Yo cuando fui a Nara no tenía ni idea de que había ciervos por allí danzando. Y fíjate, me acaban de contar ahora mismo que son un problema como las palomas y que de vez en cuando se hacen batidas por parte del ayuntamiento para llevarse unos cuantos por delante.
La verdad es que me llamaron mucho mucho mucho la atención, yo creo que sólo había visto uno de verdad una vez subiendo a un monte de mi pueblo que se asomó un tío postizo de Bambi por allí dando saltos y echó a correr en cuanto me vio. Así que en Nara no paré de sacarles fotos, pero muchas muchas, ¿eh?. Sin embargo, cuando me llevaron a Miyajima ya iba yo avisao y no me quedé tan pichicueter… por los ciervos, claro, porque el lugar anda que no impresiona ni nada!
Total, ahí va un compendio ciervítico ikusukiense!