Archivo por meses: julio 2012

El vídeo de la noche de monólogos

Después de tantos preparativos, de tantos nervios…

¡Por fin tenemos el vídeo!
¡la espera ha merecido la pena con creces!
¡anda que no ha quedado chulo!
¡ni ná!

:gustico:


Ahora después de dejar tiempo entremedias y verlo con calma, puedo decir que estaba mucho más nervioso de lo que se aprecia, lo que supongo que es bueno. También está claro que estaba mucho más preocupado por que no se me olvidase nada que por decir las cosas con naturalidad o con más gracia… a pesar de todo, se me olvidaron bastantes chistes, lo que es una pena porque había alguno bastante bueno que se quedó en el papel. Para la próxima vez, si la hay, está claro que la cosa saldrá muy distinta porque ahora ya sé más o menos lo que hace gracia y lo que no.

En definitiva: una acojonante experiencia. ¡¡ Espero que disfrutéis con el vídeo tanto como yo preparando el monólogo !! Encima nos han dejado meter una pequeña parte de las actuaciones de Joaquín y Ernesto, ¿qué decir de estos dos genios?, bueno si, que estuve prácticamente llorando de risa como hora y media seguida. Es una pena, pero por razones de copyright no podemos poner sus actuaciones enteras… aquí dejo algunas fotos que sacó el gran CaDs:

Y bueno, ahí va el vídeo finalmente, a ver que os parece…:

Y ojo que encima hay concurso que se ha montado el tito Chiqui alias «The Albaceter«, ahí os pego lo que me ha contao:


Espero que los que no pudistéis estar hayáis podido sentir lo especial que fue aquella noche. Para vosotros, para todos, desde el blog vamos a sortear la camiseta que usó el gran Ernesto Sevilla en su actuación en Tokio. Y además firmada por los tres artistas que pisaron escenario ese día.

Para conseguirla simplemente tenéis que COMPARTIR EL VÍDEO y DEJAR UN COMENTARIO en esta entrada (o en la del Chiqui, las dos valen) diciendo dónde habéis compartido el vídeo de la Noche de Monólogos en Tokio y el enlace (o enlaces) para poder comprobarlo (en su caso).

La cosa regirá de la siguiente forma:

1) Vale cualquier plataforma para compartirlo: facebook, twitter, tuenti, google +, instagram, blogs, el tablón de anuncios de vuestra parroquia o cualquier otra que se os ocurra (siempre que sea demostrable)….¡Demostrad que sois tipos ingeniosos y salaos!

2) Por cada sitio donde lo compartáis tendréis un número para el sorteo. Por lo tanto cuanto más veces lo compartáis más posibilidades tendréis de ganar.

3) Si dedicáis una entrada de vuestro blog al evento tendréis 5 números extra para el sorteo.

4) En caso de usar twitter debéis además seguirme (@ferpisan ) y añadir el hastag #MuchachadaEnTokio cuando compartáis el vídeo.

5) El ganador será elegido por sorteo en un plazo aproximado de 30 días.

¡Ahí queda eso!
:vainas:

7582467086_4a031116ca_b.jpeg
Foto del CaDs

Tokyo, 13 de Julio del 2012

Hola,

¿Cómo te van las cosas? ¿te acuerdas de mi?, hace ya tanto tiempo que no me extrañaría que te hubieses olvidado, no del todo, pero seguramente no pienses en mi ya tan a menudo como hace unos años. Espero que no sea demasiado poco… yo todavía me acuerdo de ti aunque no sea siempre. Es curioso, me vienes súbitamente a la memoria, de repente, como si esos momentos fuesen hechos para ser vividos los dos juntos y el universo no tolerase que estemos separados… o algo así. No me hagas mucho caso, se me ocurren muchas cosas raras desde que vivo solo, será que tengo mucho tiempo para pensar. El otro día pensé que a veces las personas estamos conectadas, que nos conocemos aunque no nos hayamos conocido nunca. ¿No te ha pasado nunca?, a mi me pasa a veces. Hablo con alguien que acabo de conocer y me da la impresión de que hemos jugado de pequeño juntos o que nos hemos peleado o incluso me ha pasado que creo saber el sabor de sus labios como si hubiésemos sido amantes en otro tiempo y lugar. Y todo esto nada más vernos por primera vez. ¿Me estaré volviendo loco? un poco seguro que llevo estándolo desde hace tiempo, pero no le des demasiada importancia, son tonterías que se me ocurren.

Últimamente las cosas me van bien, te escribía para contarte esto mismo, porque de alguna manera me gustaría que lo supieras, quería compartir este momento contigo, esta vez aposta. Ya sabes que llevo en Japón unos años, más de los que se sienten en realidad, vivir aquí es tan fácil… Seguramente no te podrás imaginar cuanto porque no has estado nunca y a eso tenemos que ponerle remedio cuando antes. ¿Te conté que me mudé?, ahora tengo dos habitaciones y sitio más que de sobra para que me visites siempre que quieras, ni que decir tiene que te recibiré con los brazos abiertos porque siempre ha sido algo muy bueno verte y seguro que lo será sentirte cerca de nuevo como en los viejos tiempos.

