El barrio donde vivo no tiene casas con escaleras que se puedan subir más allá de tres pisos y los coches se ceden el paso unos a otros porque la carretera no tiene una raya que la parta por la mitad.
Viven a mi alrededor ancianos que me triplican en edad y que hace tiempo que me dejaron de mirar curiosos porque ya se han acostumbrado a que yo les mire curioso.
En el barrio donde vivo también viven cuervos y gatos seguro que desde hace mucho más que yo, y seguirán graznando y maullando mucho después de que yo me vaya, aunque yo les seguiré escuchando allá donde me toque dormir, como ahora sigo escuchando la voz de los míos.
Hay cinco cerezos por cada farola y tocamos a mil flores por vecino que se reparten en primavera. Yo ya he guardado dos mil novecientas noventa y nueve en el saco que tengo entre los dos ventrículos. La que falta se la regalé a la quinta chica de la que me enamoré aquella tarde de lluvia donde sólo tocó sentir eso tan raro de ser feliz.
El barrio donde vivo me ha guardado siempre el secreto de todas esas noches en las que no dormí en él y me recibe con un guiño al verme llegar al amanecer sin preguntar de dónde vengo o qué he hecho sin él.
Uno sólo sabe que está en una ciudad al llegar a la parte de arriba de cualquiera de los caminos, porque todos se hacen subir, y desde allí se ve a esos otros que viven en casas de muchas más escaleras y neones y ruidos.
Como la estación de tren está lejos, para salir del barrio donde vivo existe un indispensable y maravilloso requisito: dar un paseo. Al estar todos obligados a ello, es inevitable cruzarnos cada día. Las sonrisas parecen impuestas por ley, y los vecinos nos encargamos de ejercerlas la mayor parte de las veces sin conocernos.
A veces alguien me pregunta por el lugar donde vivía antes. Y entonces hablo sin parar de casas, personas, olores, sabores y lugares que poco tienen que ver con éste en apariencia, pero siendo en esencia tan iguales que asusta cerciorarse de ello. Lo hago en voz baja, para que el barrio donde vivo no se entere que no he vivido aquí siempre, no vaya a ser que deje de guiñarme el ojo cuando llego.
Si alguna vez uno de los cerezos del barrio donde vivo sigue desnudo a pesar de que todos los demás hace tiempo que han florecido, es que ya no viviré allí y habrá decidido guardarme las flores que me tocaban esa primavera.
Eso es que sabe que volveré a por más cuando ya no me queden, y eso será porque las habré regalado todas. Porque yo sé que mientras el saco donde las guardo siga latiendo, no se marchitarán.
Muy relacionado con este post: La ciudad donde vivo
Nosta male so de levantarse por la mañana demasiado temprano y leer algo así.
Ver gente es de lo que más extraño, a veces
bonitos sentimientos
Que poético te ha quedado
Saludos
GRACIAS por el regalo de esta sakura, en forma de post.
Un ikubeso.
Muy bonita la historia, se podría decir que ya estas mimetizado al 90% con tu barrio.
Yo soy de los que prefieren neones y bullicio ;)!
Saludos!
me ha encantado el post, mu profundo y todo eso
Tiene pinta de ser un buen barrio para vivir. Aquí no me sonríen ni los vecinos del portal, como si les hubiera hecho algo… Vamos, a veces es que ni contestan a los buenos días en el ascensor.
como siempre muy bonito… que profundo…tanto que baja la moral cuando lo lees al levantarte
Saludos!
cristomc pues ya lo siento, no era esa mi intención…
Eres un crack Oskar, estos post son super autenticos.
Un Ikuabrazo
A ti te sonrien. En el bloque donde vivo los vecinos dan unos portazos que tiemblaLa el aliento. Y de sonreirse, ni de coña. Disfrutalo!
Que bonito te ha quedado
Tú barrio es muy bonito
Decías que era un poco tostón llevarme tan lejos, pero lo cierto es que valió la pena 
Que bonitooooo, que poetico, que tierno, que sensible…
En cuanto a la sonrisa por la mañana… estoy de aucerdo con muchos, los vecinos del portal a veces ni saludan a pesar de decirles Buenos Dias…!!!!
