Archivo de la categoría: Vete a saber

Otoño otoñete

La vírgen como pasa el tiempo, madre de Dios.

¿¡¿Qué pasa, patausagis 足兎!?!? ¡¿¡que marcha me lleváis?!?. Yo aquí ando dándome cuenta de sopetón por enésima vez de que el tiempo pasa más rápido que ni sé… que se haya acabado el verano ya… ¿cómo te quedas?, yo pericueter tirando por lo bajo.

Bueno!! pasemos a ver en qué berenjenales hemos andado metidos… ah sí, ¡las vacaciones de verano!. Este año no han sido nada del otro mundo en realidad: una semanita solo na más. Como yo entré a trabajar en la empresa el uno de abril, me corresponden 12 días de vacaciones, pero jodé, desde que entré me he puesto malo bastantes días con fiebres más tontacas que ni sé (sponsored by la guardería de Kota, que se pone él malo un día, me lo pega y yo me tiro una semana). No sé si sabéis que aquí si te pones malo, o te pillas el día de vacaciones o te lo descuentan del sueldo, no hay más. Así que total: vacaciones muy cortas, pero mira, de lo malo malo, eso que ahorramos para volver a España los tres el año que viene que ya son tres billetes de avión los que hay que pagar.

De esa semana, decidimos pirarnos tres días a Atami a que Kota pudiese ir a la playa por primera vez en su vida con calma, y luego otro par de días a Hakone esta vez con mi suegra para que pasasen tiempo juntos porque aunque vivimos a apenas una hora de distancia, lo cierto es que la rutina nos deja poco margen para vernos. Qué curioso.

Bueno, total, que este viaje de Atami yo creo que ha sido el primero en el que nos lo hemos pasado bien de verdad con Kota, de repente la cosa ha cambiado de estar todo el rato intentando que no llore, que no lo pase mal en los trenes o intentar que se duerma en hoteles «hostiles», a descojonarnos vivos con sus ocurrencias. Es muy gracioso como entra en la habitación y se emociona a grito pelado descubriendo lo que hay dentro: «PAPÁ!!! EL BATER!!!!», jajaja, es el pataliebre mayor del reino!!

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-7Zuwu1oervI/V-Xcchbl_kI/AAAAAAABzLE/jNQAoBAu-q8C87wGSIv0hEYxt37l0x_ZACCo/s144-o/1316699120483819035.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833535024706″ caption=»» type=»image» alt=»1316699120483819035.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-uUISQv7w1Go/V-Xccgl7TQI/AAAAAAABzLE/RmQ2uX5ySn82ipDstsl5euHitKm4KiGdgCCo/s144-o/1316485656876250571.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833309928706″ caption=»» type=»image» alt=»1316485656876250571.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-Ohu8TmtMYpg/V-XccmuldcI/AAAAAAABzLE/7tXXSQQHjHcI87gTa4t634iHX5rGRJfUgCCo/s144-o/1314249234664447456.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834956858818″ caption=»» type=»image» alt=»1314249234664447456.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-nmXiUASDwrI/V-Xccu-ouhI/AAAAAAABzLE/BCiPZhSwKhAM-IyoM9qYJ-SI1DieJW3MACCo/s144-o/1313712261889738483.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710837171665426″ caption=»» type=»image» alt=»1313712261889738483.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-oxmjRp5zVAU/V-XccjRLyYI/AAAAAAABzLE/zp3LqjHqVt4U9_k3v-frTE0TxKft7GC_gCCo/s144-o/1313584009669797853.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834028235138″ caption=»» type=»image» alt=»1313584009669797853.jpg» image_size=»1080×809″ ]

La playa de Atami no es tampoco nada del otro mundo, la verdad es que quitando Okinawa, todavía estoy por ver una playa que le haga sombra a cualquiera de las nuestras del norte: aquí están bastante sucias y hay más gente que ni sé (por cierto: ¿sabéis que hay el doble de pezones que de personas?, de nada, el saber no ocupa lugar). Pero estuvo guay la experiencia de meter por primera vez a Kota en el mar: estaba acojonadísimo con las olas, jajaja.

Al volver a Tokyo, aprovechamos para llevarle también a Kota al cine a ver una película de Anpanman, por cierto que un día tengo que hablar del emporio Anpanman, es acojonante lo que tienen montado aquí en Japón con esos dibujos animados… es una mafia. Pero bueno, sacaban peli y tenemos un cine cerca que se adapta bajando el volumen y dejando bastantes luces encendidas para que puedas ir con niños muy pequeños sin que salgan escopeteados al primer trailer. Kota estuvo muy muy callado toda la película, yo creo que tan flipado que no era capaz de decir ni mú, parecía que no lo había disfrutado nada, pero luego después no dejó de hablar de la «tele grande» donde había visto al cararedondaman y de la peli en si, jajaja, jodé, es muy emocionante hacer estas cosas tan «normales» para nosotros con él.

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-waBf5VHHgGY/V-XcchobJrI/AAAAAAABzLE/1TNSzJeE6rUkpu3s3M0I-BLFyaGtHcb-QCCo/s144-o/1315071708838978667.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833588840114″ caption=»» type=»image» alt=»1315071708838978667.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Jaja, me acabo de acordar que cuando saqué esa foto el móvil hizo un ruido de la hostia y encima saltó el flash, jajaja, vaya notas el gaijinaco de las entradas!!

Como decía por ahí arriba, también nos fuimos a Hakone con la abuela. Lo cierto es que hizo bastante malo aunque no llegó a llover, no vimos el Fuji ni de coña, pero lo pasamos muy muy bien. Kota no le soltaba la mano a la abuela ni pa Dios e hicimos lo que se hace en Hakone: subirnos en mil vehículos desde teleféricos, funiculares, trenes hasta el barco ese del lago. Y a la vuelta, pues echarnos un obento en el tren como mandan los cánones japoneses (te dan un mes más de visado por cada uno que te zampes si presentas el ticket en inmigración).

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-a3y5tiL72xg/V-Xccvr8o5I/AAAAAAABzLE/6ltVA3FzeOwu4kATquO-k9xNHqyq71QqgCCo/s144-o/1317155006322912626.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710837361714066″ caption=»» type=»image» alt=»1317155006322912626.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-ri70SUSXDEA/V-XccmHRZxI/AAAAAAABzLE/3ezQOcwaBV4ta1VIRLbf5fOBXQwC7NUUgCCo/s144-o/1317123180506301105.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834791966482″ caption=»» type=»image» alt=»1317123180506301105.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-GcZL8f5uV3w/V-Xccn_7w4I/AAAAAAABzLE/jlAXnCjsBXYT8JFuKEMxv2cp87haQR2KgCCo/s144-o/1317121775665955190.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710835298059138″ caption=»» type=»image» alt=»1317121775665955190.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-_8fAj5fRJc8/V-XccrYuy0I/AAAAAAABzLE/U4vNAkJApRAPAInCjT71O1S0lHH-AIvYwCCo/s144-o/1317112132600491361.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710836207373122″ caption=»» type=»image» alt=»1317112132600491361.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

De vuelta en Tokyo, otra vez, resulta que ese fin de semana había fuegos artificiales cerca de donde vivimos, así que fuimos a una azotea de unos centros comerciales que la abrían para estos menesteres y que prometía unas vistas privilegiadas.

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-OW07FNLzjmI/V-Xcck_5urI/AAAAAAABzLE/Q3MFB-zaXPAxGhrkw9Hp189ikTHyU4FngCCo/s144-o/1321643994471542309.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834492619442″ caption=»» type=»image» alt=»1321643994471542309.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

¿Veis el pedazo de logo del Seven Eleven?, pues detrás estaban los fuegos… qué cabrones, mientras vendían cervezas y bentos los del centro comercial, no avisaban que sólo se jipiaba algo si te sentabas a la derecha del todo… así que cuando empezaron y ya nos habíamos comido y bebido a Dios por una pata, no se veía ná y se escuchó un «EEEEEEEEE?!?!?!?» del 90% de los que estábamos allí que no nos quedó otra que pirarnos resignados para casa. Jajaja, menuda historia, hora y media esperando pa ná!!

Y las vacaciones se acabaron y la rutina sigue, que con Kota es cansada a veces pero aburrida nunca. Ojo a la foto:

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-V9Tl3DlNKC8/V-Xccl-RJiI/AAAAAAABzLE/45ssKsxXBpwG2M0J3TI74TmUcW3tggtigCCo/s144-o/1325809830002237220.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834754201122″ caption=»» type=»image» alt=»1325809830002237220.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Un buen ejemplo: ir a cambiar las sábanas de la cama y al volver encontrarte que el tío le había pegado un bocao a todas las manzanas del frutero y luego las volvió a dejar ahí… y se estaba descojonando tanto que es que no puedes hacer otra que reírte también, jajaja.

Ah, jaja, ojo a esta otra foto también:

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-Pv124Ck3v-E/V-Xcch1FrnI/AAAAAAABzLE/ZfVuUgGgnEUwq8rRUhXXEKFLQbmsW7I3wCCo/s144-o/1324207815388173185.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833641959026″ caption=»» type=»image» alt=»1324207815388173185.jpg» image_size=»750×750″ ]

Esa me la sacaron hace un par de meses, porque querían hacer una página para animar a la gente a que se viniese a la empresa; me hicieron una entrevista y después me hicieron posar ahí en plan modelo: ríete, ponte serio, las manos en los bolsillos, mira hacia un lado… jajaja, estuvo guay, me lo pasé muy bien y salieron fotos chulas. Cuidao conmigo que todavía tengo mojo, cuidao conmigo !!

La web es esta si tenéis curiosidad: Recruit Peroli.

Carlos, por cierto, deja de trabajar conmigo, jaja, anda que ha durado el tío. Voy a echar de menos el rollo que nos traemos, no tiene nada que ver trabajar solo en japonés que poder comentar la jugada en tu idioma con un colega. En fin, dicen que no hay dos sin tres, así que vete a saber!

En otro fin de semana tonto, nos fuimos con los de la empresa de Chiaki a una granja que hay en Chiba a ver ovejas. A mi, que soy de Zalla, que cada vez que iba a ver a mis abuelos pasaba por prados llenos, este plan me parecía una chorrada muy gorda, pero todo sea por ver la reacción de Kota que tenía pintas de que se iba a reír mucho.

Al final no fue así: al montarnos en un autobús, Kota se mareó y empezó a devolver, no teníamos ropa para cambiarle y hacía bastante frío… al final compramos ropa en una tienda que había por ahí y pudimos disfrutar un poquito de los bichos, pero la verdad es que nos podíamos haber ahorrado el viaje…

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-PRkHukE2NZM/V-Xccpho1WI/AAAAAAABzLE/FrOM41Et_EIoqLRINNmvOW3fihO5L9izQCCo/s144-o/1326586900492017360.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710835707860322″ caption=»» type=»image» alt=»1326586900492017360.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-t9W4WnSfeAQ/V-XccjcctJI/AAAAAAABzLE/0pIBP1hL_wMWS7D7TublfCOPEkB2AY7eQCCo/s144-o/1326581158775044385.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834075481234″ caption=»» type=»image» alt=»1326581158775044385.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-lxYSzKfUrOk/V-XccmcD_JI/AAAAAAABzLE/hGmuRoJruFIeTBbof-gXmrIJ1tYAuM7hACCo/s144-o/1326568556552292417.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834879167634″ caption=»» type=»image» alt=»1326568556552292417.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

En otra de estas, Chiaki se fue con una amiga suya que también tiene un crío de la misma edad que Kota, a pasar el día por ahí. En otras palabras: la jefa me dio el día libre, jajaja, así que se me ocurrió que estaría guay coger la bici e irme a visitar la casa donde viví tantos años yo solo al llegar a Japón. Me recorrí veintipico kilómetros y me moló ver Honmonji otra vez, además me hizo un día de la hostia. Saqué fotos para mandárselas a los de Orbea, pero pasaron de mi culo un huevo, jajaja, que gañanes!!

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-iQMeY_ZXoWE/V-Xccji9QXI/AAAAAAABzLE/7z0nonizyssU8bAjMEONbPz9kPlk-CvPQCCo/s144-o/1331659165785076522.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834102780274″ caption=»» type=»image» alt=»1331659165785076522.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/–emr3Mljk4Q/V-XcciwIRlI/AAAAAAABzLE/WTaRLRJ8zKcfqCL6YY-WUBW0vC68dB4XwCCo/s144-o/1331655282161609039.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833889592914″ caption=»» type=»image» alt=»1331655282161609039.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-RFXP6mQ3s0Y/V-XccpyTvEI/AAAAAAABzLE/p4__AvFSKm4sh5vvTiOCA015yiTmE6ljgCCo/s144-o/1331650569793708481.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710835777780802″ caption=»» type=»image» alt=»1331650569793708481.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Chiaki hizo los años, yo que voy a hacer cuarenta mañana flipo con lo joven que es, Tosca, eres el puto amo, jajajaja. Le regalé un pedazo de bolso, compré una tarta en Shibuya que traje en la bici como pude y un montón de chorradas de la tienda Tigers esa. A la mañana me levanté sobre las cinco para preparar todo, pero me pilló a medias, jajaja. Eso sí, la canción del cumpleaños feliz que ensayé con Kota fue infalible y estuvo un rato soltando lagrimones, jejejeje. ¡¡ Muchas felicidades, guapísima mía !!

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-pgkvllzzIRo/V-XccphIwnI/AAAAAAABzLE/JBPikDWQAFMmIGSR3sWGj7y0AdnIvDEKgCCo/s144-o/1338826022154323299.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710835705758322″ caption=»» type=»image» alt=»1338826022154323299.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Y luego ná, como siempre pasando los sábados con Kota. Es el pito’s day del clan Tosca, los hombres de la familia se quedan solos para liarla tan parda como ir al parque a los columpios, a la piscina de bolas esa o a dar paseos por la calle buscando hormigas. Me río yo de Pablo Escobar, nosotros si que somos peligrosos, amigos!! cerrad puertas y ventanas que salimos a liarla!!

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-BZoL1iPNuGU/V-XccmDyd7I/AAAAAAABzLE/KFt4Yd1SVYEqLmYg7-pWiXrR8QNS5PhNgCCo/s144-o/1341152789959394537.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710834777356210″ caption=»» type=»image» alt=»1341152789959394537.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-DLqMA-imXFs/V-XccsYchKI/AAAAAAABzLE/rSzqgRyOOPInemA2z_HwZiGhnbh6vI86ACCo/s144-o/1338378855845368187.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710836474610850″ caption=»» type=»image» alt=»1338378855845368187.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-5jgABntc0mw/V-XcciQ1RTI/AAAAAAABzLE/gnBGpVzY73kdVJJ53ASyRGvlVDWIsPhzgCCo/s144-o/1325390663877104043.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710833758324018″ caption=»» type=»image» alt=»1325390663877104043.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Y con esto nos ponemos al día, creo yo. La última locura que me queda por contar es la del invento para hacer dominadas que compré y con el que creo que me he jodido el cuello porque me duele lo que no está escrito:

[peg-image src=»https://lh3.googleusercontent.com/-94Xutkc3G6g/V-XccsLnC3I/AAAAAAABzLE/VjswhDc_SBkOHq9riTLLK3Idg1QJOU8igCCo/s144-o/1341021395450992427.jpg» href=»https://picasaweb.google.com/106673933302351538831/6239539760089266145#6333710836420774770″ caption=»» type=»image» alt=»1341021395450992427.jpg» image_size=»1080×1080″ ]

Eso si, si finalmente hacemos el Dominada’s Challenge el maldito albaceteño y yo, que no se diga que no iré preparado!! (Chiaki dice que pa cuando llueva vendrá bien: arriba tendemos los pantalones y abajo las camisas.)

Y ya está, voy a ver si bajo a Kota de la encimera y consigo que se duerma un ratejo. De mientras…

¡¡ háganme el favor de pasar un buen fin de semana, muchachos !!
:gustico:

Crisis de los cuarenta

La movida empezó con el nacimiento de Kota. No sé si se podría llamar al asunto crisis de los cuarenta, o crisis del padre primerizo, pero el caso es que todo a la vez ha hecho que mi vida sea totalmente distinta. Eh, anda que no cambia la cosa cuando te aproximas a los treinta y todos y encima teniendo un guacho dándote botes encima!

Es cierto que piensas en que ya llevas la mitad en el mejor de los casos, que es verdad que esto se va a acabar, que la vida va más en serio de lo que iba hasta entonces. Empiezas a darte cuenta que a lo mejor no tienes ya todo ese tiempo del mundo que siempre había sobrado para hacer todos esos planes que tu subsconciente y tu habíais apuntado en el cuaderno de sueños pendientes.

Te quieres poner en forma ya mismo. Quieres estudiar lo que siempre habías dejado para después, te pones a comer aguacates a media tarde porque has leído que son buenos para el colesterol y en el armario de la cocina hay un rincón con movidas raras y superfoods de esos que saben a folio rebozao con alpiste pero que van a hacer que tu hipotenusa siga elevándose al cuadrado de siempre.

En mi caso llevo encima una crisis de los cuarenta de la hostia, pero del copón de la baraja. Acojonao estoy.

A ver si soy capaz de explicarme.

Bueno, vaya por delante que estoy guay, que estoy bien, no preocuparse, que lo llevo estupendamente. Es más, diría que me gustaría haberla padecido antes, tampoco demasiado pronto, pero como cinco años antes habría estado más que fenomenal para haber guiado mis pasos hasta donde estoy, si, pero por algún que otro atajo.

La cosa no va por comprarse un Ferrari último modelo, teñirse el pelo de rubio y dar acelerones por la gran vía, o por el cruce de Shibuya en mi caso. El síndrome se ha manifestado de manera muy distinta: a mi me ha dado por pensar, por pensar muchísimo, por darle vueltas a todo lo que me rodea, no más que antes pero si a otro nivel, un poco más arriba, darle una «metapensada» a la vida y priorizar, priorizar hasta niveles de locura.

Me voy a morir, ese es el eje. Permitidme la crudeza.

Sabiendo que ese siempre de siempre está más cerca que nunca cada vez, todo se relativiza.

Todo.

Empecé por el trabajo: decidí que no iba a meter ninguna hora de más porque esa hora es una hora que nunca va a volver, una hora en la que podría haber estado jugando con mi hijo, enseñándole a contar en castellano o dándole todos los besos que pueda a la tía más guapa que hay, que es mi mujer y de momento me deja. Una hora de las limitadas que me quedan, que espero que sean muchísimas todavía, ojo. Así que si viene algo «urgente», rara vez será tan urgente como para olvidarme de que el tiempo que paso en la oficina es el apalabrado, el resto no es ni más ni menos que mi vida, esa que se va acabando, lentamente, pero sin tregua pactable posible. El tiempo es lo más preciado que tenemos, se mire como se mire. Por eso mismo no cojo nunca el teléfono, por ejemplo, es mil veces más rápido y efectivo el email, no me compensa.

Si excepcionalmente, pero muy excepcionalmente, me tengo que quedar para arreglar algo que se ha roto, me voy exactamente ese tiempo antes al día siguiente, es algo que he hablado, muy seriamente, con mi jefe y a lo que ha accedido.

El otro día le escuché a Iñaki Gabilondo en una entrevista decir que solo se arrepentía de una cosa: no haber pasado más tiempo con sus hijos cuando estos eran pequeños. Esto lo dice un señor de los pies a la cabeza hasta donde yo sé, que pasó una enfermedad muy grave; yo no quiero tener que llegar a ese extremo para darme cuenta.

Después pasé a otro nivel, pasé a relativizar la sociedad. Coño, ya os había dicho que llevo una crisis cuarentona encima de cojones, ¿no?. Pues eso, dadme cancha que despego. La sociedad, japonesa o no, estaba ahí cuando yo nací y seguirá ahí cuando yo me pire a fertilizar sakuras o cipreses o lo que quede encima de mi ombligo. Una sociedad con una serie de normas, de costumbres que deberían hacer más fácil la convivencia a la vez que asegurar y estabilizar la velocidad de progreso como humanidad. Esto es así, es innegable: ya no nos morimos por enfermedades de hace cien años, tenemos agua caliente, chorrillos en el ojete en mi caso, internet, aviones, jodé, yo que sé. Pues yo relativizo esta historia: todo me importa lo justo, las convenciones sociales, el sistema este que tenemos montado es una herencia, sin más, algo que va cambiando con los días según interesa a grandes empresas o gobiernos o… pocas cosas hay auténticas mires por donde mires, pocas cosas no son cuestionables, no hay porqué comer tres veces al día, yo entre semana comeré como cinco veces cosas ligeras porque así optimizo el tiempo, porque me conviene, tampoco hay porqué tomarse un café por las mañanas ni tumbarse a tostarse al sol en verano.

Pero voy más allá: los valores de este teatro se resumen en uno: se basan en tener más o menos dinero sin el cual no podrás hacer prácticamente nada y contra este concepto no hay ética que no se pueda doblegar; los supermercados venden comidas que son un disparate, incluso etiquetadas para niños, prima vender el máximo posible en cualquier lugar al que mires, no hay sentido común, solo tratar de ganar más pasta a toda costa.

Pero yo sé de primera mano que tener o no dinero es circunstancial, lo dice uno que ha pasado ya por casi diez empresas de todo tipo entre España y Japón. No me enorgullezco de ello precisamente, pero tampoco me importa: ha habido momentos duros y momentos mejores, como el actual, pero yo he sido siempre constante. Yo como persona: lo que pienso, lo que hago, mi potencial independientemente de la pasta, mi salud, mi cuerpo, mi mente. Eso es auténtico, es lo que hay y lo que queda en última instancia, el único patrimonio verdadero en Bilbao, en Japón o en Alpedrete, con o sin panoja para gastar, en esta o en aquella sociedad, quitándome los zapatos al entrar a un restaurante o zampando pintxos en la calle. Por eso me primo a mi mismo: estudio y no dejo de aprender, por eso hago todo el ejercicio que puedo, por eso trato de tener la mejor salud posible, porque vaya donde vaya, yo sigo siendo la constante, lo poco que se antoja real. Parece sensato invertir tiempo en mi más que en teatros ajenos.

Bajo este mismo concepto entrarían ahora Chiaki y Kota y por supuesto mi familia. El tiempo con ellos es aprovechado a todo lo que da cada segundo, el tiempo que no estoy con ellos, ni he vendido a una empresa a cambio del dinero asquerosamente necesario, lo dedico a mi cuerpo y a mi mente. El resto importa, pero muchísimo menos, muchísimo muchísimo muchísimo menos, tanto que siento que la mayor parte del día estoy representando una farsa fingiendo que me importa lo que hago cuando en realidad estoy deseando que acabe para tirar con lo mío.

Por ejemplo cuando viene uno del banco a hablarme de tal o cual hipoteca, me da exactamente igual, es su juego no el mío, yo de este invento participo exactamente lo justo que me permita vivir en una casa que considero mía, un trámite por el que he tenido que pasar, el resto me sobra, es más: hago todo lo posible porque ni me rocen estas historias. Soy el que más pasión pongo en las reuniones de empresa, pero en el fondo sé, soy consciente de que me importan prácticamente nada.

Son inmensa mayoría los conceptos «heredados» que me dan exactamente igual: religiones, divisas, fronteras, visados, política… me hace especial gracia ver a gente de mi edad defendiendo hasta la muerte ciertas ideas como la independencia de Euskalherria o el caso opuesto: España una y grande… ¿en serio? vosotros nacisteis con este tinglado ya montado, ¿en serio os importa tanto? ¿tan poco tenéis que hacer?. Lo que no quita para que me alegre cuando gana el Athletic o me alegraré cuando se quite del medio a tanto inútil que está en el poder en España a finales de año, no vivo insensible y ajeno a todo, pero es otro nivel de alegría nada comparable a escucharle a Kota aporrear la puerta del baño gritando «papá» para que salga ya de ahí, deje de hacer lo que sea que era tan urgente y me ponga a jugar con él ya mismo. Eso es lo importante, mucho más que el paso a producción del jueves 23, no hay, ni de lejos, color.

Así que con esto estoy últimamente: no me creo nada de lo que me rodea, solo creo en lo mío y lo de los míos, con ello me quedo y a ello me debo, no es que me canse el resto, es que me da igual.

Crisis pero de las jodidas, ¿eh?.

Ya veremos cuando llegue a los cuarenta de verdad…

Farsa

No hace mucho, diría que desde hace un par de años, vengo dándole vueltas a la idea de que la gran mayoría de lo que nos rodea es una gigantesca y descomunal farsa. Desde que Kota está con nosotros, no hace ni medio año, esta idea, este concepto está tomando especial relevancia quizás porque cuando tienes un hijo, tu lista de prioridades de repente deja de tener sentido alguno y todo deja de girar en torno al ombligo de uno.

No es que de repente me haya convertido yo en Neo y vea la realidad tal y como es, no va por ahí la cosa, a ver si soy capaz de explicarme y de paso me entero yo también.

Uno fue a nacer donde le tocó con la familia que le fue a tocar y a partir de ahí todo está, digamos, preconcebido. Comes lo que te ponen encima de la mesa, en el colegio uno juega a futbito porque es lo suyo, existen periódicos, tebeos revistas… todo un mundo montado que está muy bien, pero no deja de ser una herencia, el resultado de evolución de la sociedad, del mundo en el que te ha tocado vivir. No hay porqué estar de acuerdo. No tienes porque creerte esta movida solo porque es así. No ha sido así siempre y seguramente no sea así para siempre. No sé si me seguís… de momento no me entiendo ni yo.

