Archivo de la categoría: Vete a saber
Ikusuki Ikusuki
Vengaaa, vengaaa, di que sí tío Toscano, di que siiiiii que si no, no me duermo, jooo
Vaaaaleeee
Pues mira, estas son de la casita de madera
Y estas de aquí las saqué cuando subí a la terracilla del Roppongi Hills, a ver si te gustan
¿Te acuerdas que te conté que fuí al barrio chino de Yokohama?, mira que curioso:
Nikko, mira mira que cosa!
Y las últimas que te enseño hoy son las de Kyoto
Minimanifestación pro Tíbet
Chapa y Pintura para las IkuExcursiones
Richard Gere publica libro
Bueno, el Richard Gere de aquí, el anterior primer ministro. La cosa es que en la portada están Sancho Panza y Don Quijote:
Por cierto, ¿ya sabéis lo que son las tiendas Don Quijote?
Oye oye!!
Pon más fotos del tren pato ese!!
Ahorrando un obrero
Aunque esto de ahorrar obreros no es precisamente lo más normal aquí…
Echadle un ojo al video este, ya de paso!
Ikusuki in the world
Nuria que le compró la Tokei a Hideo. Y no sólo la lució como un campeón por Madrid, sino que se acordó de nosotros y se sacó la foto de rigor:
Y además, como lo prometido es deuda, ya le hemos preguntado a Nuria qué camiseta quiere que le regalemos by the face.
Bisbal sigue promocionándose…
… al menos en la embajada, donde tienen un buen taco de panfletos del año pasado…
Qué cosa más aburrida la embajada, por cierto…
Entrevista
Madre mía, vaya noche de terremotos que hemos tenido. El último ha sido el más fuerte que he sentido yo nunca, menudo miedo al escuchar el tintineo de los vasos desde la cocina!! Yo ya estaba preparao para echar a correr, menos mal que se ha parao.
Bueno, yo venía a poneros un par de links sobre una entrevista que nos ha hecho Jon Goikoetxea y que ha publicado en su blog en dos bloques:
A ver que os parecen…
Patatón…
Obreros
Hoy no ha pasado nada
Estoy en Bilbao, patinando cerca del Guggenheim cuando suena la alarma del móvil. Son las seis y media, es Tokyo y estoy durmiendo encima de dos futones.
Atraso por dos veces la hora de levantarme, media hora cada vez, y cuando por fin lo consigo, enciendo el ordenador y de mientras voy a la cocina a preparar café.
Con la taza en la mano, voy directo a leer los nuevos comentarios del blog. Releo siempre el post y después, ayudado por sorbos de café, consigo despertarme del todo con vuestras palabras.
Hoy el ipod ha dejado de funcionar, el domingo fue el móvil, y la semana pasada el ordenador de la oficina murió sin dejar testamento. Estoy empezando a preocuparme.
Leo un mail de Bea con propuestas e ideas para Ikusuki, es largo pero lo leo con ilusión. Además veo que ha llegado un nuevo pedido que se va para Barcelona, y que ella ya se ha encargado de preparar. Jordi nos dice que da gusto tratar con nosotros, y una sonrisa boba se me estanca en los labios por un rato.
Salgo casi corriendo por la puerta, otra vez ando tarde, pero hace calor, así que decido retrasar todavía más mi llegada a la oficina quitándome la chaqueta y metiendo lo de los bolsillos en una mochila. Hoy en camisa, como los de Bilbao.
Voy andando a la estación sin escuchar música, y descubro los sonidos de mi calle por la mañana. Hay niños esperando al autobús, y cuando llega, las madres hacen reverencias a la conductora. Me aparto cuando otras madres pasan con uno, dos e incluso tres niños que llevan en asientos en la bici. Nunca dejan de sorprenderme.
Decido que hoy no voy a tomar más cafés, así que esquivo las siete u ocho máquinas que me encuentro, y finalmente llego a la estación. Como cada mañana, la gente corre, y yo por inercia hago lo mismo. Y como casi cada mañana, es un esfuerzo inútil porque todavía quedan unos minutos para que salga el tren.