Además que tienes que conocer a Chiaki. No sabría decirte cómo me ha cambiado la vida desde que la conocí porque es probable que no sea plenamente consciente. Solo sé que ahora me preocupo por dejar de sonreír queriendo porque resulta que siempre lo estoy haciendo y parezco mucho más tonto de lo que creo que soy, que mi corazón parece que lata sólo para contar lo que falta hasta que vuelva a ver a esos ojos mirándome desde tan adentro. ¿Ya sabes que nos vamos a casar?, ojalá puedas venir a la boda el año que viene. Ahora estamos con el papeleo, ¿te quieres creer que tengo una entrevista en la embajada?, una de esas en las que se aseguran que el matrimonio no es de conveniencia. Entiendo que tengan que hacerlo, pero me parece tan humillante, tan insultante que alguien que no sabe absolutamente nada de nosotros tenga que juzgarnos… Si fuese por mi, les sacaba de dudas pronto porque claro que me conviene tenerla a ella cerca, por lo menos por lo menos hasta que me muera. La quiero tanto…

Últimamente, además, no dejo de pensar en cómo serán nuestros hijos. Ojalá que se parezcan lo más posible a su madre, pero si pudiese elegir, me gustaría que tuviesen algo de mi hermano Javi, una pizca de esa ingenua y preciosa felicidad que a veces se le escapa cuando rie. También me pregunto que idioma hablarán, si seré capaz de enseñarles castellano a la vez que aprenden japonés e inglés… quizás sería bueno que yo le hablase siempre en mi idioma y Chiaki en el suyo, y así los tres aprenderíamos. No dejo de emocionarme viviendo ya esta vida que parece que pronto será la mía. Me siento tan privilegiado… bueno, que te voy a contar a ti que ya llevas casado algunos años.

También hemos casi acabado de escribir el libro. Bueno, yo lo he acabado de escribir y Fran de diseñar, ahora estamos revisando cosas aquí y allá. Te sonará a otra ñoñería de las mías, pero ese libro es lo más cerca que he estado y estaré nunca de airear mi alma abriendo las ventanas tan de par en par: melancolía de la buena y de la mala, amor, resignación, odio, muchas lágrimas, amagos de felicidad desleída en ríos de tristeza… ahora diría que ternura en cada una de las páginas que parecen tamizar lo que me tocó sentir desde que aterricé en Tokyo aquella fría mañana de febrero. Tenía tanto miedo de que no me volviesen a abrazar nunca más… Pero mira, ahora han cambiado mucho las tornas, fíjate que iba a titularlo «Un sueño desafinado» porque pensé que venir aquí era algo así como cumplir un sueño pero que al hacerlo sabiendo que huía de mi yo de antes era como empezar a soñarlo ya de malas… parecía un sueño que no podía acabar bien de ninguna manera. Ahora la cosa es distinta, lo voy a titular «Afinando un sueño», porque al final he sabido pintar los colores que le faltaban a mi vida y lo que ha quedado es una cálida melodía que escuchar cada día de estas horas en las que siento que ahora si, que ya soy feliz casi del todo.

«Afinando un sueño»… si, creo que le pega bastante bien… ojalá la editorial a la que lo enviamos nos responda pronto y pueda salir adelante, eso si que sería algo que resoñar muchas noches.

Yo ya te imaginarás que sigo con lo mío: trabajo, karate, fotos… aunque se me cruzan aventuras por delante, porque al final no dejan de ser locuras que estoy viviendo a mis treinta y cinco, como escribir y contar un monólogo junto a Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes. ¿Te has enterado?, de esto hace ya una semana, pero ha sido el mayor disparate quizás de mi vida y encima salió bien. Ha sido genial conocerles, son gente tan maja, tan normal. Joaquín no dejaba de decir «ay que majica Chiaki, ay que majica», jaja, y Ernesto, el gañán que tantas veces he visto por la televisión, me felicitaba por mi monólogo. Que especial ha sido todo, que increíble.

No sé que más contarte… sólo se me ocurre sacarme este sentimiento de culpa y pedirte perdón por no escribirte más a menudo. Uno se deja llevar por los días y aunque se acuerda a veces de los que están lejos, se olvida al de un rato, encima yo, que me distraigo con cualquier cosa. Bueno, me despido ya, espero que sigas bien y ojalá que vengas pronto. Te mando un abrazo de los de que te pongas morado de no poder respirar, me encantaría dártelo en persona pero no va a poder ser de momento.

