de la mañana. Era un terremoto!, no se notaba mucho, pero como la otra vez que pasó, resulta que murió gente lejos de aquí, me he acojonado un poquillo.
Después ha habido otro más pequeño, y después me he dormido.
Ahora son las 8:22, estoy tomándome mi café matutino, y de repente se acaba de mover todo otra vez. He puesto la tele que me han regalado, para ver si dicen algo, pero nada.
Al principio me hacía ilusión. Ahora me da como miedo…
Acabo de leer que han sido un par de ellos de escala 5.4 a unos 65 Km de Tokyo. Es decir, que cuando yo los siento aquí «leves» en algún lado son gordos. Espero que me toquen siempre los leves…
Ah! Gokiburi!!!!
Esto es lo que grita el perro de Akira (mi compañero japonés de más de metro ochenta) cada vez que quiere descojonarse de mi. Me subo a la silla de un salto más rápido que los chinos del circo del sol!!!!!
Gokiburi en japonés es cucaracha, y ya os conté que en la oficina apareció una. Desde aquel día y casi sin querer, todos los días miro debajo de mi mesa por si ha acampado por allí, no vaya a ser que decida trepar por mi pierna o algo.
Y es que aquí hay cucarachas, señores!. Supongo que será por este clima tan caluroso y tan húmedo, o porque hay tanta gente que hay un montón de basura, o yo que se. Pero yo os juro que nunca había visto cucarachas hasta que vine a Japón.
Uno va por la calle, y de repente se cruza una por tu camino, además es que andan a toda ostia! menudos sustos me dan. O suben por las paredes, y se quedan ahí estilo poster esperando a que alguien les pegue un zapatazo.
El caso es que esto no sería Japón si no tuviésemos un quintal de productos para solventar el tema. Lo más famoso son unas cajitas llamadas «Combact», que las pones por ahí en las esquinillas y parece que las gokiburis comen un poquillo y se lo llevan al nido donde toda su bichifamilia se envenena y se mueren todas!! A mi me han jurado que poniendo esto no las vuelves a ver, así que ya he comprado un par de kits….
La otra historia es que dicen que si les pegas una ostia y la espanzurras ahí, salen los huevos que tiene dentro por todo el suelo, con lo que ya tienes cucarachinas aseguradas, por lo que también me he tenido que comprar un spray mata-sin-tocar…. tiene webos (nunca mejor dicho).
No vengáis a Japón en verano si tenéis pánico a las cucarachas como yo!!! Cucal te necesito!!!
Me he apuntado a una agencia de modelos!!!
Eh! tranquilizarse!!!! no me pilléis asco antes de tiempo, dejadme que me explique!!!! Como sois!
Pues es que aquí pasa una cosa curiosa y es que suelen pillar a extranjeros para hacer anuncios tanto de televisión como de revistas y tal, parece que llamamos la atención. Y el yanki, que está metido en todo lo raro, resulta que fue la semana pasada a un casting para un anuncio de Mitsubishi, por cierto que hizo de abogado y yo ahí ya tenía experiencia!
Total que mandé un mail ofreciéndome a salir en cualquier lao (con tal de que me paguen y dejar la informática…) y me dijeron que casualidad, que estaban buscando voces en castellano. Les mandé un par de fotos trucadas con photoshop para quitar a los de al lado haciendo el gamba, y ¡¡ me han llamado !!. Así que hoy me he presentado allí. Nada más llegar, una tía imponente me ha abierto la puerta y me ha llevado a una sala, allí he estado rellenando un formulario que contenía, entre otras:
- Altura y peso. Aquí encajaría perfectamente como Frodo a nada que me deje las uñas de los pies largas.
- Si me importaría posar en bolinguillas. Como aquí no me conoce ni blas, he dicho que si, que poso. (ya veremos si luego me llaman, jaja)
- Deportes que practico, aquí he puesto lo de pasar trapo por si me cogen para un anuncio de Mr. Proper.
Luego hemos pasado a las medidas. Aquí Lucy Liu ha sacado un metro y ha empezado a medirme partes del cuerpo super raras:
- Perímetro cabezonil. Por si sale un papel de Buda extranjero, digo yo…
- Perímetro de cuello… lo mismo me cogen para anunciar corbatas!