Pero para SONRISAS, me quedo con la sonrisa mañanera que me echa mi enanin cuando le despertamos para ir a la Guarde, que a pesar de ser tan domilon, estar profundamente dormido, y despertarle tan pronto (7 de la mañana), despues de estirarse un rato, cuando le sacas de la cuna te lo agradece con una gran sonrisa somnolienta!!!! No tiene precio.
¡Cinco cerezos por farola!
¡Precioso ambiente! 8O
Entre lo que has escrito y lo que pone Winnie de la sonrisa de su niño,
es como una pelicula de Walt Disney.
¡Muy poetico y muy bonito!
Es como vivir en un pueblo apacible y amigable, con sus ventajas de tranquilidad y armonia,
y al mismo tiempo, las comodidades y adelantos de estar en una gran ciudad.
Escoger ¡lo bueno de los dos!
Gero arte!
Menos mal que después de este, me he leído el post de los polis, ¡cómo te gusta hacernos echar la lagrimilla!.
Me alegro de que a diez mil kilómetros de tu casa, te guste el barrio en el que vives, supongo que ayuda un poco ¿no?
Me ha pasado lo mismo que a Sol.
Me encantan esos post tan personales que muestran tu día a día en Tokio. No escondes lo negativo de vivir muy lejos de todos los tuyos y muestras las bondades de una aventura inolvidable.
muxus
La verdad es que se debe de vivir bien en un barrio como el tuyo tío!, a ver si me invitas a tu casa y nos bebemos unas cervecitas cuando vaya
!!
Pd. EL relato me ha encantado, como siempre, sigue así!!
Joé que romántico tas puesto chavá, cuanto tiempo tienes viviendo en ese barrio???
Bueno, a meterle mano al agregador RSS
Me ha encantado tu barrio iku. Lo que no me ha convencido es que sea todo cuesta arriba. Suerte que luego es cuesta abajo
Qué arte tienes para el costumbrismo macho. Qué difícil es sacar petróleo de donde no lo hay
Por si no escribes otro, que pases buen finde!!!
¿costumbrismo? ¿petróleo? otia, estamos hablando del mismo post?
buen finde, pataliebre!
este te lo dice también:
Por cierto, mil gracias a todos
Seguro que el barrio donde vives, está encantando de que le hayas elegido a él, y no a ningún otro.. Seguro, que nadie lo ha descrito como tú lo sientes..
Como siempre, un gusto txabalote, y (eso sin casi tiempo… ufff!! menos mal..
)
Gracias.
Besitso.
Hola!:
Llevo ya un tiempecito leyendo tu blog, pero hasta ahora no me había atrevido a comentar nada por que me da mucha cosa, aún así hoy he decidido cambiarme el chip…Así que espero que no te moleste!.
Me ha emocionado mucho como hablas de tu barrio, casi como si hubieras nacido ya en él, cómo disfrutas de esos detallitos, cómo sin olvidarte de lo malo, nos enseñas lo bueno de esa manera tan optimista, con esa sencillez…
Sabes?, estoy convencida de que aún cuando no estés allí (si es que llega el momento), siempre habrá algún árbol dispuesto a guardarte las flores de sakura que te toquen esa primavera…
Ay! pero qué apañao eres!
Isa
Tiene pinta de ser un bonito barrio y además tal cual lo cuentas, dan ganas de mudarse allí…
pd. Ya estoy al día con el blog.. si es que no me puedo despistar ni una semana
aaahh, como me gustaria vivir en un barrio así, bueno tambien que no quede lejos la ciudad,
jaja, me gustaria poder caminar libremente por ahí y poder ver el cielo matizado de los colores del atardecer, o incluso de noche y poder ver las estrellas n.n.
Me llama la atención que seas capaz de admirar todo aquello que ves en tu barrio con sus pros y sus contras que tendrá, y quedarte solo con lo bueno.
Yo soy consciente que donde vivo realmente tambien tiene pros como tiene contras, pero yo, y como yo muchos conozco, solo nos quedamos con lo malo, que si los vecinos son un poco bajunos que si molesta pepito, que si esto esta lleno de contaminación, que hay mucha droga…..
algun dia kisiera ver con mis propios ojos tu barrio…
tienes el don de hacer magico lo que describes