La pala amarilla

Chiaki no andaba muy católica el domingo. Ya, ya sé que es budista, pero coño, ya me entendéis. Y como Kota entre cuatro paredes es el demonio de Tasmania on steroids, decidí llevármelo a un parque que hay cerca de casa y que así ella descansase y de paso el pequeño Toscano se desfogase a todo lo que le diesen esas canillas blancurrias que me gasta.

Estoy acostumbrado: quiero decir que Chiaki hasta hace muy poco trabajaba todos los sábados, con lo que siempre nos hemos quedado los dos solos desde que ella dejó la baja; recuerdo perfectamente que Kota empezaba a ponerse de pies y daba algunos pasos a duras penas. Creo que es una situación quizás no tan habitual en los tiempos que corren: lo de que haya un día fijo a la semana para nosotros dos solos, sin nadie más. Por una parte prácticamente todos los planes de mis amigos son en sábado, con lo que no se puede contar conmigo para nada, pero por otra pasamos días que son especiales y que sé que añoraré sin excepción. Me enorgullece y me emociona que pueda vivir tanto tiempo con él de su infancia más allá de verle un par de horas por la mañana y por la noche a toda prisa entre desayunos, guarderías, baños y cenas.

Bueno, total, que fuimos al parque. Me enrollo un huevo para decir dos cosas y media… empalago de padre cuarentón, no me lo tengáis en cuenta.

Esta vez llevamos la bici que le compramos además de las palas y el cubo para jugar con la arena, y estuvimos un buen rato practicando parque arriba parque abajo. Es de esas minibicis pequeñas sin pedales que se monta y corre con sus propias piernas a lo Picapiedra; todavía le falta para coger velocidad, pero ya le va pillando el truco. Miedo me da y miedo anticipo viendo el nervio que tiene, que no para quieto ni durmiendo, y esto, amigos, es literal: el otro día apareció no ya fuera del futón, sino tirado en el suelo con medio cuerpo fuera de la habitación.

Hay que ir merendado a jugar con él. Quiero decir que lo mismo te echa una carrera, que sale corriendo detrás del balón camino de la carretera, que se tira de cabeza por el tobogán sin conocimiento alguno. No esperes estar solo a verle jugar, porque la cosa no va así; coño, que hay que cumplir, que hay que dar la talla y estar a todas con el, ¿sabéis porqué?, porque llegará un día, más pronto que tarde, en que ya no querrá bajar al parque con nosotros y hasta entonces, amigos, no perderé ni uno solo porque esos momentos suman tanta vida… pero tanta vida…

Lo que no quita para que acabes agotado y no sólo físicamente: diría que uno desarrolla un sentido arácnido y no es que huelas, sino que paladeas el peligro: es como si analizases, a lo JARVIS, todas las posibles combinaciones en las que el resultado es invariablemente que se abra la cabeza: el muro de al lado del columpio, la barra de detrás, los críos mayores jugando con el balón de la izquierda, el árbol…

Bah, como si me costara, anda que me va poco la marcha a mi… lo paso yo a veces casi mejor que él subiéndome a los árboles o trepando por los columpios como el tarado que realmente siempre he sido y que recupero ahora con la excusa perfecta de estar con él.

El caso es que el sábado estuvimos solos en el parque un buen rato, lo que es algo poco habitual. Supongo que siendo Agosto como es, la mayoría de la gente se habrá ido fuera de Tokyo de vacaciones…

Esto estaba pensando cuando en lo que estábamos haciendo una montañaca de arena, apareció otro crío con su correspondiente padre también. Era un chaval de la misma edad que Kota aunque bastante más paradete. Su padre sería un poco más joven que yo, pero diría que tampoco demasiado… no fiarse, que ya se sabe que con los japoneses uno no acierta ni con pistas.

El muchacho en cuanto se bajo de la bici de su padre, salió corriendo a los columpios y allí trato de subirse a uno sin demasiado éxito. Su padre llevaba un rato sentado en un banco mirando el móvil pasando, por supuesto, de todo ojete ajeno al suyo.

Kota decidió tirar la pala por encima de su cabeza, llenándome la mía de arena, y corrió a subirse al tobogán. Al bajar, decretó que había subirse por el lado de deslizarse y volverse a tirar y cuando hizo esto dos veces, desterró el tobogán, de momento, para echar a correr hasta esconderse detrás de un árbol y gritar «papaaaaa me he idoooo» a grito pelado en perfecto japonés.

Yo hice como que le buscaba debajo del tobogán, detrás de uno de los bancos… hasta que por fin le «encontré» detrás del árbol. «¡Te cogí!», dije en castellano, y entonces echó a galopar descojonándose vivo camino de la montaña de arena otra vez. Allí estaba el chaval, todavía con el casco de la bici puesto, de pies, quieto sin hacer nada, sin otra preocupación que mirarnos en silencio. Quería esbozar una sonrisa, se le notaba desde el árbol de al lado de los columpios, pero su timidez le paralizaba desde las comisuras a los tobillos.

Kota le habló: «holaaa, ¿cómo te llamas? ¿qué haces aquí parado? ¿no tienes palas? qué casco más bonito, ¿cómo te llamas?, ¿qué haces? ¿vas a la guardería? ¿cómo te llamas?» en su japonés ametralladora de los domingos por la tarde.

El niño no contestó. Solo hacía por aguantar la sonrisa y, sobretodo, las ganas de echar a correr y esconderse detrás de algún árbol con alguien que hiciese por buscarle.

Su padre ya no sostenía el móvil con las dos manos en el banco, ahora solo lo hacía con una porque en la otra aguantaba un cigarrillo entre los dedos.

«Hola», le dije yo en japonés, «¿quieres jugar con nosotros? ¿hacemos una montaña más grande todavía?». Asintió con la cabeza y casi creí ver que se reía. Entonces Kota le acercó la pala amarilla, porque la roja es suya y nadie puede osar tocarla. Pero el niño, cuyo nombre no supimos nunca, no la acababa de coger, así que Kota, con su habitual paciencia de dos segundos, me la dio a mi para que se la diese yo y se dispuso a cavar con la suya.

Me acerqué al chaval, pala amarilla en mano, cuando, yo que sé de donde, apareció el padre con la cara avinagrada, nos hizo un par de reverencias sin mirarnos ni hablarnos, le cogió en brazos, le montó en la bici y se lo llevó por donde había venido diez minutos después.

El chaval nos miraba y nos decía adios con la mano mientras se alejaba.

– «Se tenían que ir, ¿verdad?, a ver si otro día juega con nosotros», me dijo Kota.

– «Si», contesté yo, «otro día, a lo mejor juega».

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-p2o5C0Wf0Yk/WYlLRc04o5I/AAAAAAAB5Rc/9d3AOR-vVHUxGovC5APFYpaxvfwODJuogCCoYBhgL/s144-o/IMG_6470.JPG» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6449509849243837041?locked=true#6451770704352813970″ caption=»» type=»image» alt=»IMG_6470.JPG» image_size=»2448×3264″ ]

50 comentarios en “La pala amarilla

  1. Hay gente que confunde tener un niño con tener un perro, sin mas. A saber como crecerá un chaval así, sin haber tenido una buena relación con otros niños…

    1. Probablemente será un chaval completamente normal con la salvedad de que pasará mil de su padre, y con toda la razón además…

  2. Pobre crío.
    Tener un chaval es una responsabilidad tan grande que si no estás dispuesto a hacer todo lo posible para que sea feliz, es mejor que no lo tengas…
    Creo que Kota tiene mucha suerte. Y tú también, de poder disfrutar de tu hijo de esta mnaera.
    :gustico:

    1. Hombre, yo sé, por experiencia, que hay días que no hay manera, que simplemente no puedes con tu alma. Pero de ahí a sentarse en un banco y ni siquiera levantar la vista para mirar si tu hijo no se está dejando los dientes contra el columpio…

      En fin, que le follen! (al padre)

  3. Nada, que paró a fumarse el cigarrito y a «pasear» el niño como aquel que saca al perrito… Seré positiva y pensaré que el hombre tenía un mal día (aunque lo dudo…)

    Besos !!

  4. Leches!!!! parecía que le habían pagado al señol por sacar de paseo al nene.
    Bueno yo también intento tener mis momentos con las terremotos y cierto es pura vida.
    Lucía se llevaría bien con Kota, estoy seguro que sería como si dos agujeros negros se enfrentaran, desprenderían tanta energía como para crear otro nuevo universo.
    Su madre y yo estamos planteándonos a empezar a tomar corticoles y analogicos!! XDDDD.
    Siempre he dicho que ni energía nuclear,ni eólica ni hostias. Niños corriendo en una rueda a turnos y tenemos energia verde gratuita forever!!!(Así también se ganan el pan COÑO!!) :descojoner: :vainas:
    :olakease:

    1. Es acojonante la energía que tienen, ¿eh?, y mira que yo no paro quieto tampoco, pero, joder, hay días en que yo no sé si se ha zampao un tripi o algo! la vírgen santa!!!!
      :feliciano: :feliciano: :feliciano: :feliciano: :feliciano:

  5. Joe que tío mas rancio y pobre niño; pero bueno, que la cosa es que lo paséis bien vosotros, ya llegara otro día otro enano y hacéis la montaña mas alta.

  6. Gente raruna !
    Es lo que se llama un padre estreñío, pobre xaval. Igual a la de muuuchos encuentros ocasionales se atreve el menda a dejar que su hijo se relacione con esos extraños sujetos … O no ?
    Lo único bueno es que no creo que a Kota le dure el trauma del no amigo más allá de la segunda palada de arena. ¡Que crack! A seguir disfrutándolo a tope.

    Un saludo.

    1. Un ioputer, le llamaría yo…
      Ba, tampoco creo que le importase mucho que jugase con nosotros mientras le dejase en paz… pa mi que llegó la hora de pirarse y fuera, sin miramientos.

      A Kota se la suda todo, jajajaja

  7. Hay gente sosaina que cuando son padres se conviertes en padres sosainas. Hay que aprovechar al máximo. Como bien dices, ya vendrá el momento en que quiera ir a su aire y no contigo al parque. Lo de estar en el banco con el móvil y no hacer ni caso a los hijos es internacional, una pena.

    Abrazotes

    1. Es que es así la cosa, ahora quizás hay días en que diga: jodé que pena me da no jugar ese partido de futbito, pero es que ya habrá tiempo !!! porque en cuanto Kota se haga un poco más mayor, querrá jugar con sus amigos de la escuela y así.

      Ba, lo de los padres con los móviles es muy muy acojonante, en España ya vi unos cuantos también. En fin, allá cada cual.

      Abrazaco!
      :coleguicas:

  8. Paternidad y cultura japonesa: A saber por donde iban los tiros…

    Lo normal es pensar lo de que es un puto soso, sobretodo por pasar del niño así.
    También la vinegar reaction, puede ser inducida por racismo, por no molestar con su hijo a otras personas, o vete tu a saber por qué extraña y remota interpretación.
    Supongo que se lo has contado a Chiaki, ¿qué a dicho ella?

    ¡Abrazos tio toscano!

      1. Pues mismamente lo mismo que yo, que vaya gilipollas…

        Ba, aquí no creo yo que ni las razas, ni las culturas tengan que ver, ni sé las veces en que pasa exactamente lo contrario, que acabamos jugando padres y niños sin problema alguno mezclándonos todos!

  9. Creo que los pensamientos de «vaya un padre» y «pobre niño» son comunes en todos los que comentamos… ;)

    Lo de la energía de Kota supongo que será común en los niños de su edad, quién pudiera sacar ahora toda ésa caña de vete-tú-a-saber-dónde…!

    Un brazo, maestro!

    :chiqui:

    1. Pues si, aunque como dice Núria por ahí arriba, igual tenía un mal día… pero vamos, que pintas de ser un desgraciao, ya tenía, ya…

      Lo de Kota yo no sé si será normal, te lo diré cuando tengamos otro, jajaja

      :ungusto:

  10. Hola!!! Saludos desde Venezuela! Hace poco que descubri tu blog jejejeej y ya me puse al dia asi que ya puedo comentar!!!! Es genial como escribes y narras dias tan cotidianos como estos! ;)

    1. Hostia, de Venezuela!!! que ilusión!!
      Anda que moral también ponerte a leer todo, ¿eh?

      Gracias por el comentario!
      :ungusto:

  11. La escena la he vivido muchas veces. A mí personalmente me gusta jugar mucho con los críos y siempre tratamos de involucrar a otros niños porque al final se lo pasan genial.