A ver si tirando por otro lado…

Mira, hablemos de los bancos. Esos negocios oscuros que uno nunca sabe muy bien como funcionan, pero sin los que no puedes hacer movidas tan simples como que te paguen un sueldo sin tener una cuenta con ellos o más complicadas como comprarte una casa sin deberles tu vida. Para que me diesen la hipoteca en España tuve que firmar un seguro de vida que por lo visto todavía tengo y hacerme un plan de pensiones que no me dejan cancelar. Fue una farsa, una inmensa comedia que me lió la vida. Me podrían haber dado el préstamo y lo hubiese pagado igual, pero me sacaron más dinero porque les apeteció, porque les salió de los huevos y ahora no me dejan tener ese dinero porque tampoco les sale de los mismos redondicos atributos. Esto lo digo yo que ni tan mal, qué dirán los de las preferentes.

La comida… estamos totalmente rodeados de comida que es un disparate. Prácticamente cualquier producto de cualquier supermercado que vaya en un envase se fabrica en masa con el objetivo de que duren el máximo posible, atiende lo que le echarán ahí para lograrlo. Cualquier bebida tiene cantidades ridículas de azúcar, sea con gas o no, la etiqueta «light» es la mayor mentira del universo. Es mucho más barato zamparse un menú del McDonalds que un menú del día normal en cualquier restaurante. Se beben cafés sin ningún sentido, conozco a gente que se enchufa cinco o seis cafés al día de manera habitual sin inmutarse. La sociedad consumista en la que vivimos, yo más por estar aquí, es insana, es el resultado de multinacionales que quieren vender el máximo de productos posible, es su teatro, su circo en el que nos vemos todos inmersos queramos o no. Ojo que yo me pongo tibio a patatas fritas y tabletas de chocolate de vez en cuando, no es que esté totalmente pirado por la dieta, pero si que creo que es un ejemplo perfecto para explicar mi teoría de que bailamos al son que nos tocan. Y atentos al asunto, porque la cosa está tan extendida que si por ejemplo tratáis de pedir algo sin alcohol cuando estáis con vuestros amigos, lo más probable es que prácticamente ellos mismos te obliguen a enchufarte una cerveza quieras o no, porque ¿cómo no te vas a pimplar, por Dios?.

Los políticos. Yo cuando nací resulta que se acababa de morir Franco. Yo no tenía ni idea de quien era Franco, solo recuerdo las monedas de 50 pts en las que salía su jeta, un tío con la cara redonda y calvo como el solo, creo recordar. A partir de ahí había presidentes del gobierno, ministros, congresos, parlamentos… todavía sigo sin entender muy bien como funciona la cosa. Me dan igual, tienen montado un tinglado ahí acojonante de amigos haciéndose y debiéndose favores unos a otros con el objetivo de chupar el máximo del bote común. Luego está la familia real que no tengo ni idea de porque están ahí y que siempre me han dado también igual, pero que últimamente me caen francamente mal. Y los medios de comunicación al servicio de todo este teatro dando la misma noticia de maneras totalmente opuestas. No me creo nada, dejadme en paz ya.

Las empresas… yo estuve en una donde hacíamos páginas webs calcadas unas de otras con el objetivo de cobrar cuantas más subvenciones mejor. El cliente ni las pedía ya, le dábamos todo el papeleo hecho y él solo tenía que firmar, después esa web nunca se volvía a actualizar. Mi jefe me hizo jefe de equipo o no se qué pamplinas y nos tenía en agosto en un piso de Bilbao a cuarenta grados sin un miserable ventilador mientras él se forraba vilmente. En la siguiente empresa estaba subcontratado y aunque la empresa del cliente nunca dejó de tener cifras astronómicas de beneficios, tenían a chavales currando por cuatro duros y encima están despidiendo a un huevo de gente. Al pedirle yo a mi jefe de ahora, después de dos años, si me va a hacer algún tipo de revisión de sueldo, algo que considero normal en cualquier empresa, me contesta que no se habló de nada de eso en la entrevista y acaba su email con un «con lo que estás cobrando, si no te llega, deberías revisar tu estilo de vida» a lo Montoro, viviendo por encima de mis posibilidades. Todo sin tener ni idea de qué hago yo o dejo de hacer mientras le veo pirarse de la oficina en un cochazo del copón bendito. Las empresas, hasta el momento, son la mayor mentira en la que me he visto envuelto desde que nací. Es cierto que nos toca tragar a cambio de la estabilidad que nos da el tener un sueldo fijo sin más preocupaciones que cumplir las horas, pero la sensación de estar actuando en su circo privado no se me quita ni con el baño de las noches. Todavía estoy por estar en una empresa en la que se preocupen de verdad por uno y no solo por obtener cuanto más beneficio mejor a consta de lo que sea y de quien sea. Eh, y con la siguiente que empezaré de aquí a un mes, ya voy nueve distintas.

No hablaré aquí de las religiones porque entonces no tendría fin y acabaríamos mal.

Pones la tele, al menos aquí, y salen grupos de música de un montón de chicos o chicas súper jóvenes todos cortados por el mismo patrón que cantan todos a la vez y bailan coreografías absurdas. Seguramente no tengan ni idea de componer música, no tienen mayor habilidad o mérito que una cara bonita y haberse aprendido un baile que ni siquiera serán capaces de inventarse ellos, pero mira por donde que están en absolutamente todos los programas de televisión, hacen millones de anuncios, les ves en carteles enormes por toda la ciudad, «triunfan». Tienen millones de fans, de seguidores adolescentes cuya aspiración es llegar a ser como ellos. Es algo tan triste, tan superficial… es una farsa maquinada por los medios de comunicación y las empresas que les funciona hasta límites increíbles. Eh! no hablemos tampoco del fútbol allí, que si no te gusta, eres el bicho más raro del mundo. Cuento con los dedos de una mano los partidos de fútbol que he sido capaz de ver enteros, y seguro que era porque todos mis amigos lo estaban viendo y no quedaba otra.

Resumiendo: no me creo nada de un tiempo a esta parte. Pongo todo en duda, me siento ajeno a tanta patraña que nos rodea. Veo a Kota que está ahí puesto en su cuna haciendo poco más que comer, dormir y tirarse pedos y pienso en todo lo que le espera. Ojalá que sepa elegir por su cuenta y no porque es lo que hay, ojalá que sea capaz de pensar por si mismo y plantearse absolutamente todo lo que tiene a su alrededor. Porque al igual que hay un sinfín de farsas esperándole, también existen cosas maravillosas que espero que sea capaz de distinguir y encontrar por su cuenta.

Yo, de momento, sigo buscando. No os creáis que tengo todas conmigo, últimamente estoy de un desconfiado subido que echa para atrás. Veremos si con el cambio de empresa, la cosa mejora. Que no me malinterprete nadie, no estoy amargado: yo vivo feliciano como siempre o mucho más con la llegada de Kota, muy ilusionado con mis cosas que espero que nunca se me quiten las ganas de hacerlas. Pero, ojo, que no me vengan con cuentos chinos que no me creo ninguno, que cada vez estoy más harto de tanta patraña, que yo sé lo que quiero y no necesito tanta tontería emborronándome la vida. Copón ya.

El 2013

El sábado pasado fue el primer día que Kota y yo nos dimos un paseo sin Chiaki. Hacía mucho que no daba un paseo solo por pasear y hacía mucho que no lo hacía solo. Bueno, Kota estaba conmigo pero como no habla mucho… hombre claro que no, Kota perdona, por supuesto que no estaba solo, pero como yo no sé si me entiendes cuando te hablo pues me puse a pensar en mis cosas mientras recorría calles repletas de tiendas envueltas en música de flautas y tambores provenientes del hilo musical que se dejaba escuchar gracias a altavoces colocados sutilmente en farolas aquí y allá. Cada vez que se estrena año pasa lo mismo por estos barrios: la mitad de las tiendas cerradas y el CD de música tradicional de año nuevo en modo loop.

Feliz año, por cierto, que casi se me pasa.

Total, que mi hijo colgaba de mi pecho gracias a uno de esos artilugios pensados para que los padres le tomemos el relevo por fuera a las madres que ya dejaron de llevarlo por dentro. A veces dormía y a veces me miraba. Kota, en algunas ocasiones parece que te esté diciendo un montón de cosas cuando te mira fijamente. Parece decirte: Oskar o papá o como sea que te llamaré, lo estás haciendo bien, no te preocupes tanto, hombre, que yo estoy bien.

También es verdad que otras llora como si le estuviésemos haciendo al baño María.

Pero el sábado no hubo problema alguno, ni frío hacía y Kota se dedicaba entre balbuceos y sonidos que solo él entiende a mirar el cacho de Tokyo en el que le ha tocado nacer. Espero que hayamos elegido bien.

Y yo, que le miraba desde arriba, me puse a pensar en un montón de cosas. Me acordé, me acuerdo, que el año pasado lo empecé con una escayola adornando mi brazo izquierdo y que más que el dolor, lo que peor llevaba era no poder hacer nada de lo que llevaba haciendo hasta entonces: vacaciones forzosas de Karate, de correr, de cualquier actividad física… lo llevé bastante mal y mira que yo más que optimista soy un feliciano. Tan harto estaba que cuando aquel día el tren frenó de repente y me golpeé el brazo roto contra una barra metálica del vagón supe que nada me iba a sentar bien desde por la mañana; estaba hasta los huevos de mayormente todo y aquella mañana me cansé de esperar emails de editoriales que nunca llegaban y decidí que el libro lo iba a sacar por mi cuenta, hubiese que hacer lo que hubiese que hacer.

¡Eh! de las mejores decisiones del año, acaban de llegar los 500 ejemplares a Barcelona y ayer mismo envié los PDFs a los que eligieron la opción en la campaña de crowdfunding.


:estudier:

Si algo iba a marcar sin duda el 2013 era que me casaba con Chiaki en su templo. Ya estábamos casados por lo civil, pero queríamos hacer algo bonito en el templo que era su casa antes de venirse a vivir conmigo. Yo siempre había pensado que deberíamos hacerlo allí, no se me ocurría un lugar mejor y supongo que a Chiaki tampoco aunque todavía hoy me resulta curioso que fuese yo el que lo sugiriese, quizás ella lo daba por sentado ahora que lo pienso. Lo que no sabía es que se iba a animar tanta gente a venirse a la boda desde España: no solo un montón de amigos de Bilbao sino que mi familia al completo, Javi incluido, llegaron a Narita para celebrar nuestro día que no quedaba otra que que fuese especial. Tan entusiasmado estaba por la llegada de todos que decidí escribirles una especie de guía de viaje para que descubriesen el Tokyo y los alrededores que me hubiese gustado que me contasen a mi si no tuviese más de una semana:

1- Tsukiji, Hamarikyu, Odaiba y Onsen

2- Honmonji, Sky Tree y Asakusa

3- Kamakura, Hasedera, Daibutsu, Enoshima, Ofuna, Yokohama

4- Tokyo Tower, Azotea del Roppongi Hills, Shibuya

5- Harajuku, Meiji Jingu, Yoyogi y Shinjuku

Sé que hicieron la gran mayoría así que fue un tiempo muy bien invertido porque cuando estaban aquí yo apenas daba abasto con los preparativos de la boda, mi familia y atender a la pobre Chiaki que por aquél entonces estaba pasándolo bastante mal por culpa del embarazo. Ya me habría gustado haber hecho las excursiones con ellos, ya.

Bastante antes de que viniesen y en plenos preparativos de la boda, recuerdo que un día decidí irme a casa en vez de a la habitual clase de Karate porque no me encontraba muy bien. Como Chiaki iba a llegar tarde y para hacer tiempo me bajé en la estación anterior donde hay un gran centro comercial y allí, sin haberlo planeado, acabé comprándome dos pares de zapatos que no necesitaba en absoluto. De propina, se me recalentó el alma al verme atendido por el señor de la tienda de zapatos. Profundamente conmovido entre lágrimas escribí aquella historia que también forma parte del libro. Los zapatos no me los he puesto más que dos o tres veces y resulta que ahora que compramos piso justo en esa estación y vamos muy a menudo a su tienda, él ya no está. Ojalá que sea porque le han trasladado a otra tienda o esté haciendo otro trabajo parecido en cualquier otro sitio.

Y finalmente vinieron mis amigos y mi familia y se celebró la boda. Fueron días de intensa emoción en los que yo no dejé de llorar prácticamente ningún día por diversos motivos aunque el mismo día de la boda se llevó la palma. Salimos temprano por la mañana al templo de mi mujer con mi familia, nos vistieron con kimonos incluyendo a nuestras madres y a mi sobrina, nos casó mi cuñado por el rito budista en presencia de mis amigos, fuimos en autobús al restaurante en un viaje eterno por un Tokyo atestado de coches y allí se sucedieron muchas sorpresas con mucha más gente que no cabía en el templo. Nos cantaron, nos leyeron cosas, nos hicieron un vídeo precioso… aunque la sorpresa mayor nos la guardábamos nosotros con otro vídeo en el que contábamos un poco nuestra historia de pareja y al final del todo anunciábamos que Kota estaba ya por llegar. Mi madre no dejaba de repetir «¿pero es verdad? ¿pero es verdad o es otra de las tuyas?»…

Los de callejeros se vinieron a grabar hacía un huevo, pero finalmente parecía que iba a salir ya el programa (me cuentan que en el día de reyes lo volvieron a poner).

