Archivo por meses: noviembre 2013

Avance informativo

El chiringuito que montamos fue un éxito total y aunque hoy estoy aquí delante del ordenador con más sueño que el vecino de Freddy Krueger y la Bella durmiente vendiendo colchones juntos, se me ha alegrado el despertar al ver el vídeo de los informativos de Tele 5 en el que se nos ve algo así como dos segundos y medio, jajaja. Algo es algo!! mis dos segundos de fama!!

En cuanto me despierte, cuento un poco más el asunto de cómo dimos de comer unos 600 pinchos de tortilla aquí a la Tokyogente.

:gustico:

:cocinicas:

Fiesta de España en Yoyogi

ヤッホー!

No sé que caraflauta me decía:

me río yo de las movidas que estás siempre haciendo cuando nazca tu hijo

¡Ja!
:olakease:

Pues ahora me río yo. Kota ha nacido y, efectivamente: duermo menos que el chófer de Drácula, que además es panadero. Pero tampoco ha cambiado mucho la cosa: es verdad que tengo a ToscaJr ahí llorando cada tres horas invariablemente sin importar si manda el sol o la luna. ¿Cual es el paso lógico?, ¿quejarse y andar dando pena con tus ojeras por las esquinas? pues no: es adaptarse. En vez de pretender dormir las 8 horas de antes, sabiendo que es imposible, me meto a dormir sobre las nueve de la noche despertándome cada rato, y a eso de las seis de la mañana ya estoy montado en una bici camino de Shibuya donde me tiraré un par de horas haciendo mis cosas antes de fichar para trabajar: recopilar mecenas del libro, un par de locuras de webs en las que estoy metido, estudiar japonés… lo que antes hacía a las noches en casa, ahora lo hago a las mañanas en la oficina porque sé que cuando va llegando la hora de salir, estaré menos concentrado que un diputado en el congreso.

Los mediodías sigo yendo al gimnasio, como siempre y sigo con mis retos y locuras. Ojo aquí, que como siga la cosa así me veo haciendo el mismo vídeo del Van Damme pero con dos bicis:

la foto 3.JPG


A la vuelta, después de otros 12km en bici sé que me tocará bañar a Kota, así que de momento no voy a Karate, pero esto es algo que se va a retomar ya en diciembre porque ya está negociado con Chiaki y la patronal. Así que si: en efecto, mi vida ha cambiado mucho pero en el sentido de tiempo personal tampoco tanto. Hombre, Kota es Kota, manda él y me encanta que sea así porque es una gozada verle ahí hasta estornudar… cogerle en brazos después del baño se ha convertido en el mejor momento del día.

Pero yo me niego a ser el típico que usa a sus hijos como excusa para no hacer nada. Querer es poder, panda de vagos, tanto es así que, aparte del libro, estoy metido en cuatro o cinco jaleos de los míos con más ganas que nunca, como no podía ser de otra manera. Y son JALEOS con mayúsculas, con que salga uno sólo bien ya tengo gustico almacenado hasta primavera.

Jaleacos como el sarao del fin de semana. Resulta que el Chiqui, que está metido en todo (no me extrañaría que abrieses un yogur y saliese su cara en la tapa), nos habló de un fin de semana de festival de España en Yoyogi. Esto viene a ser llenar una explanada del copón cerca de Harajuku con comida y bebida española, de no parar en ningún momento de ofrecer espectáculos y de liarla, básica y exclusivamente, parda.

Un par de emails por aquí, dos o tres cervezas por allá y ya nos tenía liados al Lorco, a Manuela y a mi para plantar un chiringuito en el que vamos a ofrecer entre otras cosas la mejor tortilla de patatas de todo el recinto, aparte de cerveza española, sangría, gustete del rico, cosica cósmica y garbo sideral:

Viendo la foto de arriba de la tortilla que casi le pego un mordisco al monitor no creo que pase pero…
¡Si este fin de semana estás en Tokyo y no osas pasarte a saludar, que sepas que te la guardo!