  12. Esto… a mí me huele a racismo puro y duro, además de a padre dejado y txungo. Pobre niño.
    Algún día, por desgracia, le vais a tener que explicar cosas a Kota y va a ser un poco duro. ¡Ánimo!

  13. Joder que triste lo del padre ese, deja que el chaval juegue un poco la ostia!!! Me estaba molando la película, pero lo del tipo ese me ha dejado un regusto amargo.

    Pero tu aprovecha, y exprime cada segundo hasta que a Kota le de vergüenza que le vean con su padre, aunque con un poco de suerte eso no pasará!!!

    :ungusto:

    1. Menudo padre ioputa… amos no me jodas…

      Ba, seguro que pasa, que Kota pase de salir con nosotros, pero todavía queda tiempo! :feliciano: :vainas: :gusteresque: :desquiciao: :felicianer: :yahaaa: :bailongo: :parriba

  14. Muchas gracias por escribir, me ha gustado mucho :)

    A veces es duro, pero merece totalmente la pena cada segundo que pasas con Kota, ¿no? Seguro que él también disfruta cada segundo, y cuando sea mayor los recordará como algunos de los mejores momentos de su vida.
    Yo tampoco entiendo cuando veo a padres así en el parque, pero prefiero pensar que tienen un mal día y normalmente no son así.

    Un abrazo desde Londres

    1. Muchas gracias a ti por leer y comentar siempre, sr Nacho!

      Hay días mejores y días peores, pero pasar tiempo con tu hijo es, creo yo, la mejor manera de invertirlo. Espero que se acuerde con algo parecido a una sonrisa.

      Lo del padre este… bueno, tenía pintas de ser así siempre, pero vete a saber. Como decía por ahí arriba, puedes tener un mal día y que no te apetezca levantarte a correr detrás de una pelota, pero si vas con tu hijo al parque y te sientas en un banco, que menos que estar atendiendo a lo que hace, ¿no?.

      Ba, en fin, allá cuidaos.

      Abrazaco!
      :coleguicas:

  15. No hay que olvidar que Kota es medio vasco.. Lo de paradito y sin energía no podía ser.. Como te descuides el próximo día el tío te arma un monte Fuji con las palas ;D
    Lo do salir con él es algo que los dos recordareis toda la vida y agradecereis un montón, además no tendrás jamás mejor personal trainer que él por lo que veo.
    Menudos dos os habéis juntao…
    Por cierto, mola mucho leerte de nuevo! :)

    PD: Si te pillas el Watch ojo con ponertelo cuando salgas con Kota que lo harás explotar.. Hahah
    Saludos! :ungusto:

    1. A Kota me lo tengo que llevar a subir montes, jajaja, que lo lleva en el ADN!!

      El Watch es mu caro para lo que es, creo yo… me estoy esperando al nuevo a ver, pero no sé yo, el otro día me compré uno chino marca supu en Amazon y me va de sobra para lo que yo quería, que era no tener que andar con una cinta de esas en el pecho para las pulsaciones.

      Gracias por el comment!
      :ungusto:

  16. Padrazo!! tu, no el otro. Pero me encanta como transmites esos momentos y te imagino haciendo el cabra en el parque como si fuera una spartan race de esas.
    Del otro, en fin, me parece que es de esos que no saben o no saben apreciar lo que tienen, y cuando se den cuenta ya será demasiado tarde.
    Lo que han dicho de los montes, con sus piernas y tus hombros yo creo que algún montecillo podríais haceros ya ;)

    1. Me entreno con Kota para la Spartan, la verdad, jajaja

      Ba, es el tipo de gente que no se da cuenta de estas cosas… con lo majo que parecía el chiquillo, coño.