Hazme el favor de cuidarte y que nunca se te olvide que no me olvido de tí. Aunque lo parezca la mayoría de las veces.

DSC_1065.jpg

Épica noche

Y épico fin de semana, que empezó el jueves por la noche y todavía está por acabar.

Innumerables preparativos: el micrófono en el centro, las luces las subimos que si no, no se os ve la cara, habla que ajuste el sonido… la chuleta la pego aquí en el suelo y si se me olvida algo le echo un ojo, a ver si no se nota mucho.

Desde mi sofá miro para atrás y no veo más que gente; muchos conocidos, muchos totalmente desconocidos, supongo que todos paisanos menos la minoría japonesa, claro está. Infinitos nervios, esto está por empezar, en cuanto la señal acordada con Chiqui aparezca, en cuanto las luces del fondo se apaguen, ahí me subo yo a hablar.

Empiezo hablando sin saber muy bien lo que digo, mecánicamente, repitiendo el guión ensayado como quien hace un examen de historia: todo seguido antes de que se olvide. Hasta que de repente el público se empieza a reír, tanto y tan pronto que me descoloca, me sorprende. Mi misión era soltar todo de un tirón, pero he de parar a esperar a que acaben de descojonarse, incluso de aplaudir dos o tres veces. Esto no estaba en el guión, me pierdo, intercalo partes y me olvido un par, pero las que suelto ya soy consciente de que las estoy soltando y actúo, les doy forma, ya no es sólo recitar, es sentirlas, es contar los chistes que se me ocurrieron hace tiempo para gente que me está siguiendo el juego totalmente. Madre mía que sensación más escalofriante, esto es la hostia.

Cuando presento a Joaquín Reyes, prácticamente huyo del escenario y me vuelvo a mi sofá sin darme mucha cuenta de que ya ha acabado y que parece que ha salido bien. Las luces se apagan del todo y yo aprovecho para darle un beso a ella, a la que ha aguantado estoicamente mis ensayos aun no entendiendo nada, a la que todavía estoy por conocer sin apoyarme al 1000% en todas y cada una de las locuras en las que me meto. Estoy prácticamente al borde de lágrimas de alivio cuando Joaquín pide un aplauso para mi y lee un par de líneas de la chuleta que olvidé pegada en el suelo.

Ahí, con todos esos aplausos, es cuando empiezo a asimilar que puede que todas esas carcajadas, que lo que sonaba cuando la gente se daba con una mano contra la otra, hayan sido para mi.

Madre de Dios, que sensación. Que no acabe nunca.

Luego pues sólo quedó dejar que Joaquín y Ernesto me matasen de risa dos o tres veces por minuto durante más de hora y media… Vaya dos pedazo de genios en el escenario y que tíos más majos y encantadores en cualquier otra situación y lugar. No supe y todavía no sé como darles las gracias por dejarme formar parte de su espectáculo, menudo honor.

Y una vez más, eternamente agradecido al tito Chiqui por complicarme siempre la vida de esta maravillosa manera y hacerme partícipe de nuevo de una de sus inmensas locuras. Esta ha sido la mayor que se te ha ocurrido, macho, ya no hay límites. Eso si, que no se te olvide llamar para la siguiente, que llevo tantos fines de semana preparando el monólogo que ahora que ya lo he acabado no sé que hacer.

Bueno si, esperar al vídeo y a ver si alguien me pasa alguna foto. ¡Que ganas de verlo!

La noche de monólogos con Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes

Muy buenas noches, gracias a todos por venir…

No no, Tosca, igual quedaría mejor que saludases en japonés y así ya empiezas triunfando

Konbanwa, honjitsu wa okoshi itadakimashite makoto ni arigato gozaimasu…

Bua, no queda pedante ni ná… vuelve al castellano y déjate de gaitas

Muy buenas noches, gracias a todos por venir…

Y sigue como diez minutos más. Contando lo que se me ocurrió hace un mes más o menos y que suene natural, como si no hubiesen horas de ensayo detrás ni vídeos grabados, borrados, y vueltos a grabar en la soledad de la habitación. ¡Qué difícil es ensayar esto sin nadie delante!

El día clave fue cuando el Chiqui y el Lorco me hicieron de público sentados en aquél sofá. Vi que se reían, que se reían de verdad, que incluso tenía que parar alguna vez a esperarles… ojalá pase también mañana… Después hubo lugar para las correcciones y las críticas constructivas, y al final un par de folios con la versión final que aprenderse del todo.

Y yo en un escenario con los focos enfrente y un micrófono que me separa de las noventa personas que estarán delante. Y mi misión es tratar de que se rían todas y cada una de ellas con las chorradas que soltaré como si me las acabase de inventar aunque esto esté lejos de ser cierto.

Ya ha empezado. No puedo estar más contento y motivado… menudo honor.

img2359f.jpg