Los condones voladores

Esta historia me pasó ayer por la mañana y todavía me estoy riendo.

Vamos al lío: resulta que ando otra vez regulero de la garganta; Chiaki pilló una gripe rara y al final me la ha pasado a mi, menos mal que Kota se ha librado esta vez (raro es!). Así que entre que rascatecleaba ruby que si no, tiré para una farmacia grandota que hay no demasiado lejos de mi oficina. No es una farmacia como las que hay en España, sería más como una parafarmacia donde te venden un huevo de medicamentos pero son sin receta, «self medication» le llaman.

Luego también existen las farmacias de verdad en las que te preparan exactamente la dosis que te ha recetado el médico, lo que es un avance acojonante; por ejemplo: cinco pastillas de estas, dos de aquellas y trece de las otras, y te las dan así tal cual, sin caja ni hostias. Las parafarmacias estas además molan porque no solo te venden medicamentos sino cremicas y últimamente hasta comida, yo ya me tiro ratos buenos ahí mirando, ya.

Bueno, que me lío, joder que turras soy! (en mi cabeza tengo un streaming continuo, amigos, banda ancha!).

Total, que me fui a la tienda esta que tiene la peculiaridad de que es bastante grande justo en el centro pero luego todos los pasillos son bastante estrechos… vamos, como si fuese una plaza de un pueblo. Ahí es donde justo además han puesto las cajas para que hagamos cola, como no podía ser de otra manera. Eh! cuando digo pasillos estrechos es que son estrechos de ペロタス, de los que te cruzas con alguien y tienes que pegarte a las estanterías para que se pase; siempre y cuando no sea Hodor que entonces directamente uno de los dos tendrá que recular.

Pues bien: se me cruzaba una chica que me llevaba un carrito de bebé y yo que simpatizo con la causa, le dejé pasar porque sé lo aparatoso que es tener que comprar cualquier mierda llevando uno cuando te diseñan las tiendas para que compren bichos palo a dieta. One reverencia owned después, ella intentó dar la curva pero con el carro no hubo manera, así que decidió retroceder y dejarlo un momento en «la plaza» que es mas ancha e irse a coger lo que fuese que estaba buscando.

En el carrito había un niño, claro, bueno más bien era una niña que estaba despierta y no estaba muy de acuerdo con el concepto «ahí te aparco cual motico», con lo que decidió hacer su trabajo: parar quieta lo mínimo dando el mayor número de voces posible.

La madre se asomaba por ahí y le decía de vez en cuando «tssss, espera, que voy ya, que ya acaboooo».

Joder, como entiendo esa angustia, jajaja, yo es que ni entraba a comprar cuando iba con Kota así a no ser que estuviese dormido.

En esas estaba yo ya haciendo cola con mis pastillicas cuando de repente me tiran con algo que me da en la espalda, me giro y… ¡era una caja de condones! ¡de fresa además!. Iba a decir que es habitual, que me ha pasado más veces en las que siempre he respondido: «me halaga, señorita, aunque ha de saber que estoy casado», pero no se lo cree ni mi abuela :ikufantasma:

Lo que de verdad pasaba es que la cría resulta que la habían apalancado justo en la estantería de los condones y encima es que estaban a la altura perfecta de sus brazos, así que decidió que qué mejor pasaratos hasta que volviese la madre que librar de su carga a esa estantería oprimida: allí volaban cajas de condones de todos los tamaños y sabores, geles lubricantes y hasta anillos rarunos en todas direcciones, hasta por encima de los pasillos… yo cogí al vuelo, descojonándome vivo, un par de cajas y la chica de la tienda otras tantas hasta que por fin apareció la madre con la cara más roja que he visto en mi vida haciendo reverencias ya desde el estand de los caramelos de menta del fondo.

Más apurada mi pobre que ni sé, apartó a la niña de la estantería más amena del local, recogió lo que pudo del suelo junto a la chica de la tienda y salió de allí escopeteada sin comprar nada para, presumo, jamás volver.

Yo creo que no me he reído tanto en la vida :D

Por cierto, ¿sabéis que existen condones de tallas grandes modelo «Big Boy» y que sale una foto de un caballo?, jajajaja, Dios!!

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29 comentarios en “Los condones voladores

    1. Eso mismo pensé yo, que se echarían unas risas luego comentándolo con el marido y ni sé las veces que la pobre niña tendrá que escuchar la historia, jajaja

      :ikukin:

  1. Lo de los pasillos estrechos, abarrotados de artículos y todos con colores y letreros chillones es algo que desde nuestro punto de vista no se puede imaginar; es como las tiendas de todo a 100 pero en tamaño byg boy.
    Jaja, si que se lo pasó bien la moza y además seguro que la estrategia le ha funcionado, no la vuelve a aparcar la madre. ¡Seguro!

    Un saludo :cuner:

    1. Yo estoy más que acostumbrado, pero es bastante disparate, si… ¿y lo de haber restaurantes y tiendas en plantas de edificios que hay que ir en ascensor?

      La chavalica se descojonaba ahí lanzando condones, jajaja :ikukuko:

  2. Yo si me pasa eso mw muero! Y encima se va sin compra xD la de la tienda se pagaría en ella.
    P.d. muy representativo rl caballo en el big boy xD

    1. Ba, a mi me pasa esto y me estoy descojonando tres horas allí mismo, jajaja

      Igual a lo mejor hacer el paripé en plan «Koooota, chachoooooo, eso nooooo», pero no sé si podría aguantarme la risa…
      :P

  3. A unos les echan piropos, a otras flores y a ti Oskar…directamente los condones voladores. Que te ven mu machote. Ai ene! :D Pobre señora que ratico le hizo pasar la nena. : :oops:

    Chiste. Después de tu susedido se cierra el telón. Cómo se llama la película? La casa de los condones voladores. :nunchakero: :descojoner:

    Lo que no te pase a tí… :ahivalaotia:

  4. Jajajajaja !!
    Creo que muchos padres pueden explicar historias parecidas. Mi madre siempre cuenta cuando, teniendo yo un año y poco, me escurrí de la vigilancia de mis padres en El Corte Inglés y me encontraron a los pocos minutos detrás de un mostrador tirando calzoncillos al suelo. Y dice que yo era más rápida tirándolos que ella y un dependiente poniéndolos de nuevo en el estante, hasta que este último le dijo a mi madre: «Da igual, señora. Llévesela de aquí…»

    1. Jajaja, una parecida por lo que veo!!

      Kota de momento las ha liado con la comida tirando espaguetis por ahí o derramando vasos de agua, pero todavía no ha llegado al nivel estanterías (ya con casi cuatro años no creo yo que le de por ahí… )
      :cuner: :ikukeke: :ikurruku: :ikukuko: :ikurruke: :ikukin:

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