Encuentro asiento, y decido practicar unos cuantos kanjis en mi Nintendo DS, nunca habría pensado que me iba a ser tan útil para aprender japonés. En el tren hay de todo: gente que duerme, otros con el móvil o con libros, algunos con la mirada perdida… vidas diferentes unidas por la misma rutina día tras día.
Llego a la oficina, saludo, ficho, me siento en el ordenador. Contesto a algunos mails de clientes, y dedico la mañana a programar en php. Entre medias, mis colegas de twitter me cuentan lo que sea, pero en castellano, lo que me hace sentir un poco menos extranjero.
A la hora de comer vamos todos juntos a comprar algo, ayer nadie tuvo ganas de cocinar. Yo como en mi ordenador porque tengo mucho trabajo y quiero acabar lo antes posible.
Por la tarde, mientras mis compañeros van y vienen de visitar clientes, yo sigo en mi sitio programando y twitteando. Cuando me quiero dar cuenta, son las ocho de la tarde, pero como he entrado a las diez de la mañana, es coherente.
Ficho, cojo el tren de vuelta con Nintendo DS incluida, y llego a casa. Ceno, y de mientras veo el segundo capítulo de Galáctica. Al acabar, reviso el correo, me doy cuenta del montón de mails que tengo sin contestar, pero los párpados se me cierran.
Antes decido escribir esto, para desengañar un poquito a todos los que piensan que vivir en Tokyo es toda una aventura. Hoy ha sido un día muy normal, no ha pasado nada especial, y estos son los días más habituales.
Pero no ha sido un día malo.
Para abrir boca (o párpado)
Tokei chica disponible
Hola chatines!
Pues eso, que aunque estoy quince pinos más pallá del quinto, aquí sigo intentando que nos compréis camisetas.
¿Si? ¿si? ¿atención compañeros? ¿si?, me comunica Bea que…
que dice que las tiene todas puestas en las baldas más ordenadas que ni sé, y que en cuanto le déis al botón de pedir de la web, ahí que os las manda presta y veloz.
También es justo y necesario avisaros que sólo tenemos 30… así que yo os recomiendo que andéis vivos si queréis tener una exclusiva cami Ikusuki, esa que no le vendemos a Beckham porque es más soso que (marque la que prefiera)
– Maldonado bailando jotas
– Fernando Alonso imitando a Fernando Alonso
– Speedy Gonzalez con agujetas
– David el Gnomo después de dar el estirón
– Uno de Accenture sin un ordenador con powerpoint
– Una dependienta del Corte Inglés sin mascar chicle
– Constantino Romero sin bigote
– Un otero sin boina
Que me han pillao!!
Buff, vengo que casi no llego. Esto no es normal, si metemos en una batidora a Pepe Viyuela, Mr Bean y Steve Urkel, salgo yo fijo!
Estoy andando para casa enfrascao en mis mismamientos cuando veo algo delante de mi que viene a toda leche, levanto la vista y es una chica en bici que está haciendo yo que se qué con el móvil. Yo me aparto lo que puedo, pero a la izquierda hay un árbol y a la derecha está la pared, así que grito «abunai«, que en este caso es algo así como «mira palante, coño!«… y lo siguiente es que la bici me pega un baile en la pierna derecha que me tira al suelo. Además, como llevaba las manos en los bolsillos, me he pegao un ostión con el codo que me he quedado como Pau Gasol recién levantado: todo revirao!!!
Todo esto con un ruido del copón, porque la chica también se cae y se estampa contra el árbol, pero a ella le da tiempo a sacar las manos. De repente, y yo no entiendo de donde han salido, nos encontramos rodeados de un montón de gente que nos ayudan a levantarnos y nos preguntan si estamos bien.
La chica me hace mil reverencias, que si «gomen nasai«, que si estaba albardada, que si no se ha dao cuenta, que si yo que se. Y yo le digo que vale, que tranquila, que yo me voy yendo a casa a ver si el codo se sigue doblando o qué, pero que esté tranquila. Le pregunto si ella está bien y dice que ella no importa, que si yo estoy bien.