Pero a mi lo que me tenía frito era un compañero de trabajo que me tenía muy amargado, tanto que hice un montón de entrevistas para irme de la empresa. Con todo lo bueno que me estaba pasando, lo feliz que estaba yo con mis cosas… aquella sensación no me cuadraba… me hizo reflexionar y creí darme cuenta que este concepto relativo de felicidad, al final del día, tenía mucho que ver con toda la gente con la que nos tocaba compartir tiempo y lugar y con como dejamos que nos hagan sentir.

Ahora me lo aplico y trato de no cruzarme o relacionarme con según que tipo de gente que sé de sobras que no me convienen. «Fintar a idiotas y sus idioteces» lo llamó un buen amigo.

Total, que apenas unas semanas después de que se acabase la vorágine de la boda, en vez de estarme quieto y descansar, estaba metido de lleno en la organización de la primera Feria de Abril en Tokio. Bueno, al menos la primera que sabíamos nosotros que se celebraba: nos las arreglamos para tener un bar español exclusivamente para nosotros por un día y montamos allí un Cristo importante en el que no faltó de nada. Curramos un montón y no solo ese día sino desde muchas semanas antes, pero me reafirmó en mi idea de dejar de rascar teclas algún día porque menudo gustico nos dio todo. Aunque hubo paisanos «amigos» :comillo: que vinieron pero no pagaron la entrada y se quedaron fuera aprovechando el ambiente generado en la terraza… en fin, ellos verán, nosotros nos remitiremos al dicho de las fintas.

Precisamente en la organización de ese jaleo fue cuando por fin conocí a Chema, el famoso «niño cagao» que había salido en Callejeros hacía tiempo. Me pareció un tío muy salao y me dio pena que se fuese tan pronto ahora que no habíamos hecho más que conocernos. Estuvo graciosa la canción de despedida que se cascó en la terraza de los Lorcos aquel día cuando quedamos los organizadores del evento para dar cuenta de las sobras. Fue chica la que cogí aquella tarde así con la tontería…

:gambiters:

Y en esas estábamos cuando de repente nos empezaron a llegar mensajes al teléfono ¡¡ que estábamos saliendo en la tele de aquí!! Resulta que aquí hay un programa de televisión en el que se van con la cámara al aeropuerto de Narita a entrevistar a los extranjeros que llegan. Les preguntan de donde son, a que han venido… y si lo que van a hacer les resulta interesante, les piden permiso para grabar un programa especial durante su estancia. Por ejemplo el otro día salió uno que se dedicaba a dar clases de esquí y le sacaron ahí dando clases y tal. Pues el caso es que pillaron a los Tosca ahí y nos pidieron permiso para venirse a grabar la boda al templo de Chiaki!!!

… peeero les dijimos que no (como cinco o seis veces porque no dejaban de llamar por teléfono para insistir). A mi tengo que reconocer que por una parte me hacía ilusión porque iba a ser un recuerdo muy gracioso que tendríamos siempre de aquel día, pero también es verdad que el asunto era íntimo y el tono del programa es en exceso de humor con lo que tampoco era plan. Aún así me queda la cosica de saber cómo habría quedado, ¡¡ juas !! (mi padre es el más salado del mundo, por cierto, qué arte!).

Y ahí siguieron pasando los meses… mientras trataba de acostumbrarme a mi nueva vida de casado con Chiaki y me planteaba retos con los que todavía sigo enfrascado, muchas tardes de verano las dediqué a programar «Por lo segao«, una web de cromos que no son más que fotos chorras con títulos chorras. La verdad es que me lo pasé muy bien metiendo cromos, pero un día me llegó una alerta de espacio en disco sobreutilizado y no he sido capaz de buscar cinco minutos para ver que está fallando porque no se pueden crear cromos. Intentaré retomarlo durante este año en cuanto se calmen un poco las cosas.

Lo que son las cosas, que justo antes de irme de luna de miel a Okinawa (pedazo de viaje, por cierto, ahí tenemos que volver como sea), estuve a punto a punto de cambiar radicalmente de profesión. Pero a punto a punto… ahora que ya no tengo los problemas que tuve a última hora aquella vez, resulta que mi puesto ya está cubierto… ¡fue cuestión de un par de meses solo! ¡se puede hacer!.

Y precisamente viendo las fotos de Chiaki embarazada en Okinawa fue cuando me puse a pensar en Kota, en mi hijo, en todo lo que significaba para mi que hubiese podido llegar a formar una familia después de todo. Y en lo lejos que sigo estando de los míos… Esa calurosa mañana de agosto le escribí una carta a mi querido hijo.

Cuento, con orgullo que lo que allí ponía lo estoy cumpliendo a rajatabla: menudas conversaciones en castellano tenemos a la hora del baño… aiss…

19950.jpg

Septiembre siempre es un mes especial: es el cumpleaños de Chiaki y el mío y siempre hacemos alguna celebración chula estilo irnos de viaje por ahí. Este año con lo de Okinawa y Kota a punto de nacer nos quedamos en casa y yo aproveché para lanzar la campaña de crowdfunding pensando en que igual si que iba a ser posible finalmente tener el libro. Ya sabeis el resultado porque sois parte de él: apoyo incondicional desde el primer momento, se consiguió el objetivo a las pocas horas y se cuadriplicó. Nunca sabré expresar lo suficiente mi gratitud, solo espero que el libro no os defraude.

Ojalá que no.

También fue cuando nos enteramos que Tokyo iba a ser la sede de las olimpiadas y no sé si porque Madrid perdió pero leí una serie de gilipolleces en muchos medios españoles sobre Japón que me dio por escribir una especie de artículo en el que trataba de contar que para mi lo mejor y lo peor de esta ciudad: Tokyo, la ciudad de los juegos.

A finales de septiembre andábamos también a contrarreloj por conseguir la hipoteca que nos permitiría comprar el piso en el que vivimos ahora. Digo que íbamos contra el tiempo porque Chiaki salía de cuentas en un mes y todavía no teníamos claro si nos íbamos a poder mudar o no. Nunca habría pensado yo que me iba a comprar casa aquí pero mira, tener un hijo te hace que quieras tener una mayor estabilidad, darle cierta seguridad que antes no te importaba. Y lo conseguimos a pesar de tener mucho en contra por ser extranjero y no llevar demasiado tiempo con contrato indefinido. No faltó tampoco quien quiso quitarnos la ilusión de una hostia.

Por cierto, ¡qué risas con la mudanza!.

Foto 2013-10-07 7 39 36-Edit.jpg

Luego, ¿pues qué decir? ¿qué contar?, llegó Kota y todo cambió. Mi mundo, nuestro mundo se ha convertido en esa personita que nos mira echando babas, tirándose pedos como trolebuses y roncando como un abuelo. El parto fue larguísimo y Chiaki lo pasó muy mal aunque al final todo salió muy bien.

Y para acabar el año antes de dedicarnos plenamente a Kota, y a parte de una segunda feria pero de Albacete esta vez, nos vimos envueltos en uno de los mayores saraos dedicados a España que se han celebrado por estos lares: un Spain Matsuri en el que pusimos un tenderete de tortillas entre otros pinchos diversos. Fue un fin de semana de no parar de currar hasta no sentir las piernas, pero menudas risas nos echamos siempre con Chiqui, Lorco, Germán, Manuela…!!!

Me caso en Tokyo con mi familia y amigos, me voy de viaje a Okinawa, me compro casa, nace Kota, saco un libro… me parece a mi que el 2013 va a ser un año que recordaré siempre. Este 2014 de momento se presenta tranquilito, pero no le doy yo más de un par de semanas más antes de que se empiece a liar… ya veréis!!

¡¡ Que no paréis de reiros de todo en el año 2014 !!

El ikublog en segundo de la ESO

El año pasado contactaron conmigo para hacerme una propuesta que sería imposible rechazar: querían pedirme permiso para publicar uno de mis posts en el libro de Lengua y Literatura de segundo de la ESO que se iba a utilizar este año en España. Imagínate, algo que he escrito yo publicado en un libro de educación, madre mía, cómo iba a imaginar yo que algo así podría pasar. Por supuesto que accedí encantadísimo, menudo honor, aunque la verdad es que tampoco me lo creía yo mucho el asunto…

Hasta que hace nada que he podido hacerme con el libro en cuestión y era verdad, efectivamente, ahí está el artículo:

DSC_3300-Edit.jpg

En concreto es el que publiqué una semana después del gran terremoto de marzo del año pasado, el titulado: Viernes, 18 de marzo de 2011. Lo cierto es que ese mismo artículo parece que tuvo cierto éxito porque también lo publicaron en El Correo, aunque allí se sobraron bastante porque grabaron incluso un vídeo con un tío leyéndolo en plan melancólico con música tristona que no venía a cuento y por supuesto, sin incluir la parte sobre los medios de comunicación…

Pero bueno, a lo que íbamos… ¡que salgo en un libro de la ESO!

La verdad es que me esto me animó y me dio mucha fuerza para seguir con el ikulibro que prácticamente ya tenemos acabado y revisado. Sólo nos falta meterle unas cuantas cosas más que creemos que van a quedar muy bien y para adelante. Como las editoriales no nos hacen caso, que ni nos contestan a los emails, seguramente lo saquemos por nuestra cuenta de alguna manera, pero de principios del año que viene no pasa, por estas, anda que no está quedando bonico ni nada. Yo no soy capaz de leer dos capítulos seguidos sin echar lagrimones, pero claro, son cosas que me han pasado a mi, si no me emocionasen, mal iríamos…

¡Buen fin de semana!
:estudier:

Archivos y rebuscamientos

Resulta que en el último mes y medio me he dedicado en el curro a programar plugins y themes para WordPress, lo que ha tenido una parte buena y otra mala. La buena es que he aprendido mucho como va el asunto… y la mala es que ahora al ikublog me parece que le falta de todo!!!

¡¡horreur y terreur!!
:copon:

Así que aprovechando los escasos huecos libres que puedo saquearle al día, estoy añadiendo todo lo que debería haber estado desde el principio. Mira, visto así, son las dos cosas buenas!

De momento vamos con la búsqueda y las páginas de archivos, que ya están en su sitio (borra caché si no te aparecen!!!):

Claro, después de que por fin salgan en condiciones los archivos, resulta que las categorías cobran importancia, así que me he dedicado a recorrerme los más de 1200 posts que tiene este mostrenco y metiéndole categorías a saquer. Así, por ejemplo, ya se pueden ver más en condiciones los posts de:

Kokoro
Karate
Mother of Peneke
Excursiones
Fotos
Comida
Curiosidades
Chorradas

O directamente en la barra lateral pinchando en alguna de las de la nube de categorías (etiqueterEnchuferClouder featuring Resopler), ya sale el listado de los posts enchufaos en la correspondiente. Ahora ya solo me falta acabar de categorizar los 300 restantes, hacer que salga alguna imagen genérica cuando el post no tiene fotos y ya pasar a maquear la web de las camisetas de cara a los nuevos diseños de primavera…

¿Se os ocurre que más le vendría bien al ikublog?

:gustico:

La clase de Paella

Mientras unos andan recomendando que la peña no venga a Japón que hay radiación hasta en la miso, nosotros aquí seguimos pasando un verano atamagantemente chulo ajenos al proceso de transformación en hombres binárdicos (según algunos, cuatrinárdicos desde hace un mes ya).

Ayer sin ir más lejos estuvimos en el rocódromo donde un tío raro nos sacó fotos porque andan buscando modelos para ropa deportiva, no os digo más en las que estamos metidos. Bueno si, diré que para celebrar que a pocas a pocas nos vamos puliendo todas las rutas rocodrómiles, nos fuimos a ponernos hasta el jarenore de carne al izakaya de siempre. EdanoBeef la llaman ya. The man, the legend.

Total, a lo que iba, que si sigo por aquí no voy por allá. El sábado, como estaba anunciado desde tiempos facebookriales, tuvo lugar el primer seminario gastronómico internacional intercultural interparedes:

¡¡ La paella del tío Txiki !!
:cocinicas:

Pero empecemos por el empiece para que dure más el post antes de que finalice por el final. El viernes por la noche me casqué tres tortillacas de patata como tres soles. Gracias a los callos que me han salido por ir al rocoplace, pelar tantas patatas no supuso ningún reto en absoluto.

