Sueños arrastrados

Hay veces, algunas, en que algún sueño decide quedarse a compartir un poco de la mañana que debería haberlo sentenciado y sigue ahí, como queriendo dar a entender que la consciencia no es más que otro poco de un todo no desmadejado del todo. Y así, con la vista espesa y los pensamientos más imaginados que pensados, uno empieza el día compartiendo una realidad que se antoja menos real.

Ayer me costó un café y una ducha convencerme del todo que no estaba en Zalla, y que no había sido mi madre con sus tejemanejes en la cocina la que me había despertado, sino el casero sacando los cubos de basura a la calle principal.

Me desperté, si, pero un buen rato después de levantarme, y la sensación de estar en tiempos de Universidad con mi familia en mi casa me acompañó hasta bastante más tarde. Parecía que en cualquier momento Javi iba a abrir la puerta de la habitación para preguntarme, aburrido, que qué estaba haciendo.

De verdad que si, no me habría extrañado escuchar su voz.

Son días raros, ausentes, emotivos, tristes y al tiempo felices, nostálgicos, diferentes, más de vivir por dentro y pasar el trámite de las horas mientras se desea volver a estar solo.

Uno se mide con uno mismo; razón y corazón imponiendo a hostia limpia pensamiento contra sentimiento hasta dar con algún tipo de respuesta que calme la desazón del alma, que es la que reina en estos días tan vacíos como fundamentales.

Razones que expliquen porque un invierno y diez mil kilómetros me separan del mundo de mi sobrina en el que yo no salgo.

Respuestas que aclaren porque Javi no me tira ya de las orejas en mis cumpleaños, ni paseamos por el pueblo como hacíamos a veces, muchas menos de las que ahora quisiera recordar.

Uno pesa y sopesa los motivos que expliquen cada día no vivido cerca de los míos, trata de buscar que compensen, que cuadren los latidos al final del día y parezca, aunque sea por meros pálpitos, que lo que se está haciendo tiene alguna razón de ser, que merece la pena pasar la gran mayoría de las noches de invierno en una casa donde el que llega siempre es el mismo que la deja vacía cuando se va.

Todo se intensifica. Lo malo es horrible, lo bueno maravilloso. A veces del lado de los ventrículos y otras de las entrañas, pero todo importa porque esos días son tristes y felices a la vez hasta que llega la noche donde sólo puede ser uno de los dos.

En el último sumaron tus ojos que aunque pequeños, son dos, y son ya un poco mas míos que tuyos aunque tu no lo sepas. Tampoco sabes que contó lo chato de tu nariz multiplicado por tu boca, esa con la que me ríes, y que todo se elevó al cuadrado del calor de las manos con las que me haces olvidar el viento de enero.

No te dije nada, no te conté que esa mañana salí llorando de casa. No hizo falta porque, ¿sabes?, se me olvidó…

18 comentarios en “Sueños arrastrados

  1. Javi sigue tirando de tus orejas aunque tu no lo notes, y en el mundo de tu sobrina si que estas, porque para eso están sus padres que le hablaran de tí, y algún día cuando empiece a leer, seguro que leerá todas estas cosas que escribes desde el corazón y sabrá que tiene un tío ESPECIAL.

    Un Beso.

  2. Se echa de menos la tierra y la familia cuando se está fuera, pero seguro que ellos se acuerdan de tí tanto como tú te acuerdas de ellos ^^

    Además, si ya en na estás en Zalla!! Cuando te quieras dar cuenta estás cogiendo el avión!! Y por tu sobrina no te preocupes, que como te dice T.M. seguro que sabe que estás, aunque no te vea. Y anda que no queda chulo decir que tiene un tío en Japón! :P

    Un saludo, y ánimo, que ya queda poco!

  3. Muy bonito :) Y si, conozco esa sensación de empanarte con los sueños :) Mola a veces, pero cuando más me jode es cuando me levantó cabreado con alguien y sin saber porque y al rato me doy cuenta que fue porque me enfadé en sueños xD

  4. «Lo malo es horrible, lo bueno maravilloso», el tiovivo de la vida… ains.

    Si no está la familia-amigos, al menos rodéate de gente cojonuda (que veo que ya lo haces). Piensa que pronto puede que vuelva a ser tu madre la que te despierte. Gora mutil!

    Un abrazo!!!

  5. Estos «ataques» de nostalgia te hacen aún mas entrañable… Paciencia compañero y no cambies.
    ¿Nos vemos en breve? :gambiters:

  6. Tu sobrina seguro que sabe quien eres porque su padre se encargará de ello.
    Animo guapo que eso de la morriña lo hemos sufrido todos pero lo que estas viviendo tú en Japón no.

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