En fin, un par de quedabienes más tarde, me remango un poco el jersey y resulta que estaba sangrando, ella casi se me echa a llorar, me dice que no me vaya y se va corriendo. Yo me quedo con el club de fans del ikusuki ostiao insistiéndoles en que estoy bien, que muchas gracias, pero que ya vamos desfilando si eso que yo me quiero ir a mi casita (super majos todos).
En estas que aparece otra vez la aficionada en mandar SMS de «nomiropalantesivoyenbici» al 555 si quieres atropellar a un gaijin. Pero me viene con una bolsa del combini de al lado y me la da con tres reverencias y un torcimiento. La abro y hay una caja de tiritas y un paquete que no se muy bien lo que es.
Le doy las gracias, le digo que no hacía falta, nos intercambiamos cuatro frases tópico del estilo de «de qué país vienes?, cuanto llevas en Japón?, hablas japonés que pareces del mismisimo Yokohama a mano derecha…» y ya cada uno sigue por donde venía (unos más doblaos que otros).
Por el camino no me aguanto y abro el paquete… ¡¡¡ son bombones !!!.
Bombones que, por cierto, me he pimplao según venía y desdeluego han tenido su efecto: por un rato se me ha olvidado que tengo un moratón en el codo del copón de la baraja!!!
Cosas que he hecho en Japón
Ha pasado un año y mi vida es totalmente diferente. Se puede decir que no hago casi nada de lo que hacía en mi vida anterior: no como las mismas cosas, no hablo en mi idioma, no conduzco, no veo la tele, no leo el periódico ni ninguna revista, no he ido a ninguna boda, no voy al cine, casi no como fruta y casi nunca bebo vino.
Pero he aquí la lista de las cosas que he hecho en Tokyo:
Me encontré un ipod nano y no me lo llevé
La poli me dio chocolate y unos kleenex
Me estampé contra la Apple Store de Ginza y dejé los mocos en el cristal
Me dieron una patada en los huevos que me hicieron tenor
Salí por la radio en Navidad
Pasé mi primer examen de Karate en Tokyo
Se me quitaron las resacas
Fui al sumo
Salí de procesión portando un Omikoshi
Intenté subir al Fuji
Me hice fotos que no recuerdo
Descubrí las cucarachas
Me apunté a una agencia de modelos
Psicoanalicé a los de mi oficina
Viví el ambiente de unas elecciones
Hice una entrevista para doblar un videjuego y…
me cogieron y lo doblé!
He hecho más tortillas de patata que en toda mi vida
Quedé con el resto de bloguereros de Tokyo
Fui a un mercadillo en verano
Me compré un móvil
Me han confiscado tres paquetes por tener jamón, chorizo y/u/o lomo
Tuve que afrontar un choque cultural grande
Me apunté a Karate y aprendí a pasar el trapo
Vinieron los de la ETB y me hicieron una entrevista (y pagaron la comida)
La policía me interrogó en el portugués de Ronaldinho
He cantado en la estación de Shinjuku grabando un video
Esto a parte de las excursiones, los videos y otras vivencias….
Pesadilla
Hoy me ha vuelto a pasar. No importa que esté viviendo en Tokyo, en Bilbao o en Zalla, periódicamente tengo una pesadilla que me deja con un mal cuerpo horroroso.
Sueño que estoy durmiendo, pero que al día siguiente tengo un examen. Es un examen muy difícil y yo no he estudiado nada, así que me agobio, tanto que me quiero levantar para estudiar yo que se el qué.
Es un sueño tan real, que todavía siento angustia a pesar de saber perfectamente que es producto de mi traumatizado cerebro…
Cuidao con lo que cae!
Celia lo publicó en su blog y en los comentarios también dicen que es correcto.
Así que, como bien dice ella, lo dejamos en un post soso más…
10 minutos de pelao a 1000 Yenes
A puntito a puntito…
La calle «Sakura Namiki Dori» es la que separa mi casa de la estación, esto significa que paso por ella, al menos, dos veces al día. Es larga, por el camino me cruzo con dos Seven Elevens, un súpermercado, una inmobiliaria, un cajero autómatico… y algo así como cincuenta cerezos puestos todos en fila.
Durante todos estos meses han pasado desapercibidos. Un montón de árboles sin hojas uno detrás de otro sin mucho que decir.