El sábado por la mañana salí de casa cargado con cuatro botellas de vino, tres tortillas, un plato lleno de pintxos del libro del Arguiñano y una paellera a la espalda que parecía el duende tortuga en Benidorm. Fiel al espíritu Tosca, al salir del tren se rompió una de las bolsas de papel y la mitad de los pintxos se esparcieron por el suelo montando un cristo del copón, del copín y del copete en la Yamanote que recogí como pude mientras el tío que iba atrás del todo mantenía las puertas abiertas para que no me pillasen porque estaba en el medio…

¡¡ Tío saborío rancio calandrero
que me veías ahí pasándolas chungas con la paellera a la espalda
y no te dignaste a ayudarme ni un poco asín!!!!!
:otiaya:

En Ikebukuro esperaban ya el maese hacedor Txiki y sus tres fieles pinches: la Nere, el Guille y la Gami. Ya estamos todos, ya podéis decir lo que estáis pensando, venga va, desahogaros que sino no se ven las fotos a gusto:

¡¡¡¡ un manchego,
una gaditana,
un lorquiano
y un zalluco !!!!

enseñando a hacer paella valenciana…

¡¡¡¡ tócate los tamangueños !!!!

Bien. Ya pasooo ya pasooo.

Ala, ya estamos frescos. Pasemos a la puerta del lugar donde veremos que, por una vez, parece que la de Shiodome ha hecho algo correcto:

IMG_3929.jpg

Una vez dentro, lo primero fue presentar en condiciones los aperitivos pensados para ser deglutidos después de echar el arroz y el agua a las paellas. El Txiki trajo chorizaco e hizo pan del de hacer la trompetilla al panadero de enfrente y el Guille y la Nere se cascaron unas empanadillas de esas de comerse una y no poder parar hasta el mokuyobi que viene:

Después nos aseguramos que cada mesa tenía todos los ingredientes puestos en condiciones, hecho que constató uno de los dos del Nerelorco.com con una instantánea hecha en el momento instantáneo justo:

2011-07-20 13-29-02.jpg

Y ya empezamos con el lío arrocero. Txiki-sensei se encargó de explicar lo que íbamos a hacer a partir de entonces, y también contó amenas, entrañables a la par que próximas y cercanas historias suyas como el origen de la paella o los ingredientes que se suelen usar en España (incluyendo conejico para horreur y terreur de los aprendices allí presentes). Yo trataba de traducir como podía ayudándome de una chuleta que me curré dos semanas antes que hicimos un ensayo general enseñándole a Chiaki lo mismo (y menos mal!).

Me puse nervioso… los cinco primeros minutos, después yo creo que todo el mundo se descojonaba sobretodo cuando intentaba decir alguna palabra y como no me salía pues me ponía a explicarla. Por ejemplo, yo decía «la cosa esa blanca que sale cuando lavas el arroz y que vale para enderezar las corbatas» y todos contestaban «el almidón!!!».

Planeado, dicho y hecho el trecho: mientras el arroz se iba cocinando, empezamos a zampar lo que los senseis hispanos habían tenido a bien traer y he de decir que la bota de vino, la misma que llevé al Fuji y al Koyasan, allá donde va, triunfa (a mi ni puto caso, eso sí)

Llegados este punto, sé de buena tinta («de buena tinta» no te lo pierdas!! #cancamusaFlavour), que estáis todos deseosos de ver las tres pedazo de paellas que allí se cocinaron. Pues os vais a quedar con más ganas que ni sé porque entre pitos y flautas, cuando me dio por ponerme a sacar fotos allí no quedaba ná:

La del Txiki fue una inmensa idea, el rato que pasamos fue genial, la gente respondió mejor que bien y encima nos fuimos para casa con la tripa tonta y la risa llena. Txiki decía que se conformaba con que alguno de los que fueron al curso les diese por intentar hacer la paella en casa, ayer me contó que ya sabe de una que compró paellera y les cocinó una a sus padres que quedaron encantados. Si esto no es gustico del bueno, a ver que lo es.

Por mi parte diré que ya estoy esperando a la siguiente. Paella, pintxos, tortilla de patatas… importa bien poco en que pisto nos metamos mientras se haga entre Txikis, Guilles y Neres.

Si señor.

Ah! que aquí lo contó el Guille, y aquí el Txiki-sensei, no olvidarse de mirar, que por allí salgo más!! :D

DSC_3868.jpg
:ungusto:

Nokogiriyama

La frase de «El Buda más grande de Japón» tiene mucha guasa, pero mucha mucha porque yo ya conozco media docena, no te lo pierdas. El caso es que se le añade coletillas a la proclama y entonces no es mentira. Así tendremos el Buda más grande de Japón…

de piedra de pies

… de bronce al aire libre

… dentro de un edificio

Y el que nos ocupa esta vez que es el…

«…más troncho excavado en piedra»

DSC_3339.jpg

Todo empezó cuando el deslenguado despertador decidió no dejar ver los títulos de crédito de los sueños a eso de las cinco y media de la mañana de un sábado grisáceo y más bien feo. Con legaña en popa a toda vela aparecí en la estación de Shinagawa donde ya estaban la mayoría tratando de despertarse del todo. Viendo aquellas mochilas y aunque todavía aturdido por el madrugón, no pude evitar acordarme de aquél maravilloso fin de semana en el Koyasan… pura fantasía latir en tales lugares con semejantes almas. Por si se me vuelve a olvidar mentarlo en persona y les diese por pasarse por aquí: compadres, siempre es un gusto, el sitio es lo de menos.

Hora y pico de tren después aparecimos en Kurihama desde donde nos pusimos a andar hasta que llegamos de milagro a coger un ferry que salía ya rumbo a Hamakanaya, el punto desde el que empezar a subir. Podríamos haber ido en tren dando toda la vuelta hasta llegar a Chiba…


Ver mapa en gordo

… pero lo cierto es que el plan de montarse media hora en un barco era mucho más gusticable y daba la sensación de que íbamos a una isla en vez de simplemente saltarnos un charco. No veas la risa tonta que nos entró ya de buena mañana!!

Hamakanaya era un pequeño pueblo costero donde no había mucha pinta de haber nada más que cuatro abuelos, trece gatos y dos o tres cuervos a dieta. Aún así supimos encontrar un restaurante chino donde fondear antes de empezar la caminata. Estas cosas o se hacen bien o no se hacen y la tripa había que llevarla llena, y menos mal porque nos costó un rato encontrar por donde se subía… dimos un par de vuelticas antes de enfilar el camino correcto!

Después empezamos a subir por entre un bosque hasta que llegamos a unas paredes verticales de piedra que le dejaban a uno sin más aliento si cabe del escaso que nos quedaba después de tantas escaleras y cuestas. Aquello no parecía un típico paisaje japonés, era como estar dentro de un capítulo de Lost pero rodado en Tailandia o por ahí, yo anduve buscando a Ben para darle las ostias que se merece desde hace años, pero no hubo suerte…

Ya quedaba poco para llegar a la parte de arriba, lo cierto es que no teníamos muy claro qué nos íbamos a encontrar más allá del buda de piedra enorme famoso de la excursión. Así que cuando llegamos al mirador, nos quedamos sin palabras…

Un poco antes estaba el «Buda excavado en piedra más alto de Japón», que como estaba con la cosa del mirador, se me había pasado!!

Ya después de eso daba todo igual ya, aunque claro, el protagonista de la excursión debería ser el Buda gordo, así que tiramos a su encuentro escaleras para abajo. Cuando llegamos, nos encontramos con muy poca gente y una estatua enorme en una explanada en medio del bosque. Allí hicimos la segunda parada larga del día, degustando bien el lugar, que no se está en un sitio como ese todos los días.

En el templo se podían comprar unos pequeños budas con los que pedir un deseo dejándolos a modo de ofrenda allí mismo. Anda que no somos ambiciosos ni nada, menuda montaña había!!

Tocaba volver, pero hasta la vuelta era emocionante porque la íbamos a hacer en un teleférico que nos bajaba de la montaña en un titá. Justo cerca del buda grande, había un montón de estatuas en plan Budas aprendices. A mi me hizo gracia uno que parecía que se estaba autocomprobando el olor corporal mayormente…

Y lo dicho: teleférico, ferry, tren y filetón en Shibuya.

Un día inolvidable, y ya van unos cuantos, no se como voy a hacer yo para quedarme con todos. Madre mía que cicatero me pongo acordándome.

Weno, como dice Héctor: aquí hay que volver, y seguramente más de una vez.

Aquí más gustico sideral:

Ikuflickr
Set de Flickr de Carlos
Set de Flickr de Héctor
Post de Héctor
:gustico:

Una gambitera en Euskadi

Pues eso, que el otro día me avisaron que salió el puente colgante de Portugalete por la tele en un programa de esos de viajar por el mundo, y parece ser que se fue una gambitera que está toda fresquesca para allá a probar comida y gritar oishii una o doscientasveinticuatro veces.

El guía, un tal Fernando que parece mu majo, aparece con una txapela muy forzada y la música en plan sevillanas que me ponen no me pega mucho, pero hay que reconocer que el reportaje me ha gustao y me ha dao gustico sideral!! ¡¡ Cómo se pone de comer la lozana tiparracaca !!

Está en japonés pero yo creo que se entiende bastante bien, echadle tres ojetes, que va en tres partes porque me ha costado la vida fusilarlo pa ponerlo aquí:

:regulero:

EEEE, no perderse la voz doblada que le han puesto a la que sale en el minuto 3:42, ¡¡¡fijo que habla parecido!!!, jajaja, jodé que risas con eso:

¡¡ Buen fin de semana, mozos !!
¡yo me voy de hanamis!
:vainas: :gambi: :vainas:
:gambiters: :gustico: :gambiters:

A por las 100

Después de unos cuantos intercambios de emails, Bea y yo nos acabamos poniendo de acuerdo en que donar todo lo que se ganase por la venta de la camiseta Origami era algo que podríamos asumir sin un impacto demasiado serio en la economía ikusukiense y que sería algo importante que estaba en nuestra mano hacer. Nunca en la vida hubiésemos imaginado que se iban a pedir más de diez, y ya vamos 83, la cosa se pone seria.

albacete1.png

No soy capaz de explicar rascando teclas lo orgullosos que nos sentimos de ver que la locura esta que empezamos hace años ha servido para involucrar a tanta gente para hacer algo de estas características. Las cuentas que echamos al principio ya no tienen ningún sentido, la planificación previa es ahora inútil, prácticamente ya no hay tallas y Bea casi no da abasto en eso de doblar, envasar, etiquetar y enviar el disparate de pedidos que nos han llegado. Cristo y de los gordos, pero mucho más gustico, y del mejor.

DSC02292.JPG

Hombre, comparado con los millones del presidente de Softbank, 50.000 yenes no es nada, pero comparado con nada, 50.000 yenes es mucho. Son los 50.000 yenes de Ikusuki, vuestros 50.000 yenes. Nosotros estamos ya pagados de sobra con vuestra inmensa participación, con vuestra generosidad, con vuestra simpatía contestando a nuestros emails, con vuestras notas, con vuestras fotos…

Por todo ello:

GRACIAS

Ya iba tocando darlas en mayúsculas.

¿Y sabéis que?, que nos lo hemos creido tanto que nos vemos con capacidad de llegar hasta 100, así que abrimos la donación a cualquier camiseta de cualquier modelo que se pida hasta que lleguemos a las 100 prendas envíadas, 500 € recaudados, 60.000 yenes a transferir directamente a la Cruz Roja de Japón.

Acordaos que aquí están listados todos los envíos, si no salís es que no nos ha llegado. Los 17 restantes que quedan serán listados en este mismo post.

Ya veis, ampliando el asunto y toda la pesca, quien nos lo iba a decir a nosotros…

Vamos 100 camisetas
Queda 0

2 para Aitziber de Asteasu
1 para Josetxu de Bilbao
1 para Susana de Valencia
2 para Doris de Bilbao
1 para Carlos de Madrid
1 para Ruth de Madrid
1 para Sebastien de Madrid
1 para Montse de Barcelona
1 para Beatriz de Madrid
1 para Alan de Tlalnepantla (México)
1 para Raül de Barcelona
1 para Antonio de Tarragona
1 para Jose de Barcelona
1 para Raquel de Toledo
1 para Marta de Granada

Ikuweek

Homenajeando (o plagiando más bien) al Zordor, aquí va mi semana resumida en imágenes, a lo informe semanal pero con el tío Tosca en vez de la Rosa Mari. Cantemos la música: tantantararaaan tantantararaaaan

El domingo me fui a un parque a ver los ciruelos en flor, ba, na del otro mundo y con el friski que hace como que se miran las flores a toda hostia y dan más igual que otro poco…

¡Buen fin de semana, compas!
:ungusto: :gambi:

Hasta aquí

Llevo una temporada dándole vueltas a la cabeza con una idea que está tambaleando todo mi mundo conocido y el de los que me rodean, que los estoy volviendo locos a todos. El caso es que con todo el lío del año pasado de buscar un nuevo currele, no puedo evitar la sensación de que mi trabajo es mentira, que no vale para nada, que no es real. Y cada día que pasa, la cosa va a peor.