- Espalda. Aquí no les da ni para darme un papel de llavero.
- Y de repente me ha dado el metro y se apuntaba con el dedo en aquel bello lugar en que se juntan las dos piernas. Yo no le entendía ni ostias, hasta que por fin se ha puesto ella misma el metro con el cero en tal exquisito punto cero, y me ha dado a entender que me quería medir desde las albondiguillas hasta el suelo… no preguntéis mucho más…
Y entonces es cuando me dice: un momento que te voy a hacer unas fotos. Y va la tía y me trae las playeras que había dejado en la entrada (ya sabéis que aquí se descalza uno en todos los lados).
Vamos, que me ha llamado enano a mi redondo careto de la manera más vil!!! Ponte las playeras que si no, no se te ve en las fotos!!! será perra!
Entonces ha empezado la sesión fotográfica. Yo me moría de verguenza, pero como estaba con la risa tonta, pues como que me ha acabado dando igual:
- «Sonríe!!!». Esto era fácil, estaba ya descojonándome desde hacía un rato!
- «Cruza los brazos y pon cara de enfadado!!!«. A nada que me acuerde que me has hecho poner las playeras porque soy un tapón, me sale sola!!!
- «Ponte de perfil y entorna los ojos!«. Ostias, que es mi primera vez, no me pidas imposibles!!!
- «Pon cara de llorar«. Jodo!!! esto que es? casi prefiero al protesto de la otra vez!
Total, que lo mismo me llaman para aparecer ahí de doble en cualquier lao, joe que ilu me haría!. La tía me dice que por el tema de hablar en castellano, es muy probable que me llamen para algo. Ya me veo anunciando las clases de flamenco del profesor Takayama por la tele!!!
Reflexión
Vamos a la playa, calienta el sol
Que pasa muchachada!!! como estáis? yo estoy bien. Bueeeno.
Pues que vengo a contaros hoy que me he ido a la playa, que echaba ya de menos el remojarme, tostarme y llegar a casa con arena hasta en la puntilla del calzoncillo y más rojo que una gamba.
El plan se gestó en la oficina, los más golfos fuimos el sábado por la tarde a montar unas tiendas de campaña y hacer sitio, y el domingo venían el resto a hacer una barbacoa (efectiviwonder, lo organizó el americano, el tema barbacoa no podía ocurrírsele a otro! qué pájaro! no sabes?).
Amos a ponerle ambiente al asunto.
Así que allí que nos fuimos. La arena de la playa era como negra, mecagüen los pantalones de pana, y en la orilla del mar había una barricada de algas que se podría hacer sushi a cascoporro. Pero vamos, que no estamos pa quejarnos, eh zagales? allí todos decían que el agua estaba helada aunque estaba super caliente, digo yo que si eso es agua fría, a finales de agosto se podrá hacer sopa!
Nos bañamos, nos picaron las medusas, nos rascamos y nos secamos al solete naciente del país este. A la noche vino lo más gracioso del asunto. Aquí a la gente le da por comprar fuegos artificiales y tirarlos en la playa, además es que los venden en cualquier lao. Peeeeeero, en la playa a la que fuimos no dejaban tirar a partir de las 10 de la noche. Curioso el tema.
El yanki, que en cuanto ve un cartel de «no se puede», él tiene que poder, cogió un mechero y se lió a tirar cobetes ahí estilo Oscars de Hollywood. Y claro, la poli vino en 0.2 s.
La conversación no tuvo desperdicio:
Poli 1: No se pueden tirar cohetes a partir de las diez de la noche, y son las doce y doce, háganme el favor.
Jack Bauer: Ok ok, no entiendo japonés bro, pero nosotros no hemos sido (no había nadie a 100 metros a la redonda en toda la playa y el tío tenía un mechero en la mano).
Poli 2: (en perfecto inglés), bueno, pues que el que haya sido no lo vuelva a hacer, por favor, debemos convivir todos y ser civilizados. Acepten, por favor, este regalo por las molestias causadas (y va el tío y nos da un paquete de kleenex a cada uno mientras se van haciendo reverencias).