Pero dentro de nada van a ser, de nuevo, los mayores protagonistas del barrio durante dos o tres semanas. El año pasado fue algo mágico para mi porque, aunque se veía venir, lo que me encontré fue mucho más de lo que suponía. Estoy seguro de que este año también me sorprenderé a pesar de haberlo vivido antes.
Hoy he visto que algunas flores están ya a punto de salir:
Y me han entrado unas ganas tremendas de ver las fotos que saqué el año pasado. Rebuscando en el disco duro, como el que no quiere la cosa, me he encontrado con tres videos que grabé y de los que me había olvidado completamente.
Es la gente del barrio, que por una tarde se olvidaron de que eran cajeros, salary mans, amas de casa, barrenderos… y se vistieron de gala, y con una sonrisa en la cara se dedicaron a beber, a reír, a comer…
A bailar…
Que casi me bautizan!
Jodé, que mal rollo. Estoy hasta nervioso todavía. Jodeeee, a ver si puedo dormir hoy algo.
Bueno, me remonto una hora en el tiempo para que reviváis conmigo el momento en el que …
Total, me bajo, y voy escuchando mi ipod camino de mi casa. Cuando no he andado ni cinco minutos, me vienen dos japoneses (chico y chica) corriendo llamándome como locos. Me empiezan a hablar, que si tengo tiempo. Les digo que vale, y me hablan en el japonés de toda la vida, pero estilo el señor de los micromachines. Así que yo entiendo lo que entiendo: que me van a llevar a una escuela, y que a ver si tengo un poco de tiempo para escuchar una cosa. En mis entendederas aquello parecía una especie de obra de teatro, que querían que yo la escuchase y diese mi opinión.
La virgen! y nunca mejor dicho!. Me llevan a un garito con un pedazo de cartel que pone «World Mission Society Church of God», me sientan en una mesa y me ponen a un tío negro con gafas, que era clavadito al doctor Preston de Anatomía de Grey. El japonés de antes me dice que si quiero un café, y yo pensando en que son las diez de la noche le digo que mejor agua. Agua, que ni pruebo ni ostias!
Entonces Preston va y saca una biblia en inglés. El tío tiene el libraco ahí marcado y subrayado, y me empieza a contar que si Dios no es solo un señor, que si hay una manifestación de Dios que es mujer, que esto el cristianismo lo ha ignorao, que claro que hay que descubrirlo al mundo… resumiendo, que en su iglesia a parte de dar ostias, ellos mismo son la ostia!
Yo al segundo de entrar ya estaba gilando por donde estaba la puerta y pensando en la excusa para largarme de allí más rápido que el correcaminos con descomposición. Pero Preston, que también se daba un aire a Bill Cosby pero cuarenta años menos, me presenta a otro tipo con una cara de más mala ostia que cuando Massiel se enteró de lo del Chikilicuatre ese y no le quedaban botellas de Whisky.
El tipo en cuestión era como un rapero de esos americanos negros enormes, con unos brazos como pitones y unos carrillos como manzanas. Y lo primero que se le ocurre decirme es «is interesting, isn’t it?». Jodé cualquiera le dice que no aquí a M.A., así que asiento. Por mi mente yo estaba ya urdiendo el plan de huida: vale, le digo al Dr. Burke que vivo lejos y que tengo que volver a casa andando y tal, pero que el rapero no se entere porque lo mismo le sienta mal que le veo entregao a la biblia esa que tiene delante del pecho ese que parece un edredón en su funda...
Así que cuando M.A. se marcha al baño, o a comer una ensalada de esteroides con proteínas, vete tu a saber, yo aprovecho y le digo al Dr. que me tengo que ir, que esto es todo muy bonito y que Dios es la ostia y el copón, y que no me vuelvo a ir de bares, pero que me marcho. Y el tío va y me dice que cuentan conmigo para la confirmación del viernes a las seis de la tarde, pero que es requisito que me bautice al nuevo credo.
A mi me da un yuyu, me entra lo que yo definiría como una carcajada seguida de una arcada y un hipo… Y le digo que vale, que me lo tengo que pensar, y me levanto ya enfilando la puerta.
