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El tío de la máscara

Menuda marcha llevo con el blog, ¿eh?, acojonante el ritmo de actualizaciones!! ni os da tiempo a leer y ya tenéis otro post!!!

(Perdón perdón, hago lo que puedo, pero con Kota dando botes está la cosa un poco difícil…)

Bueno, total, que yo venía a contar lo que me pasó el otro día, que me eché unas risas muy bonicas, vamos a ello:

(entre el párrafo de arriba y el siguiente he montado la casa de Anpanman y rebuscado el sombrero de Mr. Potato que resulta que estaba metido dentro de un calcetín de Chiaki)

Supongo que ya sabéis que por aquí es bastante habitual ver a gente con máscaras de esas de papel por la calle. En algún sitio leí que es por la contaminación, pero lo cierto es que no tiene nada que ver: aquí la gente lleva máscaras cuando están enfermos básicamente para no contagiar al prójimo. Bueno, ese es el uso oficial, yo también me pongo máscara si no me quedan más huevos que ir en trenes de esos petadísimos por las mañanas donde no es raro que te echen el aliento de la muerte mezcla de tabaco y café, así tiene que oler la puerta del infierno, vamos no me jodas, que ascazo. ¡Ah! y el otro uso «no oficial» que se da es cuando alguna chiquilla tiene algún grano cerca de la boca o no se ha depilado el bigotillo pero tiene que salir a la calle, es la solución perfecta, que no se me pasa ni una a mi (me lo contó una que yo me sé pero vosotros no, jejeje).

Pues el otro día dejé la bici aparcada ya en Shibuya y enfilé el camino de la oficina, con menos prisa que ni sé, también hay que decirlo. Delante de mi iba un viejales entrajetado con máscara que no hacía más que sorberse los mocarros ahí formando un ruido asquerosísimo a cada dos pasos. Esta movida a mi me da mucho asco, así que apreté el paso para quitarme de encima a semejante engendro de la vista cuanto antes. En lo que estaba adelantándole por la derecha y sin que el elemento se diese cuenta que iba yo por ahí, cogió aire dos o tres veces, se sorbió los mocos a todo lo que daba grrrsssshhhhhjarrr y se dispuso a echar un gargajo del tamaño de la cabeza de Tyrion Lannister exactamente, sin desviarse un milímetro justamente encima de lo que viene siendo mi excelso ojete. Yo pegué un bote y dije algo así como «cojones!! tu puta madre!!» pero el tío ya lo había propulsado al mundo exterior con el pequeño detalle de que… ¡¡¡¡llevaba todavía la máscara puesta!!!!

Yo me descojoné vivo mientras el señor cerdaco se quitaba la mascara que era igual ya que una bolsa de té usada y mascullaba mierdas en japonés del estilo de «mecagüen la madre que me parió, que no me he dado cuenta, joder, aggghh, hostias».

Mira tu que manera más guapa de empezar la mañana gracias aquí al tío gargajos!! :descojoner: