Aunque solo llevo una semana y un día en la nueva empresa, ya he pasado por dos nomikais. Para el que no lo sepa, nomikai son cenas de empresa, que se reserva un restaurante y ahí se pasan dos o tres horas entre tragos, charlas y bocados, por este orden de intensidad.
Seguro que sabrás la historia esa que dice que en Japón son obligatorios, que poco más te vienen a decir que si te invitan, tienes que ir y tienes que beber y ponerte, mínimo, como un Gremlin en la ducha. Pues bien, siento romperte el juguete. Como la inmensa mayoría de mierdas que se cuentan sobre este país, es mentira. O por lo menos en mi caso nunca ha sido así, si dices que no vas, no pasa absolutamente nada ni hay ningún reproche de ningún tipo. Es más, por regla general, a nadie le importa un carajo lo que tu hagas o dejes de hacer mientras saques el curro adelante, claro.
Por cierto, ya que está de moda gracias a xataka, también decir que si, que hay algún tarado que aflora de vez en cuando y se dedica a chocarse con la gente, sobretodo en estaciones muy transitadas como Shinjuku. Pero que no es lo normal y que también, y esto lo he visto yo, hay quien les planta cara y les retiene hasta que llega la policía.
Sigue siendo, de todas formas, bastante significativo que este tipo de noticias, de excepciones, sean las que os llegan a vosotros sobre este país. Eso es que no estamos tan mal. Por poner un ejemplo contrario, sería como si aquí sacasen, como algo representativo de España, que en cualquier ciudad hay carteristas que te roban nada más que llegas a la Gran Vía. ¿Que hay?, claro que si, ¿que todos los españoles son carteristas y da hasta miedo salir de casa?, pues claro que no.
Bueno, en fin, que me lío. Lo que yo venía a contar es un par de conversaciones “tipo” que he tenido ya unas cuantas veces con distintas personas de mi nueva empresa en los dos nomikais a los que he asistido.
— “Oskar”, pero ¿cómo se escribe? ¿Osukaru? ¿Osuka-? オスカル? オスカー.
— Pues yo lo escribo enfatizando la R del final, así que sería “Osukaru”, pero la verdad es que me da bastante igual, llámame como quieras
— Es que aquí en Japón tu nombre lo solemos escribir con la a larga al final Osukaa, es raro con la ru. Osukalu
— Ya me he dado cuenta, ya, me lo dicen mucho. Es R, no L, la RR como fuerte
— DDRRRDD
— Si algo así, jaja, pero insisto: llámame como quieras (pero llámame, que dirían los de veintiuno)
Otra que se repite mucho es la de:
— ¿Pero tu por qué te viniste a Japón siendo España mucho mejor?
— Hombre, mejor. Yo me vine aquí al principio por una beca que me dieron que estuve seis meses y me supo a poco y encontré la manera de volver
— Pero en España hace calor, ¿no?, y la gente es muy amable y la comida es muy buena: paella, ajillo, vino.
— Bueno calor, el calor de Tokio es mucho peor. Y ahora en invierno hace el mismo frío o peor. Lo de la gente amable, pues bueno, hay de todo, aquí también hay de todo. Y la comida la verdad es que me da bastante igual…
— Pues tienes pintas de que sabes cocinar.
— Un poco si cocino, si, pero vamos, que no muero por comerme una paella ni nada por el estilo, en Japón se come muy bien también.
— ¿Qué es lo que más te gusta?
— Pues últimamente como mucho Soba, voy probando distintos tipos, pero me gusta mucho, bastante más que el ramen, por ejemplo, o que sushi.
— ¿Y natto? ¿Comes natto?
Ya iba tardando en salir la movida. A la mayoría de los extranjeros parece que les repugna el natto. Hombre, hay que acostumbrarse, pero está bueno.
— Si como si. Como de todo menos tomate crudo.
— ¿Eres español y no comes tomate?!?!?
— Pues ya ves…