A ver si soy capaz de explicarme y de paso me aclaro y oriento el asunto este de ver cómo voy a vivir lo que queda de aquí para adelante.

Llevo haciendo páginas web prácticamente desde que volví de Japón la primera vez. Ya lidiaba con el IE unos cuantos años antes de que salieran Firefox, Safari o Chrome, me curraba validaciones de formularios en javascript puro bastante antes de que existiesen Mootools o jQuery, y trataba de cuadrar todo con tablas y después con CSS hasta que me he visto estos días programando especificamente para smartphones.

Aunque me da bastante igual, es un hecho que la gran mayoría de las páginas que he programado en empresas anteriores ya no están en internet: han sido actualizadas o simplemente borradas por sus dueños, así que poco hay que pueda enseñar a quien quiera saber de mi trabajo. Es más: aunque estuviesen ahí, tendrían un aire rancio que no se yo si sería menester airear. Ocurrirá lo mismo con las que estoy haciendo ahora: pasarán algunos meses y dejarán de cumplir su función, porque su utilidad es tan temporal que asusta. A su manera, siento lo que hago como una mentira que me importa más bien poco.

En su momento todas cumplían los requisitos del cliente, cuando a éste le importaba, y por regla general siempre había unos plazos más bien estrictos que cumplir y mil quebraderos de cabeza. Aunque luego la pagína no la visitara ni Blas y el cliente pasase mil de actualizarla. Trabajo entregado, dinero cobrado y aquí paz y después gloria (o bit y después pixel). Total: una farsa.

Tuve, todavía tengo, la oportunidad de ser parte de un proyecto de red social muy ambicioso cuyo desarrollo está llegando a su fin. No hay clientes que satisfacer (o padecer), sino usuarios de todo el mundo y lo que se trata es de ofrecer el mejor y más rápido servicio para que sigan entrando y el número aumente. Aunque es un concepto distinto a las webs de toda la vida, tengo el mismo sentimiento: es mentira. Aunque nos hagamos ricos, que no creo que pase, seguiré teniendo esa sensación de que no estaré orgulloso de ello, que me da igual.

Pero mira, el caso es que todos los días paso por delante de la frutería-pescadería de un matrimonio de japoneses de edad muy muy avanzada, tanto que a veces parece mentira que ella sea capaz de mover cajas de un lado a otro con tanta agilidad. Esta gente no tiene página web ni internet, dudo que sepa mandar mensajes con el móvil, pero venden fruta y pescado en una pintoresca mezcla de tienda. Todos los días vendrán los vecinos y compartirán un par de historias además de la compra y el cambio, se conocerán a los niños del barrio y les verán crecer. No les afectan ni los permisos de los directorios, ni los navegadores, ni demás historias de ese otro mundo de ordenadores para adentro que es una capa adyacente al mundo real en que se mueven, en el que nos hemos movido siempre pero que cada vez olvidamos más. Un mundo que sirve de ayuda para hacer más fácil el mundo real, pero nunca es la realidad en sí como se me está convirtiendo a mi porque mi trabajo es este.

Lo mismo con los dueños del ryokan de Nikko que suben a sacarte el futón del armario mientras cenas y te vuelven a dejar otro par de bombones de chocolate en la mesa de noche.

O mi profesor de Karate de los martes que es capaz de repetir la explicación de un movimiento hasta que todos lo entendemos y sale de allí sudando como el que más, y seguro que el pecho se le hincha un poco cuando alguno de nosotros es capaz de hacer algo más que antes de haber entrado.

Hace unos meses, un vecino puso un puesto de nikuman en la puerta de su casa de dos pisos. El mismo señor de aire huraño que me cruzaba de vez en cuando con traje y corbata, es el que ahora me vende de tarde en tarde bollos de carne y me arranca tres o cuatro carcajadas con frases que ha buscado en castellano por ahí desde que le conté de donde venía.

Hoy han llegado dos pedidos de camisetas, y esta noche le pediré a Beatriz la mía junto con las de amigos de Tokyo. Ponerme esa camiseta hará que me sienta mil veces más orgulloso que el «well done» de mi jefe cuando le enseño la web que me encargó. La camiseta me da dos o tres euros de beneficio, lo segundo me permite vivir en Tokyo a costa de tragarme ocho horas al día de mi vida haciendo algo que me da igual.

Algo está fallando aquí. Me niego a resignarme.

Me alegro darme cuenta ahora que todavía puedo cambiar las cosas (una vez más). Seguiré jugando el juego, actuando en la comedia, pero no descarto yo dar la campanada y cambiar radicalmente de vida a la que se me presente la oportunidad, dándole el empujón definitivo al mundo este que se me tambalea desde hace unos meses.

De mientras, sigamos bien al acecho sin perder ni una: aprendiendo el que más en Karate, por si la cosa fuese por ahí o diseñando más camisetas, o yo que sé… algo pasará por delante y ahí estaré yo para saltarle encima.

Ojalá nunca me falten ganas.

Marcho, que tengo Parkour!

Primero, y como objetivo y motivo fundamental de venir aquí, marchaba porque tenía Karate. Después la cosa se complementó yéndome porque había quedao con la profesora de la ceremonia del té, luego seguimos con esto de ocupar el tiempo y nos pusimos con el Yosakoi. Para acabar de liarla parda, empezamos a dar volteretas en Capoeira, y ahora… pues ahora marcho que tengo Parkour.

¿Que qué es Parkour?, pues es esa gente que se lía a pegar saltos por la ciudad subiéndose a todo haciendo mil volteretas y cabriolas para esquivar los «obstáculos urbanos». Después de poner el vídeo de Capoeira, más de uno me sugirió que lo hiciese, me dio por buscar en internet y resulta que hay un grupo en Tokyo que te enseñan por la patilla!!. Así que este domingo me voy a Parkour con el LorcoNinja y el Chiqui que también se han animado. Veremos si volvemos con todos los huesos del derecho.

Un vídeo de estos señores, no veo el momento de empezar:

Ala pues, que tengan ustedes un maravilloso fin de semana, el mío viene chato…

PD: ¡Tengo currelo!, buff, currelo y mucho más… ya os contaré, ya…

Marimo

El otro día me trajeron un omiyage de Hokkaido. Omiyage, pa’l que no lo sepa, significa regalico que aquí es bastante típico comprar algo si vas a algún lado y regalarlo a los amigos. La que se hace siempre es comprar algo de comer y llevarlo a la oficina, lo que no deja de ser curioso porque por ejemplo los días de cumpleaños la peña no suele llevar nada. Bueno, esto lo digo yo que sólo he estado en una oficina en Japón, supongo que cada una será un mundo.

Total, que me lío y pierdo tres followers por párrafo y luego oye, como que meo desganao o algo.

El caso es que una amiga más maja que los yenes con agujero me regaló un envase de esos que tienen como papel albal ahí por fuera a lo termoaislante, y yo voy y lo abro y resulta que allí había un botecico con agua y dos bolondrios verdes medio flotando medio no…

Me quedé flipadísimo!!! la movida esta son unas algas redondicas que se llaman «Marimos«, que crecen en los lagos de Hokkaido y son especie protegida. Los bichos estos están vivos y crecen!! no te lo pierdas que empiezan siendo una canica ahí y a la que te descuidas se te hacen gordos!!

DSC00313.jpg

Y me vino hasta con manual de instrucciones a lo Gizmo:

1- La temperatura del agua debe estar siempre por debajo de los 30 grados
2- Hay que cambiar el agua cada diez días
3- No se debe dejar que le de el sol de pleno
4- No meter en acuarios con peces y evitar que el agua contenga aceite o jabón

Yo por si acaso lo sigo a rajatabla no vaya a ser que se convierta aquello en un Critter y me arranque la pilila a dentellazos. Hablando del tema… ¿os acordáis de la mascota paquetuda? pues resulta que es un Marimo también!!

Menudo regalo original más bonico. Yo de vez en cuando las muevo un poco a ver si hacen algo, pero ná… y crecer yo diría que medio radián o así ya han crecido, cualquier día se me echan una novieta marima y me dejan aquí sólo, que la casa se me caerá encima. Hay que ver, toda la vida sacrificándome por ellos… pero claro, ley de vida, esto es así, que le vamos a hacer…

DSC00183.jpg
¡¡ En plan hermandad !!

Sobre Toscano

Nací hace tres décadas y pico en un pueblecito entre montañas llamado Zalla, a unos veinticinco kilómetros de Bilbao. Aunque no lo tengo muy claro, parece ser que Zalla viene de «Zaila» que significa difícil en Euskera, porque al estar entre montañas, el pueblo fue difícil de conquistar cuando vinieron los romanos a liarla parda-pardae.

Yo no sé si creérmelo mucho, pero si que es verdad que el pueblo de al lado, Balmaseda, tiene un puente como romano y calles estrechas empedradas, y en el mío lo que hay son cien pubs por metro cuadrado. Lo mismo Asterix era de mi pueblo y toda la pesca, porque a parte de no dejarnos conquistar, la poción si que la tomamos, concretamente en vaso ancho y con limón.

El caso es que fui a la escuela, como todo kiske, después al Instituto al pueblo éste que os cuento, que no sé si la idea de ponerlo en la punta de un monte también fue de algún cónsul de la Toscana o no, y ya para acabar mi gran vida estudiantil pues me dediqué a estudiar ingeniería informática en la universidad de Deusto que suena a mucho más de lo que es. Tal y como yo lo veía, se salvaban el 10% de los profesores, al resto los ponía a cavar la línea 3 del metro de Bilbao hasta que llegase a París. ¡¡ Panda de enchufados necios de ego hinchado !!.

Estudiantes, si alguna vez os dicen esa gilipollez de que la vida de estudiante es la mejor, no hagáis ni caso, es una mentira más gorda que un manatí con gases. Yo todavía tengo pesadillas y me despierto horrorizado porque al día siguiente tengo un examen y no he estudiado nada. Y eso por no hablar de que no tienes nunca un duro ni libertad para estar a tu aire. Luego resulta que cuando tienes dinero y vas a tu bola, te empiezan a doler partes del cuerpo que ni sabías que tenías y te apetece más vegetar en un sofá criando michelos, pero esto es otro tema que será abordado a su debido tiempo junto con el auge de pelos orejeros y espaldiles.

Total, que con algo así como siete asignaturas para septiembre que aprobé de un tirón el último año, acabé la carrera. Aquí me jugué vida y tres cuartos, porque mis padres pensaban que sólo había dejado dos, y se demostró que soy capaz de afrontar riesgos inverosímiles con éxito (aparte de soltar mentiras como trolebuses). Después eché la quiniela durante un par de meses para ver si la pedazo de chamba continuaba, pero se ve que no.

El caso es que estaba en una playa leyendo el periódico y salió un anuncio que ponía «Becario para Japón», eché un CV que rellené poniendo todos los programas informáticos de los que alguna vez había oído hablar excepto el Sir Fred y el Sim City, y con la misma experiencia laboral que Paquirrín me presenté en la entrevista donde, además, me hicieron hablar en inglés.

Parece ser que les hizo gracia mi desparpajo inherente, o seguramente coincidió que no se presento nadie más porque me cogieron a mi y a mi inglés con boina y nos vinimos seis meses a Tokyo con el piso pagado y un primer sueldo de 2 millones de pesetas que me dieron de un tirón a lo loco. Si esto no es entrar con el culo florido en el mercado laboral, a ver que lo es.

La beca esta se acabó y nos volvimos con el rabo entre las legs, y ahí ya me enfrenté con la cruda realidad pasando por consultoras que movían más carne que el encargado de las galeras de Julio César. Hasta llegué a trabajar sin contrato metiendo horas extras, no os digo más. Bueno si, que encima me hacían ir con traje los muy cancamuseros pejigueros caraflautas, además me acuerdo que a la mayoría les dabas un lápiz y el canuto y no te sacaban la O en toda la tarde. Eso si, dales el Powerpoint y un portátil y ya sabes donde van a estar tirando su vida hasta la noche, corbata mediante.

Ahí fue cuando decidimos que había que intentar hacer algo que no nos hiciese olvidar la aventura japonesa, y acabamos currándonos camisetas a falta de que los organismos oficiales nos hiciesen algo de caso sobre nuestro proyecto inicial. Otros que tal bailan. Así que nos liamos la manta a la cabeza y empezamos a sacar diseños, y en ello estamos hasta hoy mismito. ¡Compradnos muchas que las hacemos con mucho amor y anda que no tenemos mérito estando una en un pino y el otro en el sexto! (aunque todo forme parte del mismo Bilbao).

Total, después de mil vueltas tanto laborales como sentimentales y gambiteras, me volví a Tokyo más solo que el faro Finisterre a intentar liarla parda con un proyecto de red social a lo Facebook pero en serio. La cosa iba para seis meses, pero ya llevo tres años y medio entre sushis y java a pachas.