Chuck Norris: Ok ok, don’t worry man (descojonándose y haciendo el gesto de «paz» con los dedos).
Es decir, la poli sabiendo que quizás son un poco rudos cumpliendo con su deber, van armados con algo que «suaviza» la situación a pesar de que se supone que te han echado la bronca (o algo parecido).
Después de intentar dormir en las tiendas de campaña, y que fuese imposible, yo decidí marcharme a Enoshima, una islilla que está allí muy cerca y de la que tenía muy buen recuerdo. Estamos hablando de las cinco y media de la mañana, con lo que podréis apreciar en las fotos que no sale ni blas, no hay mal que por bien no venga!
A mi me encanta esta isla… puedes recorrerla entera a pie, y te encuentras un montón de sorpresas:
Y bueno, son tantas las fotos y lo que os puedo contar, que voy a acabar aquí, no sabes?. Pero no preocuparse, que el próximo día sigo contando!!!
Hasta mañana zagales!
Una gasolinera de Nakano
Cuando los tópicos se hacen notar
En mi oficina hay gente de cuatro nacionalidades más a parte de la mía. Tenemos a dos americanos, una canadiense, cinco japoneses y un francés. Esto ya se está empezando a parecer a los chistes de antes de «va el francés y dice, pues en mi país»…
El caso es que hoy me ha dado por pensar en ello, en que somos muy diferentes pero que a pesar de todo, funcionamos bien como equipo. Y en la mayoría de los casos, y aunque no me guste mucho admitirlo, creo que se cumplen los tópicos propios de cada nacionalidad. Vamos por partes:
Yankilandia #1: de los dos americanos, uno es de pura cepa, y el otro es de padre alemán y madre japonesa, pero que nació en América aunque lleva la mayor parte de su vida en Japón. Es mi jefe, el de las piñas, y se puede sentir su influencia japonesa. Es comedido, generoso y tiene el don de apaciguar los ánimos cuando las cosas se tuercen. Habla japonés como uno más aunque de vez en cuando no puede evitar un «fuck you asshole» que le sale desde lo más profundo de su ADN paterno. Además, es un amigo.
Yankilandia #2: el otro americano es la imagen más típica de un gringo. Es prepotente, insultantemente sincero, no respeta a nada ni a nadie, erupta cuando le apetece, habla mal de todo el mundo y siempre está criticando algún aspecto de la sociedad japonesa. Su novia es japonesa, muy guapa por cierto, y al verle hablar con ella, me resulta imposible no pensar en una típica peli americana del jugador de rugby y la animadora. En este caso, el tópico se cumple 100%, él es el absoluto protagonista de todos los saraos. Aunque le he puesto a caldo, os puedo decir que es buena persona y algo parecido a un buen amigo si sabes entender que no tiene educación porque no puede tenerla.
Japón: Los japoneses de mi oficina son reservados, callados, serios, amables. Están en su país y tu no, y por eso siempre tratan de explicarte cualquier cosa si estás dispuesto a escuchar (no suele ser el caso del americano). Son trabajadores, mucho, y aunque puede que no tengan conocimiento para resolver los problemas, se esfuerzan al máximo por conseguirlo. Si les ayudas, te lo agradecen en el alma. En mi oficina hay dos chicas japonesas, las dos han vivido en el extranjero y eso se nota en su carácter, más abierto, más occidental, de trato más fácil y accesible.
De los dos chicos japoneses, uno mide más de metro ochenta, es enorme en todos los aspectos. Y cumple el tópico de las personas obesas que dice que son alegres. Este hombre tiene una risa que es contagiosa como pocas, y además la utiliza mucho con lo que nos obliga a sonreir al resto unas cuantas veces al día.
Francia: Este es el tío más raro que he conocido en mi vida. Es arrogante, engreído, pomposo. Siempre trata de evitar estar con los demás. Si comemos juntos, él no viene. Si tenemos una fiesta de empresa, él es el primero que se va con algunas horas de ventaja. Es de ideas fijas, no es capaz de razonar cuando se le cuestionan, se bloquea y deja de hablar, por un rato. Lo medita, y al de dos horas quizás te viene con una respuesta, o quizás no, a veces decide hablarte dos días más tarde. Tampoco es mala persona, aunque creo que nunca acabaré de conocerle del todo porque no se deja.