(Bah, seguramente no te la guarde, pero si que molará verte si te vienes…)

FIESTA DE ESPAÑA 2013
PARQUE DE YOYOGI, TOKIO
23 Y 24 DE NOVIEMBRE DE 10:00 A 19:00
:gambiters: :coleguicas: :cocinicas: :arrozico:
:triki:

Ikulibro, me faltan datos!

Hola!

Lo primero que hice cuando se acabó el plazo de Verkami fue enviar un email a todos los mecenas para que me enviarais vuestro nombre y vuestra dirección y la verdad es que tengo que decir que estoy encantado con vuestras respuestas, la inmensa mayoría no os habéis conformado con darme los datos sino que me habéis contado un montón de cosas. Si es que sois más majos que ni sé!!

Ha habido algunos que no me han contestado y la verdad es que no tengo otra manera de contactar con ellos que avisar por aquí y por Verkami!! Por favor, pasadme los siguientes datos los que faltáis!!

orientalor198518 >> Tu email no es correcto, no sé nada de ti (ni nombre, ni dirección aunque has hecho el pago)
jacintaspektor >> Dirección postal
Luis Borja de Diego >> Dirección postal
Sargento 100×100 Algodon >> Dirección postal
Robert Albert >> Dirección postal
Santi Orozco >> Dirección postal
Begoña Marco >> Dirección postal
Mikel Aranburu >> Dirección postal
Marta Moraza >> Dirección postal
ifernandezacebes >> Dirección postal
Eneko Sainz >> Dirección postal

Roberto de Dalmases >> Dirección postal
Carlos Mayo >> Dirección postal
Miquel Planella >> Dirección postal


Isa Blanco >> Dirección postal
Saekih >> Dirección postal
Borja del Río >> Dirección postal
Grisssss >> Dirección postal
Dbora M.Nicolas >> Dirección postal

Sigo con la lista
:flipanderer:
¡¡ Buen fin de semana !!
:gustico:

Los reproches y los consejos

Es curioso que con tantas cosas buenas que están pasando aparezcan de repente personas que vengan a emborronar la partitura de la música que uno sólo trata de degustar. No siempre ha sido así, ni mucho menos, ni siempre va a ser así tampoco: que pasen cosas buenas es una parte que a veces toca, como lo es también que la vida te venga a meter una hostia otras veces. Lo importante, creo yo, es saber recuperarse de esos bofetones lo antes posible y sobretodo saber disfrutar cuando vienen derechas.

Así que si cuento las cicatrices que me quedan, creo firmemente que me lo he ganado. Coño, y con creces: me he ganado de sobra disfrutar de lo bueno ahora que viene porque cuando venga lo malo también me tocará joderme como tantas y tantas veces.

Este año 2013 en el que me han pasado tantas cosas buenas: desde casarme hasta sacar un libro y ahora tener un hijo, me han llegado diversos mensajes, sin importar el medio, que he llegado a la conclusión de que se pueden clasificar en dos categorías: reproches y consejos. No he dejado de darle vueltas y eso ha empañado, como decía, los momentos de felicidad que ahora trato de disfrutar como sé que debe ser así. Tampoco mucho, quiero decir que no es que uno aprenda con los años, sino que lo que importa y lo que no se acaba sintiendo por dentro sin hacer falta de darle muchos giros más a las vueltas.

He llegado a la conclusión de que esto de reprochar y aconsejar son dos privilegios.

Me explico: por supuesto que cualquiera es libre de aconsejar lo que crea conveniente o de reprocharle a alguien lo que tenga a bien, pero tal y como lo veo yo, que un consejo o un reproche tenga valor será algo que el reprochado o aconsejado tendrá que decidir por mucho énfasis que le quiera poner el dolido reprochante o el sobrado aconsejante. Un ejemplo que se viene repitiendo en mi caso desde hace años: gente que no conozco de nada me dice cómo tengo que sacar mis fotografías. Yo a esas personas no les he pedido que me aconsejen y en la inmensa mayoría de los casos no veo que las fotografías que ellos sacan destaquen demasiado. Dicho con palabras distintas: no se han ganado el derecho a que puedan aconsejarme, no les he otorgado ese privilegio. Si tus fotos no me dicen nada, ya puedes hablarme de exposiciones y de lo que te salga del ciruelo, que seguiré haciendo lo que yo crea porque no me has demostrado nada más allá de tus palabras, que además vienen con el tufillo a prepotencia inherente al hecho de creer que debes dar consejos sin que te los hayan pedido. Y más a desconocidos.