Y como vine sólo y algo había que hacer, pues he hecho de todo: cosas que habré contado y otras que se las comerán los gusanillos cuando la espiche y lo mismo le aparecen a San Pedro en la Excel cuando llame al timbre, porque bueno no sé si seré, pero me lo hago al menos, y seguro que eso cuenta.

He liado desde estudiar la ceremonia del té, hacer de salaryman, fotógrafo, noviete, cocinero, escritor, diseñador… buff, ni sé las gaitas en las que he estado metido ya. Peeero principalmente estoy orgulloso de haber sido capaz de hacerme un hueco que siento como mío en una esquinilla de Tokyo, aunque me cueste 73.000 yenes de alquiler, y de tirar para adelante con Karate y más recientemente Capoeira. Lo primero me hace asimilar y considerar propias las costumbres y la cultura de este país, jugando a ser un japonés más. Lo segundo me ayuda a olvidarlo recordando de donde vengo,aferrándome a ser un poco más quien era antes de llegar, aunque sea hablando en inglés cabezabajo.

Y así, con este equilibrio que se sostiene más mal que bien la mayoría de las veces, aquí sigo intentando encontrar a alguna que cuando me vea le diga a su amiga «mira este que mono, ¿así como pa mi? ¿no? ¿no?».

Como paciencia tengo un rato largo, pues de mientras seguiremos macerando las horas junto a personas maravillosas que la vida me ha puesto por el medio. Porque esto, lo de vivir digo, no creo yo que vaya a durar mucho más allá de otro tanto de lo que ha durado ya, así que cuando toque aparecer en la Excel, que San Pedro tenga que hacer scroll un par de veces como poco.

DSC00012.jpg

Cosas que quiero hacer
Grabar un corto de peleas
Subir al Fuji
Escribir un libro
Subir al Gorbea
Comprarme una moto
Salir en una exhibición de Capoeira
Aprobar el Noken 2
Casarme y tener toscanicos
Llegar a cuarto dan de Karate
Visitar New York
Correr una maratón
Conocer a Antonio Resines
Ir a Okinawa
Aprender a hacer el mortal hacia atrás
Ir a un concierto de Utada Hikaru
Ponerme un piercing en la ceja
Poner un bar
Aprender a hacer marmitako
Teñirme el pelo de rojo
Comer Fugu
Ir al Camelot estando sereno
Pegarme con uno de Karate Kyokushinkai al KO
Hacer surf
Sacarme el EGA de Euskera
Que me paguen por mis fotos
Aprender a tocar la guitarra
Llegar al 7% de grasa corporal
Abrirme de piernas verticalmente
Abrirme de piernas horizontalmente
Ahorrar un millón de yenes
Hacer 10 dominadas bien hechas
Hacer 20 dominadas bien hechas

Tejemanejes

Desde hace un par de meses si le doy al botón de pause que tengo detrás de la oreja izquierda y me subo a una escalera para mirarme desde ahí resulta que estoy metido en un montón de tejemanejes a la vez. Y eso a parte de la rutina del currelo, Capoeira y Karate que por si solos ya dan para vivir dos vidas y media sin aburrirse.

¡Total!, ¡que aquí va una recpilación de jaleos en los que ando metido a lo todo list! (anda!! he puesto recpilación, jajajaja)

El trabajo
Esto más que un tejemaneje, es el tejemanejón padre con barba. Después de 3 años programando en Java, finalmente vamos a salir a producción en cuestión de semanas. Se verá si lo que empecé en Bilbao los fines de semana, va a ir a algún lado o se va a quedar en nada. Ojalá que salga bien, claro, pero si no es así, tampoco me voy a amargar ni un poco asín.

En todo este tiempo he estado trabajando en algo que me trajo a Japón, que me gusta, aprendiendo algo nuevo cada día, evolucionando a la vez que lo hacía el proyecto introduciendo nuevas tecnologías que aprender, descartando otras. Si con algo me quedo es con esas horas de investigación de APIs que integrar en el proyecto como los chats de Facebook / Yahoo / Messenger, o la que tengo ahora entre manos que mostrará la previsión metereológica en la ciudad del usuario. Supongo que si salimos de una vez a producción lo anunciaré por aquí, pero para que os hagáis una idea se trata de una especie de mezcla entre Facebook, LinkedIn y Plaxo pero a lo Toscano.

Por cierto, me he acostumbrado a currar desde casa, aunque me va a venir una factura de la luz que me voy a quedar chato porque tengo el aire acondicionado puesto todo el día. Pero por otro lado todos los días me cocino algo guay y me estoy convirtiendo en un chef del copón de la baraja, ojo a la pedazo de ensalada que me acabo de zampar no hace ni una hora:

DSC09977.jpg

Aunque a veces se den situaciones como la del Tofu Incident de ayer:

DSC09975.jpg

Por el combini sólo aparezco ya para pagar las facturas, y de paso aprovecho y oteo algún producto nuevo que probar por lo bajini, como el Aquarius Start Day este que sabía a flash de naranja descongelao sin chicha ni limoná:

DSC09973.jpg

Ikusuki
Acabo de acabar, valga la acabandancia, el nuevo diseño que pretendíamos sacar para este verano aunque estamos teniendo algunos problemillas con los que nos las imprimen, seguro que lo solucionamos pronto. Agradecer desde aquí a todos los amigos a los que se lo hemos enseñado que nos han dado su opinión (a los que no contestaron: ¡¡¡sosaínas, así os vuvuzeleen en toa la oreja!!!).

Ahora empieza el lío de elegir prenda, pedir presupuesto, plazos, envasar las prendas, etiquetas… ¡que no nos pase nada!. ¡¡Eso sí, el diseño mola!! ¡¡compradnos muchas!!.

Además ha llegado, por fin, a España un paquete con un montón de regalicos que he comprado aquí para dar con las camisetas. Pero la movida es que lo han retenido en la aduana en Madrid y ahí anda Bea como una titán peleándose con ellos para que lo suban pa Bilbao de una vez…

El libro
Aunque no haya vuelto a hablar de él, lo cierto es que sigo escribiéndolo y acumulando cada vez más material. Me gusta mucho coger historias antiguas del principio y reescribirlas. Recuerdo que antes me daba mucha verguenza contar lo que sentía, por lo que me guardaba mucho para mí. Ahora estoy cogiendo esas mismas historias y añadiéndole el corazón que les faltaba, reemocionándome con cada una, que rara es la que acabo de escribir sin haber soltao unos lagrimones ahí…

El otro diseño
Hay un evento que va a traer a Tokyo a uno de los maestros de Capoeira más famosos del mundo, y me han encargado un diseño para las camisetas oficiales. Ideas no me faltan, ahí ando buscando huecos entre unas cosas y otras para sacarlo adelante. Nos hemos propuesto dibujar una roda con caricaturas de los profesores de aquí y el maestro tocando el berimbau, ¡y el caso es que las caras se parecen bastante!. ¡Ya os lo enseñaré cuando lo acabe!. Aaaa, que buena idea fue la de apuntarme a Capoeira, qué pena no haber encontrado el sitio antes, tan cerquita de casa que está. ¡Gracias Noriko por llevarme!

DSC_0039.JPG

El campamento de Karate
Este año dura tres días y a parte de Karate, hay un curso intensivo de nunchakus… no iba a ir porque el presupuesto no lo tengo muy allá, pero esto de los nunchakus promete!. Ahí ando echando números y dándole a la pelota que si que no, que caiga un chaparrón y me pille dentro casa.

DSC09986.jpg

El examen de segundo dan de Karate

Fue el sábado pasado y entre unos y otros no me acabaron de aclarar qué era lo que entraba justo. Tengo un libro en japonés con una pequeña traducción al inglés, pero no cuadran algunas cosas. Así que lo que hice fue irme allí con una cámara de vídeo y grabar el examen de otro, ahora ya tengo clarísimo qué se me va a pedir en septiembre cuando me presente. La pena es que no se me hubiese ocurrido la idea tres meses antes porque podía haber hecho todo perfectamente ahora mismo, katas incluidas. ¡Cagüen!

DSC09987.jpg


Las zurpias
Jajaja, hacía mucho que no usaba esa palabra. Esta es de mi madre y vale para cualquier trasto que haya por ahí tirao. El caso es que ando intentando deshacerme de gaitas que tengo por aquí que no uso para nada. Así a bote early me salen un par de altavoces Roland y un teléfono, todo funciona perfectamente pero a mi no me valen para nada, así que si alguien de Japón los quiere, que lo diga que se lo doy, ahí van un grupico variopinto de pixeles arrejuntaos:

Lo que no son zurpias
Con el cierre de la oficina me traje un montón de material tanto de mi empresa anterior como de la nueva, ya que todo estaba en el mismo lugar. Que si cuatro monitores LCD, dos servidores, la mesa y la silla… buff, si me pongo a enumerar todas las historias que me traje, overfloweo a google y le quito otra raya al iPhone 4. Total, que también ando quitándomelo de encima, pero esto no lo regalo porque vale una pasta. Puse un par de anuncios en la Metrópolis, y han funcionado flipantemente, en una semana vendí dos monitores que me sobraban. Había que verme a mi un domingo postgambitero multiojeril polialientítico por la mañana con un monitor de 21 pulgadas debajo del brazo por esas calles de Tokyo en busca de la chica filipina «de polo blanco y negro a rayas» que me lo compró…

Todavía me quedan dos servidores que son bastante buenos, pero unos mamotretos importantes que ocupan bastante. Los vendo por ¥45.000 cada uno, y el caso es que la chica filipina dice que igual me compra uno para su hijo. Son servidores, que yo había pensado sólo en empresas y similares, ¡no se me había ocurrido que como ordenadores de sobremesa pueden ser la caña!. Este domingo se viene a casa a verlo, a ver si lo pilla, tiene su gracia que un servidor con RAID lo vaya a usar un chaval para hacer words, ¡juas!

Si alguien en los Tokyos está interesado, aquí están las características. De momento me los anda vigilando el cherif pa que no se me vayan detrás de alguna iPad con minifalda:

DSC09979.JPG

La incertidumbre
Aunque desde que he llegado a Tokyo todo ha sido prácticamente una incertidumbre continua, ahora es cuando me toca intentar de una vez por todas que deje de serlo. Me explico: me encanta mi trabajo, pero es una startup registrada en Irlanda, con lo que el sueldo es escaso, y ahora más por el cambio Euro – Yen, y no me pueden tramitar el visado. Lo primero depende del éxito o fracaso de nuestra salida a producción y para lo segundo hay diversas alternativas más oscuras que la titularidad de Fernando Torres estando el león Llorente (ojo al chiste futbolístico que no se volverá a repetir en toda la eternidad!, ojo no te lo pierdas!).
La solución directa sería buscar trabajo en una empresa japonesa, no creo que lo tuviese demasiado difícil pero me da pena infinita abandonar este proyecto del que soy parte tanto como mi jefe porque prácticamente lo diseñamos a medias.

Una vez solucionados ambos, mi vida se normalizaría (si semejante palabra se me puede aplicar, que a veces pienso que soy un disparate con patillas). Con dinero y un visado en condiciones tendría la estabilidad suficiente como para planear visitas a Bilbao, o Extremadura, o dondequiera que estén mis padres en ese momento, plantearme vacaciones por Asia con el tío Flapy, visitar Japón más allá de Kyoto…

DSC09990.jpg

Así que ya veis en qué montón de chanchullos ando metido, y los que tengo ahí en cola: sacarme el noken 2, subir al Fuji, ir a Miyajima a correr detrás de los ciervos, pasear por Okinawa e intentar dar con el dojo donde dio clases mi profe Hirokazu Kanazawa a Elvis Presley, comprarme una Nikon D90, sacarme una foto con la bici en todas y cada una de las estaciones de la Yamanote, hacer un corto a lo malviviendo con el zordor y el lorco por Tokyo, conocer a una moza limpia y con maneras que no meta los pies padentro al andar, aprender a usar el Final Cut Pro, matar a la actriz que hace de Sookie que da por saco de noche y de día, sacarme una foto con Jackie Chan, crear un grupo de señoras en Facebook que no exista, japonear con las de japoneando, comerme treinta y siete gyozas del tirón, pegar a un agente inmobiliario, comprarme una moto…

buff!!!!

Buenoooo, que como más o menos dijo uno que vino mucho un poco y luego ya no volvió:

¿y de mientras?
¡Pues viviendo!
:gustico: :gustico: :gustico:

Cupmen

Ayer fuí a casa de Michiko porque me habían invitado al cumpleaños de su hija. El caso es que el sábado me recorrí un montón de tiendas y no encontré nada para regalarle, así que ayer madrugué un poquito y estuve de tiendas otra vez desde por la mañana.

Le acabé comprando algo que le va a venir bien para su trabajo, bueno, eso espero, pero resulta que en la misma tienda vendían unos muñecotes que me hicieron mucha gracia…

¡¡ Los cupmen !!