Canadá: Este es un caso muy especial. Es una chica de padres chinos que nació en China, pero que se fue a vivir a Canadá, que es su nacionalidad oficial. Tiene el Noken nivel 1 de Japonés, vamos, que si no te lo dicen, nunca sabrías que no es japonesa, quizás el tatuaje que tiene en el hombro podría hacernos dudar. Aquí tenemos el mismo caso que con mi jefe, lleva tanto tiempo en Japón, que ha sabido mimetizarse perfectamente. Sabe cosas de Japón que nadie de los japoneses sabe, es capaz de darles lecciones sobre películas japonesas, tés, ropa, historia…
Yo: Me paso el día cantando. Cuando algo me sale mal, juro en castellano y el japonés de metro ochenta lo repite, con lo que ya tenemos risas. Hablo con todo el mundo, vacilo al yanki, me llevo muy bien con todos los japoneses. A veces me mosqueo porque algo no me sale, y entonces me aislo, como si fuese francés. Me pongo los cascos, resoplo, juro y me agobio. Se me suele pasar rápido, aunque hay veces que me dura todo el día. Me descubro a mi mismo hablando en inglés y me entra la risa. Trato de hablar en japonés todo lo que puedo, aunque sea mal, y los japoneses siempre me ayudan con una paciencia infinita. En la oficina, me llevo mejor con ellos que con el resto aunque aquí no creo que dependa tanto de nacionalidades, sino de formas de ser de cada uno.
Somos muy distintos, y claro que influye el país donde hemos crecido, quizás tiene un 40% de culpa de nuestra manera de ser, el otro 60% depende de cada persona. Lo bonito es saber entendernos a pesar de ser diferentes. En nuestro caso no siempre lo conseguimos… pero funcionamos juntos!
Carteles
Hace tiempo que se me había pasado la paranoia de las gokiburis (cucarachas). Resulta que en la oficina apareció una, que me negué a ver porque las tengo pánico, y las dos o tres semanas siguientes me parecía ver en todas las esquinas.
No es que me den asco, es que me dan pánico. Es algo psicológico, se que no me van a hacer nada, pero no puedo estar cerca de una, es algo superior a mi. Chillo, salto, corro, hago el ridiculo y no me importa con tal de estar lejos.
Pues mira tu por donde que acabo de encontrarme con algo parecido en casa. La diferencia es que era como muy pequeñita y de color rojo, así que me he armado de valor y de una zapatilla, y le he pegado un ostión que la he dejado tiritando. Eh! ni Braveheart! menudo valor!.
La cosa es que ahora tengo otra vez la paranoia… esta noche me parece a mi que me voy a despertar treinta y cinco o cuarenta y tres veces soñando con mis amigas.
Cagüen!
A lo que iba, ¿qué es eso? ah no, es una mosca. Ay madre.
En fin, que venía a enseñaros unas fotos que he sacado de carteles por ahí por la calle. Aquí son muy dados a incluir dibujos en los avisos, de manera que se consiguen dos objetivos: es muy fácil saber de qué se está hablando sin tener que leer el texto, y a la vez se suaviza un poco el mensaje en el caso de prohibiciones.
Hay millones más, pero aquí va una pequeña muestra:
Sigue el camino de baldosas amarillas
Hoy ya no llueve. Mecagüen sos, ya iba siendo hora. Qué manera de llover, joe, me río yo de la milonga esa de los embalses vacíos, aquí cuando cae, cae!
Pues las baldosillas estas están por todos los lados y resulta que están ahí para que las personas con problemas de visión sepan orientarse por la calle. Así que delimitan cualquier obstáculo como escaleras, aceras o semáforos. Y sorprende que haya en la mayoría de las calles medianamente céntricas de Tokyo.
A mi me parece genial, qué queréis que os diga. Aunque la verdad es que sólo he visto a un señor invidente que vive cerca de mi casa y que se sabe de memoria todo esto, así que anda sin necesidad de bastón ni baldosas ni nada. Me he cruzado alguna vez con él y no parece que no vea, la verdad.
