Tardes de verano sin mucho que hacer, ilusiones, dibujos, bocetos, encuestas con los amigos, cervezas por la noche delante del ordenador, muchas veces a solas.
Problemas, disgustos, apoyo, nuevas ideas, primeras ventas, alegrías, locuras. Momentos plasmados en fotos que sólo dejan intuirlos, aunque los definen a los ojos de los que los vivimos.
Más problemas, muchas lágrimas, palabras dichas sin pensar, sentimientos obligados a ser callados.
Un viaje largo, mucho, tan largo que se sigue alargando. Pena y emoción al mismo tiempo. Redescubrir un mundo olvidado, quizás demasiado idealizado. Frustración.
Dolor.
Cartas escritas pero nunca enviadas.
Soledad.
Desamparo.
Luchar por el día a día, encontrar retazos de felicidad entre la rutina, tratar de buscar un sitio en un lugar en el que estás fuera de lugar.
Sentimientos que se escriben para personas desconocidas. Esperanzas que no se pueden cumplir, sueños que se evaporan.
Encuentros. Amigos. Personas nuevas añadidas a una vida que se siente a veces demasiado vieja, y a veces demasiado jóven. Difícil encontrar la edad que corresponde con la mente tan nublada.
Nuevos proyectos, nuevos problemas, más emociones. A veces lágrimas, muchas veces sonrisas, siempre nostalgia encallada en algún lugar entre la garganta y los ojos.
Muchas ideas, muchas ilusiones. Una luz en el horizonte que siempre ha estado ahí, como el deseo de ser feliz mientras los dibujos y las prendas se van sucediendo, mientras este diario mío lo van leyendo más y más personas.
Experiencias que se viven a costa de no vivir las que hubiesen correspondido, que son ya momentos que se han perdido.
Todo esto es Ikusuki. La historia de dos personas que crearon este mundo uniendo sus ilusiones, a veces a destiempo, y que han sabido llenarlo de vida a pesar de la distancia. Aunque a veces el mar de sentimientos de este, nuestro mundo, se tenga que desbordar y tardemos un poco en arreglarlo.
Para ello, a mi ahora sólo se me ocurre, Bea, darte las gracias. No sólo por todo lo que haces por Ikusuki, sino por ser la persona que más me apoya, que más me ayuda, que mejor me entiende aunque a veces no nos entendamos.
Por fin he encontrado la excusa para meterte en el mapa…