Entonces va la japonesa, que resulta que era china al final, y se me pone en medio y me pide mi nombre y mi teléfono. Yo le digo que no se lo doy, que si eso ya me paso yo por allí con champú para aprovechar el viaje, pero que ya decido yo. Y ella me insiste, y yo pensando en M.A. Barracus que ya tiene que estar acabando la serie de mancuernas, le hago la culebra pasándola por un lado y me voy a la puerta.
Pero claro, estamos en Japón!! y me tengo que poner los zapatos, cosa que no entraba en el plan de huida!! Anibal Smith, cuanto bien harías poniendo una escuela!
Así que me pongo los zapatos a todo meter, para más bien salir de allí, cuando me encuentro a Preston, al Rapero, a la China y a otra que no se de donde coño ha salido, allí esperándome y poniéndome caras.
– ¿Entonces vienes el viernes?
– Ya veremos -digo mirando a MA y a su ceño que más que fruncido, estaba disecao
– Te esperamos, no puedes faltar, esto es una revelación
– Si si
– ¿Nos das tu teléfono?
– No, lo siento, prefiero no hacerlo
– Ah, pues espera -y va la tía y pone su teléfono en un panfleto en castellano que me da
Yo me largo de allí super emparanoiao pensando en que me están siguiendo. Tanto me he echo la picha un lío, que he dado tres vueltas tontas así entre casas antes de enfilar para la mía. Y ahora, cuando he llegao, me he encontrado a un tío, que seguramente no tenga nada que ver con esta historia, pero que iba andando para atrás. Era como hacer marcha, pero marcha atrás, vamos, andando de espaldas… os juro que he subido corriendo las escaleras!!!
Cerveza para niños
En mi barrio hay un Kitamura, que es como decir que un Eroski pero con nombre autóctononativo. El amigo Kita tiene que estar forrao, porque a parte del súper, tiene una inmobiliaria enfrente, y una tienda enoooorme con de todo al otro lado. Y viendo el dineral que me estoy gastando yo a costa de Ikusuki Investigación, seguro que abre un kiosko dentro de poco a mi costa! (comprad camisetas, que se me acaba el presupuestoooo!!!)
En fin, que ayer comprando en el Kita #1 una barra de pan para zamparme un paquetillo de salchichón que me mandó Bea (Empates! Bea-Maper-Mis padres 3, Perros del aeropuerto 3), cuando me encuentro con una cerveza para niños. Si tenemos en cuenta que es la bebida alcoholica que más se pimpla aquí con diferencia, es una buena idea para que los niños no tengan envidia!
Ibili Munduan
«Andando por el mundo». Este es el nombre que han elegido en mi pueblo para el blog que se han inventao. Se trata de animar a la gente jóven a que haga cosas, y para ello, están contactando con los que han vivido o viven en otros paises para que cuenten sus historias.
Héctor, que imita a Ozores como nadie, me mandó un mensaje para que contase un poco mi historia. A mi estas cosas me hacen mucha ilusión, el que se acuerden de mi, digo. Así que escribí un post y le mandé unas fotos, y el resultado lo podéis ver aquí:
Aunque yo no he escrito lo de Fujiyama, que conste! Héctor, que es Fujisan o Fuji a secas!!!! ay madre!!!
Invitados especiales
Eloy y Marta, que se han venido a Japón de viaje de novietes. Que yo ni sabía que Eloy tenía novia y mucho menos que era tan maja!
Así que el miércoles me los llevé a cenar a un Izakaya en Shinjuku, y hoy hace una hora que nos hemos despedido en Roppongi al acabar de zamparnos un par de comibles en el restaurante de Kill Bill. Que, por cierto, les ha encantao!
Después de un año viviendo en Tokyo, con una vida totalmente distinta a la que tenía anteriormente, con gente que nada tiene que ver… el estar con alguien de mi «vida anterior» en lo que es ahora mi mundo ha sido muy extraño. Pero, a vez, me ha echo muchísima ilusión hacer de abuelo cebolleta contando mis historietas en mi idioma de siempre.
Es curioso que la última vez que comí con Eloy fue en Zamudio en mi despedida…