Además, muchos semáforos emiten sonidos cuando cambian de color, y tenemos escrito en Braille muchos de los carteles del centro de Tokyo. A mi estas cosas me parecen geniales, aunque justo ésta mañana venía pensando en ello cuando he visto que no hay manera de acceder a la línea de metro que uso yo todos los días en silla de ruedas. No hay rampas por ningún sitio, sólo un artilugio que permitiría subir y bajar una silla a la vez mecánicamente, vamos, lo menos práctico del mundo. Y ahora que lo pienso, tampoco he visto a ninguna persona en silla de ruedas por la calle… curioso, ¿verdad?
La verdadera razón de mi vuelta a Japan con pan
Venía yo pensando en lo que iba a escribir hoy, que había sacado un montón de fotos el otro día y tal, y de repente se escucha un truenillo. Como ya me conozco cómo se las cascan las nubes de aquí, agarro la bolsa de Karate con las dos manos y empiezo a andar como un bastante más rápidillo. Como si lo viera! se ha puesto a llover estilo Tokyo: pa todos los lados y mucho!!!! jode, es como si coges el mar y le das la vuelta encima de un colador, que calada llevo encima!!!! Y lo peor es la ropa, que está ahí chorreando y mirándome mal como queriendo decir: «a ver si te compras un paragüas de una chunta vez!»…
El trueno me ha recordado al que se escucha en la canción de Sorotan Bele, Zortzi Orduko Ekaitza (Una tormenta de ocho horas), bonita canción, si señor.
Ba, pero a un txirimiriero como yo no le va a achantar una tormentucha de nada (jodé la que está cayendo). Así que paso a lo que os iba a contar, que es
Mucha gente me ha preguntado que qué hago aquí, que por qué me he venido. Y yo siempre decía que si un proyecto web, que si trabajar, karate, japonés…. ¡¡mentira!!. Yo he vuelto porque había una cosa sin la que no he sabido vivir durante todo este tiempo.
No tienen absolutamente nada que ver con los que te puedes encontrar por allí. Podríamos decir que hay como cuatro veces más cosas, y que la mayoría son de primerísima calidad, que ahora mismo cien yenes son cien pesetas (aprovechad para venir que no habrá otra como esta!), y que estamos adaptados a Japón. Esto último viene a decir que si en Bilbao puedes comprar ceniceros con el escudo del Athletic de Bilbao pintao a mano en China, aquí puedes comprar cuencos, vajilla japonesa, palillos, pinceles para caligrafía, té… ¡y por veinte duritos, que diría Pedro Reyes!
Por cierto, que me estoy jugando la vida por vosotros, eh?, no hago más que delinquir. Se supone que no se pueden sacar fotos en estos sitios, pero yo que pongo mi cara de hacer la primera comunión y de no entender ni jota de japonés, le echo un par de webs para hacer la web. Que se valore esto!
Aunque le aplican no se que IVA y te vale 105, pero vamos, que aún así te puedes encontrar cosas super chulas por veinticinco durillos. Por orden, a mi las secciones que más me gustan son:1- vajillas, cuencos, etc., 2-bolis, postits, etc. y 3-cosas de putxiglas, de plastiquillo como los tapers, que tienen desde cajones hasta mesas (lo juro por la gomina de songoku).
Y tenemos comida!!!! Todo buenas marcas, vamos, que esto mismo te lo encuentras en el supermercao de al lado de casa. Así que ya os podéis imaginar que cada vez que hago yo una excursión aquí, pierdo trece kilos camino a casa de todo el peso que llevo encima! Aunque luego lo vuelvo a ganar zampándome los doritos que traigo, peeero, eso es otro tema!
Udón o fideos finos japoneses. Por cierto, que se comen fríos y están super buenos.
Algas para sushi. Eh! esto está bueno también una vez que te acostumbras!
Sembei, las galletas saladas japonesas. Están buenas también!! (¿me estoy volviendo mu raro?)
Buaa, yo he acabado de escribir (tengo unas ganas de volver al todo a cien que no meo en tres días!), y sigue lloviendo, menudos truenos!! Es curioso las tormentonas que se tiran aquí y nunca se va la luz…
Bueno señores, hasta mañanita! Aio!