      Si si, lo del monte, me compré un chisme para poder llevarle en la espalda que va el de pies, pero todavía no hemos podido usarlo. Mi idea es justo esa, llevármele al monte, veremos!
      :coleguicas:

  17. Incluso yo cuando he cuidado de mi primo o de algún crío pequeño y me lo he llevado al parque, si no me metía dentro con él (muchos niños jugando) lo que hacía era estar pendiente de que o se me despistara…. Soy una adicta al móvil y el aparatito estaba guardado en el bolsillo mientras estuviese con el niño.

    :ungusto: leerlo, señor Tosca.

    1. Putos móviles… debería estar prohibido por ley sacar uno cuando estás con gente… y si estás con críos, pena de cárcel!
      :palizero:

      Gracias por volver y comentar como si no hubiese habido parón nunca!
      :ungusto: :ungusto:

    1. Probablemente nada, simplemente se acabaría el cigarro y tocaba volver a su puta cueva o algo…

      Valiente gilipollas

  18. Aúpa Oskar!

    Pobre crío, menudo gaznápiro frustrador que tiene de padre. Tiene que haber de todo en la viña del Señor… :porsaquil:

    Hay quien tiene hijos como quien va a comprar patatas. :copon: Lo importante es lo clarinete que lo tienes tú :triki: , así de alegre y majete te sale Kota. Qué recuerdos de infancia me evocas con los castillos de arena, el verano y, en mi caso, la playa… aprovéchalo mientras puedas y guárdalo como un tesoro. :felicianer:

    1. ¡¡Gaznápiro!! dime cuanto tengo que pagarte para poder usar esa palabra, es lo mejor que he escuchado en mucho tiempo, ¡gaznápiro! ¡gaznápiro! jajaja, que buena!!

      Yo aprovecho con Kota a tope el tiempo que estamos juntos, espero que se acuerde con una sonrisa algún día.

      Gracias por tu comentario, me ha gustau muchu!
      :ungusto: :ikugracias:

      1. Ja, ja, ja…Gaznápiro!!! Me alegro que te guste el epíteto. Que rule, que rule. La inspiración del capitán Haddock hace mucho, a saber: «ectoplasma, anacoluto, ectomorfo, visigodo, etc.» :descojoner: :D de

        Te puedo sugerir otros que me gustan mucho:» sorbesopas, pastorzaco, comeberzas, rebañacucharas, pudrecolchones». Es un mundo muy imaginativo. :pliebre:

        Ondo ibili ta gutxi gasta! :gambi:

  19. ultimo día de vacatas :cry: Genial, abrir este blog, y encontrarme con tus entradas de verano!! :feliciano:
    Al grano!: al margen de lo pasota que parece ese padre, al menos en ese momento, lo que realmente no entiendo, es que prive a su hijo, de un rato de diversión. Egoísta es decir poco. Supongo que pensó, que le daba pereza, tener que hablar en directo y sin móvil por medio, con otros seres humanos :ostiejas:

    1. Si te suscribes, te llega mail cuando publico algo, que tampoco es que pueda yo prometer cuando va a ser, jejeje.

      El tío este, al menos ese día, un ñú con carnet. :espabilacopon:

Responder a Rikardo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

:cuner: :ikukeke: :ikurruku: :ikukuko: :ikurruke: :ikukin:
:parriba :ungusto: :D ;) :yahaaa: :bailongo: :felicianer: :desquiciao: :gusteresque: :descojoner: :vainas: :amosahi: :P :( :oops: :pirata: :kiss: :feliciano: :pabajo :menfadao: :asi-no: :fliper: :flipader: :cry: :malico: :ikullorer: :pirao: :espabilacopon: :otiaya: :palizero: :ostiejas: :nunchakero: :vergonzer: :siono: :romeo: :secretico: :posna: :gambiters: :coleguicas: :comillo: :sobader: :olakease: :cocinicas: :arrozico:
:pelao: :flipanderer: :rascatecler: :gambi: :ahivalaotia: :peneke: :gustico: :pliebre: :copon: :gatostiable: :ikugracias: :bythesegao: :regulero: :ojetepalinvierno: :porsaquil: :censurer: :goku: :viejuno: :cebolleter: :triki: :ikufantasma: :estudier: :chiqui:

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.