Tengo amigos que tienen ese derecho. Primero porque son amigos y segundo porque sé, porque me han demostrado que saben de lo que hablan si hablan de lo que yo sé que saben.

El caso de los reproches es un caso paralelo. Antes comentaba que lo que importa y lo que no se acaba sintiendo por dentro, es una especie de selección natural: estando donde estás haciendo lo que haces rodeado de la gente con la que lo haces sientes de alguna manera qué es lo importante, estableces por dentro tu escala de relevancia que suma o resta posiciones dependiendo de lo que te aporten o sustraigan durante los días. Un ejemplo: si la chica de la cafetería de al lado todos los días te sirve café con una sonrisa y quizás intercambia un par de palabras amables contigo, acabas sabiendo que es una constante que va a aportar algo bueno a tus días: simpatía, candidez, buen rollo. Aparecerá en esa escala y seguramente inconscientemente te dejarás aparecer por allí. No será decisivo cuando llegue la noche, pero si que habrá importado, como dejarás de pasarte por una tienda si el dependiente es gilipollas.

Otro ejemplo mucho más relevante: una persona, un amigo de la infancia o de tiempos pasados, alguien que no forma parte de tu «vida física» actual, que te escribe sin venir a cuento, no tiene porqué ser a diario ni mucho menos. Te escribe para preguntarte simplemente cómo estás y quizás te cuenta algo sobre su vida. Te hace sonreír, quizás te viene a felicitar en los momentos buenos y cuando se entera de que te ha pasado algo malo lo primero que hace es ofrecerte su ayuda, inconscientemente también acabarás queriendo celebrar con esa persona tus logros como también le desahogarás tus penas y, por supuesto, estarás siempre ahí disponible para el caso recíproco. Pero esto es algo que no se piensa, que sale solo porque es de sentido común. Si tu le cuentas tu vida a alguien y te responde tres líneas forzadas te está dando a entender que le importa un cojón; es sólo cuestión de tiempo que dejes de escribir y quien dice escribir, dice quedar para tomar un café o lo que sea. Tampoco será algo que pienses o decidas en un momento dado, sino que te saldrá solo: si te digo un montón de cosas pero ni siquiera me contestas o lo haces a desgana al de un mes, no esperes que te escriba una segunda vez. Si cada vez que quedo contigo me voy para casa con malas sensaciones, no creo que acabe llamándote yo para quedar. No soy yo el bueno ni tu el malo, ni al revés, es simplemente que no cuadramos por alguna razón, lo que a mi me importa a ti no y por el propio concepto el caso contrario.

La primera persona podría reprocharte que un día te pasó algo bueno y no se lo contaste o que le pasó algo malo y no fue capaz de encontrarte. Está en su derecho, tiene ese privilegio, se lo ha ganado con creces. La segunda persona puede venirte a reprochar lo que le de la gana, pero seré yo el que valore diversos parámetros como el grado de justicia, relevancia e importancia de lo que se dice. A partir de ahí se harán oídos sordos o se tratará de arreglar la situación dependiendo del resultado de la ecuación en la que la variable del número de reproches tiene un peso importante. Porque también los hay que tienen por costumbre echarte cosas en cara a la mínima oportunidad sean cuales sean y por ahí, señores, si que no: está revocado el privilegio irreversiblemente.

Lo curioso es que en esto de reprochar y aconsejar tengo una lista bastante grande de personas con los dos derechos y los dos privilegios otorgados desde hace tiempo, pero ¿sabéis que problema tengo?, pues que no lo ejercen. Soy yo el que les pido consejos sobre lo que saben hacer porque nunca los suelen dar, y soy yo el que me preocupo por no darles ningún motivo que puedan reprocharme porque aunque sé que tampoco lo iban hacer, el que iba a salir perdiendo sin ninguna duda iba a ser yo porque me conviene que sigan a mi lado.