Viernes, primer día

Hacía mucho que no salía de casa de noche, no le apodaron los chinos a éste país como le apodaron en vano porque el sol no se despierta nunca más tarde de las seis y si que nace si, vaya si nace.

Pero a esta hora manda la luna, que es un queso, o una sandía porque me tiene enamorado y se me antoja dulce aunque se convierta en una naranja con los últimos ronquidos del sol. Si dijese todo lo que sabe temblaríamos más de uno, menos mal que se calla las noches que tenemos a medias.

No equivoco la ruta, que en moto tiene más miga, y llego a tiempo para el saludo inicial justo cuando Suzuki sensei empieza a escribir en su cuaderno los nombres de los asistentes. Muchos niños, más que otros años, y dos extranjeros más, los dos que mejor me caen, aunque hablen francés.

– No necesitas la chaqueta, hombre -me dice el chico belga, en japonés, cuando algunos se la ponen por encima del karategi y saco yo la mía.
– ¡Claro que no! -contesto en el mismo idioma prestado, y la vuelvo a dejar en la taquilla, envalentonado, bravucón como parece que soy cuando me achuchan.

No son ni las siete de la mañana y ya llevamos un rato corriendo. Es un ritmo lento, se lleva bien a pesar del frío y vamos siguiendo a Daizo Sensei que se vuelve de vez en cuando y vigila que ningún niño salga demasiado a la carretera. Daizo Kanazawa, que iba para jugador de baloncesto hasta que le dió por seguirle el juego a su padre y hermanos y empezó a sacarse danes el que más tarde de todos. El mismo que no se limita a un breve saludo cortés y siempre me pregunta si estoy bien cuando coincidimos. Creo que le caigo bien, él también a mi y siempre agradezco sus palabras esforzándome por ponerle el «masu» en vez del «ru» a mis verbos por aquello de sonar educado. Me he quedado con ganas de darle un abrazo un par de veces que supo hablarme en horas bajas.

Cuando vamos llegando de nuevo al dojo, los mayores tomamos posiciones y en cuanto Daizo Sensei esprinta, le seguimos a todo lo que dan las piernas. Suelo ganar yo, hoy no ha sido el caso. Mañana el café será doble.

Entramos, nos descalzamos y empieza una clase de Karate de unos cuarenta minutos sin parar. Técnicas básicas: paradas, puñetazos… primero diez despacio luego poniéndole lo que quede dentro…

La clase la da Tanaka Sensei, y el resto de profesores hacen de alumnos esta vez. Todo un privilegio dar patadas a su lado, desde la mayor de las motivaciones dadas las circunstancias. ¿Había madrugado yo hoy? que poco importa en ese momento.

Hacemos todas las katas básicas más una superior, dos veces cada una, despacio y con fuerza, asentando conocimientos y aventando garra, respectivamente o no. Para mi todo está mezclado, más de mí no hay, que yo sepa.

La única fila habitual de las clases hoy se divide en tres. Nos arrodillamos al acabar en posición de seiza, como en la ceremonia del té, como en algunos izakayas, y saludamos gritando las gracias y cerramos los ojos para meditar un rato hasta que el dojo kun en japonés pone el punto y final a la clase, y abre comillas de la historia todavía por pasar del nuevo día.

Gracias a la moto tengo tiempo de sobra, así que estiro mientras los chavales van dejando libre el vestuario. Wakisaka Sempai me dice que el título de segundo dan está preparado, que si voy a venir el domingo. Le digo que no puedo, que sólo puedo los martes hasta que me doy cuenta en el vestuario que en realidad me había dicho domingo y no lunes. Me vuelvo a poner el cinturón, porque entrar al dojo sin él es una falta de respeto, y le digo que me había liado, que si que voy. Por éstas que voy, con un poco de suerte el diploma me lo dará Kanazawa Kancho, aunque de mano de cualquiera de los profesores me honraría igual.

Sólo en el vestuario empiezo a cambiarme pensando ya en seguirle el juego a la vil rutina de oficinas y horarios. Entonces entra Daizo Sensei.

Oskar san, genki?
Genki desu, okagesamade

12 comentarios en “Viernes, primer día

  1. Y que luego digan que los VIERNEEEE no molan!!!

    Toma pedazo de principio de finde que se ha cascao el Oskar-san!!
    :ungusto:

    Ese TITULAZO queremos verlo, seguro que tiene un hueco en la pared pero aun uno mas grande en la memoria.

  2. Bueno el primer día ya esta pasado y a juzgar por el ¡¡peazo desayuno que te has :cocinicas: y comido parece que de momento todo va bien. A ver los dos días que te quedan como lo llevas.

    Besicos!!

  3. Otra experiencia única que tienes para contar a tus nietos.. :) y las que te quedan…
    ..»peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna»..

    Como siempre, :ungusto: Oskar san!!
    Besicos

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