Los noodles instantáneos siempre te vienen con las instrucciones donde te cuentan los minutos que tienes que dejarlos tapados con el agua hirviendo antes de zampártelos. No suelen ser más de dos o tres minutos, pero como tienes que levantar la tapa para echar el agua, luego siempre se suele poner algo encima para que se pare quieta y no se levante con el vaporcillo. Yo siempre planto una caja de un CD… pero está claro que quedan mucho mejor los cupmens!!

Cambiando la pantalla del iPhone

Y yo que pensaba que el iPhone estaba hecho a prueba de bombas… se me ha caído cuarenta veces y nunca le ha pasado nada, a parte de rasguños, hasta una vez se me cayó de la bici y toda la pesca, pegó cuatro botes y todo, pero seguía funcionando… hasta hace un par de sábados cuando de repente la pantalla se puso blanca y ahí se quedó. El móvil parecía estar bien, sólo era la pantalla la que no fonaba porque yo seguía recibiendo llamadas y mensajes y así.

Lo resetee, lo restauré, lo llevé a la tienda de Apple donde me pedían 22.000 yenes por arreglarlo, lo llevé a la tienda de Softbank donde me decían que no me cambiaban la tarjeta SIM por una normal para usar con otro teléfono, que tenía que hacer un nuevo contrato… hasta que Rober y Guille me dijeron que no era tan raro eso de cambiarle la pantalla por tu cuenta, que había una web por ahí donde podías pedir los componentes y te decían cómo hacerlo. Pues de perdidos al river, pedí la pantalla, la cambié y funciona!!

Ahí va el vídeo de lo que hice:

Cambiándole la pantalla al iPhone 3G from ikusuki on Vimeo.

Hay un conector que me cargué antes de hacer el vídeo anterior cuando intenté abrirlo por mi cuenta sin seguir ninguna guía por ahí. Es el conector número 3, que tiene truco: se abre levantando una pequeña pestaña que hay, que yo no lo sabía y lo arranqué de cuajo. Ese conector es el del altavoz del teléfono y dos sensores: el de proximidad y el de luz. Resultado: no oigo la voz del que me llama por ahí, aunque he descubierto que si lo pongo en manos libres al mínimo de volumen es prácticamente lo mismo, la pantalla siempre tiene el máximo de brillo y no se apaga cuando la tengo cerca de la oreja. Tres chorradas con las que puedo vivir perfectamente hasta Agosto que se me acaba el contrato con Softbank y echaremos el ojo al nuevo modelo. Además si tenemos en cuenta que yo el teléfono lo uso aproximadamente un 5% para hablar, me ha salido redonda la jugada.

Así que si se os chusta la pantalla, no tengáis miedo en cambiarla por vuestra cuenta porque es una chorrada, lo único que hay que tener cuidado con el conector este que os digo, porque el resto es una tontería como un piano: quitar tornillos, desconectar cables, poner tornillos, conectar cables, y fuera!

Atiende McGyver!

Milseisversario

Tres años y pico viviendo sólo en un recoveco de Tokyo. No siempre, a veces, las menos, acompañado por temporadas.

He sido salaryman, ciclista, fotógrafo, amigo, escritor, feliz a deshoras, karateka, pobre, bailarín, actor, miserable a destiempo, capoeirista… profesor de nadie, experto de nada, estudiante de todo.

He hecho amigos y enemigos. Han aparecido amigos de la infancia que han sabido donde estoy y de repente eran el doble de amigos por una semana, y luego desaparecen de nuevo para siempre. Hay enemigos, no míos sino yo de ellos, que ni me conocen y ni falta que les hace para ejercer de tales, por lo visto.

A otros parece ser que les he defraudado, supongo que esperaban algo de mí que no pude dar y me han tachado de su lista, así, sin avisar. Total, es más fácil ejercer de defraudado que de defraudador, o a mi me sería más fácil. Ya no te ajunto, y a por otro que la vida son dos días y un atardecer como para andar pensando en sentimientos ajenos.

Vamos, que no me faltan esas otras historias que contar: historias de malas personas, de amores de mentira que acabaron en desastres de forma y sin contenido, de traiciones ingratas a rabiar, de envidias por la espalda y falsedad por la frente, de promesas de sopicaldo y aguachirle de esas de regalar los oídos primero para hacer oídos sordos después. Cuentos e historias para no dormir que no entienden de sexos, nacionalidades, culturas ni estaturas. Malas vivencias a desvivir a base de amontonar buenas nuevas encima.

Pero esas, ¡ay amigos!, esas me las guardo para mí.

Ojo, me las guardo poco tiempo, que si algo he aprendido después de tres años mirándome el ombligo, más que nada porque no había otro al que mirar, es a no malgastar mi tiempo con naderías. Aunque de vez en cuando haya que hacer hueco con un ¡allá cuidaos!, que ya iba tocando, para seguir con mi tejemaneje, que hay que ver lo que son las cosas, que yo lo que quería era contar que hace 6 entradas que pasé de las 1000, y mira que pataleta me ha salido…

Pues eso, 1006 historias contadas, y casi ninguna de las malas.

Hay que ver.

DSC_0360-1.jpg

Cerrado por hastío

Ayer fue la despedida de la empresa, una cena agridulce en la que nos juntamos apenas cinco personas para dar la puntilla, a base de cervezas y vino tinto, a lo que se veía venir desde lejos y sin embargo no vimos.

Tres de los que estábamos allí también estuvimos en el mismo sitio hace un año, pero acompañados por cuatro veces más compañeros. Tres pares de ojos que hemos sido testigos, jueces y parte de infinidad de situaciones que merecieron la pena compartiendo oficina y corazón con múltiples nacionalidades, costumbres, razas… personas.

Porque si algo ha sido ésta empresa desde que la conozco, hace ya nueve años, es una maravillosa arca de Noé donde irlandeses, koreanos, indios, ingleses, nepalíes, canadienses, alemanes, americanos, chinos y un par de españoles, que recuerde, jugamos a ser salary mans con nuestras conversaciones en inglés de acentos exóticos y nuestro japonés de libro de academia.

También había japoneses, muchos, nunca fueron mayoría pero si la columna vertebral de la oficina haciéndose cargo del teléfono, de las reuniones de trabajo, teniendo infinita paciencia con nuestras costumbres y maneras, tan distintas a las suyas que a veces resultaban ofensivas aún sin pretenderlo. Compañeros obstinados, tozudos y trabajadores hasta, a veces, rozar la sinrazón. Gente de aquí que eligió abrir la puerta todos los días de la torre de Babel y compartir mesa con sus obentos, pero siempre con el mismo entrante: una ensalada de idiomas y costumbres enriquecedoras hasta el extremo.

Ahora desde mi habitación, basta levantar la vista y mirar un poco alrededor para sentir a muchos como pieza muy importante de mi vida: la foto del día que nos fuimos de camping a Kamakura, el grabado de la que fue mi novia por un tiempo felicitándome por mi cinturón marrón, los libros de japonés que compré con Akira, los utensilios de la ceremonia del té con los que, hasta hace nada, iba con Michiko cada martes…

Mil y un recuerdos que se deben seguir recordando, amistades que cuidar, amores que olvidar.

Todo se acabó. Como una película en el cine, como un libro. Ya ha pasado, ya está. No se volverá atrás. Así debe ser.

El día veinte de este mes los dos empleados que quedan dirán adios oficialmente a sus ordenadores, y Michiko y yo seguiremos yendo quizás un mes más. Ella para ultimar los detalles del cierre, yo para tratar de seguir avanzando en mi proyecto, aferrándome a la rutina de ir en bici y cumplir mis horas de trabajo que tanto me conviene. Después, en abril, se acabó lo que se daba. Pasaré por Gotanda de pasada, de visita, a recordar tiempos que ya están maduros y serán viejos pronto.

Todo se acaba. Así son la cosas. No dejo de repetírmelo y sin embargo no me lo creo todavía.

Ayer tuve oportunidad, después de muchos meses, de hablar con mi antiguo jefe cara a cara, de decirnos las cosas de frente con la sinceridad implícita al hecho de compartir cervezas en un bar pasada la medianoche. Nos dijimos mucho, sacamos la basura y aireamos el interior. Teníamos mucho que decirnos y fue bueno hacerlo, porque las circunstancias han cambiado y las prioridades se redefinen, y yo no quería que siguiese deteriorándose la amistad que hice con la persona que me trajo a Japón y me ayudó tanto los primeros meses.

Tanto bien nos hizo que acabamos bromeando sobre espinas clavadas desde hace tiempo, temas tabú de los que nunca habíamos vuelto a querer acordarnos pero que estaban presentes cada vez que nos cruzábamos por el pasillo. Y aún con resaca, me siento feliz de haber cuadrado las cuentas.

Tengo mucho que hacer antes y después de que devuelva las llaves, esto no va a dejarme viéndolas venir, pero me costará asimilarlo porque, a pesar de todos los problemas, de los agobios, de todo lo que pasó que no debería haber pasado, trabajar para ésta empresa ha sido, sin ninguna duda, de las mejores cosas que tengo apuntadas en el libro de la vida.

Descansa en paz, que te lo has ganado después de quince años peleando.

おつかれさまでした

La IkuGripe A

¡¡ Muchas gracias por los ánimos !!
:gustico:

Vaya seis días que he pasado más salaos por culpa de la influenza ésta de los huevos. Y que me vengan diciendo que si es más suave que la gripe normal, que si no es para tanto, ¡¡ pues yo las he pasao canutas !!, que no es para tanto… hombre, morir no me he muerto pero que es mucho más fuerte que la normal está fuera de toda duda, ¡¡copón!! ¿40 de fiebre? ¡eso sólo pasa en House!

Todo empezó el sábado por la tarde, que me empecé a sentir graciosillo y cuando llegué a casa resulta que tenía un huevo de fiebre. Me metí a la cama pronto, para ver si se me pasaba y al día siguiente podía ir al último entrenamiento del frío, pero nada, menuda nochecita pasé…

El domingo parecido: todo el día con mucha fiebre y mucha sed y medio mareao todo el día, así que el lunes como la cosa iba a peor pues fuí al médico de aquí al lado. El buen hombre sacó un bastoncillo de esos de las orejas pero en largo y delgao, y me lo ensartó en la nariz hasta tomar muestras de casi el cerebelo, después, como ya sabéis, lo metió en un invento que dijo que tenía la gripaca esa, y me estuvo explicando cómo se tomaba la medicina. Resulta que el asunto viene en una especie de pistola de plástico que se carga con unos discos con cuatro dosis de zurpia, y que tu giras eso, lo cargas y aspiras un par de dosis a todo meter.

El médico después de contarme que había viajado en el Talgo cuando fue a España hace más años que Carracuca IV, me insistió en que me reclutase en casa y que no saliese en una semana para no contagiar a nadie, que llamase a la oficina inmediatamente y que si tenía que salir para algo, que me pusiese máscara (no le contéis lo del McDonalds de esta tarde, aunque, ojo, que la máscara sólo me la he quitao para comer)

A partir de ahí, pues más de lo mismo: fiebre y más fiebre, tos y más tos, y mucha sed… todo el rato muuucha sed. Pero lo peor no es estar empanao todo el día, ni las tiritonas, ni el dolor de cabeza… lo peor es no poder hacer mis cosas, jodé, se me ha caido la casa encima, llevo una semana que me subo por las paredes. Esto de no poder entrenar, ni andar en bici, ni siquiera salir a correr un rato me está consumiendo por dentro y eso se tiene que notar en la cara besugo en oferta que tengo por fuera. Y me he dado cuenta que esto mismo me estaba pasando en Navidad, que había vacaciones de todo… ¡¡yo lo que quiero es hacer mis historias, que sean días normales!!. Jodé, con la de veces que estaba yo deseando ponerme malo cuando iba a la escuela…

Total, que mañana voy a la oficina, no es que esté curao del todo pero ya no tengo fiebre, y tampoco voy a hacer la jornada completa, pero me he enterado que igual es de los últimos días que puedo ir ahí porque parece que van a cerrar, así que a cotillear el asunto que me voy. Entrenar no entrenaré todavía, me reservaré para el lunes que viene porque tengo una tos bastante viejuna, pero por lo menos retomo mi vida un poco….

¡Os juro que me tengo que tirar otra semana como ésta, y me acabo tirando por la ventana!

:viejuno:

He pillao la influenza esa

Así que estaba yo el sábado por la noche con cuarenta de fiebre… mira que me dió rabia no haber podido ir al tercer día del entrenamiento, pero es que he llegado a un punto en que me levanto y me mareo. Así que hoy por fin me he decidido ir al hospital, y el médico me ha metido un palo por la nariz que me ha dejado temblando, ha echao eso en un chisme parecido a un predictor y ha salido una raya en la gripe A.

Total: una semana de reposo, una medicina que parece una pistola de rayos, y un servidor que se va a ver todas las series del mundo agonizando en el futón.

Seguiremos informando, que tengo la cabeza como un taiko ya…


Gatostiable Revenge! by Cosarara